José Eduardo Santana pertenece a una nueva generación de cuatristas que se ha tomado muy en serio representar el género de nuestra música folclórica. A los 13 años se enamoró del sonido del cuatro durante una parranda y en ese momento supo que quería dedicarse al instrumento y a la música puertorriqueña. José Eduardo fue estudiante y parte del Conjunto Criollo de la UPR Río Piedras bajo la dirección de Orlando Laureano, y estudiante y parte del Conjunto de Bomba y Plena de la InterMetro bajo la dirección del arreglista y profesor Ricardo Pons. A sus 29 años, Santana ha tenido la dicha de ser intérprete y embajador del instrumento dentro y fuera de Puerto Rico, así como la oportunidad de colaborar con artistas del patio como Ricardo Villanueva, Andrés Jiménez, Hermes Croatto, Lizbeth Román, Manolo Ramos y Silverio Pérez, entre otros. Además, ha grabado en producciones de Gíbaro de Puerto Rico, Manolo Ramos, Tuna Bardos UPR, Lizbeth Román, Jay Laboy, Daniel Díaz y la Orquesta Macabeo, entre otros. Recientemente, lanzó su primera producción musical mientras continúa promoviendo el instrumento y a la vez, su evolución. A continuación, la entrevista que le hicimos a José Eduardo en su versión editada y condensada. GDE: ¿José Eduardo, ¿en qué momento descubriste tu interés por la música? JES: Cuando era chiquitito. Es más, desde la barriga de mi mamá. Mi papá, Edgardo Santana, que en paz descanse, era guitarrista y desde que yo tenía seis años siempre estaba a su lado en los ensayos, tocando los palitos. Entonces a los 13 años fui a una parranda en la que me enamoré del cuatro. Mi padre tocaba la guitarra y su primo, que cogió clases con el cuatrista Maso Rivera, de la manera en que interpretaba la música… la conexión era tan linda que yo decía: “el sonido de ese instrumento me encanta.” Yo tenía una grabadora de cassette y grabé esa parranda. Desde ese día le dije a papi: “quiero aprender a tocar el cuatro.” GDE: ¿Cuándo empezaste a coger clases? JES: Formalmente, a los 14 entré a la Fundación Paquito López Cruz que ofrece clases en el Instituto de Cultura y ahí cogí clases de cuatro, de lectura, como unos dos años. Pero la parte informal la aprendí de oído con mi papá; él fue el primero que me enseñó los acordes, las composiciones. Él tocaba mucha bohemia y música jíbara y se rodeaba de grandes músicos. Fue una escuela inmensa. GDE: Además de tu papá, ¿hubo otras personas que te influenciaron musicalmente? JES: Pues como te dije, seguía a mi papá a todos sus guisos y actividades. Le ayudaba a montar y tocaba los palitos. Incluso en las fiestas familiares, ¿sabes que los niños siempre están jugando que si escondite o cualquier otra cosa? Si ves las grabaciones de mi familia, los primos están jugando y yo siempre detrás del amplificador, pendiente a la música. Entonces mi papá se dio cuenta de que me gustaba y a los nueve años estábamos en el Hotel Ritz-Carlton y vimos a un pianista de música clásica. Papi le pidió el contacto de la profesora Pilar López. Con ella comencé a tocar piano y a leer música. Fueron tres años de educación formal de música. Así que cuando entré al cuatro ya tenía el oído bastante desarrollado, pues mi papá me empezó a enseñar los acordes y las melodías y fue un poco más accesible para mi oído entender lo que pasaba. Encima de eso, la fiebre, tú sabes… GDE: ¿Qué te inspira a la hora de componer? JES: Hay muchos factores que pueden cambiar. De hecho, recientemente toqué con Silverio y él hablaba de eso con el público, de cuando a veces los momentos difíciles nos abren oportunidades para componer. Me he topado con situaciones de tristeza que me han ayudado, igual con momentos de felicidad que te dan una inspiración. Pero cuando nada de eso está en el momento, simplemente sentarte con el instrumento, sea el que sea. Algo que siempre digo es no desesperarse porque a veces uno trata de buscar una idea y la fuerzas tanto que no funciona. Estás una hora completa y después lo borras, como cuando escribes algo y luego botas los papeles. Me ha pasado que mientras estoy guiando de momento se me prende el bombillo y abro el voice memo del celular y grabo una idea. O hiciste una composición que dejaste a mitad y en el momento no sabías cómo conectarla con otra cosa y un día estás tocando en un sitio y te acuerdas y dices: “espérate, esto es lo que necesitaba.” Es importante que usemos estas herramientas que tenemos para poder ayudarnos porque por el ajetreo que a veces uno vive, uno dice: “me voy a acordar” y después no te acuerdas. Es un proceso un poquito tricky porque a veces la musa está encendida y a veces no y cuando no está uno tiene que decir: “ok, si no tengo tanta musa, pero quiero componer, qué proceso entonces debo usar para ir poquito a poco.” GDE: ¿Algún músico con quién te gustaría colaborar? JES: Wow, son muchos. Hay