Mientras estudiaba arte en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, la artista Cristina Muñoz Laboy descubrió un tema que no solo le apasiona, sino que le sirve como herramienta de educación: las flores de Puerto Rico en peligro de extinción. De esta pasión nació su proyecto: Flora pa’l corazón. Poco a poco su pasión se convirtió en un sentido de responsabilidad, pues a la también maestra de arte le gustaría crear un proyecto que combine su propuesta artística con la educación, tanto para niños y adultos. Esta idea con la intención de inculcarles la responsabilidad y compromiso con la preservación de nuestra naturaleza. Para Cristina, su proyecto artístico es su voz, una herramienta clave en este proceso. La joven de 25 años y oriunda de San Lorenzo, tiene claro lo que la mueve: los temas relacionados con la naturaleza y su conservación. El pasado mes de octubre celebró su primera exposición de arte con el proyecto, y a través de San Juan y áreas limítrofes pueden apreciarse sus murales de coloridas flores. A continuación, la entrevista que le hicimos a Cristina en su versión editada y condensada. GDE: Cristina, ¿cuándo decidiste que serías artista? CML: Básicamente, en el transcurso de high school cuando buscaba qué estudiar, sabía que quería estudiar algo creativo, pero no estaba segura si inclinarme por arte en general y me decidí por diseño de modas. Cuando estudié diseño de modas en la Universidad del Turabo y empecé costura, no me gustó. Me encantaban las clases de diseño porque era poner la creatividad a la séptima potencia, pero la costura no y me di de baja. Ahí fue que dije que tenía que estudiar arte porque desde pequeña me gustaban las tareas que tuviesen que ver con recortar, pegar, que si los poemas concretos, buscar imágenes, así que ingresé a la IUPI y por dos años trabajé flores en general. Luego fue que nació el proyecto Flora pa’l corazón. GDE: ¿Cómo nació esa inquietud por pintar flores? CML: En una ocasión tuve la oportunidad de restaurarle un oso de madera a una muchacha que era hija de la dueña de una floristería. Cuando fui a entregárselo me encontré con la pared del estacionamiento: grande, blanca y perfecta. Les pedí que me dejaran pintar un mural y como era una floristería, pues obviamente serían flores. Entonces me gustó mucho la dinámica de trabajar flores porque me pareció bello la diversidad que hay entre las plantas y los colores. Empecé a dibujar muchas flores por mi cuenta y dejé de hacer retratos y demás. Me enfoqué mucho más en las plantas, que al principio eran solamente girasoles y lirios, lo más básico. GDE: Uno de los propósitos de tu proyecto Flora pa’l corazón es educar, háblame un poquito del proyecto y qué buscas transmitir a través de estas obras. CML: Flora pa’l corazón nació en marzo de 2017 luego de una exposición que hice de flores generales, pues el feedback que recibí fue muy bueno. Quería hacer una propuesta de arte que tuviese un propósito, que me empujara a educarme fuera de lo que eran técnicas de arte que aprendía en la universidad. Quería hacer algo que me moviera el espacio y que en el transcurso la gente también se pudiera mover conmigo. Me encanta ver todo lo relacionado a la conservación del ambiente, del cambio climático, porque me parece que es sumamente pertinente. Entonces me surgió la pregunta de si en Puerto Rico había flores en peligro de extinción; encontré que había más flores que animales. Comencé a investigar y nació el proyecto. Le puse Flora pa’l corazón porque es algo que decimos mucho, que si te amo con todo mi corazón o lo hago con el corazón es algo que haces con pasión y cuidado. Aunque eventualmente tal vez deje de pintar flores y quizás me mueva a otras ramas que tengan que ver con la conservación, todo nació desde las flores y pues siempre es con el corazón y por la naturaleza. De manera que este proyecto me empodera de muchas maneras, me sirve de inspiración y para conectar con la gente y llevar un mensaje claro de que hay que conservar la naturaleza. GDE: En tu proceso de investigación, ¿cuáles son algunas de nuestras flores que están en peligro de extinción? CML: Hay tres que utilizo mucho. Primero porque son de las más que me gustan y tuve la oportunidad de verlas. Hay una que se llama Goetzea elegans, que normalmente se conoce como Matabuey. Es una florcita pequeñita, amarilla, y tuve la oportunidad de verla en persona en el Parque Doña Inés en Trujillo Alto. En ese parque conservan muchos