Puede decirse que Ossie Antonetti le ha dedicado toda su vida al voleibol pues comenzó a practicar el deporte cuando tenía 11 años. Aunque jugó consistentemente en la escuela, cuando entró a la universidad pensó que quería ser dentista. Sin embargo, rápidamente entendió que su pasión residía en otra parte pues el deporte latía fuertemente en sus venas. Al graduarse de la universidad quiso aventurarse y se dirigió a Europa donde jugó por alrededor de nueve años en países como Francia, Suiza, Grecia y España. Como jugador profesional, Antonetti fue nueve veces campeón nacional. Luego de retirarse y con el propósito de prepararse como entrenador, se marchó a California donde fue campeón en la NCAA con la Universidad de BYU. En el 2018 Antonetti fue seleccionado para dirigir la selección nacional masculina de voleibol de Puerto Rico, oportunidad que según él ha sido muy enriquecedora y profunda, pues le permite afectar positivamente la juventud puertorriqueña. Ese ciclo está próximo a cerrarse, pero Ossie mantiene sus manos ocupadas. Desde hace cuatro años reside en Galicia, España, donde creó el proyecto Jóvenes Deportistas Boricuas (JDB) para orientar y ayudar a atletas jóvenes en el proceso de exposición y reclutamiento deportivo. A continuación, la entrevista que le hicimos a Ossie en su versión editada y condensada. GDE: Ossie, desde hace un tiempo vives en Galicia, España, ¿qué te inspiró a mudarte para allá? OA: El voleibol es un deporte que se juega más profesionalmente en Europa, no tanto en Estados Unidos pues no hay ligas profesionales. Entonces, cuando me gradué de la universidad a los 21 años, todavía tenía esta vena de joven y de jugador aventurero y decidí emprender en esta travesía en la que estuve como hasta los 30 años jugando en Europa. Luego también estuve en Estados Unidos cuando me retiré y me formé como entrenador. En una de las ocasiones en que estaba en ese vaivén profesional, la que es hoy mi esposa quedó embarazada de nuestro primer hijo y por situaciones laborales el chico nació en España. Entonces eso quizás nos dio esa cercanía con el país. En un momento decidimos traer a nuestro hijo para que hiciera un semestre en Galicia porque también tengo familia acá. Inicialmente solo íbamos a estar cinco meses; luego de dos semanas dije: sería chévere extender esto. Así que esos primeros cinco meses se convirtieron en estos años. GDE: Remontándonos al pasado ¿en qué momento dijiste “esto es lo que voy a hacer por el resto de mi vida, me voy a dedicar al voleibol”? OA: Quizás fue el timing. Me crié en una época en la que el voleibol tenía cierta historia y tuve la oportunidad de quizás sumergirme bastante joven en el deporte mientras se desarrollaba, tanto a nivel federativo como local. Simbólicamente estuve como metido ahí en los equipos nacionales de jóvenes de mi país, etcétera, etcétera. Luego me fui a Estados Unidos y mi equipo universitario tuvo éxito. Entré a la universidad por Biología pues quería ser dentista y tenía todo alineado para eso. Cuando fui a unas clases que eran tipo conversatorios, vi la atención de mis compañeros y cómo les brillaban sus ojos. Dije: “no puedo hacer esto porque a mí no me brillan así.” Entonces estudié Filosofía pensando que podría ser profesor. Pero cuando me gradué se me dio la oportunidad de venir a España y eso postergó la continuación de estudios. Esto es bien simbólico porque mientras tus panas se hacen abogados y doctores, tú estás sumergido en el deporte. Así fue hasta que, cuando me retiré de jugar, me fui a California para ser entrenador en la liga colegial de Estados Unidos. Allí estuve dos años, me formé, y de ahí me fui a Puerto Rico a entrenar y hacer proyectos deportivos. GDE: ¿Qué trajo el deporte a tu vida? OA: Creo que hay dos cosas: disciplina y salud. A uno le gusta relacionarse con gente que quizás piensa igual que uno en cuanto a salud se refiere. A la misma vez que a uno también le gusta estar con gente que persevera, que no se desanima cuando le dicen que no. Uno siempre se identifica con esas personas soñadoras y que están dispuestas a aplicarlo, no importa si les gusta o no el deporte. GDE: ¿Algún mentor durante tu camino? OA: Es difícil mencionar nombres porque creo que en todas las etapas hay personas que te tocan. Hay una persona que me influenció mucho y fue el profesor Israel García Lucca quien fue el entrenador de las selecciones nacionales de Puerto Rico. Esta persona donaba sus veranos y desinteresadamente quería el deporte, que eso no se ve hoy en día. Ese profesor creo que fue el detonante de decir: pues mira, con este deporte te puedes identificar, crear tu personalidad o quizás abrir puertas. No lo decía así, pero uno se daba cuenta. Claro, siempre de la mano de la educación porque sin eso no tienes como articular lo que aprendes. GDE: ¿Cómo defines tu estilo al entrenar a otros? OA: Soy bastante partidario de que todo esto que hablamos de la disciplina y la identidad se forman en el entorno. Lo más importante de todo esto es la gente con la que te relacionas, está claro, pero cuando te tocan tus grupos, casi siempre el grupo toma su personalidad a base de los valores que ve del entrenador; es como todo en la vida, pasa con los hijos. Como entrenador trato de absorber lo que veo en los grupos para aprender de ellos. Todo entrenador siempre tiene un libro de lo que le gusta enseñar a base de lo que estudia o aprende y obviamente no soy diferente a eso. Sin embargo, al reconocer que me formé alrededor del deporte, sí soy exigente con lo que el jugador me da. Creo que nunca es muy difícil porque el jugador lo reconoce