un guitarrista australiano que se llama Tommy Emmanuel, tremendísimo cantautor e intérprete de música de guitarra acústica. Su estilo es fingerstyle, que es él con su propia guitarra y sientes que hay una banda completa tocando, entre los bajos, las primas y todo, es una orquesta sinfónica él solo. Me inspira mucho. Una vez logré contactarlo a través de Instagram y pudo escuchar una versión que toqué en cuatro de una de sus canciones. Para mí fue un honor que la pudiera escuchar, pero tocar con él en vivo sería brutal. Aparte de eso John Mayer que es otra inspiración, es de mis favoritos. GDE: ¿Qué proyectos nuevos tienes para este año? JES: “Raíces Progresivas” es mi primer álbum instrumental, mi bebé, un sueño que en parte se puede decir que se viene cargando hace un tiempo. Incluso, mira qué cosa, mi padre siempre quiso hacer un disco conmigo y nunca lo pudimos grabar, pero en parte él cumplió este sueño sin darse cuenta porque está en el disco. Uno de los tracks es una danza del maestro Modesto Nieves, padre de Mónika y Christian Nieves, que mi papá y yo tocábamos mucho; un tributo al requintista Rafael Scharrón. Casualmente grabamos esa danza hace como nueve años en un estudio. Encontré el audio y estaba en muy buenas condiciones. Harold Wendell fue la persona que mezcló el disco. Me ayudó y pudo mezclarlo muy bien; el legado continúa. Cuando la audiencia pueda apreciarlo, es un disco que representa lo que es la fusión y progresión del cuatro puertorriqueño, el pandero, el barril, el tiple, el güiro, la guitarra puertorriqueña, todos estos elementos que conocemos de nuestra música autóctona, pero usados en lo que llamamos world music. Cuando lo escuchen verán que hay diferentes géneros musicales y no es un disco que regularmente se espera de un cuatrista. Uno piensa en un disco de un cuatrista y a lo mejor piensa que tendrá aguinaldos y seises solamente, o danzas y guarachas solamente Tiene muchos géneros musicales: danza; jazz; plena; bomba; chacarera; puro jíbaro, y un poquito de sorpresas. Es algo que quiero dejar, un legado. Hay mucho corazón en Raíces Progresivas. GDE: ¿Cuánto tiempo te tomó crearlo? JES: Lo arrastré por un tiempo y lo digo en el buen sentido, no como que me pesaba, sino que como creativo y artista uno tiene sus lapsos buenos y no tan buenos. Diría que si lo sumo todo, quizás como unos dos años y medio porque hay una canción en el disco que salió luego del huracán María cuando no tenía luz. El tema se llama “En velas” y literalmente lo hice sin luz. GDE: ¿Dónde las personas pueden tener acceso a este álbum? JES: En todas las plataformas digitales: Spotify; iTunes; Amazon Music; YouTube Music… También tengo copias físicas porque siempre hay gente que le gusta tenerlas. Me pueden contactar por las redes y con gusto se lo hago llegar. GDE: ¿En qué más trabajas para este año? JES: Como te decía, trabajo con muchas personas a la vez. Recientemente, salió un tema de mi hermano Hermes Croatto. Soy parte de su banda y fue un tema que grabamos hace poco que se llama Borikén, súper hermoso. Los invito a que lo busquen. También tengo par de cosas con Los Rayos Gamma para este año y sigo haciendo música con Ricardo Villanueva, que es con uno de los que más toco. Obviamente, dándole mucha promoción al disco, al concepto de lo que es “Raíces Progresivas”, motivando a otros jóvenes. También tengo un viaje a Rusia en julio con la compañía Gíbaro de Puerto Rico. Vamos para un festival internacional en el que participan muchos países y representan su folclor. Será un evento súper importante. Esas son unas experiencias brutales porque uno comparte el folclor de Puerto Rico, nuestro calor, y se aprende mucho. Estos viajes me sirven de bendición en muchos aspectos. Tanto así, que hay dos personas de España y una de Venezuela que grabaron en el disco, que conocí en estos viajes. Ahora por las redes sociales uno puede establecer muchas relaciones y esto me ayudó a que fueran parte del proyecto. GDE: ¿Algo más que quieras compartir? JES: Soy prácticamente joven, pero he tenido unas experiencias bien hermosas en la vida. He tenido unas oportunidades de ver artistas años atrás sin haber sido cuatrista aún, y luego años después estar con ellos en tarima. Han sido unas experiencias de bendición como con Andrés Jiménez, que también soy parte de su grupo. Recuerdo estar con mi papá hace mucho tiempo escuchando sus discos y que mi papá me dijera: “Andrés ha tenido buenos músicos y tú algún día vas a tocar con él.” Encontrarme años después viajando y tocando con Andrés y ser parte de su grupo es como que, wow, estoy con “El Jíbaro”. Con el mismo Silverio, un súper honor. Con Ale y Hermes Croatto… crecí escuchando esa música. Estoy súper agradecido. Además, me gusta que el folclor es algo colectivo. Es de todos y todos trabajamos por una misma causa que al final es demostrarle a todo el mundo lo rica que es nuestra cultura y el sabor que tenemos como puertorriqueños. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: sencillo, introvertido y empático Un libro o disco que te haya influenciado: Te voy a decir uno que no es musical, pero creo que fue el despertar de mi parte artística. Fue un CD de cuentos que se hizo hace muchos años en el que participó Luis Oliva, Sunshine y otras personas. Hay un track que es de los cuentos de Juan Bobo. Mi mamá ponía ese disco y yo imitaba a Juan Bobo y lo llegué a hacer en la escuela y en varios sitios. Aunque tengo muchos discos musicales que me han influenciado mucho, creo que ese merece ese spot. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Yo soy todo lo que tengo y lo que tengo lo doy” de Ricardo Villanueva. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Por muchos años permanecí como una persona bastante agnóstica, no tenía un norte espiritual y me sentía quizás sin un rumbo. Hace un tiempo reconecté con las escrituras de la Biblia y sigo a Jesús. Ha sido una decisión súper bonita en mi vida y para mi familia. No soy perfecto ni pretendo serlo, pero sí puedo decir que me ayuda día a día a encontrar una manera de tratar a los demás y a analizar las cosas que nos pasaron, las que nos pasan y las que nos han de pasar en la vida. Así que puedo decir que ha sido y seguirá siendo un proceso bien bonito. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Te soy honesto, me frustro. A veces me pongo a dar vueltas mentalmente y me da un poco de ansiedad no tener ese control. A veces uno tiene muchas ideas y cree que es una de esas y cuando no es ninguna, llega esa frustración. Pero me voy a hacer ejercicios y libero estrés; uno se alivia y puede fluir y pensar más tranquilo. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? No sé si suena raro, pero diría “No se trata de mí” porque claro, uno a veces tiene logros y demás cosas, pero me gusta lo colectivo, que haya inclusión, trabajo en equipo… Un puertorriqueñ@ que admires: Tengo uno que no era puertorriqueño de nacimiento, pero en los recientes tiempos he aprendido de su vida: Tony Croatto. Qué mucho nos enseñó a entender lo que somos. Quisieras aprender a: tocar la flauta y editar más vídeos; me gusta e interesa esa parte artística. ¿Cómo te relajas? Haciendo ejercicios. También busco música rara en YouTube y quizás revisitar las cosas que uno ha hecho. Quisieras que te recordaran por: por el amor que pude darle a las personas. ------------------- Sigue a José Eduardo en las redes sociales: Facebook: @joseduardomusic Instagram: @joseduardomusic Twitter @joseduardomusic
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Puede decirse que Ossie Antonetti le ha dedicado toda su vida al voleibol pues comenzó a practicar el deporte cuando tenía 11 años. Aunque jugó consistentemente en la escuela, cuando entró a la universidad pensó que quería ser dentista. Sin embargo, rápidamente entendió que su pasión residía en otra parte pues el deporte latía fuertemente en sus venas. Al graduarse de la universidad quiso aventurarse y se dirigió a Europa donde jugó por alrededor de nueve años en países como Francia, Suiza, Grecia y España. Como jugador profesional, Antonetti fue nueve veces campeón nacional. Luego de retirarse y con el propósito de prepararse como entrenador, se marchó a California donde fue campeón en la NCAA con la Universidad de BYU. En el 2018 Antonetti fue seleccionado para dirigir la selección nacional masculina de voleibol de Puerto Rico, oportunidad que según él ha sido muy enriquecedora y profunda, pues le permite afectar positivamente la juventud puertorriqueña. Ese ciclo está próximo a cerrarse, pero Ossie mantiene sus manos ocupadas. Desde hace cuatro años reside en Galicia, España, donde creó el proyecto Jóvenes Deportistas Boricuas (JDB) para orientar y ayudar a atletas jóvenes en el proceso de exposición y reclutamiento deportivo. A continuación, la entrevista que le hicimos a Ossie en su versión editada y condensada. GDE: Ossie, desde hace un tiempo vives en Galicia, España, ¿qué te inspiró a mudarte para allá? OA: El voleibol es un deporte que se juega más profesionalmente en Europa, no tanto en Estados Unidos pues no hay ligas profesionales. Entonces, cuando me gradué de la universidad a los 21 años, todavía tenía esta vena de joven y de jugador aventurero y decidí emprender en esta travesía en la que estuve como hasta los 30 años jugando en Europa. Luego también estuve en Estados Unidos cuando me retiré y me formé como entrenador. En una de las ocasiones en que estaba en ese vaivén profesional, la que es hoy mi esposa quedó embarazada de nuestro primer hijo y por situaciones laborales el chico nació en España. Entonces eso quizás nos dio esa