¿Quién no conoce los icónicos cabezudos que años tras año forman parte de nuestras tradicionales Fiestas de la Calle San Sebastián? Estos queridos personajes folclóricos son solo algunos de los elementos ofrecidos por el colectivo de teatro Agua, Sol y Sereno (ASYS), que por los pasados 27 años se dedica a la gestión cultural a través de obras teatrales, talleres artísticos, comparsas, diseño estético y artístico, entre tantas otras cosas. Fue su director artístico Pedro Adorno quien, junto a su esposa, la bailarina y maestra de ballet clásico Cathy Vigo, tuvo la visión e iniciativa de crear ASYS en 1993. Consigo, Adorno trajo una amalgama de experiencias que incluyen sus inicios en el 1986 como percusionista y actor en Los Teatreros Ambulantes de Cayey, dirigido por Rosa Luisa Márquez y Antonio Martorell, y su participación en el Bread & Puppet Theatre de Vermont con el que giró y ofreció talleres en Corea del Sur, Colombia, Nicaragua, Costa Rica, Italia, Escocia, Canadá, Estados Unidos y Méjico. A lo largo de su trayectoria con ASYS, Adorno ha tenido la oportunidad de formar parte de numerosas actividades artísticas, como la codirección de vídeos musicales para artistas como Andy Montañez y Vivanativa, y en el 2006 co-escribió y co-dirigió el largometraje “El Clown”, el cual estrenó en el Los Ángeles Latino International Film Festival y ganó varios premios. En calidad de actor, Pedro se destacó con su personaje Epifanio Díaz en la película “The Argentine” (El Che), producida y protagonizada por Benicio Del Toro. Como si fuera poco, Adorno tuvo la oportunidad de contribuir por dos años a la creación del tradicional Especial del Banco Popular. Al escuchar la cantidad de actividades en las que el colectivo participa cada año por medio de comparsas, procesiones, pasacalles, piezas dramáticas y piezas teatrales salpicados de elementos como zancos, cabezudos, esculturas, malabarismo y máscaras, queda claro que Adorno y su equipo dedican cuerpo y alma a continuar su significativa labor de mantener un diálogo constante con el pueblo, asegurándose de que todos los sectores sociales y públicos de diferentes edades tengan acceso a nuestra cultura. Aunque oficialmente el colectivo se creó hace 27 años, luego de contratiempos ocasionados por el huracán María, este año celebrará sus 25 años con varias ofertas y exhibiciones artísticas. A continuación, la entrevista que le hicimos a Pedro en su versión editada y condensada.
GDE: ¿En sus más de 25 años de trayectoria, ¿cuáles son algunos de los mayores logros de Agua, Sol y Sereno? PA: Podría puntualizar que el primero es en el sentido personal de que grupos de familias, que incluye la mía, puedan vivir del trabajo artístico que hacemos como gestores culturales. Eso incluye la posibilidad de que hoy día no tan solo podemos beneficiar a unos 10 artistas a tiempo completo y a unos 20 que entran y salen por proyecto, sino también a mi familia, a mis hijas que ahora son artistas a tiempo completo con el grupo. Creo que ahí hay una parte muy linda de la autogestión, de un sueño que todos tenemos de poder combinar esa vocación con la forma en que nos ganamos la vida. Segundo, el cariño de nuestro país a través del trabajo que hacemos en las fiestas populares. Nosotros como grupo de teatro nos formamos para ser autores y cantores de nuestras propias piezas como un colectivo. Cada uno aporta y cada intérprete es responsable de los contenidos, poesía, narrativas y cuentos de esos personajes. Eso ha tenido un espacio tanto en el Carnaval de Ponce, como en las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza, como en las Fiestas de la Calle San Sebastián. Ese interés que tenemos de mantenernos en contacto con las fiestas populares cobró un cariño muy grande y un reconocimiento por parte del país. Eso es un logro, pero también es un regalo. Mi interés era que pudiéramos tener la presencia que tenía la música en la vida de la gente. Ver cómo hacíamos para que un grupo de teatro tuviera la presencia que tienen los cantantes, sin tener radiodifusión y sin grabar un disco. Ocurrió a través de esta experiencia de los cabezudos, máscaras, zancos, comparsas, de las piezas de teatros que llevamos a las salas de teatros y festivales internacionales, de las