#41 - Jorge Quiñones y su visión de convertir a Puerto Rico en un destino amigable con el sordo9/23/2019 Jorge Quiñones aprendió a comunicarse en lenguaje de señas antes de pronunciar su primera palabra. Hijo de padres sordos, a temprana edad se vio en la necesidad de servir de intérprete en su familia, mientras en su interior se desarrollaba la inquietud de que tal vez esa era su vocación: servir de instrumento a la comunidad sorda. Por los últimos veinte años, Jorge se dedica a la profesión de intérprete de lenguaje de señas. En sus inicios laboró de manera independiente y luego tuvo la oportunidad de fungir como director de operaciones para Purple Communications, empresa que brinda servicios de video relevo (VRS, por sus siglas en inglés) a la comunidad sorda. Durante este tiempo tuvo la iniciativa de crear los primeros noticiarios en lenguaje de señas en Puerto Rico: "Noti-Enseñas" y "Puerto Rico Sign Language News". Debido a que siempre quiso establecer su propia compañía, hace cinco años fundó Servicios de Interpretación y Educación al Sordo (SIES) Inc. Con esta empresa, Jorge busca oportunidades innovadoras atadas a la tecnología para el beneficio de la comunidad sorda. Su objetivo final, convertir a Puerto Rico en un lugar amigable con el sordo. A continuación, la entrevista que le hicimos a Jorge en su versión editada y condensada. GDE: Saludos Jorge, ¿de dónde nació tu inquietud por este tipo de proyecto hacia la comunidad sorda? JQ: Soy hijo de padres sordos. Ninguno nació sordo, a los tres meses a mami le dio fiebre y en aquel tiempo la fiebre se atacaba con penicilina, con la mala suerte de que ella era alérgica y le reventaron los tímpanos. Mi papá se cayó de un tercer piso a los siete años. Somos tres hermanos y ninguno somos sordos. Todos utilizamos lenguaje de señas para comunicarnos con nuestros padres. Básicamente, es un regalo que tenemos. GDE: ¿O sea que ellos les enseñaron lenguaje de señas para poder comunicarse?JQ: Sí, mi primer idioma fue lenguaje de señas y este descubrimiento no surgió hasta después de 25 años. En todo momento pensé que mi primer idioma fue el español. No fue hasta que me senté con mi abuela, que en paz descanse, y empezamos a hablar e indagar y me dijo: “no, si tu empezaste haciendo señas, después desarrollaste el habla.” Pues es un regalo a pesar del discrimen que viví y vi hacia mis padres. GDE: ¿Cómo se reflejaba ese discrimen? ¿Cómo lo presenciaste? JQ: Por ejemplo, algo que me impactó mucho es que mi mamá, que es una mujer súper talentosa, fue a rehabilitación y dijo que quería ser psicóloga. La consejera en aquel tiempo le dijo: “no, pero es que tú no puedes ser psicóloga porque eres sorda.” Recuerdo ver que no la pasó bien. Sabía que tenía la habilidad y lo que necesitaba era el recurso, que es el intérprete de lenguaje de señas. También tengo que aclarar que, si bien hoy en día no hay intérpretes suficientes para cubrir la necesidad, para aquel tiempo eran bien escasos. Hace poco hablé con ella acerca de eso y me dijo: “los sordos de hoy en día se quejan porque no tienen servicios, yo los entiendo, pero están muchísimo mejor que cuando yo era joven y estudiaba.” Ver a mami sufrir siempre estuvo presente durante mi crecimiento. Siempre tenía los guantes puestos; me lo tomé personal. Faltaba mucho a la escuela pues, al no haber muchos intérpretes, si mami tenía una cita me decía: “tú no vas a la escuela hoy, tienes que venir a interpretar.” Pues donde manda capitán no manda marinero. Recuerdo como a los seis, siete años interpretar en una cita con el ginecólogo. Fue un impacto. Imagínate, papi y mami nunca me habían hablado del tema y entonces llego allí, fue impactante. Sí tuve que madurar un poquito más rápido. Entonces con mis hermanos era como la alarma. Mami me decía: “ahí está el nene, voy a estar aquí cocinando, si oyes que llora o algo pues me llamas.” Entonces fungía de alarma, o si alguien tocaba a la puerta: “mami, ahí hay alguien.” Entonces también aporté, con mi mamá, al desarrollo del lenguaje de señas de mis hermanos. Obviamente no entendía que era una responsabilidad en ese momento, pero hoy veo a mis hermanos y los frutos. Una vez tienes la oportunidad de discernir y ver esa historia, dices wow, tenía en mis manos una responsabilidad que definitivamente no me tocaba. Quizás mi crianza no fue la misma que un niño oyente regular. Pero todas estas experiencias a través de la vida me llevaron a trabajar como intérprete independiente de lenguaje de señas para rehabilitación vocacional. Recuerdo el primer día en lo que era la Universidad del Este. No tenía ninguna experiencia como intérprete. No había tomado ninguna clase pues todo lo que sé del lenguaje de señas lo aprendí con mis padres. Recuerdo que llegué al salón y lo primero que le dije al consumidor, que era un estudiante: “yo no soy intérprete de lenguaje de señas, mis padres son sordos. Si entiendes que eso es un problema, pues no hay problema, me dejas saber y hablo con rehabilitación vocacional para que te busquen a alguien con experiencia.” Me dijo: “tranquilo, siéntate ahí y dale.” Fue mi primera experiencia y recuerdo que cuando salí tenía esta sensación de felicidad, porque yo lo vi como algo normal, es algo que hice siempre, pero la satisfacción de poder ser un instrumento para ayudar a una persona sorda fue una conexión inmediata. Se me erizaron los pelos y esa sensación de felicidad la recuerdo como ahora. Dije: “esto es lo que tengo que hacer,” fue como el aha moment porque nunca me sentí tan bien. Ahí fue que empezó todo esto. Seguimos interpretando hasta que caímos en otros escenarios y no he parado desde