cercanía con el país. En un momento decidimos traer a nuestro hijo para que hiciera un semestre en Galicia porque también tengo familia acá. Inicialmente solo íbamos a estar cinco meses; luego de dos semanas dije: sería chévere extender esto. Así que esos primeros cinco meses se convirtieron en estos años. GDE: Remontándonos al pasado ¿en qué momento dijiste “esto es lo que voy a hacer por el resto de mi vida, me voy a dedicar al voleibol”? OA: Quizás fue el timing. Me crié en una época en la que el voleibol tenía cierta historia y tuve la oportunidad de quizás sumergirme bastante joven en el deporte mientras se desarrollaba, tanto a nivel federativo como local. Simbólicamente estuve como metido ahí en los equipos nacionales de jóvenes de mi país, etcétera, etcétera. Luego me fui a Estados Unidos y mi equipo universitario tuvo éxito. Entré a la universidad por Biología pues quería ser dentista y tenía todo alineado para eso. Cuando fui a unas clases que eran tipo conversatorios, vi la atención de mis compañeros y cómo les brillaban sus ojos. Dije: “no puedo hacer esto porque a mí no me brillan así.” Entonces estudié Filosofía pensando que podría ser profesor. Pero cuando me gradué se me dio la oportunidad de venir a España y eso postergó la continuación de estudios. Esto es bien simbólico porque mientras tus panas se hacen abogados y doctores, tú estás sumergido en el deporte. Así fue hasta que, cuando me retiré de jugar, me fui a California para ser entrenador en la liga colegial de Estados Unidos. Allí estuve dos años, me formé, y de ahí me fui a Puerto Rico a entrenar y hacer proyectos deportivos. GDE: ¿Qué trajo el deporte a tu vida? OA: Creo que hay dos cosas: disciplina y salud. A uno le gusta relacionarse con gente que quizás piensa igual que uno en cuanto a salud se refiere. A la misma vez que a uno también le gusta estar con gente que persevera, que no se desanima cuando le dicen que no. Uno siempre se identifica con esas personas soñadoras y que están dispuestas a aplicarlo, no importa si les gusta o no el deporte. GDE: ¿Algún mentor durante tu camino? OA: Es difícil mencionar nombres porque creo que en todas las etapas hay personas que te tocan. Hay una persona que me influenció mucho y fue el profesor Israel García Lucca quien fue el entrenador de las selecciones nacionales de Puerto Rico. Esta persona donaba sus veranos y desinteresadamente quería el deporte, que eso no se ve hoy en día. Ese profesor creo que fue el detonante de decir: pues mira, con este deporte te puedes identificar, crear tu personalidad o quizás abrir puertas. No lo decía así, pero uno se daba cuenta. Claro, siempre de la mano de la educación porque sin eso no tienes como articular lo que aprendes. GDE: ¿Cómo defines tu estilo al entrenar a otros? OA: Soy bastante partidario de que todo esto que hablamos de la disciplina y la identidad se forman en el entorno. Lo más importante de todo esto es la gente con la que te relacionas, está claro, pero cuando te tocan tus grupos, casi siempre el grupo toma su personalidad a base de los valores que ve del entrenador; es como todo en la vida, pasa con los hijos. Como entrenador trato de absorber lo que veo en los grupos para aprender de ellos. Todo entrenador siempre tiene un libro de lo que le gusta enseñar a base de lo que estudia o aprende y obviamente no soy diferente a eso. Sin embargo, al reconocer que me formé alrededor del deporte, sí soy exigente con lo que el jugador me da. Creo que nunca es muy difícil porque el jugador lo reconoce sin yo tener que decirlo y eso es bien importante. A base del entorno y la estructura que se crea, el jugador reconoce lo que hay que hacer. No importa el nivel que sea, eso es importante y tomando en cuenta que, si el deporte me ayudó a formarme, esas personas también se están formando. Entonces hay que tomarlo con mucha importancia. GDE: ¿Cómo fue la experiencia cuando te nombraron director de la selección nacional masculina de voleibol en 2018? OA: La experiencia ha sido bastante buena. Ahora básicamente estamos en el cierre del ciclo. De cara al futuro pues no sé porque estoy aquí en España. Para retomar el puesto tendrían que pasar ciertas cosas, pero a base del tiempo que estuve te digo que fue muy enriquecedor y profundo porque estás tocando a la juventud de Puerto Rico. Ves las vicisitudes, los esfuerzos y los retos que tienen estos chicos para poder dedicarse de manera propia al deporte porque claro, con los que competimos son potencias mundiales, países que proveen una estructura. Nosotros como país hacemos lo que podemos para que los equipos se desarrollen. Ojalá todo el mundo entendiera lo que se requiere para que un equipo nacional tenga algún tipo de identidad. Son muchas horas de sacrificio y de trabajo y no hay garantía; como la vida, hay que tomarla día a