¿Quién no conoce los icónicos cabezudos que años tras año forman parte de nuestras tradicionales Fiestas de la Calle San Sebastián? Estos queridos personajes folclóricos son solo algunos de los elementos ofrecidos por el colectivo de teatro Agua, Sol y Sereno (ASYS), que por los pasados 27 años se dedica a la gestión cultural a través de obras teatrales, talleres artísticos, comparsas, diseño estético y artístico, entre tantas otras cosas. Fue su director artístico Pedro Adorno quien, junto a su esposa, la bailarina y maestra de ballet clásico Cathy Vigo, tuvo la visión e iniciativa de crear ASYS en 1993. Consigo, Adorno trajo una amalgama de experiencias que incluyen sus inicios en el 1986 como percusionista y actor en Los Teatreros Ambulantes de Cayey, dirigido por Rosa Luisa Márquez y Antonio Martorell, y su participación en el Bread & Puppet Theatre de Vermont con el que giró y ofreció talleres en Corea del Sur, Colombia, Nicaragua, Costa Rica, Italia, Escocia, Canadá, Estados Unidos y Méjico. A lo largo de su trayectoria con ASYS, Adorno ha tenido la oportunidad de formar parte de numerosas actividades artísticas, como la codirección de vídeos musicales para artistas como Andy Montañez y Vivanativa, y en el 2006 co-escribió y co-dirigió el largometraje “El Clown”, el cual estrenó en el Los Ángeles Latino International Film Festival y ganó varios premios. En calidad de actor, Pedro se destacó con su personaje Epifanio Díaz en la película “The Argentine” (El Che), producida y protagonizada por Benicio Del Toro. Como si fuera poco, Adorno tuvo la oportunidad de contribuir por dos años a la creación del tradicional Especial del Banco Popular. Al escuchar la cantidad de actividades en las que el colectivo participa cada año por medio de comparsas, procesiones, pasacalles, piezas dramáticas y piezas teatrales salpicados de elementos como zancos, cabezudos, esculturas, malabarismo y máscaras, queda claro que Adorno y su equipo dedican cuerpo y alma a continuar su significativa labor de mantener un diálogo constante con el pueblo, asegurándose de que todos los sectores sociales y públicos de diferentes edades tengan acceso a nuestra cultura. Aunque oficialmente el colectivo se creó hace 27 años, luego de contratiempos ocasionados por el huracán María, este año celebrará sus 25 años con varias ofertas y exhibiciones artísticas. A continuación, la entrevista que le hicimos a Pedro en su versión editada y condensada.
GDE: ¿En sus más de 25 años de trayectoria, ¿cuáles son algunos de los mayores logros de Agua, Sol y Sereno? PA: Podría puntualizar que el primero es en el sentido personal de que grupos de familias, que incluye la mía, puedan vivir del trabajo artístico que hacemos como gestores culturales. Eso incluye la posibilidad de que hoy día no tan solo podemos beneficiar a unos 10 artistas a tiempo completo y a unos 20 que entran y salen por proyecto, sino también a mi familia, a mis hijas que ahora son artistas a tiempo completo con el grupo. Creo que ahí hay una parte muy linda de la autogestión, de un sueño que todos tenemos de poder combinar esa vocación con la forma en que nos ganamos la vida. Segundo, el cariño de nuestro país a través del trabajo que hacemos en las fiestas populares. Nosotros como grupo de teatro nos formamos para ser autores y cantores de nuestras propias piezas como un colectivo. Cada uno aporta y cada intérprete es responsable de los contenidos, poesía, narrativas y cuentos de esos personajes. Eso ha tenido un espacio tanto en el Carnaval de Ponce, como en las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza, como en las Fiestas de la Calle San Sebastián. Ese interés que tenemos de mantenernos en contacto con las fiestas populares cobró un cariño muy grande y un reconocimiento por parte del país. Eso es un logro, pero también es un regalo. Mi interés era que pudiéramos tener la presencia que tenía la música en la vida de la gente. Ver cómo hacíamos para que un grupo de teatro tuviera la presencia que tienen los cantantes, sin tener radiodifusión y sin grabar un disco. Ocurrió a través de esta experiencia de los cabezudos, máscaras, zancos, comparsas, de las piezas de teatros que llevamos a las salas de teatros y festivales internacionales, de las fiestas de pueblo, de los pasacalles al aire libre... El tercer logro que quisiera identificar es la consistencia de llevar esas piezas para niños y adultos, piezas de temas sociales, obras de circo, historias de personajes importantes como Julia de Burgos y Antulio Parrilla, a las comunidades, campamentos de verano, escuelas, barrios, cárceles y centros de recuperación de adictos, entre otros. Así que esos son los tres logros: la parte económica de autogestión y gestión cultural; el agradecimiento con que un país recibe con cariño y alegría lo que haces como grupo y como artistas, y el elemento de mantenernos consistentes en ese trabajo que hoy se transforma en un trabajo comunitario, no tan sólo con asuntos de interés o responsabilidad social, sino también como una herramienta de sanación ante todo lo que hemos vivido. GDE: Hablando de esa consistencia, durante todo el año ustedes participan de fiestas de pueblo, festivales internacionales, ¿cómo en cuántas actividades participan al año? PA: Cada año hacemos de una a dos piezas nuevas de repertorio, es decir, piezas con música, texto, máscaras, coreografía y temática original. Esas piezas originales se presentan inicialmente