![]() Uno de los comediantes más refrescantes e innovadores de nuestros tiempos, Eli Castro llegó para llenar un vacío en el mundo del humor. A través de recuerdos y experiencias vividas durante su niñez, Castro encontró la voz con la que da vida a sus espectáculos. Los mismos están dirigidos a toda la familia, pues es su propia familia de donde deriva su inspiración. Luego de estudiar leyes y fungir como fiscal y abogado criminalista, Castro decidió no postergar más su sueño y dedicarse a tiempo completo al entretenimiento. Afirma que fue una de las mejores decisiones que tomó pues no le cabe la menor duda de que hacer reír a la gente es su razón de ser. Eli ha escrito un número de shows que incluyen "Made in Puerto Rico" con el que se presentó por siete semanas en Off Broadway en Nueva York, ciudad que lo vio crecer desde los nueve años. Sus shows han sido reseñados por numerosas publicaciones y programas televisivos que incluyen: Chicago Sun-Times; Orlando Sentinel; The View (ABC); Un Nuevo Día (Telemundo), y Good Day New York (Fox). Sus espectáculos también llegan a universidades, así como a organizaciones y corporaciones. A través del juego entre el lenguaje y su cultura y herencia puertorriqueña, Castro encontró la fórmula perfecta para crear una comedia sana que apela a públicos de todas las edades. Para el comediante, no hay nada que lo llene de mayor satisfacción que ver un teatro repleto de familias que al terminar la función continuarán riéndose mientras repiten los recién escuchados chistes. A continuación, la entrevista que le hicimos a Eli en su versión editada y condensada. GDE: Eli, ¿en qué momento de tu vida te diste cuenta de que te gustaba hacer reír a la gente? EC: Cuando viví en Puerto Rico de chiquito, nos reuníamos en casa de mi tío Luciano que era un showman. Entretenía a la familia y me encantaba como hacía reír a mi papá que siempre fue un hombre bien serio. Me gustaba ver a la familia contenta, riéndose; casi nunca veía eso. Entonces eso siempre me gustó y quise ser actor, pero mi papá no me permitió estudiar teatro así que estudié Psicología. Decidí que, si no podía ser actor y estar frente a las cámaras, sería un ejecutivo. Luego me fui a Boston a estudiar la maestría en Comunicaciones a ver si me podía convertir en un ejecutivo. Cuando me iba a graduar, mi papá exigió que estudiara Leyes. Dije: “bueno, pues voy a usar las leyes para definitivamente ser ejecutivo de televisión.” Durante mi último año fui a Los Ángeles para entrevistarme con un productor y posiblemente empezar mi carrera como ejecutivo, pero no resultó; no me cogió en serio. Pero me llevó a una gala en la que se presentó el comediante Gabriel Iglesias, “Fluffy”, que para ese tiempo empezaba en la industria. Me senté con él y le dije lo que quería hacer y lo que había estudiado y me dijo que lo que necesitábamos era talento, no más ejecutivos. Me puso eso en la cabeza. Tan pronto regresé, me gradué y decidí no coger la reválida por un año. Me fui a trabajar con los Marlins, el equipo de pelota profesional de Miami. Luego fue que decidí coger la reválida, me casé, me hice fiscal y durante ese tiempo empecé a escribir. Escribí cuentos de mi crianza en Puerto Rico y uno se llamó “Saturdays at Abuelita’s”, de cómo los sábados nos reuníamos todos los primos en casa de mi abuelita Nati. Le leí el cuento a un primo y le encantó y me dijo: “sigue escribiendo, pero para hacer un show.” La semilla crecía y escribí más cuentos sobre mi crianza en Puerto Rico y en los Estados Unidos hasta que lo convertimos en mi primer show en el 2003 que se llamó “Malcriao”. Fue solo para familia y amistades y lo hicimos en un cuartito del apartamento en que vivía con la que en entonces era mi esposa. La reacción fue tremenda, mejor de lo que esperaba. Me di cuenta de que el tipo de comedia que hacía, bilingüe y para toda la familia, no solamente hacía falta, sino que no existía y aún no existe. Mis shows son primarily in English con un poquito de español because ese es nuestro idioma. Tú hablas hasta donde no puedas más y después cambias de idioma y eso es una ventaja nuestra. The fact que sabemos dos idiomas enough para comunicarnos