día. GDE: ¿Cuáles son algunos de los proyectos que tienes alineados para este año? OA: Comenzamos un proyecto que se llama el Proyecto JDB, Jóvenes Deportistas Boricuas. Este proyecto básicamente lo que hace es que crea guías de ruta para estudiantes atletas puertorriqueños. Normalmente, una guía de ruta para un atleta puertorriqueño es estudiar en Puerto Rico y si tiene una oportunidad para ir a los Estados Unidos, la aprovecha. A base de mi experiencia, lo que creamos fue este concepto más internacional para que el puertorriqueño iberoamericano pueda, no solamente ir a Estados Unidos por definición de nacionalidad, sino que también por ser iberoamericano pueda venir a España y hacer lo mismo bajo la sombrilla de la Unión Europea que tiene mucha fuerza y no tiene nada que envidiarle a lo que tradicionalmente conocemos en los Estados Unidos. Aparte de hacer una consultoría individual para cada atleta, también creamos una serie de viajes que llamamos depo-educativos, en el que el atleta viene con su grupo o de manera individual y se prueba acá en España. Exhortamos bastante la zona de Galicia porque estamos acá, pero lo podemos hacer en otros sitios. Tuvimos tanta cercanía con estos estudiantes aletas y grupos que vinieron, que decidimos crear una residencia. Este sería nuestro tercer año. Tenemos chicos tan jóvenes como de 13 años hasta de 18. Chicos que vienen a hacer la escuela superior acá y hacen deporte acá, y chicos que están encaminados para hacer la universidad acá. Entonces hemos ido a paso a paso firme con eso. GDE: Hablando de chicos, tienes uno que juega fútbol allá… OA: Tengo dos. Leandro de 17 años, que llegó aquí a los 13 y vive en Lugo pues fue fichado por el CD Lugo y hace su escuela y vive en la residencia del club, cuyo primer equipo juega en segunda división, la Liga 123; una de las mejores ligas del mundo. De hecho, el año pasado fue a un torneo con la selección de Puerto Rico y fue una bonita experiencia. Entonces tengo a Ignacio que tiene 12 años y que también hace fútbol acá y cubre bien sus etapas. Siempre te dicen que los hijos heredan las cosas y la verdad es que obviamente nuestros hijos también ven el deporte como una manera de complementar su vida, hacer amistades y todo eso. Y tengo una nena de 10 años que todavía tratamos de que juegue voleibol; vamos a ver si la convencemos. GDE: ¿Cómo es esa relación y dinámica con tus hijos al verlos desenvolverse en el deporte? ¿Te piden consejos? OA: Con Leandro es un poquito más difícil porque al ser hijo mayor, ha tirado la línea de lo que significa criar un hijo, protegerlo, pero a la misma vez dejarlo ir, todo ese tipo de cosas. Ha sido muy revelador con él pues creó la base de cómo entonces nos comportamos con los otros hijos. Al final pues te podrás imaginar que es una relación bien profunda por ser una familia que vino de Puerto Rico para España, con las maletas en el taxi para meternos en un hotel por dos o tres días. La verdad es que vivimos una experiencia bien única que no solamente nos une en sangre, sino que nos une en una travesía de vida. Al final, nuestro proyecto es un ejemplo de eso, de seguir y de abrirle camino a la gente. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: paternal, amante de la patria y propulsor de la raza. Un libro o disco que te haya influenciado: el libro “El mundo como imagen y representación” de Arturo Schopenhauer y de disco tiene que ser “Vagabundo” de Draco. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: sería algo así como: “¿Cuán grandes son tus sueños y qué estás dispuesto a sacrificar para lograrlos?” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Masticar jengibre por la mañana antes de desayunar. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Escuchar a mis hijos sin tener una opinión. ¿Que otro deporte te apasiona? Me gusta el fútbol y me gustaba mucho la patineta cuando era más joven. Un puertorriqueñ@ que admires: Albizu Campos Quisieras aprender a: tocar el piano Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me desespero. Quisieras que te recordaran por: servirle a mi país. Sigue a Ossie y al Proyecto JDB en las redes sociales: IG: @proyectojdb Facebook: Proyecto JDB Uno de los comediantes más refrescantes e innovadores de nuestros tiempos, Eli Castro llegó para llenar un vacío en el mundo del humor. A través de recuerdos y experiencias vividas durante su niñez, Castro encontró la voz con la que da vida a sus espectáculos. Los mismos están dirigidos a toda la familia, pues es su propia familia de donde deriva su inspiración. Luego de estudiar leyes y fungir como fiscal y abogado criminalista, Castro decidió no postergar más su sueño y dedicarse a tiempo completo al entretenimiento. Afirma que fue una de las mejores decisiones que tomó pues no le cabe la menor duda de que hacer reír a la