en eventos como La Campechada y el Circo Fest, en festivales de teatro del Instituto de Cultura, y en festivales internacionales. También hay piezas de teatro que han durado muchos años como “Una de cal y una de arena” para la que hacemos música con objeto de la construcción y que cuenta el desarrollo acelerado en Puerto Rico. Todos los años esa pieza se presenta entre 12 y 20 veces. Además, hacemos unos 20 talleres anuales en comunidades que son residencias de una o dos semanas. Ahora trabajamos el ciclo en apoyo a los hermanos del sur afectados por el terremoto. Durante el año tenemos las Fiestas de la Calle San Sebastián en enero; el Festival de Claridad en febrero; el Circo Fest en marzo para el que hacemos piezas de teatro con elementos circenses, y casi siempre entre marzo y mayo presentamos las piezas nuevas. Entre mayo y junio empiezan las residencias artísticas en Estados Unidos para las que vamos a comunidades puertorriqueñas. Por ejemplo, llevamos muchos años visitando el Ceveland Museum of Art donde hacemos una residencia artística por un mes que incluye una comparsa gigante de máscaras, cabezudos, zancos. Luego hacemos proyectos de campamentos de verano y de agosto a noviembre por lo general llevamos talleres o seminarios a las universidades. Esto es a la vez que se mantiene nuestro taller vivo en diferentes eventos para los que nos llaman como comparsas en hoteles y eventos para los que necesitan cabezudos. Ahora tenemos una beca por los próximos tres años del Fondo Flamboyán para las Artes, que es un apoyo muy importante y que viene del dinero que generó Lin-Manuel Miranda con sus presentaciones de Hamilton en Puerto Rico. Por otro lado, tenemos proyectos con la Boston Foundation, la Hispanic Federation, la Fundación del Banco Popular y la Fundación Comunitaria de Puerto Rico. GDE: ¿Cuándo comienzan a prepararse para las Fiestas de la Calle San Sebastián? PA: Por lo general la planificación ocurre entre octubre y noviembre y en diciembre se empieza a construir. Este año nos cogió más tarde debido a los terremotos y porque trabajamos en un documental de nuestros 25 años. La Dra. Mareia Quintero escribe un libro para el que entrevistamos a 60 compañeros que pasaron por aquí: especialistas de teatro, intelectuales, escritoras, filósofos, gente de diferentes ámbitos. Todo eso se hizo en las últimas dos semanas de diciembre así que fue bien intenso. Terminamos en diciembre, vinieron los temblores de Reyes y en medio de eso construíamos cabezudos. GDE: Háblame un poco más del documental y del libro. PA: El libro y la investigación la escribe la Dra. Mareia Quintero, quien diseñó y dirigió por muchos años el programa de maestría de Administración y Gestión Cultural de la Universidad de Puerto Rico. Ella es presidenta de nuestra junta y lleva tres años iniciando esta investigación que también cuenta con el apoyo de Cristina Vives e Ivelisse Rivera y todo el equipo de Agua, Sol y Sereno: Jean Soto Villarini, Patricia Cay, Coralys Márquez, Alba Taina Ortiz, Tania Adorno, Kenneth Salgado, Héctor “Quique” Rodríguez, Paola Adorno, la cofundadora y codirectora Cathy Vigo, y yo. El libro incluye entrevistas que se utilizaron para iniciar la investigación del documental que hago en colaboración con la Dra. Quintero y el editor Pedro Iván Bonilla. GDE: ¿Cuándo esperan completar ambas cosas? PA: Todo se planifica para el semestre de agosto a noviembre. En agosto empieza la exhibición de los 25 años en el Museo de Las Américas en el Viejo San Juan, que contará con todas nuestras máscaras, memorabilia, fotos, proyecciones y diferentes elementos, y un taller vivo que tendremos de agosto a las Fiestas de la Calle San Sebastián de 2021. Presentaremos el libro como para octubre y el documental en noviembre y diciembre, o para el cierre de la exhibición. GDE: ¿Qué retos enfrenta el colectivo? PA: Después del huracán María, estos 10 compañeros que también incluye a nuestras hijas y gente de diversas edades, vivimos una nueva etapa al interior del grupo de establecer una nueva dinámica de creación colectiva y de toma de decisiones participativas que son los valores del grupo. Pero queremos que también sea cónsono con el respeto a los que llevan más años, con el intercambio de conocimiento, dándoles la oportunidad a los más jóvenes y que llevan menos tiempo de ser cocreadores de cada pieza. Siempre ocurre, pero ahora se hace una nueva forma de democracia interna. Creamos todo para que ese semillero de artistas y toda nuestra experiencia se organice. Eso trae mejores financiamientos y una recuperación de la metodología que hemos hecho, pero que a la vez nos funcione para que todo el mundo esté motivado y contento de estar en el colectivo. Es un diálogo bien lindo lo que ocurre ahora y es como el momento más interesante para mí. Además, tenemos un nuevo taller. Por muchos años estuvimos detrás del Capitolio en Puerta de Tierra y ahora estamos al lado de Tras Talleres en Santurce. Cambiamos de vecindario y queremos tener una relación con ese vecindario y con los artistas del área; estamos creando un nuevo momento. GDE: En estos 27 años, ¿notan diferencias entre el público de aquel entonces y el de ahora? PA: Es un poco difícil porque, de hecho, en las teorías de estudios culturales y en las conversaciones que tengo en las conferencias que doy siempre hago esa crítica, que hay veces en que los artistas hablan de sus públicos de forma un poco mítica. No puedes hacer