árboles que se encuentran en estado de amenaza. Otra flor es el palo de nigua, de color violeta y esa me encanta. Hay otra que se llama diablito de tres cuernos, es gracioso porque literalmente la plantita tiene como unos cuernitos. Es simplemente verde, pero tiene algo súper bello y aunque tal vez esas no sean flores de por sí, visualmente me son curiosas. Así que con este proyecto descubrí que realmente la diversidad en las plantas es gigante y también que son plantas de aquí, que a veces uno no tiene acceso a esa información. GDE: ¿Tiene más planes con Flora pa’l corazón? CML: De por sí trabajo para una organización sin fines de lucro como maestra de arte y me di cuenta que estos temas no se tocan directamente en las escuelas, tal vez de animales en peligro de extinción, pero no necesariamente de plantas. Me gustaría crear algo que pueda incluir la educación para los niños que tal vez si conocen estas cosas de pequeños, cuando crezcan van a ser más responsables y comprometidos. Definitivamente también quiero seguir buscando la manera de conectar con adultos, ya sea a través de talleres o experiencias creativas y conversatorios, para que de eso surja también la inquietud de crear otro tipo de proyectos o colaboraciones para seguir manejando este tema que realmente me parece necesario. También, seguir pintando donde la vida me permita para que el mensaje llegue. Para mí, más que un proyecto científico es uno artístico y creo que la mejor herramienta que puedo usar ahora mismo es mi trabajo de arte, que es mi voz. Además, trabajé una colaboración de camisas con Siempre Tropi. Tenemos cuatro diseños y nos falta el último que debe estar listo próximamente para cerrar esa minicolección. Incluso cuando terminemos de lanzar el último diseño, si la gente quiere pedir un diseño lo podrá hacer; se trabajará por pedidos. Están disponibles a través de mi IG: florapalcorazón o en la de siempretropi; en cualquiera de las dos. También pienso lanzar los diseños de Flora en otro tipo de artículos como botellas o tazas reusables. GDE: ¿Dónde las personas pueden ver tu arte? CML: Que estén accesibles, en El Vagón en Santurce; hay un mural en la Avenida Sagrado Corazón en Santurce; hay un mural detrás del cementerio en La Perla en el Viejo San Juan, y hay otro proyecto que realmente no es un mural, pero pinté los gazebos de la Playa El Cocal en Yabucoa. Esa propuesta estuvo súper cool pues fue diferente establecer las flores en un espacio completamente natural. GDE: Además de flores, ¿qué otro tema te apasiona a la hora pintar? CML: Últimamente uso mucho una paleta de colores mucho más amplia. Antes me enfocaba solamente en el blanco y negro. Me encanta dibujar las flores, sin embargo, trato de explorar un poco más lo que son los fondos abstractos para mezclarlos con los conceptos literales de la naturaleza. Pero básicamente quiero seguirme moviendo dentro de la naturaleza. Ahora mismo lo más que disfruto son las plantas, pero sí me gustaría poco a poco ir buscando qué puede ser lo próximo en unos años sin salirme de la línea de la conservación y la naturaleza; definitivamente es ahí donde tengo que estar. GDE: ¿Qué otros proyectos tienes? CML: Para el primer semestre del 2020 quiero trabajar otro tipo de presentación que nos conecte más a nuestras madres y abuelas, que son las que normalmente nos traen este amor por las plantas. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: una mujer arriesgada, segura y capaz. Un libro o disco que te haya influenciado: mi disco favorito es de mi artista favorito Bon Iver. El disco se llama “Bon Iver, Bon Iver”. Desde la carátula hasta la música completa me inspira enormemente. Lo uso mucho a la hora de pintar. Puedo estar molesta y me ayuda; puedo estar feliz y también. Hay algo que me transmite que es bien poderoso. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: Es de Frida Kahlo: “Pies para que los quiero si tengo alas para volar”; la descubrí hace mucho tiempo, pero siempre me ha encantado. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Antes no solía levantarme temprano, era más night person. De repente descubrí la magia que hay en levantarme temprano y poder ser productiva, disfrutar mi café y tener como un espacio de soledad, aunque haya gente en la casa. Es una práctica mañanera que me ayuda a manejar mejor el día. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Lo que me funciona es conectar mucho con amistades que tal vez han visto mis procesos. Hablar con la gente y dejarles saber que estoy bloqueada. Soy bien habladora y realmente en momentos así, que realmente necesito ayuda, la pido y me ayuda a conectar con gente que le añade mucho a mi vida. Un puertorriqueñ@ que admires: podría mencionar un montón de personas, pero ahora mismo una de mis más grandes amigas, Andrea Cruz, empezó a cantar hace varios años y todo empezó así, como bien inusual. Siento que ahora mismo en la escena independiente de Puerto Rico ella le mete bien heavy. Nos damos apoyo, ella desde su rama de música y yo desde el arte y podemos experimentar cosas bien distintas, pero me di cuenta con ella lo bello que es fajarse por lo de uno, parir las cosas con el esfuerzo propio y reconocer que el arte es una herramienta muy sanadora. Fuera de nuestra relación de amistad y demás, la admiro porque se tira de pecho contra todo. Quisieras aprender a: esto es una locura, pero en verdad quiero aprender a cocinar bien rico porque soy malísima. De verdad me encantaría, pero no le encuentro el amor… ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Trabajar en el Boys & Girls Club porque me permite trabajar experiencias creativas con otras personas en un espacio que me permite llegar a niños y jóvenes que tienen una necesidad. Un poco más allá de requerir el apoyo escolar, obviamente son niños que tienen una necesidad de afecto, de atención, etcétera. Cuando uno regala, realmente uno recibe tantas cosas que no son económicas. No pensaba que podía tener paciencia con los niños y realmente me di cuenta que no es paciencia lo que uno necesita, es empatía y amor. Creo que una de las cosas más gratificantes fue toparme con esa organización y estar ahí y permanecer porque el lugar que uno cumple para ellos es bien importante. Estar en ese trabajo me mueve de mil maneras bien lindas. ¿Qué te inspira? La naturaleza, la gente fajona, escuchar historias de éxito y de gente que tal vez se las vio bien fea para arrancar algo y de repente ahora está súper bien y haciendo lo que les gusta. Más que todo me inspira la gente que hace lo que realmente les gusta. Eso me vuela la cabeza. Quisieras que te recordaran por: ser una persona empática que utilizó la herramienta del arte como una voz para amar y educar. Sigue a Cristina en las redes sociales: Facebook: Flora pa’l corazón Instagram: florapalcorazón
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Mencionar a Mayra Santos Febres es nombrar a una de las escritoras más importantes de nuestros tiempos. Oriunda de Carolina, su pasión por temas de raza, misticismo, feminismo, deseo y poder son palpables en sus escritos que siempre dejan a sus lectores con ganas de más. Su trabajo le ha dado la vuelta al mundo y sus poemas se publican en numerosas revistas internacionales como Casa de las Américas (Cuba), Página Doce (Argentina), Revue Noire (France), y Review: Latin American Literature and Arts (Nueva York). Son numerosos los galardones recibidos por la escritora. Entre los más prestigiosos se encuentran: el Premio Letras de Oro (1994) por su colección de cuentos cortos “Pez de vidrio” y el Galardón Radio Sarandí del concurso Juan Rulfo Internacional de Cuento (1996) por su cuento corto “Oso Blanco”. Recordemos que su primera novela “Sirena Selena vestida de pena” (2000) fue finalista del premio Rómulo Gallegos en 2001 y ganó el premio por mejor novela del PEN Club de Puerto Rico; la primera edición de su segunda novela “Cualquier miércoles soy tuya” (2002) se agotó en un mes, y su tercera novela “Nuestra Señora de la noche” (2006) ganó el Premio Nacional de Literatura de Puerto Rico. Al criarse entre educadores, la también creadora y directora ejecutiva del Festival de la Palabra lleva en la sangre el arte de la formación. Desde hace un tiempo funge como catedrática en la Universidad de Puerto Rico donde ofrece taller de Escritura Creativa y clases graduadas de Políticas Culturales y Literatura Caribeña, y Género y Raza en la Literatura. También fue profesora residente en varias universidades de los Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Según Santos Febres, una de las cosas que mejor saber hacer es ayudar en la formación de nuevos escritores y afirma que las nuevas cepas la llenan de esperanza. Hoy, dedica parte de su tiempo a lo que será un escrito acerca de la vida de Julia de Burgos. A continuación, la entrevista que le hicimos a Mayra en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Qué lees actualmente? ¿Cómo