gente es su razón de ser. Eli ha escrito un número de shows que incluyen "Made in Puerto Rico" con el que se presentó por siete semanas en Off Broadway en Nueva York, ciudad que lo vio crecer desde los nueve años. Sus shows han sido reseñados por numerosas publicaciones y programas televisivos que incluyen: Chicago Sun-Times; Orlando Sentinel; The View (ABC); Un Nuevo Día (Telemundo), y Good Day New York (Fox). Sus espectáculos también llegan a universidades, así como a organizaciones y corporaciones. A través del juego entre el lenguaje y su cultura y herencia puertorriqueña, Castro encontró la fórmula perfecta para crear una comedia sana que apela a públicos de todas las edades. Para el comediante, no hay nada que lo llene de mayor satisfacción que ver un teatro repleto de familias que al terminar la función continuarán riéndose mientras repiten los recién escuchados chistes. A continuación, la entrevista que le hicimos a Eli en su versión editada y condensada. GDE: Eli, ¿en qué momento de tu vida te diste cuenta de que te gustaba hacer reír a la gente? EC: Cuando viví en Puerto Rico de chiquito, nos reuníamos en casa de mi tío Luciano que era un showman. Entretenía a la familia y me encantaba como hacía reír a mi papá que siempre fue un hombre bien serio. Me gustaba ver a la familia contenta, riéndose; casi nunca veía eso. Entonces eso siempre me gustó y quise ser actor, pero mi papá no me permitió estudiar teatro así que estudié Psicología. Decidí que, si no podía ser actor y estar frente a las cámaras, sería un ejecutivo. Luego me fui a Boston a estudiar la maestría en Comunicaciones a ver si me podía convertir en un ejecutivo. Cuando me iba a graduar, mi papá exigió que estudiara Leyes. Dije: “bueno, pues voy a usar las leyes para definitivamente ser ejecutivo de televisión.” Durante mi último año fui a Los Ángeles para entrevistarme con un productor y posiblemente empezar mi carrera como ejecutivo, pero no resultó; no me cogió en serio. Pero me llevó a una gala en la que se presentó el comediante Gabriel Iglesias, “Fluffy”, que para ese tiempo empezaba en la industria. Me senté con él y le dije lo que quería hacer y lo que había estudiado y me dijo que lo que necesitábamos era talento, no más ejecutivos. Me puso eso en la cabeza. Tan pronto regresé, me gradué y decidí no coger la reválida por un año. Me fui a trabajar con los Marlins, el equipo de pelota profesional de Miami. Luego fue que decidí coger la reválida, me casé, me hice fiscal y durante ese tiempo empecé a escribir. Escribí cuentos de mi crianza en Puerto Rico y uno se llamó “Saturdays at Abuelita’s”, de cómo los sábados nos reuníamos todos los primos en casa de mi abuelita Nati. Le leí el cuento a un primo y le encantó y me dijo: “sigue escribiendo, pero para hacer un show.” La semilla crecía y escribí más cuentos sobre mi crianza en Puerto Rico y en los Estados Unidos hasta que lo convertimos en mi primer show en el 2003 que se llamó “Malcriao”. Fue solo para familia y amistades y lo hicimos en un cuartito del apartamento en que vivía con la que en entonces era mi esposa. La reacción fue tremenda, mejor de lo que esperaba. Me di cuenta de que el tipo de comedia que hacía, bilingüe y para toda la familia, no solamente hacía falta, sino que no existía y aún no existe. Mis shows son primarily in English con un poquito de español because ese es nuestro idioma. Tú hablas hasta donde no puedas más y después cambias de idioma y eso es una ventaja nuestra. The fact que sabemos dos idiomas enough para comunicarnos es una gran ventaja. So, así es que hablo en mis shows. Entonces creo que mucha gente al oír eso le gusta porque así es como ellos también hablan. Si yo estoy en la audiencia y escucho a alguien que habla igual que yo, I would like it too because I say: ok, entonces no soy raro, eso existe. I feel validated. Para mí el uso del lenguaje siempre ha sido muy importante en mi carrera porque siempre ha sido muy importante en mi vida. Luego de “Malcriao” the rest is history. GDE: ¿Cuándo te lanzaste oficialmente como comediante? EC: En el 2008 había cambiado de fiscalía a defensa criminal. Abrí mi propia oficina con mi exesposa porque ella también era fiscal y abogada de defensa criminal. Ese mismo año, dos años después que nació mi hijo y con el apoyo de ella, decidí mudarme a Chicago a estudiar teatro por mi cuenta. A los seis meses me botaron de la escuela, pero ya me había conectado con el productor de teatro Mike Oquendo. Hicimos el primer show en Chicago un 14 de febrero de 2009 bajo su producción; ahí eso explotó. GDE: ¿Cómo fue ese primer show en un escenario? EC: It was big porque era el show más grande que había hecho; un sold out show. Fue grande porque en ese tiempo nadie me conocía, lo que vieron fue el nombre “Made In Puerto Rico”. Pero conocían a Mike Oquendo