una generalización por una reacción o porque a alguien le gustó o no le gustó algo. Hay una tendencia del consumo cultural de los mercados que genera estas generalizaciones, que en realidad crea ciertas falacias de quiénes son los jóvenes. Cuando das talleres en un barrio y te das cuenta de la diversidad que hay de una joven de 18 años cuando trabajas con un grupo de un residencial en Morovis, de un grupo de jóvenes en una escuela pública en Lares, y luego ese mismo mes das un taller a muchachos de la escuela superior de la UPR, ves la diversidad en esas edades y los elementos en común. No solo juegan los mismos juegos de vídeo o escuchan la misma música de Bad Bunny, sino que tienen unos criterios generacionales que nacen de los cambios que ha vivido Puerto Rico y la economía, pero también de cómo ellos los asumen desde su familia, su experiencia de identidad y su lugar. Así que me interesa mucho este tema de los públicos porque pienso que es de donde más se ha manipulado la opinión de si algo está pegao o es un branding o tiene pertinencia comercial. Lo que sí puedo decir es que la oferta de los artistas se diversificó. Habemos muchos más grupos de teatro y artistas interesados en llevar arte a lugares no tradicionales del arte. Hoy hay mucho más financiamiento para que ese elemento comunitario se materialice. Hay más fundaciones interesadas en el apoyo de las artes como una punta de lanza importante para los procesos de desarrollo, convivencia y autogestión de las comunidades. Así que como esos elementos cambiaron, pues cambió la oferta y la democracia cultural y los públicos se amplían. Hoy día en un evento de un museo, o en uno de nuestros eventos, ves más familias negras, mulatas, gente de otras clases sociales. Veo más participación, más iniciativa de la gente, de que no es solo llevar a los nenes a la feria, sino también llevarlos a eventos culturales. Eso es un cambio. Por ejemplo, cuando nosotros empezamos había muy pocos eventos de teatro y arte en las calles financiados por el municipio de San Juan, por el estado o por la gestión privada. ¿Cómo los artistas contemporáneos, los artistas de los museos y los artistas de teatro nos relacionamos con esos eventos populares y comerciales? En nuestro caso, como tenemos el elemento de la comparsa, los zancos, la plena y los elementos de la calle, empezamos a tener una relación con esos espacios, a no esperar que la gente pague un boleto para ir al teatro. Pero también nos presentamos en los teatros. Así que creo que hay un cambio de interés y una mayor visibilidad por lo menos en nuestro trabajo. La gente sabe que existimos, nos llaman todos los días y eso nos permite estar hoy en Naranjito y mañana en la San Sebastián o en un concierto de salsa en el “Choliseo”. GDE: ¿Qué proyectos tienen para este año? PA: Trabajamos para hacer el diseño participativo de lo que será la exhibición en el museo. Empieza un proceso en el que todos los compañeros también aportan cómo haremos esas diferentes propuestas y cuál será su participación porque también se han convertido en estudiosos de la historia del grupo. Ven las piezas de teatro de hace 25 años y algunos de ellos no habían nacido para ese entonces; ha sido bien interesante. Así que lo que tiene que ver con la exhibición, el libro y el documental es el centro de este año. Es un recaudo de toda esa información para también identificar cuáles son los principios que se han continuado y cuál es la metodología y los puentes entre arte y filosofía, arte y sanación, arte y espiritualidad popular, arte e investigación social, arte y responsabilidad política... Estamos creando esa cosa permeable de esos intereses académicos, pero convirtiéndolo rápido en una comparsa, en una pieza de teatro para niños, en un proyecto de talleres para el sur. Siempre hemos sido bien doers; no se queda en lo teórico. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: nieto, hijo, padre y ahora seré abuelo. Un libro o disco que te haya influenciado: “Buscando América” de Rubén Blades Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: la estoy parafraseando: “Los afectos es la columna vertebral del pensamiento” de María Zambrano. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Que nunca hablo de dinero y produzco mucho. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Que no hay nada afuera. Todo está dentro de nosotros y eso siempre ha existido en un espacio de tranquilidad interna dentro de toda la vorágine externa. Pero se reafirmó ese concepto de que el mundo es un espejo de tus percepciones y de cómo ves las posibilidades y las construyes creativamente. Así que la metodología de trabajo artístico que hago ahora es, prioridad, conocerse uno mismo sin descuidar toda la historia del colonialismo, represión, abuso, hostilidad, pero que no hay que fajarse para hacer nada allá afuera. Lo que tiene que cambiar es adentro y eso te ayudará a cambiar fuera, incluso a cambiar la realidad política. Ese cambio ocurrió en los últimos 10 años. Siempre lo supe, pero ahora se concretó en la práctica y en lo que soy. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? Ya la hice, se llama “El Clown”. Un puertorriqueñ@ que admires: vivos: Antonio Martorell y Jacobo Morales; de los que me cuidan: Julia de Burgos y Albizu Campos. Quisieras aprender a: cocinar. Yo cocino, pero criollo y me gustaría coger talleres de cocina internacional y aprender a hacer cosas distintas. Por otro lado, me interesa mucho la tela y nunca he podido diseñar vestuario, alta costura, porque me dedico a otra cosa, pero eso me fascina. ¿Qué te inspira? Los ojos. Para mí son los ojos de los seres humanos, de los niños, de los envejecientes, de las mujeres, de los hombres, de los animales… Me gusta mucho esa relación entre el ojo, el espejo y el paisaje. Eso para mí es lo espiritual, ese contacto con lo sagrado. Sigue a Pedro Adorno y a Agua, Sol y Sereno en las redes sociales: [email protected] Facebook: Agua, Sol y Sereno Instagram: @aguasolyserenopr