entonces. GDE: Háblame de Servicios de Interpretación y Educación al Sordo y sus comienzos. JQ: Servicios de Interpretación y Educación al Sordo o SIES, era una iniciativa que tenía hace muchos años, pero como estaba empleado con una compañía multinacional lo puse en la gaveta. En esa compañía hacía lo mismo, bregaba con lo que es el sistema de video relevo que no es nada más que un centro de llamadas equipado con una computadora, una cámara y un teléfono y donde hay un interprete en espera a que el sordo llame para entonces llamar a las personas oyentes. Todo lo que el sordo nos decía en lenguaje de señas lo decíamos hablado a la persona que el sordo quería llamar. De igual manera, todo lo que la persona oyente nos decía hablado, lo hacíamos en señas y el sordo nos veía a través de la cámara. Fue una excelente experiencia que duró desde el 2007 hasta el 2012 aproximadamente. Ahí se cerró ese capítulo. Fui a tocar puertas de nuevo con la mala suerte a corto plazo y buena suerte a largo plazo de que no me abrieron las puertas. Entonces dije: “espera, siempre quise hacer una compañía que ofrezca servicios de interpretación a la comunidad.” Arrancamos en el 2014 cuando finalmente se incorporó legalmente la compañía. Proveemos servicios de interpretación presenciales; tenemos intérpretes en distintos lugares: institutos, universidades, citas médicas, cortes, etcétera. Parte de nuestra misión es poder cerrar la brecha que hay entre la comunidad oyente y la comunicación con la persona sorda. Llevamos cinco años y en esta nueva etapa nuestra visión es convertir a Puerto Rico en un destino amigable al sordo, pero primero tenemos que lograr que las personas oyentes de Puerto Rico sean amigables con el sordo. Que el sordo no tenga la necesidad de buscar unos servicios y les digan: “no, no tenemos un intérprete,” lo que sucede en la actualidad. Si convertimos a Puerto Rico en un lugar amigable al sordo ese problema se disipa porque tenemos más personas que pueden servir como proveedores de comunicación. No tienen que ser intérpretes de lenguaje de señas, pero sí hábiles para tener conversaciones y poder comunicarse con la persona sorda. Eso abre la oportunidad a que estos servicios que necesita la comunidad sorda estén más accesibles porque hay más gente interesada. GDE: ¿Cuántos intérpretes tiene SIES? JQ: Tenemos alrededor de 85 intérpretes alrededor de toda la isla. GDE: ¿Cuántos sordos hay en Puerto Rico? JQ: Como decimos por ahí, soy un tipo muy directo y eso me trae muchos retos en la vida. Aquí se utiliza mucho la cifra de 150,000 que se deriva del último censo de las comunidades con impedimentos en general y que se realizó en el 2000. En ese número se incluyen personas que gran parte de su vida hablaron y se fueron quedando sordas a través del tiempo y personas que tuvieron un accidente y se quedaron sordas de un oído, pero culturalmente no pertenecen a la comunidad sorda, de utilizar lenguaje de señas. Hemos recorrido la isla y desde muy pequeño veo sordos todo el tiempo. No creo que hay más de 10,000 sordos que utilizan lenguaje de señas para comunicarse, que al final son los sordos con los que trabajamos. La situación de las estadísticas a nivel general en Puerto Rico es mala, pero con la cuestión del sordo es peor. Las estadísticas son súper importantes pues sin éstas descalificamos posibles propuestas federales porque al final del día, estas propuestas se basan en estadísticas. Entonces al no tener esos números perdemos dinero que puede servir para desarrollar ideas innovadoras en favor de la comunidad sorda y traer más empleos. Es preocupante, pero es la realidad. No creo que hay mas de 10,000 sordos en Puerto Rico y si la cantidad de sordos es menor pues más fácil se nos hace ayudarlos. GDE: ¿Cuáles son las principales necesidades de la comunidad sorda en Puerto Rico? JQ: Que bueno que lo preguntas. Puerto Rico no tiene establecida una investigación lingüística que nos diga qué en esencia es lo que signa el sordo puertorriqueño. Eso es un gran problema que se ha minimizado, pero es muy importante. En Puerto Rico se usa el American Sign Language o ASL, por nuestra relación política con los Estados Unidos, pero también se utiliza el lenguaje de señas puertorriqueño que es como una mezcla, como decir un spanglish. Pero eso no se ha investigado. ¿Cómo eso afecta a la comunidad sorda y a la profesión? De muchas maneras. Por ejemplo, y esto lo vivimos, organizaciones que te contratan y te dicen: “¿cuáles son los intérpretes que me vas a traer? Necesito evidencia de sus certificados.” Al final del día todos esos certificados son de participación porque no existe una credencial. Entonces llevo intérpretes que tienen un alto registro, o sea, intérpretes súper talentosos, pero van a interpretar a algún pueblo de la isla y ese sordo no entiende nada de lo que signa el intérprete porque ese intérprete probablemente se adiestró más en ASL y no está dispuesto a bajar el registro. Necesitamos investigar el idioma para también poder establecer una certificación, una licenciatura. Porque entonces ¿qué vamos a certificar, a licenciar, el lenguaje de señas americano o el lenguaje de señas de Puerto Rico? Y si tú usas más el lenguaje de señas de Puerto Rico, ¿el examen va a considerar eso o no? Entonces tenemos un problema porque tampoco todos los sordos usan ASL; ese predomina más en las áreas metropolitanas, en San Juan, Ponce, Mayagüez. En el resto de la isla hay una mezcla, están las señas caseras. El punto es que sin investigación lingüística no vamos a saber qué es lo que signa el sordo puertorriqueño y poder estandarizar unas cosas para entonces