y decidieron darme un break. Entonces olvídate, Chicago es como mi segundo hogar y siempre llevo todos mis shows nuevos. Los cuatro años que viví en Chicago fueron como mis cuatro años de universidad. GDE: ¿Algún comediante te influenció a lo largo de tu carrera? EC: La cosa es que yo encontré mi voz. Si uno no conoce su voz es difícil escribir porque no sabe a quién escribirle. Pero yo encontré mi voz hace mucho tiempo y sé lo que quiero hacer y cómo lo quiero hacer. La gente que siempre me ha inspirado son miembros de mi familia porque la comedia que hago es personal. Son raras las veces que hablo de cosas que veo o que no son personales. No hablo de cosas que no me importan. Entonces los personajes que me influyen son mi tío Luciano, mi abuelito, mi papá, mi mamá, mi hijo, mi novia, mi exesposa… gente que conozco. Mejor le doy voz a ellos para representarlos que dejarme llevar por alguien que no conozco. No entré en esto para seguir a alguien sino para crear una forma de comedia que hacía falta. Cuando uno trata de llenar ese vacío es imposible copiarse de algo que no existe. GDE: ¿Cuánto tiempo te toma escribir un show? EC: Depende porque cada uno tiene un tema, un mensaje y siempre empiezo con el final. Si tengo el final y el propósito, puedo empezar a escribir. Pero depende, porque he escrito algunos shows en tres meses y otros en seis, lo que no cambia es que siempre siguen cambiando. “Made in Puerto Rico”, que es el show que más he hecho, siempre lo sigo adaptando y cambiando because nunca puedo hacer el mismo show dos veces corridas. Puedo hacer uno a las tres de la tarde y otro a las siete de la noche y siempre lo voy a cambiar, así que imagínate de año a año. Uno siempre está escribiendo, editando, ajustando, adaptando. GDE: ¿Qué es lo más que te satisface de ser comediante? EC: Creo que una de las cosas que más me gusta es cuando veo a las parejas que traen a sus hijos y a sus papás porque es raro ver eso. Cuando único lo ves es cuando la familia va a la iglesia y aún así no todos están contentos. Los papás quieren ir, pero los hijos no. Cuando hago un show y veo a una pareja que está en los treintas, cuarentas y a los hijos que tienen 10, 11, 12 años y a sus papás que tienen 65, eso para mí es oro porque esa familia se irá de ese teatro completamente diferente a como llegó. Esa memoria que les di, que pudieron disfrutar todos juntos, para mí eso es oro. Es lo que me motiva porque para eso lo hice. No empecé esta carrera para irme a los clubs a la medianoche a hablar malo, fumar pasto y subir a la tarima con una cerveza; eso para mí es barato y cualquiera lo puede hacer. Ahora, hacer un show con TODA la familia presente, eso es un evento. Por eso me salí de las leyes y empecé esta carrera, para darle entretenimiento a esas personas. GDE: ¿Aún practicas leyes? EC: No, pero es interesante y lo digo con orgullo, pasé la reválida en Florida, Illinois y Nueva York. Lo hice porque empecé en Florida, pero como viví tanto tiempo en Chicago y me crié en Nueva York, sentí esa presión de que, bueno, uno nunca sabe… Me siento muy orgulloso de haberlo hecho. Pero mi exesposa y mamá de mi hijo aún es abogada y de vez en cuando me habla o me pide consejos. O sea que no estoy completamente retirado. GDE: Háblame de tu podcast: The Eli Castro Show EC: Interesantemente comenzó porque había regresado a Orlando y un productor bastante grande, porque también es bastante grande en Puerto Rico, se comunicó conmigo para que pasara por la estación de radio pues tenía una oferta que hacerme. Me dijo: “Conozco mucho de ti, veo lo que haces. Creo que sería buena idea traerte para acá y que seas parte de la programación.” Yo: “wow, excelente, tengo muchas ideas.” Me dijo: “el problema es que tienes que hacer unos demos porque no sé si a la gente y a los ejecutivos les va a gustar la idea y hay que convencerlos.” Eso como que me cayó mal porque me enteré que él nunca había ido a uno de mis shows. Me dijo que regresara al otro día para los demos y me hizo sentarme y pasar tiempo con unos djs. No me gustó su tipo de comedia, era cafre. Nunca regresé, pero tenía en mente hacer mi propio show. El podcast es un show semanal de media hora que empecé en el 2016. Muchas veces lo que escuchas en los podcasts de hoy día es a gente que se pega al micrófono a hablar por hora y media. ¡Ay Dios mío! ¡Qué falta de respeto! O sea, tengo cosas que hacer y si tú estás: “anyway… entonces…” no te importa que tengo cosas que hacer. Cuando me siento a grabar con el que sea mi co-host esa semana, esa grabación puede tardar una hora. Editarla para llevarla a media hora me toma de tres a cuatro horas, pero I have to do it porque es un show, no es para perder el tiempo. Tiene mi estilo y mi lenguaje; es mi voz. El mismo productor de radio me llamó creo que el año pasado y pegó