es una gran ventaja. So, así es que hablo en mis shows. Entonces creo que mucha gente al oír eso le gusta porque así es como ellos también hablan. Si yo estoy en la audiencia y escucho a alguien que habla igual que yo, I would like it too because I say: ok, entonces no soy raro, eso existe. I feel validated. Para mí el uso del lenguaje siempre ha sido muy importante en mi carrera porque siempre ha sido muy importante en mi vida. Luego de “Malcriao” the rest is history. GDE: ¿Cuándo te lanzaste oficialmente como comediante? EC: En el 2008 había cambiado de fiscalía a defensa criminal. Abrí mi propia oficina con mi exesposa porque ella también era fiscal y abogada de defensa criminal. Ese mismo año, dos años después que nació mi hijo y con el apoyo de ella, decidí mudarme a Chicago a estudiar teatro por mi cuenta. A los seis meses me botaron de la escuela, pero ya me había conectado con el productor de teatro Mike Oquendo. Hicimos el primer show en Chicago un 14 de febrero de 2009 bajo su producción; ahí eso explotó. GDE: ¿Cómo fue ese primer show en un escenario? EC: It was big porque era el show más grande que había hecho; un sold out show. Fue grande porque en ese tiempo nadie me conocía, lo que vieron fue el nombre “Made In Puerto Rico”. Pero conocían a Mike Oquendo y decidieron darme un break. Entonces olvídate, Chicago es como mi segundo hogar y siempre llevo todos mis shows nuevos. Los cuatro años que viví en Chicago fueron como mis cuatro años de universidad. GDE: ¿Algún comediante te influenció a lo largo de tu carrera? EC: La cosa es que yo encontré mi voz. Si uno no conoce su voz es difícil escribir porque no sabe a quién escribirle. Pero yo encontré mi voz hace mucho tiempo y sé lo que quiero hacer y cómo lo quiero hacer. La gente que siempre me ha inspirado son miembros de mi familia porque la comedia que hago es personal. Son raras las veces que hablo de cosas que veo o que no son personales. No hablo de cosas que no me importan. Entonces los personajes que me influyen son mi tío Luciano, mi abuelito, mi papá, mi mamá, mi hijo, mi novia, mi exesposa… gente que conozco. Mejor le doy voz a ellos para representarlos que dejarme llevar por alguien que no conozco. No entré en esto para seguir a alguien sino para crear una forma de comedia que hacía falta. Cuando uno trata de llenar ese vacío es imposible copiarse de algo que no existe. GDE: ¿Cuánto tiempo te toma escribir un show? EC: Depende porque cada uno tiene un tema, un mensaje y siempre empiezo con el final. Si tengo el final y el propósito, puedo empezar a escribir. Pero depende, porque he escrito algunos shows en tres meses y otros en seis, lo que no cambia es que siempre siguen cambiando. “Made in Puerto Rico”, que es el show que más he hecho, siempre lo sigo adaptando y cambiando because nunca puedo hacer el mismo show dos veces corridas. Puedo hacer uno a las tres de la tarde y otro a las siete de la noche y siempre lo voy a cambiar, así que imagínate de año a año. Uno siempre está escribiendo, editando, ajustando, adaptando. GDE: ¿Qué es lo más que te satisface de ser comediante? EC: Creo que una de las cosas que más me gusta es cuando veo a las parejas que traen a sus hijos y a sus papás porque es raro ver eso. Cuando único lo ves es cuando la familia va a la iglesia y aún así no todos están contentos. Los papás quieren ir, pero los hijos no. Cuando hago un show y veo a una pareja que está en los treintas, cuarentas y a los hijos que tienen 10, 11, 12 años y a sus papás que tienen 65, eso para mí es oro porque esa familia se irá de ese teatro completamente diferente a como llegó. Esa memoria que les di, que pudieron disfrutar todos juntos, para mí eso es oro. Es lo que me motiva porque para eso lo hice. No empecé esta carrera para irme a los clubs a la medianoche a hablar malo, fumar pasto y subir a la tarima con una cerveza; eso para mí es barato y cualquiera lo puede hacer. Ahora, hacer un show con TODA la familia presente, eso es un evento. Por eso me salí de las leyes y empecé esta carrera, para darle entretenimiento a esas personas. GDE: ¿Aún practicas leyes? EC: No, pero es interesante y lo digo con orgullo, pasé