poder bregar con la educación del sordo que es deprimente. GDE: ¿Qué opciones tienen? JQ: Es un poco complejo porque es más un tema de unión. Hay gente que piensa que el lenguaje de señas americano es lo que se debe enseñar. Hay otros que piensan que no, que debe ser el lenguaje de señas puertorriqueño. Lo que vemos a nivel macro, por ejemplo, lo que pasó recientemente con la situación del gobernador y la corrupción, todo ese tipo de cosas pasa a nivel micro. Hay una palabra que se llama audismo, que todavía no es una palabra oficial, que va más con el oyente que dice: “no, tú eres sordo, déjame a mí, yo voy a bregar con esto y te digo después.” Eso sucede. El oyente no puede definir las señas que utiliza el sordo porque al final del día es su idioma. Pasa constantemente que un sordo de un pueblo te hace una seña que quizás en San Juan se hace de otra manera. Como intérprete tengo que dar un servicio y si veo que el sordo hace una seña distinta a lo que se usa en el área metropolitana, tengo que utilizar esas señas porque es la que él utiliza todo el tiempo para esa palabra en específico. El oyente tiende a tomar protagonismo, a decir: “no, tú estás mal, eso no es así, es esta seña.” Eso es audismo. Pues no, tienes que respetar su lenguaje. Los políticos no han sido lo suficientemente responsables de cumplir con su palabra. Siguen desarrollando leyes que no hacen falta porque con la Ley ADA (Ley para Personas con Discapacidades), que es la ley federal, es suficiente. Lo que necesitamos es que se implemente. Es hacerle un acercamiento a la ciudadanía para que seamos amigables con el sordo. Ves a la persona ciega porque tiene su bastón o su perro guía, ves a una persona en una silla de ruedas y sabes que tiene una discapacidad, pero a la persona sorda no la ves hasta que te topas con ella. Entiendo que hace falta unión, tanto entre los sordos como entre los colegas de la profesión. Eso ayudará a resolver muchos asuntos inconclusos. Tienes un grupo que aboga por una cosa, otro grupo que dice que por lo que esa gente aboga no está bien, y otro grupo que tampoco está de acuerdo. Entonces no nos hacen ver bien y al final del día y lo que sucede es que quien se afecta es la persona sorda. Creo que el problema se resuelve con unión y con mucha educación a los oyentes. Antes me molestaba, pero con el tiempo entendí que es falta de educación. GDE: ¿Cuáles son algunos logros de SIES? JQ: En el 2016 establecimos un noticiario en lenguaje de señas, el segundo que desarrollamos porque el primero lo desarrollamos como para el 2008. Lo hicimos por lo mismo, por la falta de información pues los noticiarios no ponen intérpretes. El Canal 6, que es el del gobierno, debería incluir entre sus responsabilidades poner un intérprete de lenguaje de señas en sus noticiarios. A falta de eso, la comunidad hizo un acercamiento porque querían y quieren saber lo que pasa en el país. Nos dimos a la tarea de desarrollar este noticiario, pero luego pasó el huracán María y no lo volvimos a reinsertar. Nos gustaría volverlo a hacer y crear una producción donde sean los sordos los que estén al frente y detrás de las cámaras en términos de edición, producción, postproducción… GDE: Además de trabajar en revivir el noticiario, ¿en qué otros proyectos trabajan a corto y largo plazo? JQ: Lo que te comenté de la campaña de “conviértete en una persona amigable al sordo.” Este proyecto va dirigido a personas oyentes que desconocen cómo tratar a una persona sorda. Queremos que a través de la información que les vamos a compartir, sean empáticas con esta comunidad. Lo que buscamos es cómo convertir a Puerto Rico en un lugar amigable al sordo o cómo te convertimos en una persona amigable al sordo, pues algo que puedes hacer es aprender lenguaje de señas. Entonces la visión es que queremos que mucha gente se una, pero con los cursos presenciales tomaría mucho tiempo. Ahora mismo aprovechamos la tecnología y cómo ésta nos conecta más rápido. Tenemos el Sistema SIES, un sistema educativo que trabajamos por niveles y en el que utilizamos la tecnología. Pues si la tecnología nos da la oportunidad de poder conectarnos de manera más rápida y de poder tener salones virtuales donde todos los días podamos tener un grupo y enseñarles, ¿por qué no? Este sistema tiene 10 niveles y en octubre comenzaremos con el primero que será el equivalente a un curso básico. Se accede a un portal educativo en el que hay unos módulos, es como un bundle. Si solamente quieres el portal educativo pues lo coges, hay videos y video libros incluidos y tiene una duración de alrededor de siete u ocho horas aproximadamente. Pero también recomendamos que tomen las clases en vivo que serían una vez a la semana por 12 semanas. Otro asunto importante que preocupa mucho es la cuestión del empleo en Puerto Rico. A la mayoría de los sordos no los emplean. Incluso cuando van a las entrevistas de trabajo, el empleador no les ofrece un intérprete de lenguaje de señas y obviamente eso es una gran desventaja a la hora del patrono tomar una decisión. Pues ¿cómo abrimos un taller de empleo para la comunidad sorda? A través de este sistema entendemos que es una gran oportunidad de abrir un taller de empleo y emplear a profesores oyentes capacitados y a personas sordas y hacer una integración. Una vez tengamos un número razonable de personas capacitándose, que las personas digan: “acepto el reto de ser una persona amigable al sordo”, la importancia de convertir a Puerto Rico en un destino amigable al sordo es la culminación. Al haber tan pocos intérpretes pues estamos súper ocupados y no damos abasto, por eso no podemos hacer una campaña