sin yo tener que decirlo y eso es bien importante. A base del entorno y la estructura que se crea, el jugador reconoce lo que hay que hacer. No importa el nivel que sea, eso es importante y tomando en cuenta que, si el deporte me ayudó a formarme, esas personas también se están formando. Entonces hay que tomarlo con mucha importancia. GDE: ¿Cómo fue la experiencia cuando te nombraron director de la selección nacional masculina de voleibol en 2018? OA: La experiencia ha sido bastante buena. Ahora básicamente estamos en el cierre del ciclo. De cara al futuro pues no sé porque estoy aquí en España. Para retomar el puesto tendrían que pasar ciertas cosas, pero a base del tiempo que estuve te digo que fue muy enriquecedor y profundo porque estás tocando a la juventud de Puerto Rico. Ves las vicisitudes, los esfuerzos y los retos que tienen estos chicos para poder dedicarse de manera propia al deporte porque claro, con los que competimos son potencias mundiales, países que proveen una estructura. Nosotros como país hacemos lo que podemos para que los equipos se desarrollen. Ojalá todo el mundo entendiera lo que se requiere para que un equipo nacional tenga algún tipo de identidad. Son muchas horas de sacrificio y de trabajo y no hay garantía; como la vida, hay que tomarla día a día. GDE: ¿Cuáles son algunos de los proyectos que tienes alineados para este año? OA: Comenzamos un proyecto que se llama el Proyecto JDB, Jóvenes Deportistas Boricuas. Este proyecto básicamente lo que hace es que crea guías de ruta para estudiantes atletas puertorriqueños. Normalmente, una guía de ruta para un atleta puertorriqueño es estudiar en Puerto Rico y si tiene una oportunidad para ir a los Estados Unidos, la aprovecha. A base de mi experiencia, lo que creamos fue este concepto más internacional para que el puertorriqueño iberoamericano pueda, no solamente ir a Estados Unidos por definición de nacionalidad, sino que también por ser iberoamericano pueda venir a España y hacer lo mismo bajo la sombrilla de la Unión Europea que tiene mucha fuerza y no tiene nada que envidiarle a lo que tradicionalmente conocemos en los Estados Unidos. Aparte de hacer una consultoría individual para cada atleta, también creamos una serie de viajes que llamamos depo-educativos, en el que el atleta viene con su grupo o de manera individual y se prueba acá en España. Exhortamos bastante la zona de Galicia porque estamos acá, pero lo podemos hacer en otros sitios. Tuvimos tanta cercanía con estos estudiantes aletas y grupos que vinieron, que decidimos crear una residencia. Este sería nuestro tercer año. Tenemos chicos tan jóvenes como de 13 años hasta de 18. Chicos que vienen a hacer la escuela superior acá y hacen deporte acá, y chicos que están encaminados para hacer la universidad acá. Entonces hemos ido a paso a paso firme con eso. GDE: Hablando de chicos, tienes uno que juega fútbol allá… OA: Tengo dos. Leandro de 17 años, que llegó aquí a los 13 y vive en Lugo pues fue fichado por el CD Lugo y hace su escuela y vive en la residencia del club, cuyo primer equipo juega en segunda división, la Liga 123; una de las mejores ligas del mundo. De hecho, el año pasado fue a un torneo con la selección de Puerto Rico y fue una bonita experiencia. Entonces tengo a Ignacio que tiene 12 años y que también hace fútbol acá y cubre bien sus etapas. Siempre te dicen que los hijos heredan las cosas y la verdad es que obviamente nuestros hijos también ven el deporte como una manera de complementar su vida, hacer amistades y todo eso. Y tengo una nena de 10 años que todavía tratamos de que juegue voleibol; vamos a ver si la convencemos. GDE: ¿Cómo es esa relación y dinámica con tus hijos al verlos desenvolverse en el deporte? ¿Te piden consejos? OA: Con Leandro es un poquito más difícil porque al ser hijo mayor, ha tirado la línea de lo que significa criar un hijo, protegerlo, pero a la misma vez dejarlo ir, todo ese tipo de cosas. Ha sido muy revelador con él pues creó la base de cómo entonces nos comportamos con los otros hijos. Al final pues te podrás imaginar que es una relación bien profunda por ser una familia que vino de Puerto Rico para España, con las maletas en el taxi para meternos en un hotel por dos o tres días. La verdad es que vivimos una experiencia bien única que no solamente nos une en sangre, sino que nos une en una travesía de vida. Al final, nuestro proyecto es un ejemplo de eso, de seguir y de abrirle camino a la gente. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: paternal, amante de la patria y propulsor de la raza. Un libro o disco que te haya influenciado: el libro “El mundo como imagen y representación” de Arturo Schopenhauer y de disco tiene que ser “Vagabundo” de Draco. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: sería algo así como: “¿Cuán grandes son tus sueños y qué estás dispuesto a sacrificar para lograrlos?” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Masticar jengibre por la mañana antes de desayunar. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Escuchar a mis hijos sin tener una opinión. ¿Que otro deporte te apasiona? Me gusta el fútbol y me gustaba mucho la patineta cuando era más joven. Un puertorriqueñ@ que admires: Albizu Campos Quisieras aprender a: tocar el piano Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me desespero. Quisieras que te recordaran por: servirle a mi país. Sigue a Ossie y al Proyecto JDB en las redes sociales: IG: @proyectojdb Facebook: Proyecto JDB
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Diciembre 2020
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