fiestas de pueblo, de los pasacalles al aire libre... El tercer logro que quisiera identificar es la consistencia de llevar esas piezas para niños y adultos, piezas de temas sociales, obras de circo, historias de personajes importantes como Julia de Burgos y Antulio Parrilla, a las comunidades, campamentos de verano, escuelas, barrios, cárceles y centros de recuperación de adictos, entre otros. Así que esos son los tres logros: la parte económica de autogestión y gestión cultural; el agradecimiento con que un país recibe con cariño y alegría lo que haces como grupo y como artistas, y el elemento de mantenernos consistentes en ese trabajo que hoy se transforma en un trabajo comunitario, no tan sólo con asuntos de interés o responsabilidad social, sino también como una herramienta de sanación ante todo lo que hemos vivido. GDE: Hablando de esa consistencia, durante todo el año ustedes participan de fiestas de pueblo, festivales internacionales, ¿cómo en cuántas actividades participan al año? PA: Cada año hacemos de una a dos piezas nuevas de repertorio, es decir, piezas con música, texto, máscaras, coreografía y temática original. Esas piezas originales se presentan inicialmente en eventos como La Campechada y el Circo Fest, en festivales de teatro del Instituto de Cultura, y en festivales internacionales. También hay piezas de teatro que han durado muchos años como “Una de cal y una de arena” para la que hacemos música con objeto de la construcción y que cuenta el desarrollo acelerado en Puerto Rico. Todos los años esa pieza se presenta entre 12 y 20 veces. Además, hacemos unos 20 talleres anuales en comunidades que son residencias de una o dos semanas. Ahora trabajamos el ciclo en apoyo a los hermanos del sur afectados por el terremoto. Durante el año tenemos las Fiestas de la Calle San Sebastián en enero; el Festival de Claridad en febrero; el Circo Fest en marzo para el que hacemos piezas de teatro con elementos circenses, y casi siempre entre marzo y mayo presentamos las piezas nuevas. Entre mayo y junio empiezan las residencias artísticas en Estados Unidos para las que vamos a comunidades puertorriqueñas. Por ejemplo, llevamos muchos años visitando el Ceveland Museum of Art donde hacemos una residencia artística por un mes que incluye una comparsa gigante de máscaras, cabezudos, zancos. Luego hacemos proyectos de campamentos de verano y de agosto a noviembre por lo general llevamos talleres o seminarios a las universidades. Esto es a la vez que se mantiene nuestro taller vivo en diferentes eventos para los que nos llaman como comparsas en hoteles y eventos para los que necesitan cabezudos. Ahora tenemos una beca por los próximos tres años del Fondo Flamboyán para las Artes, que es un apoyo muy importante y que viene del dinero que generó Lin-Manuel Miranda con sus presentaciones de Hamilton en Puerto Rico. Por otro lado, tenemos proyectos con la Boston Foundation, la Hispanic Federation, la Fundación del Banco Popular y la Fundación Comunitaria de Puerto Rico. GDE: ¿Cuándo comienzan a prepararse para las Fiestas de la Calle San Sebastián? PA: Por lo general la planificación ocurre entre octubre y noviembre y en diciembre se empieza a construir. Este año nos cogió más tarde debido a los terremotos y porque trabajamos en un documental de nuestros 25 años. La Dra. Mareia Quintero escribe un libro para el que entrevistamos a 60 compañeros que pasaron por aquí: especialistas de teatro, intelectuales, escritoras, filósofos, gente de diferentes ámbitos. Todo eso se hizo en las últimas dos semanas de diciembre así que fue bien intenso. Terminamos en diciembre, vinieron los temblores de Reyes y en medio de eso construíamos cabezudos. GDE: Háblame un poco más del documental y del libro. PA: El libro y la investigación la escribe la Dra. Mareia Quintero, quien diseñó y dirigió por muchos años el programa de maestría de Administración y Gestión Cultural de la Universidad de Puerto Rico. Ella es presidenta de nuestra junta y lleva tres años iniciando esta investigación que también cuenta con el apoyo de Cristina Vives e Ivelisse Rivera y todo el equipo de Agua, Sol y Sereno: Jean Soto Villarini, Patricia Cay, Coralys Márquez, Alba Taina Ortiz, Tania Adorno, Kenneth Salgado, Héctor “Quique” Rodríguez, Paola Adorno, la cofundadora y codirectora Cathy Vigo, y yo. El libro incluye entrevistas que se utilizaron para iniciar la investigación del documental que hago en colaboración con la Dra. Quintero y el editor Pedro Iván Bonilla. GDE: ¿Cuándo esperan completar ambas cosas? PA: Todo se planifica para el semestre de agosto a noviembre. En agosto empieza la exhibición de los 25 años en el Museo de Las Américas en el Viejo San Juan, que contará con todas nuestras máscaras, memorabilia, fotos, proyecciones y diferentes elementos, y un taller vivo que tendremos de agosto a las Fiestas de la Calle San Sebastián de 2021. Presentaremos el libro como para octubre y el documental en noviembre y diciembre, o para el cierre de la exhibición. GDE: ¿Qué retos enfrenta el colectivo? PA: Después del huracán María, estos 10 compañeros que también incluye a nuestras hijas y gente de diversas edades, vivimos una nueva etapa al interior del grupo de establecer una nueva dinámica de creación colectiva y de toma de decisiones participativas que son los valores del grupo. Pero queremos que también sea cónsono con el respeto a los que llevan más años, con el intercambio de conocimiento, dándoles la oportunidad a los más jóvenes y que llevan menos tiempo de ser cocreadores de cada pieza. Siempre ocurre, pero ahora se hace una nueva forma de democracia interna. Creamos todo para que ese semillero de artistas y toda nuestra experiencia se organice. Eso trae mejores financiamientos y una recuperación de la metodología que hemos hecho, pero que a la vez nos funcione para que todo el mundo esté motivado y contento de estar en el colectivo. Es un diálogo bien lindo lo que ocurre ahora y es como el momento más interesante para mí. Además, tenemos un nuevo taller. Por muchos años estuvimos detrás del Capitolio en Puerta de Tierra y ahora estamos al lado de Tras Talleres en Santurce. Cambiamos de vecindario y queremos tener una relación con ese vecindario y con los artistas del área; estamos creando un nuevo momento. GDE: En estos 27 años, ¿notan diferencias entre el público de aquel entonces y el de ahora? PA: Es un poco difícil porque, de hecho, en las teorías de estudios culturales y en las conversaciones que tengo en las conferencias que doy siempre hago esa crítica, que hay veces en que los artistas hablan de sus públicos de forma un poco mítica. No puedes hacer una generalización por una reacción o porque a alguien le gustó o no le gustó algo. Hay una tendencia del consumo cultural de los mercados que genera estas generalizaciones, que en realidad crea ciertas falacias de quiénes son los jóvenes. Cuando das talleres en un barrio y te das cuenta de la diversidad que hay de una joven de 18 años cuando trabajas con un grupo de un residencial en Morovis, de un grupo de jóvenes en una escuela pública en Lares, y luego ese mismo mes das un taller a muchachos de la escuela superior de la UPR, ves la diversidad en esas edades y los elementos en común. No solo juegan los mismos juegos de vídeo o escuchan la misma música de Bad Bunny, sino que tienen unos criterios generacionales que nacen de los cambios que ha vivido Puerto Rico y la economía, pero también de cómo ellos los asumen desde su familia, su experiencia de identidad y su lugar. Así que me interesa mucho este tema de los públicos porque pienso que es de donde más se ha manipulado la opinión de si algo está pegao o es un branding o tiene pertinencia comercial. Lo que sí puedo decir es que la oferta de los artistas se diversificó. Habemos muchos más grupos de teatro y artistas interesados en llevar arte a lugares no tradicionales del arte. Hoy hay mucho más financiamiento para que ese elemento comunitario se materialice. Hay más fundaciones interesadas en el apoyo de las artes como una punta de lanza importante para los procesos de desarrollo, convivencia y autogestión de las comunidades. Así que como esos elementos cambiaron, pues cambió la oferta y la democracia cultural y los públicos se amplían. Hoy día en un evento de un museo, o en uno de nuestros eventos, ves más familias negras, mulatas, gente de otras clases sociales. Veo más participación, más iniciativa de la gente, de que no es solo llevar a los nenes a la feria, sino también llevarlos