directa de convertir a Puerto Rico en un destino amigable al sordo porque no están las bases para poder suplir la demanda que vendría. En el mundo hay 360 millones de sordos. Con la tecnología nos podemos poner de frente a eso 360 millones. Ese es el proyecto. Ya vemos grupos de sordos que están tomando la responsabilidad de luchar por sus derechos, algo que me emociona. Saber que aportamos un granito de arena para que eso suceda. Entonces dejarlos que sigan haciendo el trabajo que les toca y nosotros enfocarnos en convertir a Puerto Rico en un país amigable con el sordo. GDE: ¿Algo más que te gustaría compartir? JQ: Me gustaría compartir tres páginas de internet, parte de nuestra iniciativa de convertir a Puerto Rico en un país amigable al sordo. En www.siesprsl.com estamos regalando 175 señas relacionadas al área de la comunicación, el tiempo y la familia en un video libro; en www.siesasl.com te ofrecemos un pequeño taller acerca de los métodos de comunicación que se utilizan en el lenguaje de señas, y en www.siesincpr.com regalaremos 10 becas completas valoradas en 494 dólares; cada beca incluirá el portal educativo, las salas en vivo y dos horas de mentoría de este primer nivel. Esto es gratis. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: leal, humilde y trabajador Un libro o disco que te haya influenciado: Hay varios, pero te puedo decir “La magia de pensar en grande” de David J. Schwartz Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Nadie aprende por cabeza ajena” En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Estaba muy renuente a la cuestión de la tecnología. Hoy mi pensamiento es totalmente distinto, entiendo que todas esas herramientas son útiles y pueden facilitar las cosas. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me retiro para reorganizar mis pensamientos y volver al ataque. Un puertorriqueñ@ que admires: Tengo que decir que mis padres: María E. Torres y Jorge Quiñones Ramírez. Quisieras aprender a: no ser tan directo ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Lo que hago a diario, ayudar a la comunidad sorda; ser un proveedor, un instrumento de la comunidad me apasiona mucho. ¿Qué te inspira? El amor, al final del día no hay un sentimiento más grande. Quisieras que te recordaran por: luchador Sigue a Servicios de Interpretación y Educación al Sordo en las redes sociales: Facebook: @siesincpr Instagram: @siesincpr
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Dijo nuestro Tony Croatto: “Que sirva siempre mi canto para unir, no separar. Con mi voz llamando a siembra y mi brazo sembrar.” Si queremos que nuestra hermosa isla perdure para el disfrute de futuras generaciones, es indispensable que tomemos acción inmediata y ayudemos a proteger nuestros recursos naturales. Recientemente, vimos fuertes imágenes de erosión costera en los medios sociales que deben servirnos de alerta para que de una vez comprendamos que la naturaleza y el ser humano no son entes separados. Un incansable portavoz y protector de nuestros ecosistemas es el licenciado Fernando Lloveras, presidente de Para la Naturaleza. Esta organización sin fines de lucro creada en el 2013 y que forma parte del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico (FCPR), tiene como objetivo integrar a la sociedad en la conservación de nuestros ecosistemas naturales. Todos sus programas se enfocan en proveerles a las comunidades experiencias que resulten en acciones concretas a favor de la naturaleza, con el fin de aumentar el por ciento de terrenos protegidos en Puerto Rico. La organización además logró insertarse en 33 comunidades con el propósito de ayudarlas a ser sostenibles. Bajo el liderazgo de Lloveras, el FCPR, el cual cumplirá 50 años el próximo año, recibió por primera vez la acreditación de la Alianza de Fideicomisos de la Tierra, y se convirtió en la primera y única organización de Puerto Rico en pertenecer a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. A continuación, la entrevista que le hicimos al licenciado Fernando Lloveras en su versión editada y condensada.
GDE: Para quienes no conocen la organización Para la Naturaleza, ¿cuál es su misión y visión? ¿De qué se trata? FL: Nuestra misión es la protección y cuidado de áreas de alto valor ecológico, además de llevarle a la ciudadanía el conocimiento de la importancia de los ecosistemas y de cómo nos sostienen. Dentro de los años que tiene la organización, expandimos un poco nuestro rol. Lo primero que hacemos para cumplir con esa misión es la protección directa de áreas de alto valor ecológico. En estos momentos conservamos alrededor de 35,000 cuerdas de terreno a través de todo Puerto Rico en 65 áreas naturales protegidas de todo tipo, desde bosque seco, bosque lluvioso, costas y cuevas; básicamente tenemos casi todos los ecosistemas en Puerto Rico. Dentro de éstos protegemos la biodiversidad, los servicios ecológicos que nos brinda la naturaleza y trabajamos muy de cerca el área de educación, de llevarle a la ciudadanía conocimientos acerca de la importancia de los ecosistemas naturales. GDE: ¿Cuáles son algunos de sus logros recientes? FL: Este año continuamos expandiendo en áreas naturales, por ejemplo, logramos la conservación de 1,400 cuerdas en Lares, una de las áreas más grandes que tenemos. Tenemos también otra en Adjuntas de 1,300 cuerdas. O sea que seguimos en el área de conservación de ecosistemas, en la protección de las aguas, con miras también a proteger costas. En términos de logros también tenemos que resaltar nuestro involucramiento directo con 33 comunidades con las que trabajamos bien de cerca. Después del huracán María