A los 18 años Hansel Pantoja trabajó como policía y luego completó un bachillerato en justicia criminal con la intención de dedicarse a las leyes. Sin embargo, una combinación de situaciones, experiencias y retos le hicieron entender que su misión era otra. Hoy, Hansel funge como terapista clínico de niños y adultos en el estado de Massachusetts donde reside hace tres años. Desde hace más de 10 años ofrece conferencias a base de sus experiencias de vida con el objetivo de llevar un mensaje de esperanza y optimismo. Además, comparte su mensaje a través de vídeos que forman parte de lo que llamó “Fernianos El Movimiento”. Se trata de aquellas personas que usan sus dones y talentos para el bien común, que no se sienten parte de este mundo y son resilientes por naturaleza. Para Hansel, cada ser humano es una historia y la interacción entre las personas es sumamente importante para lograr cambios positivos. ¿El punto de de partida? La empatía. A continuación, la entrevista que le hicimos a Hansel en su versión editada y condensada. GDE: Hansel, ¿cómo y por qué llegaste a Massachusetts? HP: Llegué al estado de Massachusetts por una oferta de empleo de una agencia en el área de salud mental. Antes de eso fui maestro en una escuela intermedia en Guaynabo. GDE: Trabajas como terapista clínico con niños y adultos en el área emocional, ¿qué te llevó a inclinarte por esta área de trabajo? HP: Fue un giro de la vida porque iba a ser abogado. Fui policía desde los 18 años en mi pueblo de Vega Alta por siete años y aunque me incliné por las leyes, cuando terminé mi bachillerato en justicia criminal y llegué a la Universidad Central de Bayamón, hablé con una decana en el área de consejería y ese fue el día en que todo cambió. Comencé a estudiar consejería profesional con especialidad en familias, niños y adolescentes y terminé mi maestría. Siempre fui bien empático y siempre me gustaba escuchar a las personas. Cuando veía a una persona en una situación difícil, me acercaba y me acerco, a preguntarles cómo están y qué puedo hacer para que se sientan bien. Siempre me ha gustado buscarles alternativas a las personas. GDE: Hace más de 10 años que ofreces conferencias a base de tus experiencias de vida. ¿Me compartes algunas de esas experiencias? HP: Conocí a mi mamá a los 16 años por situaciones de la vida. Aunque crecí sin ella y en un hogar que no fue estable, no me faltaron personas que me amaron y estuvieron ahí, pero siempre había cierta ausencia y frustraciones. Pero siempre me mantenía positivo y tener esa actitud y esa fe espiritual en El Dador de Sueños me motivaba. Aunque la situación estuviera difícil, aunque no tuviera ciertas personas en mi vida y no tuviera cierta atención y cariño, siempre busqué la manera de mantenerme optimista. Comencé a ofrecer conferencias hace 10 años en lugares como universidades, escuelas superiores, hospitales y centros de envejecientes para brindarles aliento y esperanza a las personas. La vida puede ser difícil, pero tienes que creer en ella, aunque parezca que no hay vuelta atrás o que no hay solución, sí, puedes continuar y seguir luchando y obtener lo que sueñas y lograr el éxito. GDE: Esa fe espiritual que mencionaste, ¿cómo crees que nació en ti? HP: Siempre me acuerdo de la palabra de papito Dios, de un versículo que decía que “aunque padre y madre no estuvieran yo nunca te voy a dejar” y esa fue una de las cosas que, cuando la escuché de pequeño, me hizo aferrarme. Todavía me pregunto cómo es posible que, al enfrentar tantas situaciones, papa Dios y la vida me permitieron llegar a donde estoy. Siempre tuve adentro ese fuego, ese optimismo, pero creo que fue por esas personas que estuvieron ahí como mi abuela, brindándome su atención, amor y fe en mí. GDE: Cuéntame la historia detrás de tus vídeos, ¿a quiénes los diriges? HP: A todo el mundo, a jóvenes, adolescentes, personas adultas, personas de la tercera edad… Me dirijo a todos ellos para recordarles que la vida es una, que tienen que creer en ellos y luchar por lo que aman, por sus sueños, porque cuando no hay una meta clara en la vida, cuando una persona no tiene un propósito establecido, va por la vida dando tumbos. Entonces hay que detenernos e identificar cuál es el propósito, qué queremos hacer con nuestras vidas, a dónde queremos ir y eso nos da una dirección. A muchas personas les podemos preguntar cuál es su sueño, su propósito, y no saben. Cuando les hablo a las personas les digo: “no te conformes solamente con trabajar ocho horas, con tener un trabajo, busca aquello que amas, así sea la escritura, el arte, busca tu talento y trabájalo.” GDE: ¿Qué es “Fernianos El Movimiento”? HP: La palabra ferniano significa una persona que usa