la reválida en Florida, Illinois y Nueva York. Lo hice porque empecé en Florida, pero como viví tanto tiempo en Chicago y me crié en Nueva York, sentí esa presión de que, bueno, uno nunca sabe… Me siento muy orgulloso de haberlo hecho. Pero mi exesposa y mamá de mi hijo aún es abogada y de vez en cuando me habla o me pide consejos. O sea que no estoy completamente retirado. GDE: Háblame de tu podcast: The Eli Castro Show EC: Interesantemente comenzó porque había regresado a Orlando y un productor bastante grande, porque también es bastante grande en Puerto Rico, se comunicó conmigo para que pasara por la estación de radio pues tenía una oferta que hacerme. Me dijo: “Conozco mucho de ti, veo lo que haces. Creo que sería buena idea traerte para acá y que seas parte de la programación.” Yo: “wow, excelente, tengo muchas ideas.” Me dijo: “el problema es que tienes que hacer unos demos porque no sé si a la gente y a los ejecutivos les va a gustar la idea y hay que convencerlos.” Eso como que me cayó mal porque me enteré que él nunca había ido a uno de mis shows. Me dijo que regresara al otro día para los demos y me hizo sentarme y pasar tiempo con unos djs. No me gustó su tipo de comedia, era cafre. Nunca regresé, pero tenía en mente hacer mi propio show. El podcast es un show semanal de media hora que empecé en el 2016. Muchas veces lo que escuchas en los podcasts de hoy día es a gente que se pega al micrófono a hablar por hora y media. ¡Ay Dios mío! ¡Qué falta de respeto! O sea, tengo cosas que hacer y si tú estás: “anyway… entonces…” no te importa que tengo cosas que hacer. Cuando me siento a grabar con el que sea mi co-host esa semana, esa grabación puede tardar una hora. Editarla para llevarla a media hora me toma de tres a cuatro horas, pero I have to do it porque es un show, no es para perder el tiempo. Tiene mi estilo y mi lenguaje; es mi voz. El mismo productor de radio me llamó creo que el año pasado y pegó como el mismo vellón. Quería que les hiciera un show a los ejecutivos de gratis… vete pal’… Uno no trabaja tanto para llegar al punto de la desesperación. He trabajado y me he sacrificado mucho y voy a exigir lo que me merezco. Muchas veces he tenido que ser muy paciente y simplemente crear mis propias oportunidades. GDE: ¿Qué planes tienes para este año? EC: Escribí un libro de lo que hablamos, de esa transición de abogado a comediante. Es una de las cosas más difíciles que hice, pero I’m very proud of it. No solamente hablo de mi carrera, también de mi abuelita que was a very big influence, de mi abuelito, de mi tío Luciano… y también de otras cosas. Estoy super excited y si Dios quiere sale este año. Ya lo leyó mi novia, mi exesposa, mi mamá, José, que es quien hace el podcast conmigo, y mi manager Mike Oquendo. Todos dicen lo mismo, que se lee fácil. Estamos locos por que salga. Otra cosa que preparo para el 2020 es que escribí el piloto para un sitcom que trata de cuando nos mudamos para Nueva York de Puerto Rico; de esa transición y asimilación de 1984 a 1990. Lo otro que también me gustaría hace este año es regresar a Off Broadway con otro de mis shows. El año pasado hice siete semanas y quisiera regresar. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: complex, determined y fierce. Es interesante porque en español complex es complicado, entiendo, pero determined… it doesn’t really have a good meaning in Spanish, y fierce es una palabra que en inglés es mejor que en español. Un libro o disco que te haya influenciado: el libro sería “Awaken the Giant Within” de Anthony “Tony” Robbins. Lo leí en el ‘93 cuando I dropped out of college y estaba perdido y no sabía qué hacer. I tore that book up como si fuera el último libro en la historia. Fue lo que poco a poco me enderezó y de ahí fue que empecé mi carrera. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “El mundo es del valiente, nada nunca se ha escrito de un cobarde” which is funny because it goes by those words que me preguntaste to describe me: determined and fierce. Eso me lo dijo mi abuelita Nati and that’s all you need to know. How you want your story to be told si estás leyendo un capítulo difícil en tu historia, en tu libro… Cómo quieres que se escriba el resto del libro porque nada nunca se ha escrito de un cobarde. Be brave y más que nada, have faith porque muchas veces para tener fe you have to be brave y viceversa. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Definitivamente la relación con mi novia porque fue quien me estabilizó. Logré hacer todo lo que logré hacer, pero se puede decir que a lo loco and she grounded me and in doing so centered my energy in one direction. He podido hacer más con menos esfuerzo. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Number one ejercicios, movimiento, ir al gimnasio, correr, lo que sea. You have to work out enough to change your breathing pattern and this will change the way you think. There’s no way que puedes mantener los mismos pensamientos after running around the block. Your body goes: you know what? No estoy interesado en eso, quiero pensar en cómo sobrevivir esto. Segundo, música. Con la música es más complicado porque hay que buscar la canción que es. Si tienes suerte y te llega de momento, great, ponla en repeat. He escuchado la misma canción por horas cuando la encuentro. Si no, definitivamente ejercicio. Un puertorriqueñ@ que admires: Roberto Clemente, an icon, no solamente para puertorriqueños, pero para el ser humano; Raúl Juliá, y mi abuelita Nati. Quisieras aprender a: tocar el piano si tuviera el tiempo y la paciencia. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? I have a lot of weird habits. Biting my nails is obviously one que tengo desde hace tiempo and it’s not just my nails. I bite my cuticles también y los pellejitos, eso es lo más rico… hasta que vea sangre… entonces paro. ¿Qué te inspira? Tengo fotos de mi abuelita en la pared, so lo que me inspira es el pensamiento de ella sentada viéndome a en la televisión. Quisieras que te recordaran por: la manera en que los hice felices. Que siempre que piensen en mí sonrían, eso vale más que nada. Como cuando hago los Facebook Live y leo los comentarios. Mucha gente escribe: “thank you, gracias por hacerme reír, I needed that… Eso dice tanto. Me hace entender que lo que hago es mucho más grande que yo. You’re filling a void, satisfying a need. Entonces mucha de esa gente que vio el Facebook Live lo recuerdan el próximo día y se ríen un poquito and that’s good and all you want, to change people’s lives. Sigue a Eli en las redes sociales: www.elicastro.com Facebook: Eli Castro Comedy Instagram: @eli_castro_comedy
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Desde muy joven, Isel Rodríguez sabía que su destino era entretener a otros a través de la actuación. La actriz e integrante del colectivo Teatro Breve recuerda que de niña se vestía de payasa para entretener a las clientas de su madre, que tenía un salón de belleza en su casa. Aunque tuvo algunos obstáculos en el camino, pudo más su determinación y pasión por el arte de la actuación. Cuando más feliz se sentía era en un escenario; hoy día nada ha cambiado. Acerca de Teatro Breve, el cual se originó en el 2006 y desde entonces su éxito ha sido imparable, comparte que luego del paso del huracán María el conjunto pensó que tal vez les había llegado el momento de bajar el telón indefinidamente. Sin embargo, en un momento de crisis, su fiel fanaticada eligió la risa para liberar el estrés, validando a su vez la importancia y vigencia del colectivo. Isel, quien también funge como profesora del Departamento de Drama de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, comparte sus inicios en el campo de la actuación, sus procesos creativos, y proyectos actuales y futuros. A continuación, la entrevista que le hicimos a Isel en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Cuándo supiste que querías ser actriz y cuál fue tu primera oportunidad en este campo? IR: En mi familia todos son bien histriónicos y cantan. Mi papá hacía teatro en la iglesia, lo que pasa es que nadie nunca pensaba en eso como una carrera. Mi mamá tenía un beauty en la marquesina de la casa y de chiquita me pintaba de payasa y salía al beauty a hacer cosas para las clientas. Siempre decía: “yo quiero hacer esto.” En high school empecé a coger