trabajamos en todo tipo de proyectos. Inicialmente en aspectos de recuperación inmediata y más recientemente en convertir los centros comunitarios en centros resilientes con paneles solares y sistemas de filtración de agua. Con esas comunidades también trabajamos proyectos de reforestación, limpieza de ríos, etcétera. De manera que también entramos en una fase bien bonita de involucrar a la comunidad, y nosotros dentro de esa comunidad, para ayudarla a lograr sus objetivos. GDE: ¿Cuáles son algunos de los mayores retos que enfrentan? FL: El reto siempre en Puerto Rico a nivel de la conservación y preservación de ecosistemas es el desparramamiento urbano. Es la manera en que usamos nuestro terreno indiscriminadamente y la mentalidad de que tenemos el derecho absoluto de impactarlo todo; que todo está a merced de los intereses individuales cuando hay unos intereses colectivos. Además de que hay otras formas de vida que también tienen derechos y que no estamos mirando. Así que ese cambio de cultura, que viene de muchos años de adoptar sistemas económicos, comerciales, etcétera, que tal vez no se integraron al valor ecológico de los modelos económicos, es quizás el reto más grande para poder llegar a una sustentabilidad, que es la meta final. Que podamos vivir con el menor impacto y utilizar los recursos que de verdad necesitamos utilizar para nuestra calidad de vida. GDE: ¿Cuáles son algunos de los recursos naturales y ecosistemas que están en mayor riesgo en Puerto Rico? FL: Hay muchas áreas costeras. GDE: De las cuales recién vimos imágenes en los medios. FL: Lo que crea una imagen ¿verdad? Finalmente, con una sola imagen la ciudadanía empieza a entender y es increíble. Pero nosotros llevamos tiempo mirando estas destrucciones en áreas costeras que nos cuestan dinero, que son inversiones pérdidas. Todos esos millones de dólares en inversiones se perdieron si pensamos en el aspecto humano, pero a nivel ecológico es aún más triste. Ver todas estas estructuras destrozadas cayendo en unas costas que en cualquier otro lugar serían unos ecosistemas prístinos. Los invadimos y estamos pagando el precio. Otro reto bien grande tiene que ver también con las costas, trabajar con el agua. En el 80 por ciento de nuestros ríos y quebradas, la calidad del agua no cumple con los estándares de la EPA. No valoramos el agua y al no hacerlo la maltratamos, la ensuciamos. Creo que ese reto es uno que tenemos que enfrentar lo más rápido posible. GDE: Hábleme del nuevo programa radial de Para la Naturaleza llamado Ecotono, así como de otros nuevos proyectos que tengan. FL: Bueno, a nivel de definición, el ecotono es un espacio en las áreas naturales en donde se intersectan dos ecosistemas. Es la transición de un ecosistema a otro y, por lo tanto, este espacio al que se le llama ecotono es uno donde hay mayor biodiversidad porque tienes las dos especies que viven en esos ecosistemas integrándose. Eso define un poco lo que queremos en Ecotono, que es crear un espacio en donde el ser humano y la naturaleza se junten, que nunca han estado separados, pero empezar a entender que somos un solo sistema natural en donde solamente pasamos o interactuamos en diferentes fases. Así que ese programa lo que intenta es eso, llevarle a la ciudadanía información e historias acerca de la importancia de esa interacción humana y natural. Lo otro en que trabajamos con más fuerza es en estos programas de integración, de la conservación y las comunidades. Queremos empezar a trabajar, no tan sólo con nuestros visitantes, sino también con programas de ciencias ciudadanas y el programa de reforestación que es otro programa grande que tenemos, pero todos esos programas están llegando a las comunidades. Queremos que las comunidades se integren de acuerdo con sus necesidades. Que conozcan todas las herramientas que tenemos y que son importantes para ellas y las usen para su beneficio. Sí, la reforestación es algo que, por lo que hablamos horita de las costas y el cambio climático, es la mejor o la casi única solución que tenemos para manejar este asunto de la crisis climática. Así que esa es una de las herramientas importantes que también llevamos a las comunidades para que todos juntos podamos protegernos y prepararnos para lo que viene. GDE: ¿Cuáles son algunos pasos que la ciudadanía puede tomar para ayudar a preservar nuestros recursos naturales? FL: Como te mencioné, tenemos que ser mucho más conscientes y construir en los sitios correctos. Dejar que la naturaleza funcione porque va a funcionar a favor de todos nosotros. Así que, cómo tomamos decisiones, qué áreas impactamos y cómo las impactamos, y es bien importante permitir que existan unos corredores de agua, corredores biológicos, etcétera. Otro aspecto importante es la basura. Nosotros producimos tanta basura que es algo que debe tener alta prioridad. Cómo minimizamos y reusamos la basura y cómo reciclamos lo que se puede reciclar. Algo que vivimos en carne y hueso es el aspecto energético. Es importante movernos rápido a sistemas de energía renovable, a paneles solares. Tenemos una capacidad brutal de sol que debemos aprovechar; es un recurso gratis y de impacto mínimo. Existen muchísimos techos en todas nuestras estructuras, o sea que tenemos todo lo que necesitamos para utilizar este recurso energético y salirnos de la energía sucia. El cuarto paso lo hablamos: reforestar, reforestar y reforestar. Si podemos sembrar y dejar de mirar las hojas como un problema sino como un material compostable y un recurso para sembrar, tal vez empecemos a entender que necesitamos esos árboles. Un árbol nos baja la temperatura en 10 grados y con el calentamiento que sufrimos eso es parte integral de la calidad de vida que necesitamos asegurar. GDE: ¿Cómo las personas pueden cooperar con la organización? FL: De muchas maneras: tiempo, dinero, donaciones de terrenos, integrándose a nuestro programa de voluntarios. Tenemos programas de voluntariado de siembra, de ciencia ciudadana, de trabajo con comunidades. En cuanto a los donativos, todo lo que recibimos se utiliza para apoyar todos nuestros programas. También les pedimos a las personas que tengan terreno de alto valor ecológico y quieren unirse a la conservación y dejarlo para las futuras generaciones, que se acerquen a nosotros pues también tenemos proyectos, programas e incentivos para ese tipo de donaciones. Toda esa información está en nuestra página web y también nos pueden llamar al 787-722-5834. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: amante de la naturaleza, agricultor y solidario con el país Un libro o disco que te haya influenciado: “Collapse: How Societies Choose to Fail or Succeed” de Jared Diamond, que estudia por qué las civilizaciones antiguas colapsaron y obviamente lo que más impacta es que el denominador común es cómo estas civilizaciones trataron a la naturaleza. Una frase o cita, tuya o de otra persona que le guste mucho: me gusta una especie de compendio que preparó un autor catalán y el título del libro es lo que me fascina: “Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta?” En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Cada vez más mi esposa y yo nos integramos a una agroecología y a una gastronomía que se amarra a esa agroecología, y eso es en lo que más hemos evolucionado. Obviamente sembramos y reforestamos muchísimo para bregar con el calor, pero en realidad estamos en esa exploración constante de la gastronomía de procesos agroecológicos. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me voy a mi finca. Un puertorriqueñ@ que admires: Siempre admiré a Frank Wadsworth, quien dirigió por muchísimos años el Servicio Forestal y creó un programa importantísimo de reforestación en El Yunque. Aunque no es puertorriqueño, se casó con una puertorriqueña y vivió toda su vida en Puerto Rico. Tiene 103 años y en perfectas condiciones; lo vi recientemente. Quisieras aprender a: …es que como uno aprende todo el tiempo… continuamente leo y aprendo de todas las áreas. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Para mí siempre lo más gratificante es sembrar. ¿Qué te inspira? Creo que el reto de lograr cosas fundamentales que no se han logrado, eso me inspira. Quisieras que te recordaran por: ser amante de la tierra. Sigue a Para la Naturaleza en las redes sociales: www.pln.org Facebook: @ParaLaNaturaleza Instagram: @paralanaturaleza Twitter: @paralanaturalez Desde muy joven, Isel Rodríguez sabía que su destino era entretener a otros a través de la actuación. La actriz e integrante del colectivo Teatro Breve recuerda que de niña se vestía de payasa para entretener a las clientas de su madre, que tenía un salón de belleza en su casa. Aunque tuvo algunos obstáculos en el camino, pudo más su determinación y pasión por el arte de la actuación. Cuando más feliz se sentía era en un escenario; hoy día nada ha cambiado. Acerca de Teatro Breve, el cual se originó en el 2006 y desde entonces su éxito ha sido imparable, comparte que luego del paso del huracán María el conjunto pensó que tal vez les había llegado el momento de bajar el telón indefinidamente. Sin embargo, en un momento de crisis, su fiel fanaticada eligió la risa para liberar el estrés, validando a su vez la importancia y vigencia del colectivo. Isel, quien también funge como profesora del Departamento de Drama de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, comparte sus inicios en el campo de la actuación, sus procesos creativos, y proyectos actuales y futuros. A continuación, la entrevista que le hicimos a Isel en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Cuándo supiste que querías ser actriz y cuál fue tu primera oportunidad en este campo? IR: En mi familia todos son bien histriónicos y cantan. Mi papá hacía teatro en la iglesia, lo que pasa es que nadie nunca pensaba en eso como una carrera. Mi mamá tenía un beauty en la marquesina de la casa y de chiquita me pintaba de payasa y salía al beauty a hacer cosas para las clientas. Siempre decía: “yo quiero hacer esto.” En high school empecé a coger teatro con Elsie Moreau y un día me dijo: “ven a Bellas Artes a hacer una audición que mi esposo está dirigiendo “La Charca”. Fui y audicioné. No me acuerdo qué fue lo que hice, pero estaba muerta del miedo y de los nervios. Nunca había audicionado para nada. Me cogieron para hacer de lavandera, algo así, un personaje que si tenía una línea era mucho, pero yo era la persona más feliz del mundo. El público de La Charca era enorme porque era en la sala René Márquez. Estaba como en la parte delantera del escenario haciendo que lavaba ropa; la lavaba con una convicción… y decía: “qué cosa tan maravillosa.” Uno tiene miedo y a la vez es como el feeling más emocionante, como tirarse de bungee y quererlo hacer mil veces. Yo decía: “olvídate, se acabó, esto es.” GDE: ¿Dónde estudiaste? IR: Soy de Carolina, me crié en Villa Fontana y estudié en un montón de escuelas, pero en ese momento estaba en Carvin School. Justo antes de Carvin estuve en Calvary Baptist Christian School, una escuela cristiana y bien conservadora. No se podía hacer nada, ni hablar español. Aquello era como un infierno. Recuerdo en octavo grado decirle a mami: “por favor, ponme en una escuela normal.” De hecho, en esa escuela recuerdo que participé en