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El cineasta Ángel Manuel Soto tiene varias razones para celebrar. El pasado 27 de enero debutó en la alfombra roja del Sundance Film Festival 2020 en calidad de director por su filme “Charm City Kings”. La película, escrita por Barry Jenkins (“Moonlight”), se basa en un documental de la subcultura de los motociclistas en Baltimore y fue una de las 118 que se presentaron en la reciente edición del festival. Soto la trabajó para Overbrook Entertainment, casa productora de Will Smith, Jada Pinket y James Lassiter; Sony Pictures Classics adquirió los derechos de distribución. Como si fuera poco, Soto consiguió la distinción especial del jurado al mejor reparto de una cinta estadounidense. Soto había participado en Sundance anteriormente. En 2017, su documental en realidad virtual (VR) “Bashir’s Dream” se presentó como “sidebar” y en el 2018 participó ya dentro de la programación como director y coproductor del thriller “Dinner Party”, otro proyecto VR. El director y guionista de 36 años se dio a conocer por “La Granja”, largometraje con el que ganó el premio Best Opera Prima en el Festival de Cine de Guadalajara en 2015. Además, dirigió las piezas puertorriqueñas “El Púgil” y “La Carta”. Natural de Santurce, Soto lleva alrededor de seis años forjando su camino en California y entre sus planes a corto plazo se encuentra crear una plataforma para acortar el puente entre Hollywood y Puerto Rico. Su meta es proveerles las mismas oportunidades que él tuvo a aquellos boricuas interesados en una carrera en cine pero que a diferencia de él, se les hace difícil abandonar la isla. A continuación, la entrevista que le hicimos a Ángel Manuel en su versión editada y condensada. GDE: ¿En qué momento de tu vida nació tu interés por el cine? AMS: Desde muy temprana edad. El primer recuerdo que tengo del cine fue con Indiana Jones, o cuando mi papá puso cable en casa que salió Star Wars. Pienso que de ahí en adelante siempre tuve mucho interés y una afinidad con el cine. Me causaba mucha intriga y me entretenía bastante, además el aspecto del storytelling. Desde ahí siempre tuve esas ganas de querer hacer esto a como dé lugar, aún sabiendo que en Puerto Rico no había recursos para hacer cine, ni para educación de cine. Siempre quise tener eso presente. GDE: ¿Alguna producción cinematográfica o director te sirvieron de inspiración mientras crecías en esta industria? AMS: Mientras crecía en esto, ver el nombre de Spielberg era algo que me movía y me intrigaba; ese es el primer nombre que se me ocurre. Recuerdo que, en cuanto a películas de horror, Wes Craven era un director que me gustaba mucho y en temas de acción, Brian de Palma, también Scorsese, Francis Ford Coppola… Recuerdo que desde chamaquito siempre fueron esos nombres. Luego fue que empecé a explorar el mundo del cine internacional y entonces Almodóvar entró a jugar un espacio bien protagónico en el cine español. También Jean-Luc Godard en el cine francés, Fellini… los Dardenne brothers de Hungría… y empecé a entender mejor lo que era el cine internacional. Pero siempre fui bien progresivo en toda esa curiosidad que se tiene al querer saber un poquito más de lo que a uno le apasiona. GDE: ¿Cómo aprendiste a hacer cine? AMS: Me gradué de escuela superior y gracias a una beca por jugar soccer entré a la Universidad Politécnica a estudiar arquitectura. Aunque me encanta y pienso que juega un papel crucial en la manera en que me enfrento a los espacios, no me apasionaba como el cine. Decidí dejarla y tratar de hacer cine por mi cuenta. Entonces entré a la Universidad del Sagrado Corazón también con una beca de soccer, a estudiar publicidad. Mi intención era conocer los recursos y usar la psicología del consumidor para ver cuáles eran los espacios de necesidad de un mundo que es bien pequeñito y difícil de entrar. Más aún cuando no hay un ecosistema académico que conecte al estudiante con los profesionales. Así fue como empecé por lo menos a nivel de educación, que no tuvo nada que ver con cine. Por mi cuenta, cuando existía la tienda Borders compraba libros y leía mucho. Al igual que cuando existía Lamar Videos que tenía una colección gigantesca de películas extranjeras y siempre que salía de college me metía allí a ver películas. Así que mi escuela de cine básicamente fui yo, autodidacta, viendo mucho cine, los featurettes que aparecen en los DVDs, First Look de HBO y aprendiendo, leyendo y tratando de poner en práctica lo poquito que aprendía; cometiendo muchos errores fue que aprendí. GDE: ¿Tuviste algún mentor o mentora en tu proceso formativo? AMS: Al principio fui yo solo a pulmón. Eventualmente, se unieron profesionales de la industria y empezamos a colaborar. Por ejemplo, el director de fotografía Sonnel Velázquez fue quien tiró mi primer corte en Puerto Rico y después tiró la gran mayoría de mis comerciales y mi película “La Granja”. Así que él se convirtió en un tipo de mentor; aprendí mucho de él. También el productor Santos Rivera Montero, que cuando vio mi trabajo me dio la oportunidad de entrar al mundo de la publicidad. También fue un mentor y una parte esencial en ese proceso. También en ese ínterin de aprender haciendo, toda la gente del crew y los jefes de departamentos con los que trabajé una y otra vez fueron una parte esencial de ese proceso de mentoría, ya que se crea como una familia con un respeto bien chulo. Además, cabe mencionar que la primera persona que me dio la oportunidad de trabajar en el medio y que confió en mí fue Hilda Santini de WAPA-TV. Tenía 19 años y empecé como asistente de producción. GDE: ¿Qué temas te inspiran a la hora de trabajar? AMS: Pues quizás antes tenía un poco más cerrado el idealismo, que es bueno y que todavía lo tengo fuerte, pero no me permitía ver cómo podía incluir ciertas de mis perspectivas o visiones a cualquier tipo de género. Cuando leo o quiero desarrollar algún tipo de contenido trato de buscar la manera de que mi visión no sea banal y te haga pensar, hacer preguntas, entender el mundo y entendernos un poco más como puertorriqueños a través de otras culturas. Entonces ahora abrí un poco más la mente donde puedo ver una película de acción y quizás ver un subtexto que toque algún tema social, por ejemplo, cómo se tratan las comunidades marginadas. En mi caso, cómo entonces puedo usar esa historia para contar lo que pasa en Puerto Rico sin tener que hablar de Puerto Rico. Me encantaría algún día poder crear contenido y hacer una película donde podamos hablar de Puerto Rico y que sea el tema central, pero la mayoría de la gente no sabe que existimos y los que saben tratan de borrarnos. Es un poco complicado tratar de decir “esto es de Puerto Rico acerca de puertorriqueños” cuando la mayoría de las personas no nos ven como un mercado. Así que es empezar a buscar un poquito de uno en los demás, como en la última película que hice sobre Baltimore, que es un Puerto Rico en Maryland y donde dije: “coño, aquí me siento identificado.” GDE: ¿Esa es “Charm City Kings”? AMS: Sí, trata de un grupo de tres amigos que en un verano deciden que quieren unirse a una ganga de motoras de la que son súper fanáticos. Es ese coming of age story durante un verano en el que un niño quiere hacerse adulto muy rápido. La realidad del asunto es que, aunque es en Baltimore y acerca de una subcultura de motoras que es más de ellos que nuestra, entiendo que los temas principales, los temas humanos y el subtexto de la película son aplicables a la situación de Puerto Rico como una isla marginada de Estados Unidos y del resto del mundo. Así que cuando me preguntan hacia dónde voy, últimamente me abro más a otros géneros. Pienso que en cada uno hay una oportunidad para hablar de un tema que me apasiona y abordarlo de diferentes maneras. GDE: Al ser puertorriqueño, ¿cómo ha sido tu proceso en California? ¿Sentiste discrimen en algún momento? AMS: Pienso que siempre habrá un tipo de discriminen sistemático. Aunque la gente puede decir con las mejores intenciones que esta película es inclusiva y diversa porque realmente es de puertorriqueños, hay un discrimen sistemático. Sé que they mean well, esto es un paso hacia adelante para que Estados Unidos deje su changuería racista. Entiendo que en ciertas situaciones de mi vida personal quizás sí he sentido algún racismo o algún tipo de desconocimiento por parte de otros. Por ejemplo, siempre piensan que soy puertorriqueño que vengo de Nueva York, no de la isla. Así que aparte de esas cosas que son barreras de falta de educación, siento que, en este caso, por esta película que hice y el contexto de poder ver el mundo con un lente diferente, me ha beneficiado. Hay una realidad que tenemos los puertorriqueños que nos permite ver la vida con un lente diferente. Por lo menos el lente que siento que Puerto Rico me dio me permitió darle una visión distinta del universo a una historia que quizás cualquier otra persona hubiese hecho muy diferente. Al ver el resultado de eso, como con “Charm City Kings” o “La Granja”, mucha gente ve por encima de “ah es puertorriqueño, no habla bien inglés” por darte un ejemplo, y estas barreras dejan de pasar a ser un problema pues ahora ven un poquito más allá. Obviamente trato de ser lo más puertorriqueño posible porque no quiero que se olviden. Entonces al ver mi trabajo que es de su agrado dicen: “coño, vamos a ver qué otros puertorriqueños existen con una voz nueva y refrescante,” que eso también es muy positivo. También hay un factor importante. Ahora mismo en Hollywood hay un boom bien grande de los negros en el cine y me di cuenta de que en ese contexto, la cultura negra de Estados Unidos tiene una afinidad con los puertorriqueños, los dominicanos, etc. Nos ven como hermanos. Es mi experiencia con la compañía de Will Smith. Creamos una hermandad increíble porque nos vemos como colegas y aliados; hay una solidaridad bien bonita entre nosotros. La película es de Baltimore, el productor es de Baltimore, Jada Pinkett es de Baltimore… querían hacerle un love letter a Baltimore y escogieron a un puertorriqueño para contarla. Vieron que no vine a traer una visión de cómo se supone que sea el mundo, sino que a base de mi experiencia y la conexión que tengo con la historia, el mundo se mantiene intacto, pero quizás el approach, el lenguaje y la poesía es bien distinta a que lo