teatro con Elsie Moreau y un día me dijo: “ven a Bellas Artes a hacer una audición que mi esposo está dirigiendo “La Charca”. Fui y audicioné. No me acuerdo qué fue lo que hice, pero estaba muerta del miedo y de los nervios. Nunca había audicionado para nada. Me cogieron para hacer de lavandera, algo así, un personaje que si tenía una línea era mucho, pero yo era la persona más feliz del mundo. El público de La Charca era enorme porque era en la sala René Márquez. Estaba como en la parte delantera del escenario haciendo que lavaba ropa; la lavaba con una convicción… y decía: “qué cosa tan maravillosa.” Uno tiene miedo y a la vez es como el feeling más emocionante, como tirarse de bungee y quererlo hacer mil veces. Yo decía: “olvídate, se acabó, esto es.” GDE: ¿Dónde estudiaste? IR: Soy de Carolina, me crié en Villa Fontana y estudié en un montón de escuelas, pero en ese momento estaba en Carvin School. Justo antes de Carvin estuve en Calvary Baptist Christian School, una escuela cristiana y bien conservadora. No se podía hacer nada, ni hablar español. Aquello era como un infierno. Recuerdo en octavo grado decirle a mami: “por favor, ponme en una escuela normal.” De hecho, en esa escuela recuerdo que participé en una obra de teatro que era como un musical. Yo estaba “jayada”; cantaba y hacía como si estuviese en Broadway. Decía: “nací para estar aquí trepá.” Era una cosa que estaba dentro de mí. No hay forma de que a uno le saquen eso de adentro; uno lo tiene punto y se acabó. Luego estudié en la Universidad de Puerto Rico y entré por inglés porque me prohibieron estudiar drama. Mi familia era bien cristiana y para ellos ser actriz no era algo que debía ser. Podía salir en una obrita en la high, pero eso de trabajar como actriz no hacía sentido. Por un lado, te ibas a morir de hambre y por el otro, ese mundo estaba lleno de sexo y drogas; significaría la perdición. Pero no había manera de sacarme de ahí. No iba a estar en ningún otro lugar; no quiero estar en ningún otro lugar. Irónicamente, mi mamá salía con el que era el luminotécnico del teatro de la universidad en ese momento. Él me llevaba a la universidad y yo iba para el teatro todo el tiempo. Eso a mí como que me ayudó un poco. Empecé por el departamento de inglés y educación y después empecé a coger clases de teatro. Me cambié para educación en teatro para que no fuera tan loco; iba a ser maestra de teatro, pero iba a estar en teatro. Después de estar un semestre cogiendo clases en drama, hablé con mi familia y les dije: “me cambié, pero voy a estar en educación para que estén tranquilos, algún trabajo tendré.” GDE: ¿Algún actor o actriz que te sirvió de inspiración en tu trayectoria? IR: Sí, cuando estaba en high school y empecé a hacer cositas profesionales en teatro, veía a René Monclova, Cristina Soler, Marian Pabón… Conocía de Carola García, que luego fue mi maestra, y ver en el departamento a Idalia Pérez Garay, José Félix Gómez, Elsie Moreau; mis maestros eran actores profesionales. Creo que por ahí empecé a tener la conciencia de que ser actor no era sólo ser actor sino también ser maestro. Enseñas el oficio a otros actores. Así que en ese aspecto siento que mis maestros fueron mis modelos a seguir. Todos eran artistas y montaban sus cosas fuera del salón, de la universidad. Idalia estaba con Teatro del 60 y le tenía una admiración grandísima. Carola también me dio muchas oportunidades profesionales mientras estudiaba. GDE: ¿Quiénes fueron tus mentores? IR: Carola, cien por ciento. Me dio oportunidades como actriz en su compañía que se llamaba Teatro Iré, donde salía en escena con Antonio Pantojas, Ramfis, Dolores Pedro… Salí en una obra cubana del hermano de Dolores Pedro que se llamaba “Un almirante para la mar océano” que Carola dirigió. Yo hacía como de Juana “la loca”. También recuerdo trabajar de cerca con Teresa Hernández porque era bien amiga de Carola. La admiraba mucho. La veía y decía: “Dios mío, quiero ser como ella” porque era buena haciendo cosas dramáticas, pero graciosas, y escribía sus propias cosas, se sostenía sola en un escenario. Las admiraba mucho y siempre fueron mujeres que quise emular. GDE: ¿Cómo te preparas