una obra de teatro que era como un musical. Yo estaba “jayada”; cantaba y hacía como si estuviese en Broadway. Decía: “nací para estar aquí trepá.” Era una cosa que estaba dentro de mí. No hay forma de que a uno le saquen eso de adentro; uno lo tiene punto y se acabó. Luego estudié en la Universidad de Puerto Rico y entré por inglés porque me prohibieron estudiar drama. Mi familia era bien cristiana y para ellos ser actriz no era algo que debía ser. Podía salir en una obrita en la high, pero eso de trabajar como actriz no hacía sentido. Por un lado, te ibas a morir de hambre y por el otro, ese mundo estaba lleno de sexo y drogas; significaría la perdición. Pero no había manera de sacarme de ahí. No iba a estar en ningún otro lugar; no quiero estar en ningún otro lugar. Irónicamente, mi mamá salía con el que era el luminotécnico del teatro de la universidad en ese momento. Él me llevaba a la universidad y yo iba para el teatro todo el tiempo. Eso a mí como que me ayudó un poco. Empecé por el departamento de inglés y educación y después empecé a coger clases de teatro. Me cambié para educación en teatro para que no fuera tan loco; iba a ser maestra de teatro, pero iba a estar en teatro. Después de estar un semestre cogiendo clases en drama, hablé con mi familia y les dije: “me cambié, pero voy a estar en educación para que estén tranquilos, algún trabajo tendré.” GDE: ¿Algún actor o actriz que te sirvió de inspiración en tu trayectoria? IR: Sí, cuando estaba en high school y empecé a hacer cositas profesionales en teatro, veía a René Monclova, Cristina Soler, Marian Pabón… Conocía de Carola García, que luego fue mi maestra, y ver en el departamento a Idalia Pérez Garay, José Félix Gómez, Elsie Moreau; mis maestros eran actores profesionales. Creo que por ahí empecé a tener la conciencia de que ser actor no era sólo ser actor sino también ser maestro. Enseñas el oficio a otros actores. Así que en ese aspecto siento que mis maestros fueron mis modelos a seguir. Todos eran artistas y montaban sus cosas fuera del salón, de la universidad. Idalia estaba con Teatro del 60 y le tenía una admiración grandísima. Carola también me dio muchas oportunidades profesionales mientras estudiaba. GDE: ¿Quiénes fueron tus mentores? IR: Carola, cien por ciento. Me dio oportunidades como actriz en su compañía que se llamaba Teatro Iré, donde salía en escena con Antonio Pantojas, Ramfis, Dolores Pedro… Salí en una obra cubana del hermano de Dolores Pedro que se llamaba “Un almirante para la mar océano” que Carola dirigió. Yo hacía como de Juana “la loca”. También recuerdo trabajar de cerca con Teresa Hernández porque era bien amiga de Carola. La admiraba mucho. La veía y decía: “Dios mío, quiero ser como ella” porque era buena haciendo cosas dramáticas, pero graciosas, y escribía sus propias cosas, se sostenía sola en un escenario. Las admiraba mucho y siempre fueron mujeres que quise emular. GDE: ¿Cómo te preparas para tus personajes y presentaciones? IR: Hoy día siento que como actriz tenemos más conciencia de los personajes femeninos que hacemos, especialmente en Teatro Breve. Siempre pensamos en cómo son estas mujeres, primero en ser graciosas, pero pensar en quiénes son, qué es lo que dicen, qué es lo gracioso de ellas. Pero cuando son otros personajes que no escribo, por ejemplo, discuto mucho con los directores. A veces les cuestiono mucho, quizás sea una actriz problemática... En Teatro Breve tenemos más espacio para cuestionar y que se cambien cosas. A veces hay espacio para hacerlo y a veces no, dependiendo de con quién trabajes. También trabajas en donde puedas porque tampoco es que hay mucho taller. Pero uno negocia con uno mismo todo el tiempo, “esto no lo quiero hacer así” o “estoy en contra de lo que hizo este personaje o de cómo se escribió.” También uno dice: “déjame ver de qué manera me puedo acercar a este personaje con empatía”, porque tienes que quererlo, aunque estés en contra de lo que haga o de cómo piensa. Tienes que buscar la manera de justificar eso y hacerlo con verdad. GDE: ¿Cómo ves la transformación de Teatro Breve desde sus inicios? ¿Cuál entiendes es la clave de su éxito? IR: Creo que muchos de nosotros no lo vimos venir. Cada año lo tomamos con sorpresa: “wow, estamos haciendo esto todavía, gracias.” Porque está against all odds. Creo que es obstinación de todos los que somos parte del grupo de actores, de la producción. Siempre decimos que Naíma es gran parte de que esto siga corriendo. Uno de sus objetivos es que esto continúe a pesar de todo, de darle trabajo a todo el mundo. La idea es que se mantenga, que continuemos haciendo teatro y trabajando. Creo que eso es clave. Segundo, negociar, negociar y negociar entre nosotros mismos como individuos porque en Teatro Breve todo el mundo está dando su opinión todo el tiempo porque es un trabajo colectivo. Eso hace que todo el tiempo estemos en un proceso constante de negociación y de tirar ideas. Quizás ninguna se escoge o quizás se escogió una y debes estar dispuesto a let go. Decir: “bueno, la solté, la guardo para después y quizás después se hace.” Creo que con “Noche de jevas” pasó algo así, de estar hablando y de momento: “vamos a hacer esto aparte y tirarnos al azar y ver si funciona.” De momento funcionó y salimos corriendo con eso y gustó; jamás lo imaginamos. Creo que es una cosa del azar y también de tener el deseo de hacer y tener un espacio. Me parece clave el hecho de que tengamos ese espacio y que Naíma trabaja tan duro para mantenerlo, que poco a poco tratamos de que funcione y de arreglarlo porque estaba cayéndose en cantos. De hecho, después de María todos pensamos: “esto se fue ajuste, se acabó.” No sabíamos cómo rayos volver y no solo volvimos, sino que sorprendió que la gente llegó uno o dos meses después. Fue como: “wow, la gente vino, quiere estar aquí y reírse de ellos mismos.” Para nosotros fue sorprendente y liberador. GDE: ¿Algún personaje al que te gustaría darle vida? IR: A veces nacen los personajes en otro contexto y después los sigues desarrollando. Hay unos que nacieron en “Noche de jevas”. Por ejemplo, Alex, un personaje transgénero que trabaja como para UPS. Entonces nació como un personaje pequeñito en un sketch y de momento creció y se transformó; pienso que es un personaje interesantísimo. Es gracioso, pero también es interesante ver su relación con los demás, cómo interactúa en la vida porque está en proceso de transición, donde se está aceptando y viendo qué tipo de hombre quiere ser en la vida, qué cosas le gustan y cómo quiere vivir. Es un personaje interesante que pienso tiene mucho que recorrer y a mí me interesaría conocerlo más. También están esos otros personajes que hacemos, que a veces nos toman por sorpresa y que de momento crecen. Hicimos conciertos de Luna y Vecky, las hipsters que cantan barbaridades. Siento que esos personajes pueden vivir fuera de la música, que todavía no lo hemos explorado, pero podría ser. Creo que en el futuro se nos dará la oportunidad de escribir otras cosas y ver qué nace. GDE: ¿En qué proyectos nuevos trabajas? IR: Ahora mismo estamos filmando la película de Teatro Breve que es como la adaptación de una obra que hicimos hace muchos años que se llamó “Picando alante”. Es una obra de esta familia que decide sembrar marihuana ilegalmente. Claro está, todo les va mal. Hace cinco años trabajábamos ese libreto para poderlo hacer en cine y se dio la oportunidad. Es una locura. Es como cuando estuvimos en el “Choliseo”, una loquera que estamos haciendo que no sabemos cómo va a quedar, pero confiamos en la gente que lo produce, así que estamos súper “pompiaos” y “cagaísimos” a la misma vez. También recién terminé de filmar otra película de Bruno Irizarry que se llama “Yerbabuena”. El tema es similar pero la historia es otra. Con las Hermanas Belén y Verónica tenemos un nuevo podcast que se llama “En el nombre del podcast”; el primer episodio ya está disponible. Además, continúo dando clases en la universidad, que también me encanta. Siento que uno se nutre un montón de ese proceso de aprendizaje. Aunque uno está dando clases, está aprendiendo a la vez; me fascina. GDE: ¿Qué consejo puedes ofrecerles a esos jóvenes que incursionan en el mundo de la actuación? IR: Siempre les digo: “la gente con la que estudian ahora mismo probablemente sea la gente con la que van a trabajar, así que cultiven esas relaciones.” También, que empiecen a montar y hacer cosas propias desde que estén estudiando. Que no esperen a terminar para empezar a hacer cosas. Ahora mismo, los que veo haciendo cosas están en la autogestión. Les digo que no paren de trabajar, aunque estén estudiando. No deben dejar de estudiar porque eso es una preparación necesaria para su conocimiento, para lo que van a hacer luego profesionalmente, porque el taller afuera es bien importante y el taller académico es igual de importante. Así que esas dos cosas no deben eliminarse. Trabajar con el corillo con el que estudian y hacer, hacer y no parar de hacer. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: hacedora, disciplinada y pesimista Un libro o disco que te haya influenciado: el libro “Como agua para chocolate” y el disco “Frío” de Robi Rosa. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “El actor no se enferma, se muere” de Victoria Espinosa. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Creo que una de las manías que tengo es que antes de que comience una función hago como un ritual en el que tengo que hacer todo igual, en el mismo orden y poner las cosas en el mismo lugar, no sé por qué. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Hacer ejercicios. Trato de hacer más ejercicios porque siento que eso me ayuda un montón, aunque es como bien difícil buscar el tiempo y organizarme porque tengo hijos. Tener hijos y cuidarse uno mismo es casi imposible, como contraindicado, pero trato de hacer ejercicios y respirar. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? A veces me tiende a pasar eso mucho porque tiendo a ser medio pesimista y ansiosa y hay veces en que digo: “Ay, todo va a estar horrible.” Irónicamente, cuando nos juntamos de nuevo en Teatro Breve a hacer un brainstorming de algo que vamos a hacer, eso me ayuda un montón. Juntarnos a trabajar y tener algo, poner una fecha y trabajar para esa fecha me ayuda mucho porque me da something to look forward to. A veces le digo a mis estudiantes: “ponle fecha, aunque no tengas nada; si te pones ese deadline sabes que tienes que hacerlo.” ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “El balance ideal” Un puertorriqueñ@ que admires: tengo que decir que admiro a Cristina Soler. Esa mujer está brutal, es bien inteligente, talentosa, buena y amorosa. Quisieras aprender a: preocuparme menos. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Ser mamá. Tengo dos hijas, una de trece y otra de once. ¿Cómo te relajas? En casa con mi marido, bebiéndome una copita de vino y hablando. ¿Qué te inspira? Mis compañeras de trabajo, mis hijas y mi familia. Quisieras que te recordaran por: ser íntegra Sigue a Isel en las redes sociales: Facebook: @teatrobreve Instagram: @iselr @hermanasbelenyveronica |
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Diciembre 2020
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