que quizás otra persona que vivió ahí sería capaz de hacer. GDE: ¿Cuándo llega la película a los cines? AMS: El 17 de abril llegará a los cines de todo Estados Unidos. Esperamos que también llegue a Puerto Rico y me gustaría hacer algo especial allá. GDE: Competir en el Festival Sundance como director con “Charm City Kings” y que Sony Pictures Classics adquirió los derechos de distribución de la película, ¿qué se siente? AMS: Pienso que el feeling que mejor resume cómo me siento es: esto está cabrón. Todavía no me lo creo, pero sé que está ahí, es bien loco. Estoy bien “pompeao”. Ir a Sundance a competir y para colmo en el U.S. Dramatic Competition, que es el más grande, se siente cabrón en el sentido de que sí estoy bien emocionado, pero a la misma vez entiendo lo que significa y no quiero decepcionarlos. Uno se pregunta: ¿qué haría si tuviese la oportunidad de estar en alguna posición de influencia? Si puedo hacer lo mejor para apoyar a Puerto Rico, para que la gente sepa que existimos y que aquí hay talento, pues no me cuesta nada moverme hacia eso. GDE: ¿Cuáles son algunos de los proyectos que tienes alineados para este año? AMS: Estoy en negociaciones para desarrollar unos trabajos con alguno de los estudios, pero todavía no puedo hablar mucho de eso. También leo guiones para películas que me consideraron para dirigir, y a la misma vez trato de sacar tiempo para dedicarle a las historias personales que quiero contar y que me apasionan. Ese proceso de escritura es hermoso, pero a la misma vez es agotador porque uno se desangra ante un papel. Lo hice con “La Granja”, fue bien satisfactorio y estoy loco por hacer algo igual que me apasione y que podamos filmar en la isla porque queremos mover la economía. Otro proyecto es que mi amigo Fernando Rodríguez, director y dueño de DYAD en Puerto Rico, y yo queremos montar unas incubadoras en Puerto Rico para mostrarles a las áreas marginadas que hay otras alternativas para perseguir un sueño y enseñarles algo que quizás no sabían. Establecer una plataforma para que el que está en Caimito, en Utuado o en Lajas, tenga la misma oportunidad de hacer un pitch y presentarle su material a la gente que tiene capital para producir películas. Y que, si el trabajo le gusta a alguna productora, se pueda ejecutar y la persona no tenga que abandonar su familia ni sacar préstamos. Que entiendan que no todo el mundo se tiene que ir de la isla para hacer esto. Nosotros que estamos acá, que nos zumbamos a la maroma a ver qué pasaba y todo está saliendo bien, queremos ayudar a romper esas barreras. Llevo acá casi seis años, pero viajo mucho a Puerto Rico. Estoy presente en las marchas y en las protestas y definitivamente no me pierdo una Navidad, una despedida de año ni un día de Reyes; para mí eso es sagrado. También a través de Latitude 18 Films de Santos Rivera Montero, viajo mucho a Puerto Rico a dirigir comerciales, así que no siento que me mudé, simplemente que trabajo acá. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: diría que apasionado, con convicción y paradójico. Un libro o disco que te haya influenciado: “El viejo y el mar” de Hemingway Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “O te aclimatas o te aclimueres” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Me molesta que la gente, o que cuando estoy en un grupo, estemos hablando en medio de una cera bloqueando el tráfico. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Meditación ¿Que película puedes ver infinitamente? Wow, esa cambia mucho; la que me late ahora mismo en la cabeza es Amelie. Un puertorriqueñ@ que admires: Lolita Lebrón Quisieras aprender a: pintar Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Veo películas, escucho podcasts y veo charlas de diferentes directores o escritores; las tres cosas a la vez. Quisieras que te recordaran por: está buena esta ñapita, ¿oíste? Que me recuerden por que, aunque no siempre supe hacia dónde iba, nunca me perdí. Sigue a Ángel Manuel en las redes sociales: Facebook: Ángel Manuel Soto Twitter: Ángel Manuel Soto IG: @alohemingway #55 – Conoce el sueño salpicado de música, madera y misticismo de Joel Ortega y Zahireh Soto2/7/2020 Gracias al emprendimiento de una joven pareja, al listado de atracciones del pueblo de Aguadilla se le añadió un speakeasy bar. Ese fue el reto del ebanista Joel Ortega y la abogada Zahireh Soto que, con un sueño, ganas y determinación, abrieron la coctelería Timber & Blues: el primer y único speakeasy bar de Aguadilla. Sin conocimiento previo de lo que conlleva operar este tipo de negocio, Joel y Zahireh decidieron lanzarse juntos a la aventura y aprender sobre la marcha. El atractivo principal del establecimiento es su coctelería. Aunque aún no cumple dos años, ya tuvo mención en la prestigiosa revista Condé Nast Traveler y fue elegida por Sabrosía Puerto Rico como una de las seis mejores barras cocteleras de la isla. Al ser un speakeasy, tipo de barra que fue popular durante la Era de la Prohibición o Ley Seca de los Estados Unidos hace alrededor de un siglo, a Timber & Blues le rodea un aire de misticismo que atrae tanto a locales como a turistas extranjeros. Para Zahireh y Joel la satisfacción visible de sus clientes es lo que continuamente los inspira y motiva. Devuelven el favor a través de eventos locales que juntos organizan y que contribuyen al enriquecimiento económico y cultural de ese pueblito donde se dice que las piedras cantan. A continuación, la