escoges los próximos libros que leerás? MSF: Ahora mismo leo las cartas de Nelson Mandela. Leo cuando puedo pues parte del tiempo lloro. Recién terminé de leer las cartas, los textos, todo lo de Julia de Burgos porque estoy escribiendo. Siempre escojo libros, primero por intuición, segundo por obsesión y tercero por lo que estoy escribiendo, lo que me hace falta. Entonces lo que me hace falta casi siempre es literatura que tiene que ver con raza y género. GDE: ¿Puedes hablar un poco de lo que escribes acerca de Julia de Burgos? MSF: Estoy terminando un primer manuscrito que fue escogido para que lo trabajara en una residencia de un mes en la Rockefeller Foundation en Bellagio, Italia y que se titula “La otra Julia”. Es un texto de ficción y no ficción basado en la corta y maravillosa vida de Julia de Burgos. Creo que la termino en diciembre. Además, acabo de terminar un texto que está en espera de publicación y se titula “Cuando llegue la luz”, acerca de María, las 4,654 muertes y cómo la pasamos acá; una mezcla de ficción y no ficción. GDE: De alguna manera todos tenemos rituales, unos más sencillos, otros mas complejos, ¿cuáles son tus rituales? MSF: Wow, tengo tantos. Me levanto por la mañana y siempre tengo el mismo ritual: me tomo un café, le echo agua a las plantas, le doy comida a mis animales y luego a mis dos animalitos que parí y después me tiro las cartas; soy de oráculos. Después de eso hago un poquito de journaling, es decir que practico escritura automática para saber hacia dónde voy y ahí es que empiezo a desarrollar proyectos. GDE: ¿Desde cuando los oráculos forman parte de tu vida? MSF: Desde hace como 10 años. GDE: ¿Cómo es tu proceso creativo antes y una vez te sientas a escribir? MSF: Es bien específico, casi nunca cambia. Como me entrené como investigadora, siempre empiezo por ese proceso de investigación que incluye un tiempo de lectura que no es de contenido ni tampoco de ocio, sino que es más bien de estructura. Leo estructuras narrativas, eso me interesa mucho. Entonces luego que hago eso trabajo bastante con la propuesta, con la organización del libro. Después, corto en pedacitos porque para uno lograr algo en este mundo hay que cortarlo en pedacitos; así es como trabajo. GDE: ¿Más o menos cuánto tiempo te toma escribir una novela? MSF: Una novela me puede tomar como tres o cuatro semanas. El problema es que eso no es la escritura, esa es la exploración de la escritura. Después de eso es que de verdad empieza la escritura que toma de seis a ocho meses y que es escribir y reescribir y reescribir; ese proceso es mucho más complejo. Dentro del proceso creativo siempre entra el otro proceso que es el de la magia, conectarme con esas voces que no son del todo racionales y que hablan desde los ancestros, desde todos esos espacios, para poder trabajar lo otro que es la poesía, eso que no está nombrado todavía. GDE: Hablando un poco de tu labor en la Universidad de Puerto Rico, ¿cómo ves esta nueva generación de futuros escritores? MSF: Una de las cosas que mejor sé hacer además de escribir, criar y bailar salsa es entrenar nuevos escritores y me gusta mucho lo que veo. Creo que los nuevos escritores puertorriqueños, y hablo de los novicios, es gente que trabaja cosas muy interesantes. Se entrenan con una estética que salió con el huracán y que le llamo el neo jíbaro remix, gente que está redescubriendo y revalorando el campo, esos espacios de la ruralía urbana boricua que es tan rara porque nuestros campos son campos de verdad donde hay analfabetismo y peleas a machetazos, pero con un Marshalls y un centro comercial justo al lado. Unas cosas muy extrañas, que es necesario verlas y echarles un vistazo desde esta nueva realidad. También hay un surgimiento impresionante de nuevas identidades que no son la nacional y que los estudios feministas llaman la interseccionalidad de la identidad, que es género, que es raza, pero mezclado con identidades sexuales múltiples como la comunidad LGBT, que fue tan fundamental en la reconstrucción de Puerto Rico porque fueron de los más afectados. Ellos trabajan algo nuevo que se está viendo en la literatura, pero más en la poesía, en el performance, en los cuentos y en publicaciones digitales. Todavía no llega a los libros, pero eso tiene un antecedente inmediato que está ahí y es mi generación y la generación intermedia, los que tenemos entre cincuenta y pico, cuarenta y pico, treinta y pico de años. Los más viejos podríamos ser Rafael