como el mismo vellón. Quería que les hiciera un show a los ejecutivos de gratis… vete pal’… Uno no trabaja tanto para llegar al punto de la desesperación. He trabajado y me he sacrificado mucho y voy a exigir lo que me merezco. Muchas veces he tenido que ser muy paciente y simplemente crear mis propias oportunidades. GDE: ¿Qué planes tienes para este año? EC: Escribí un libro de lo que hablamos, de esa transición de abogado a comediante. Es una de las cosas más difíciles que hice, pero I’m very proud of it. No solamente hablo de mi carrera, también de mi abuelita que was a very big influence, de mi abuelito, de mi tío Luciano… y también de otras cosas. Estoy super excited y si Dios quiere sale este año. Ya lo leyó mi novia, mi exesposa, mi mamá, José, que es quien hace el podcast conmigo, y mi manager Mike Oquendo. Todos dicen lo mismo, que se lee fácil. Estamos locos por que salga. Otra cosa que preparo para el 2020 es que escribí el piloto para un sitcom que trata de cuando nos mudamos para Nueva York de Puerto Rico; de esa transición y asimilación de 1984 a 1990. Lo otro que también me gustaría hace este año es regresar a Off Broadway con otro de mis shows. El año pasado hice siete semanas y quisiera regresar. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: complex, determined y fierce. Es interesante porque en español complex es complicado, entiendo, pero determined… it doesn’t really have a good meaning in Spanish, y fierce es una palabra que en inglés es mejor que en español. Un libro o disco que te haya influenciado: el libro sería “Awaken the Giant Within” de Anthony “Tony” Robbins. Lo leí en el ‘93 cuando I dropped out of college y estaba perdido y no sabía qué hacer. I tore that book up como si fuera el último libro en la historia. Fue lo que poco a poco me enderezó y de ahí fue que empecé mi carrera. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “El mundo es del valiente, nada nunca se ha escrito de un cobarde” which is funny because it goes by those words que me preguntaste to describe me: determined and fierce. Eso me lo dijo mi abuelita Nati and that’s all you need to know. How you want your story to be told si estás leyendo un capítulo difícil en tu historia, en tu libro… Cómo quieres que se escriba el resto del libro porque nada nunca se ha escrito de un cobarde. Be brave y más que nada, have faith porque muchas veces para tener fe you have to be brave y viceversa. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Definitivamente la relación con mi novia porque fue quien me estabilizó. Logré hacer todo lo que logré hacer, pero se puede decir que a lo loco and she grounded me and in doing so centered my energy in one direction. He podido hacer más con menos esfuerzo. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Number one ejercicios, movimiento, ir al gimnasio, correr, lo que sea. You have to work out enough to change your breathing pattern and this will change the way you think. There’s no way que puedes mantener los mismos pensamientos after running around the block. Your body goes: you know what? No estoy interesado en eso, quiero pensar en cómo sobrevivir esto. Segundo, música. Con la música es más complicado porque hay que buscar la canción que es. Si tienes suerte y te llega de momento, great, ponla en repeat. He escuchado la misma canción por horas cuando la encuentro. Si no, definitivamente ejercicio. Un puertorriqueñ@ que admires: Roberto Clemente, an icon, no solamente para puertorriqueños, pero para el ser humano; Raúl Juliá, y mi abuelita Nati. Quisieras aprender a: tocar el piano si tuviera el tiempo y la paciencia. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? I have a lot of weird habits. Biting my nails is obviously one que tengo desde hace tiempo and it’s not just my nails. I bite my cuticles también y los pellejitos, eso es lo más rico… hasta que vea sangre… entonces paro. ¿Qué te inspira? Tengo fotos de mi abuelita en la pared, so lo que me inspira es el pensamiento de ella sentada viéndome a en la televisión. Quisieras que te recordaran por: la manera en que los hice felices. Que siempre que piensen en mí sonrían, eso vale más que nada. Como cuando hago los Facebook Live y leo los comentarios. Mucha gente escribe: “thank you, gracias por hacerme reír, I needed that… Eso dice tanto. Me hace entender que lo que hago es mucho más grande que yo. You’re filling a void, satisfying a need. Entonces mucha de esa gente que vio el Facebook Live lo recuerdan el próximo día y se ríen un poquito and that’s good and all you want, to change people’s lives. Sigue a Eli en las redes sociales: www.elicastro.com Facebook: Eli Castro Comedy Instagram: @eli_castro_comedy |
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Diciembre 2020
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