a eventos culturales. Eso es un cambio. Por ejemplo, cuando nosotros empezamos había muy pocos eventos de teatro y arte en las calles financiados por el municipio de San Juan, por el estado o por la gestión privada. ¿Cómo los artistas contemporáneos, los artistas de los museos y los artistas de teatro nos relacionamos con esos eventos populares y comerciales? En nuestro caso, como tenemos el elemento de la comparsa, los zancos, la plena y los elementos de la calle, empezamos a tener una relación con esos espacios, a no esperar que la gente pague un boleto para ir al teatro. Pero también nos presentamos en los teatros. Así que creo que hay un cambio de interés y una mayor visibilidad por lo menos en nuestro trabajo. La gente sabe que existimos, nos llaman todos los días y eso nos permite estar hoy en Naranjito y mañana en la San Sebastián o en un concierto de salsa en el “Choliseo”. GDE: ¿Qué proyectos tienen para este año? PA: Trabajamos para hacer el diseño participativo de lo que será la exhibición en el museo. Empieza un proceso en el que todos los compañeros también aportan cómo haremos esas diferentes propuestas y cuál será su participación porque también se han convertido en estudiosos de la historia del grupo. Ven las piezas de teatro de hace 25 años y algunos de ellos no habían nacido para ese entonces; ha sido bien interesante. Así que lo que tiene que ver con la exhibición, el libro y el documental es el centro de este año. Es un recaudo de toda esa información para también identificar cuáles son los principios que se han continuado y cuál es la metodología y los puentes entre arte y filosofía, arte y sanación, arte y espiritualidad popular, arte e investigación social, arte y responsabilidad política... Estamos creando esa cosa permeable de esos intereses académicos, pero convirtiéndolo rápido en una comparsa, en una pieza de teatro para niños, en un proyecto de talleres para el sur. Siempre hemos sido bien doers; no se queda en lo teórico. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: nieto, hijo, padre y ahora seré abuelo. Un libro o disco que te haya influenciado: “Buscando América” de Rubén Blades Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: la estoy parafraseando: “Los afectos es la columna vertebral del pensamiento” de María Zambrano. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Que nunca hablo de dinero y produzco mucho. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Que no hay nada afuera. Todo está dentro de nosotros y eso siempre ha existido en un espacio de tranquilidad interna dentro de toda la vorágine externa. Pero se reafirmó ese concepto de que el mundo es un espejo de tus percepciones y de cómo ves las posibilidades y las construyes creativamente. Así que la metodología de trabajo artístico que hago ahora es, prioridad, conocerse uno mismo sin descuidar toda la historia del colonialismo, represión, abuso, hostilidad, pero que no hay que fajarse para hacer nada allá afuera. Lo que tiene que cambiar es adentro y eso te ayudará a cambiar fuera, incluso a cambiar la realidad política. Ese cambio ocurrió en los últimos 10 años. Siempre lo supe, pero ahora se concretó en la práctica y en lo que soy. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? Ya la hice, se llama “El Clown”. Un puertorriqueñ@ que admires: vivos: Antonio Martorell y Jacobo Morales; de los que me cuidan: Julia de Burgos y Albizu Campos. Quisieras aprender a: cocinar. Yo cocino, pero criollo y me gustaría coger talleres de cocina internacional y aprender a hacer cosas distintas. Por otro lado, me interesa mucho la tela y nunca he podido diseñar vestuario, alta costura, porque me dedico a otra cosa, pero eso me fascina. ¿Qué te inspira? Los ojos. Para mí son los ojos de los seres humanos, de los niños, de los envejecientes, de las mujeres, de los hombres, de los animales… Me gusta mucho esa relación entre el ojo, el espejo y el paisaje. Eso para mí es lo espiritual, ese contacto con lo sagrado. Sigue a Pedro Adorno y a Agua, Sol y Sereno en las redes sociales: [email protected] Facebook: Agua, Sol y Sereno Instagram: @aguasolyserenopr
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Diciembre 2020
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