Acevedo y yo, y los más jóvenes gente como Sergio Gutiérrez que escribió “Dicen que los dormidos”, o Alexandra Pagan, Nicole Delgado, Xavier Valcárcel, y un montón de gente que tienen treinta y pocos y que empiezan a trabajar otro tipo de discurso. Así que esa camada viene bien buena porque es múltiple. Hay muchas cosas que antes no estaban en la literatura puertorriqueña: hombres negros, nuevas masculinidades, mujeres poliamorosas, feministas duras y muchos proyectos editoriales a la misma vez. Proyectos que son pequeñitos, bien pequeñitos que eso los hace invisibles, pero a la misma vez porque son pequeñitos son bien ágiles. GDE: A un futuro escritor, ¿qué consejo le ofreces acerca del oficio y los procesos? MSF: Bueno, no soy muy buena dando consejos, pero sí ofreciendo soluciones sistemáticas. Una de las cosas es que tienen que hacer taller. Soy hija de un pelotero y de una maestra de español. Mi experiencia es que es bien difícil tratar de hacer cualquier cosa en esta vida si uno no doma el ego. High ego, low impact, low ego, high impact. Hay que domar el ego y para domarlo se hace lo que sea, pero lo más importante es aprender a trabajar en equipo, en alianza, para poder crecer de una manera orgánica. Es decir, aprender a recibir crítica, a reescribir, a que haya espacios y que puedan negociarse sin hacer tanto esfuerzo que tu voz se apague. Negociar es necesario para abrir los canales. El taller y los proyectos en conjunto son fundamentales para aprender, porque eso no lo aprendes en un infomercial de YouTube; esto no es información, es formación. Entonces para formarte tienes que pasar por una experiencia que integre la información con la práctica y por lo tanto hay que hacer práctica. Además, trabajamos con los sistemas de apoyo. Los sistemas de apoyo en el proyecto de escribir una obra, los sistemas de apoyo en el proyecto de presentar una obra según los circuitos que haya, no los que debe haber, y los circuitos en Puerto Rico son bien buenos y saludables si los ves descolonizadamente. Podemos vender muchos libros en las escuelas en conjunto con las maestras que buscan material vinculatorio para crear lectores y si escribes cosas que tienen que ver con tu país, de repente tienes un montón de lectores. Si lo que quieres es que se te aplauda por parecer lo más europeo o lo más gringo posible, te vas a quedar sin lectores, que es el problema que pasa con la literatura puertorriqueña de la isla. Está bien colonizada y lo digo porque me pasó. Gracias al cielo que soy negra, mujer y cafre y eso no me permitía una colonización completa. Pero me di cuenta porque la neurona se despertó y me dijo: “no sigas pensando que eres víctima de una colonización en la que participas.” Entonces ahí me di cuenta y creé el Festival de la Palabra. Empecé un proceso de mirar cómo es que este sistema funciona desde los grand slams y los micrófonos abiertos, pasando por las escuelas. Por qué las librerías no funcionan y no funcionan porque las librerías en Puerto Rico y en muchas partes del mundo se ocupan de vender importaciones. Puedes ir a una a comprar un libro de Raymond Carter, que es uno de mis escritores favoritos, pero es bien difícil que en la misma librería puedas comprar el trabajo de escritores puertorriqueños. Sin embargo, en las escuelas sí pues están bien interesadas en saber qué es lo que se está publicando. Otra cosa bien importante es que necesitamos reforzar la diáspora, las conexiones entre la isla y la diáspora, desde un entendimiento saludable. Es decir, ni la diáspora nos puede decir cómo hacer las cosas bien porque el bien está en donde tú estás, ni Puerto Rico puede seguir desconfiando de su diáspora porque cuánto más va a hacer la diáspora para explicar que está ahí para que no te mueras. Entonces ahí hay un diálogo que hay que reforzar para llegar a unos entendimientos y creo que eso se puede hacer a través de conexiones, viajes de inmersión de un lado y de otro, proyectos conjuntos, proyectos bilingües, un montón de cosas que tenemos que aprender a desarrollar. Yo enseño ese sistema, que no es tan solo escribir un libro; ser escritor en nuestros países y comunidades es también ser un poco gestor cultural de tu propio proyecto. GDE: ¿Este interés por parte de las escuelas siempre estuvo presente o entiendes que ahora está más marcado que antes? MSF: Siempre estuvo. Te lo digo yo que soy hija y sobrina de educadores. Eran seis tías y siete tíos maestros que ahora tienen 80 años. Puerto