para tus personajes y presentaciones? IR: Hoy día siento que como actriz tenemos más conciencia de los personajes femeninos que hacemos, especialmente en Teatro Breve. Siempre pensamos en cómo son estas mujeres, primero en ser graciosas, pero pensar en quiénes son, qué es lo que dicen, qué es lo gracioso de ellas. Pero cuando son otros personajes que no escribo, por ejemplo, discuto mucho con los directores. A veces les cuestiono mucho, quizás sea una actriz problemática... En Teatro Breve tenemos más espacio para cuestionar y que se cambien cosas. A veces hay espacio para hacerlo y a veces no, dependiendo de con quién trabajes. También trabajas en donde puedas porque tampoco es que hay mucho taller. Pero uno negocia con uno mismo todo el tiempo, “esto no lo quiero hacer así” o “estoy en contra de lo que hizo este personaje o de cómo se escribió.” También uno dice: “déjame ver de qué manera me puedo acercar a este personaje con empatía”, porque tienes que quererlo, aunque estés en contra de lo que haga o de cómo piensa. Tienes que buscar la manera de justificar eso y hacerlo con verdad. GDE: ¿Cómo ves la transformación de Teatro Breve desde sus inicios? ¿Cuál entiendes es la clave de su éxito? IR: Creo que muchos de nosotros no lo vimos venir. Cada año lo tomamos con sorpresa: “wow, estamos haciendo esto todavía, gracias.” Porque está against all odds. Creo que es obstinación de todos los que somos parte del grupo de actores, de la producción. Siempre decimos que Naíma es gran parte de que esto siga corriendo. Uno de sus objetivos es que esto continúe a pesar de todo, de darle trabajo a todo el mundo. La idea es que se mantenga, que continuemos haciendo teatro y trabajando. Creo que eso es clave. Segundo, negociar, negociar y negociar entre nosotros mismos como individuos porque en Teatro Breve todo el mundo está dando su opinión todo el tiempo porque es un trabajo colectivo. Eso hace que todo el tiempo estemos en un proceso constante de negociación y de tirar ideas. Quizás ninguna se escoge o quizás se escogió una y debes estar dispuesto a let go. Decir: “bueno, la solté, la guardo para después y quizás después se hace.” Creo que con “Noche de jevas” pasó algo así, de estar hablando y de momento: “vamos a hacer esto aparte y tirarnos al azar y ver si funciona.” De momento funcionó y salimos corriendo con eso y gustó; jamás lo imaginamos. Creo que es una cosa del azar y también de tener el deseo de hacer y tener un espacio. Me parece clave el hecho de que tengamos ese espacio y que Naíma trabaja tan duro para mantenerlo, que poco a poco tratamos de que funcione y de arreglarlo porque estaba cayéndose en cantos. De hecho, después de María todos pensamos: “esto se fue ajuste, se acabó.” No sabíamos cómo rayos volver y no solo volvimos, sino que sorprendió que la gente llegó uno o dos meses después. Fue como: “wow, la gente vino, quiere estar aquí y reírse de ellos mismos.” Para nosotros fue sorprendente y liberador. GDE: ¿Algún personaje al que te gustaría darle vida? IR: A veces nacen los personajes en otro contexto y después los sigues desarrollando. Hay unos que nacieron en “Noche de jevas”. Por ejemplo, Alex, un personaje transgénero que trabaja como para UPS. Entonces nació como un personaje pequeñito en un sketch y de momento creció y se transformó; pienso que es un personaje interesantísimo. Es gracioso, pero también es interesante ver su relación con los demás, cómo interactúa en la vida porque está en proceso de transición, donde se está aceptando y viendo qué tipo de hombre quiere ser en la vida, qué cosas le gustan y cómo quiere vivir. Es un personaje interesante que pienso tiene mucho que recorrer y a mí me interesaría conocerlo más. También están esos otros personajes que hacemos, que a veces nos toman por sorpresa y que de momento crecen. Hicimos conciertos de Luna y Vecky, las hipsters que cantan barbaridades. Siento que esos personajes pueden vivir fuera de la música, que todavía no lo hemos explorado, pero podría ser. Creo que en el futuro se nos dará la oportunidad de escribir otras cosas y ver qué nace. GDE: ¿En qué proyectos nuevos trabajas? IR: Ahora mismo estamos filmando la