entrevista que le hicimos a Joel y a Zahireh en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Cuándo abrió sus puertas Timber & Blues y cuál es el origen del nombre? JO: Abrió el 12 de mayo de 2018. ZS: Es un nombre compuesto. Timber es por madera, pues a lo largo de su vida Joel se dedicó, entre otras cosas, a trabajarla. Blues es por la música que nos unía; blues soy yo, Zahireh. GDE: Háblenme un poco de su proceso de tomar la decisión de abrir este tipo de negocio. JO: Soy ebanista y antes de abrir Timber & Blues tenía un taller de ebanistería en San Juan y Zahireh fungía como abogada en Aguadilla. Nos conocimos y comenzamos a viajar a lugares como New York y New Orleans y por lo tanto teníamos muchas vivencias en esos sitios que nos gustan. Me mudé de San Juan para Moca con la idea de trasladar mi taller de ebanistería para allá. Queríamos un local cerca de nosotros así que buscamos en el pueblo de Aguadilla. De hecho, el que nos gustó fue el último que vimos y nos quedamos con él. Se empezó a hacer el plan y como quien dice a montar el taller. Luego de quizás una semana, Zahireh y yo hablábamos de diferentes cosas: yo tenía la idea de montar el taller y ella quería tener una esquinita para vender algunas cosas; también hablamos de vender café. Entonces dijimos: “pues olvidemos el taller y montemos un negocio.” Decidimos montar un negocio que tuviese la operación de una barra durante la noche y por el día vender café, bagels y otras cosas. Así empezamos hasta que la operación de la barra creció al punto que nosotros mismos, que somos los que trabajamos el negocio y estamos allí todo el tiempo, vimos que no era muy viable estar allí hasta la medianoche los días de semana y hasta las dos, tres de la mañana los fines de semana para regresar al otro día en la mañana. Así que desistimos del negocio diurno y nos quedamos con la operación de la barra. Zahireh le añadió el componente de la comida. GDE: Joel, tu expertise es la ebanistería y el de Zahireh las leyes, ¿alguno tenía algún conocimiento acerca de cómo operar este tipo de negocio o aprendieron durante la marcha? JO: El negocio lo hicimos nosotros completamente. La construcción, la labor y el diseño fue combinación de ideas de los dos. Básicamente nos tardamos como 10 meses porque lo hicimos nosotros, sin saber nada. ZS: Del tipo de negocio que montamos, no. Tengo un bachillerato en gerencia industrial pero nunca fungí como gerente. Luego que hice mi bachillerato me fui a estudiar leyes y no tuve otro tipo de negocio que no fuera mi participación de niña en la tienda de mi mamá que ya no existe. Pero sí, aprendimos sobre la marcha. Me gusta ser hostess. Me encanta hacer fiestas en la casa así que aplicamos eso y también la astucia. Pienso que cuando tienes un sueño y quieres hacer algo, no hay nada que no puedas hacer; todo se puede aprender. GDE: ¿Qué tipo de comida ofrecen? ZS: Son tapas. Básicamente queremos que las personas puedan parear los cócteles con los platos y sea una sensación agradable. Vimos que en Aguadilla hay muchos restaurantes de comida fuerte, comida criolla, con una barra auxiliar; esa no era nuestra idea. Nuestra idea era establecer la coctelería como motivo principal y que lo que comas sea para parear y acompañar, que puedas seguir consumiendo la bebida sin que te sientas extremadamente lleno. Entre lo que incluye el menú: crostini; albóndigas que se venden con brushettas; hummus; sliders; tacos de cerdo… GDE: ¿La comida es hecha en la casa? ZS: Sí, todo. En ese sentido pienso que también es exitoso pues la gente tiene la oportunidad de verme preparar y confeccionar las tapas frente a ellos en una esquinita de la barra. GDE: Hablando de coctelería, ¿tienen algún signature cocktail? JO: Tenemos uno que se llama el Pink Mist compuesto de vodka y puré de la casa de melón, pepinillo y lima. Se sirve en un rock glass lleno de hielo y el garnish o adorno es un palillito que lleva un cuadradito de melón y una rodaja de pepinillo. GDE: Además de la comida y coctelería, ¿qué más les ofrecen a los consumidores? ZS: Tratamos de proveer el tipo de ambiente de speakeasy bar con música dirigida a ese ambiente. Sin embargo, también hacemos eventos. En diciembre hicimos el COTA Fest, que fue el primer festival de coctelería. El año pasado también hicimos las Fiestas de la Calle San Sebastián en la calle Betances con artesanos, música en vivo y alternativas distintas para el público. Cuando la gente piensa en el área oeste siempre piensa en Rincón y se olvida de Aguadilla. Se vio una proliferación de nuevos establecimientos comerciales a los que queremos ayudar, y ayudar así a la economía del pueblo. GDE: Al ser la novedad de un speakeasy bar en Aguadilla que ya en sí los hace diferentes, ¿cómo ha sido la acogida del público? JO: Ha sido muy buena. Creo que lo que también ayuda al concepto de speakeasy es nuestra localización. Con todo y que estamos en el mismo pueblo de Aguadilla, en la calle Betances, estamos en un local que está en la parte trasera de un parking y una vez entras al negocio te encuentras con el salón principal que tiene la barra principal donde se prepara la comida. Entonces el negocio tiene un pasillo que te lleva a los baños y después de los baños hay otra barra que se llama La PuteríA, que está como escondida. A diferencia de otros speakeasies que puede haber en Estados Unidos y otros lugares, que requieren un código para entrar o que están bien escondidos, no