Rico se mueve desde la base de los maestros. ¿Quieres hacer un impacto cultural importante en nuestro país? Tienes que contar con esa fuerza subvalorada que mueve municipios completos o los detiene, que son los maestros, porque con ellos están los niños y sus familias. El Departamento de Educación es el departamento más grande y con más recursos que tiene Puerto Rico. Primero se hizo para la modernidad, para sacar a los pobres jíbaros del oscurantismo colonial y racial y llevarlos hasta el siglo 20. Ahí empezó la colonización estadounidense, pero después que eso se logró no había un plan de desarrollo y se estancó y se convirtió en un espacio de corrupción. Pero la educación en Puerto Rico desde siempre es garantía de desarrollo y supervivencia para las generaciones puertorriqueñas. En una sola generación mi mamá fue de ser casi esclava, de una niña restavek, que es una niña a la que le daban casa y comida por trabajo en una casa, a llegar a Carolina a estudiar, a ser enfermera, a ser maestra y de ahí maestra enlace, y a tener una maestría en estudios literarios; lo logró solita. Luego tuvo dos hijos: mi hermano, que se lo llevó la droga por razones de violencia, raza y género, y otra que terminó siendo Mayra Santos. La cantidad de ingenieros que se lleva la NASA, la cantidad de personas que hace investigaciones en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Ciencias Médicas… La cantidad de estudios que hay aquí, que se los llevan, es impresionante, pero hay que ponerlos a trabajar para Puerto Rico. Esa fuga de cerebros no puede seguir. Es buena e importante y nos ayudó a consolidar este país interesantísimo que tenemos, que es un país sin estado porque es ingobernable. Eso me fascina y es de lo más orgullosa que estoy sobre la faz de la tierra, de ser boricua en estos momentos históricos. Pero tenemos que empezar a mirar el valor en vez del exterminio y el genocidio por el que estamos pasando, que no somos los únicos. Mira lo que sucede en la frontera de Estados Unidos con las poblaciones indígenas, con las mujeres y el me too y la criminalización de todo. Los hombres blancos, los white supremacists, se quieren quedar con el mundo otra vez. Pendejos si los dejamos porque la verdad es que el poder que tenían antes no lo tienen ahora. La pregunta es cómo lo hacemos y creo que desde Puerto Rico es sencillo: educación y diáspora. GDE: ¿Algún otro proyecto en el que estés trabajando? MSF: A través de mi página, www.mayrasantosfebres.com, empezaré un proyecto en diciembre de talleres en línea. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: soy una madre ejecutiva cimarrona Algún libro que te haya influenciado grandemente: puedo pensar en el primero: “El mar y tú” de Julia de Burgos. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: es un hashtag: #somosmasynotenemosmiedo En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? La espiritualidad afrocaribeña mezclada con meditación. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Escribo Un puertorriqueñ@ que admires: Ana Judith Román, una mujer negra que fundó la escuela de neurobiología de la Universidad de Puerto Rico y Celestina Cordero, la hermana de Rafael Cordero y fundadora de la primera escuela para mujeres en Puerto Rico. Quisieras aprender a: volar ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Parir ¿Qué te inspira? Amar Quisieras que te recordaran por: hay una frase que me gusta mucho y que me encantaría que fuera un epitafio; quiero que en algún lugar diga: “no la vieron venir.” Sigue a Mayra Santos Febres en las redes sociales: Facebook: Mayra Santos Febres www.mayrasantosfebres.com Para Carina Alondra Ortiz Toro el cielo es el límite. La joven de 36 años nació con espina bífida e hidrocefalia, por lo que depende de una silla de ruedas para moverse. Sin embargo, su fe, red de apoyo y determinación, la llevaron a la consecución de un increíble logro: el 17 de julio de 2016 se convirtió en la primera instructora certificada de Zumba en silla de ruedas de Puerto Rico y el Caribe. Desde entonces participa en varios eventos de Zumba como una de las instructoras en tarima, así como de clases regulares de colegas instructores. Carina también posee un bachillerato en Administración de Empresas y a pesar de sus condiciones y fuertes experiencias de vida, alberga la misión de servirle a otros que al igual que ella están en silla de ruedas. Desde el pueblo de Lajas en el que reside, espera crear un grupo de jóvenes