película de Teatro Breve que es como la adaptación de una obra que hicimos hace muchos años que se llamó “Picando alante”. Es una obra de esta familia que decide sembrar marihuana ilegalmente. Claro está, todo les va mal. Hace cinco años trabajábamos ese libreto para poderlo hacer en cine y se dio la oportunidad. Es una locura. Es como cuando estuvimos en el “Choliseo”, una loquera que estamos haciendo que no sabemos cómo va a quedar, pero confiamos en la gente que lo produce, así que estamos súper “pompiaos” y “cagaísimos” a la misma vez. También recién terminé de filmar otra película de Bruno Irizarry que se llama “Yerbabuena”. El tema es similar pero la historia es otra. Con las Hermanas Belén y Verónica tenemos un nuevo podcast que se llama “En el nombre del podcast”; el primer episodio ya está disponible. Además, continúo dando clases en la universidad, que también me encanta. Siento que uno se nutre un montón de ese proceso de aprendizaje. Aunque uno está dando clases, está aprendiendo a la vez; me fascina. GDE: ¿Qué consejo puedes ofrecerles a esos jóvenes que incursionan en el mundo de la actuación? IR: Siempre les digo: “la gente con la que estudian ahora mismo probablemente sea la gente con la que van a trabajar, así que cultiven esas relaciones.” También, que empiecen a montar y hacer cosas propias desde que estén estudiando. Que no esperen a terminar para empezar a hacer cosas. Ahora mismo, los que veo haciendo cosas están en la autogestión. Les digo que no paren de trabajar, aunque estén estudiando. No deben dejar de estudiar porque eso es una preparación necesaria para su conocimiento, para lo que van a hacer luego profesionalmente, porque el taller afuera es bien importante y el taller académico es igual de importante. Así que esas dos cosas no deben eliminarse. Trabajar con el corillo con el que estudian y hacer, hacer y no parar de hacer. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: hacedora, disciplinada y pesimista Un libro o disco que te haya influenciado: el libro “Como agua para chocolate” y el disco “Frío” de Robi Rosa. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “El actor no se enferma, se muere” de Victoria Espinosa. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Creo que una de las manías que tengo es que antes de que comience una función hago como un ritual en el que tengo que hacer todo igual, en el mismo orden y poner las cosas en el mismo lugar, no sé por qué. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Hacer ejercicios. Trato de hacer más ejercicios porque siento que eso me ayuda un montón, aunque es como bien difícil buscar el tiempo y organizarme porque tengo hijos. Tener hijos y cuidarse uno mismo es casi imposible, como contraindicado, pero trato de hacer ejercicios y respirar. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? A veces me tiende a pasar eso mucho porque tiendo a ser medio pesimista y ansiosa y hay veces en que digo: “Ay, todo va a estar horrible.” Irónicamente, cuando nos juntamos de nuevo en Teatro Breve a hacer un brainstorming de algo que vamos a hacer, eso me ayuda un montón. Juntarnos a trabajar y tener algo, poner una fecha y trabajar para esa fecha me ayuda mucho porque me da something to look forward to. A veces le digo a mis estudiantes: “ponle fecha, aunque no tengas nada; si te pones ese deadline sabes que tienes que hacerlo.” ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “El balance ideal” Un puertorriqueñ@ que admires: tengo que decir que admiro a Cristina Soler. Esa mujer está brutal, es bien inteligente, talentosa, buena y amorosa. Quisieras aprender a: preocuparme menos. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Ser mamá. Tengo dos hijas, una de trece y otra de once. ¿Cómo te relajas? En casa con mi marido, bebiéndome una copita de vino y hablando. ¿Qué te inspira? Mis compañeras de trabajo, mis hijas y mi familia. Quisieras que te recordaran por: ser íntegra Sigue a Isel en las redes sociales: Facebook: @teatrobreve Instagram: @iselr @hermanasbelenyveronica |
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Diciembre 2020
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