es el caso nuestro. Sí, mucha gente sabe lo que son los speakeasies y por qué existieron, pero mucha gente no. Los speakeasies existieron durante la Era de la Prohibición de Estados Unidos desde 1920 hasta 1933. La Prohibición no tuvo efecto en Puerto Rico. Aquí no había speakeasies así que a la gente le da curiosidad y se le explica, se le habla de la prohibición. De hecho, uno de nuestros menús de cócteles es el de cócteles de la Era de la Prohibición. Diría que la acogida ha sido tremenda, quizás hasta más de lo que se esperaba. ZS: No solamente tenemos el público que nos visita del área oeste, sino que tenemos gran acogida con público del área metropolitana. También nos han visitado turistas de Australia, Malta, Francia, etc. Así que en ese sentido estamos bien orgullosos. Tuvimos una mención en la revista Condé Nast Traveler y Sabrosía Puerto Rico hizo un reportaje de las seis mejores barras cocteleras y salimos número tres. También salimos en listas de Estados Unidos. Había gente que dudaba, que decía que era un proyecto bueno pero que la gente de Aguadilla no estaba preparada para entender el concepto y quizás no iba a funcionar, pero siempre creímos en nosotros. La realidad es que estamos bien contentos con la acogida del público. GDE: ¿Qué planes tienen para este año? JO: Queremos expandir la cocina porque creció más de lo que esperábamos y ahora mismo está en una de las alas de la barra; todo está junto. Así que este año vamos a sacar la cocina de la barra para liberar todo ese espacio como se planificó originalmente y que sea más cómodo. ZS: También queremos seguir trabajando el asunto de la coctelería y tener exposición en distintos foros. Fuimos barra invitada en La Factoría del Viejo San Juan que es una de las world’s best bars. JO: También vino a trabajar en nuestra barra uno de los bartenders principales de la barra Employees Only de Nueva York, que también tiene título de ser una de las mejores barras del mundo. Además, tenemos un viaje planificado para hacer un guest shift en la barra Rockaway Beach Surf Club de Nueva York. ZS: También queremos darles oportunidades la los bartenders que trabajan con nosotros para que crezcan y se desarrollen en el área de coctelería. GDE: ¿Qué días abre Timber & Blues? JO: Abrimos de miércoles a domingo: miércoles y jueves de 5:00 PM a la medianoche; viernes y sábado de 5:00 p.m. a 2:00 a.m., y domingo de 3:00 p.m. a 10:00 p.m. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: JO: Trabajador, persistente y ordenado. Un libro o disco que te haya influenciado: JO: El libro “Meditations” de Marcus Aurelius. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: JO: Una que usamos siempre que pasan cosas así como el huracán María y esto de los terremotos es que “Tú no terminas algo porque estás cansado, tú terminas algo porque lo terminaste.” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? JO: La organización En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? JO: Creo que salir de un estilo de vida de la ciudad y ver que hay otras cosas diferentes que van a un paso diferente, que te hacen como que bajar la velocidad un poco para que veas las cosas con más claridad. En mi caso ha sido eso, salir de la zona metropolitana y venir a un sitio más tranquilo, y lo digo de buena manera, a un sitio donde todo es a otro tempo. Es como si fueras en un carro a 200 millas por hora, te bajas, y te montas en uno que va a 100 pero todavía ves el que va a 200 y entonces puedes ver todo lo que quizás te pierdes a la velocidad que ibas y cómo ahora te puedes enfocar más en los detalles. Eso ayudó mucho y estoy seguro de que ha sido gran parte de la perseverancia, el enfoque y el attention to detail en cuanto a Timber & Blues se refiere. ¿Que película puedes ver infinitamente? JO: Hay un montón, tal vez una de “Star Wars”. Un puertorriqueñ@ que admires: JO: Modesto Cartagena, un sargento qué sirvió con la 65 de Infantería original en Corea. Quisieras aprender a: ZS: Quizás a ser más paciente. ¿Qué te inspira? JO: Diría que la gente cuando va al negocio y es todos los días, no se pone viejo nunca. Al contrario, creo que nos da más hambre y ganas de seguir. Todo lo hacemos nosotros: la comida, los cócteles, los syrups de los cócteles, las mezclas… y cuando llega un extraño al negocio y se sienta en la barra, que no sabes qué tiene en la cabeza ni qué día tuvo, cuando le entrego algo me voy a una esquina a mirar su reacción. Día tras día ver satisfacción, felicidad, asombro, eso es lo que inspira y lo que da ganas de seguir sin importar como fue el día. La satisfacción que transmite la gente es lo que motiva a uno. ZS: De hecho, somos patronos que estamos allí con los empleados y no solamente en calidad de supervisión. Yo cocino, Joel prepara los cócteles y estamos detrás de la barra viendo todo y haciendo todo junto con los empleados. Y ver desde que la persona llega y encuentra el lugar, que ya eso le da un sense of accomplishment, de decir: “los encontramos”, ese asombro, no hay nada en este plano que nos llene más que esa sensación. Quisieras que te recordaran por: ZS: Por ser justa y porque siempre fui con la verdad ante las personas. Pienso que eso es lo que hará que te recuerden bonito. Sigue a Timber & Blues en las redes sociales: Facebook: Timber & Blues Instagram: @timberandblues |
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Diciembre 2020
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