adultos en silla de ruedas, a quienes pueda ofrecerles clases de Zumba, apoyo y demostrarles que al igual que ella, también ellos pueden lograr lo que se propongan. A continuación, la entrevista que le hicimos a Carina en su versión editada y condensada. GDE: Carina, ¿en qué momento de tu vida te interesaste por la Zumba y qué trajo a tu vida? CO: En el 2013 visité un gimnasio aquí en Lajas de la Dra. Lizmary Nazario Irizarry, quien además de doctora es instructora de Zumba y entrenadora. Luego de ella evaluarme, empecé con entrenamiento personal y luego me integré a las clases porque siempre me gustó el baile. La Zumba me ayuda con mi agilidad y también con mi timidez. He logrado impactar muchas vidas, tanto a personas en silla de ruedas con alguna condición, como a personas que no tienen ninguna, pero que a veces podrían sentirse deprimidos y que me ven y dicen: “ella lleva 36 años en silla de ruedas, no puede caminar y mira lo que logró.” GDE: ¿Cómo fue el proceso de certificarte como instructora de Zumba? CO: En algunas clases hacían ciertos movimientos que yo no podía hacer y momentáneamente era frustrante. Entonces pensé en todas las personas que pudieran estar en silla de ruedas y que quisieran hacer una clase de Zumba y también sintieran esa misma frustración, que en mí fue momentánea, pero tal vez en ellos no. Me mantuve buscando información, asistiendo a eventos de Zumba en y fuera del gimnasio, hasta que logré contactar a la persona que certifica a todos los instructores de Zumba en Puerto Rico. Me certifiqué el 17 de julio de 2016 luego de un taller de ocho horas en el que aprendí ciertos movimientos que pudiera hacer para que las personas entiendan lo quiero que hagan. Entonces aprendí que soy la primera instructora certificada de Zumba en silla de ruedas de Puerto Rico y el Caribe. GDE: Además tienes un Bachillerato en Administración de Empresas de la Universidad Metropolitana (UMET), Recinto de Cupey, ¿de dónde sacas esa motivación y fortaleza para lograr estas metas que para otros podrían ser imposibles? CO: Soy tímida pero siempre cuento con el apoyo de mi familia; además de mis padres, mis tías son de inmenso apoyo. Recientemente, quién también me apoya de una manera que jamás pensé es mi pareja, con quien llevo hace un año y siete meses. GDE: ¿Qué quisieras lograr en el futuro? CO: Ahora mismo intento formar un grupo. Quiero darles clases de Zumba a jóvenes adultos que están en silla de ruedas, ya sea por condición congénita o adquirida. Pero el grupo no estaría limitado a estas personas, podría integrar a personas sin discapacidad e incluso a niños. Demostrarles que, si yo puedo, ellos también pueden hacer todo lo que se propongan. Que además de ejercitarse y sudar, pueden olvidarse de las preocupaciones y dolores. GDE: ¿Qué consejo quisieras compartir con esas personas que, al igual que tú, tienen alguna diversidad funcional? CO: Que no es fácil porque pasé por frustraciones, depresiones y momentos bien fuertes. Pero tienen que buscar a alguien que les brinde apoyo, ya sea un familiar, un amigo, o su pareja, y dependiendo de lo que quieran lograr, buscar un profesional que los ayude y oriente. La Ñapita: Descríbete con tres palabras:humilde, respetuosa y luchadora Un libro o disco que te haya influenciado: “Mi mundo adorado” de Sonia Sotomayor Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Con solo una persona que impacte, ya logré uno de los propósitos que Dios tiene conmigo.” En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Zumba Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Por ejemplo, si es mientras practico Zumba, cierro los ojos por un momento, visualizo a mi pareja dándome apoyo y vuelvo a enfocarme. Un puertorriqueñ@ que admires: a mi pareja, Junito; es una gran bendición en mi vida. Quisieras aprender a: lenguaje de señas ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Llegar a muchas personas a través de la Zumba. ¿Qué te inspira? Mi pareja y conocer personas que quizás atraviesan una situación fuerte o complicada. Una de las cosas que también él me enseñó es a cambiar las palabras difícil e imposible por fuerte o complicado. Quisieras que te recordaran por: ser una persona que perseveró, llegó lejos y motivó a los demás. Sigue a Carina en las redes sociales: Facebook: Carina Alondra Ortiz Toro Zumba ZIN Instructor |
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Diciembre 2020
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