sus dones y talentos para el bien común, que no se siente parte de este mundo es resiliente por naturaleza. Son personas que luchan ante la adversidad. “Fernianos El Movimiento” nace de un proceso muy personal. Hace tres años pasé por un proceso un poco difícil. Por seis meses sufrí de una depresión hasta que un día dije: “basta ya, no puedo seguir cargando con esta tristeza y este dolor.” Me levanté, me miré en el espejo, me sequé las lágrimas y supe que tenía que hacer algo. En ese momento surgió la creación del logo, que es rojo y parece una estrella, pero esa estrella es una persona que carga un corazón. El corazón significa que la mejor arma para enfrentar cualquier situación es el amor, y la llama de fuego significa la esperanza, que por más que enfrentemos cualquier situación, no debemos perder la esperanza. Es el símbolo de un guerrero, de una persona que usa el amor y la esperanza para poder continuar paso a paso. Un ferniano puede ser cualquier persona, un policía, un paramédico, un maestro… A mí me tocó una maestra de estudios sociales en Vega Alta. Me acuerdo que, en ese tiempo en que yo no tenía a mi mamá, me sentía solo. Era un muchacho reservado y a veces había chicos que se mofaban de mí y ella salía y me defendía. Les decía: “ustedes tienen a su mamá, tienen esto, lo otro, y ustedes ven a Hansel que está solo, no tiene a su mamá y miren, siempre está riéndose con una actitud positiva.” Me abrazaba y me decía: “no te preocupes que todo va a estar bien.” Esa maestra, con su amor, atención y cariño me tocó. Entonces eso es un ferniano. Puede ser una maestra que toca la vida de ese niño, de ese adolescente y hace que su vida cambie. Esas personas que llegan a nuestras vidas y tienen alguna intervención que no nos hacen olvidar lo importante que es amar, lo importante que es comprender y ser empático. A eso es lo que va dirigido este movimiento, a crear conciencia de la importancia de las relaciones interpersonales, de creer en ti mismo, de soñar en grande y trabajar en lo que amas. Es algo que para mí tiene un significado bien profundo y que cuando las personas lo comprenden, entienden lo especial que es cada persona. Esto lo transmito a través de los vídeos en mi canal de YouTube y de mis conferencias. GDE: ¿Que proyectos tienes para el futuro? HP: Pasé dos años escribiendo una novela que se llama “Valeria”, que ya, gracias a Dios, debe salir pronto. Es la historia de una joven que fue abusada sexualmente por un familiar y crece con resentimiento, odio y un sentido de culpa. Entonces tiene que trabajar con el perdón, pero también tiene que enfrentarse con las secuelas de una persona que es víctima de abuso sexual y los diferentes procesos. También trabajo en otro libro que se llama “Fernianos” en el que explicaré esa interacción de cada persona y cómo cada persona que llega a tu vida no llega por casualidad, sino con un propósito. Voy a explicar todo lo que es el concepto del movimiento, lo que queremos lograr con esto y a quienes queremos impactar porque esto es algo mundial. Debe estar disponible el año que viene. Ahora comienzo con la segunda temporada de mis vídeos en un formato diferente y más personal. Voy a entrevistar personas para que compartan sus testimonios de vida. Personas que sobrevivieron enfermedades como el cáncer, que atravesaron situaciones o accidentes y dicen: “volví a nacer.” Llevar esos mensajes de esperanza de: “yo pude superar esto, tú también puedes.” Será una interacción con la comunidad, con los protagonistas, con aquellos que realmente pasaron, como decimos, por el Niágara en bicicleta. GDE: A una persona que tal vez en este momento atraviesa alguna situación difícil, que no ve la salida, ¿qué es lo primero que le aconsejarías? HP: Pasé por un momento difícil en el que intenté quitarme la vida. Lo comparto porque cuando una persona atraviesa por depresión es un momento en que no piensa en las consecuencias, simplemente se deja llevar por los impulsos. Muchas veces cuando hablo con mis pacientes les digo que la fe es bien importante, pero un cambio de actitud y de pensamiento a largo plazo, es lo que los llevará a dar los pasos que necesitan para poder cambiar. La fe que esa persona tenga y esa esperanza que carga dentro es lo que muchas veces va a determinar si sale de esa situación, pero la persona tiene que querer cambiar, tiene que querer salir de dónde está. El apoyo de familiares y amigos también es importante. Si vemos a alguien que pasa por esto hay que buscar la ayuda de un profesional de la conducta humana, hablar de lo que pasa con ese familiar y orientarse. Es bien importante que las personas entiendan lo que significa depresión porque muchas veces saludamos a alguien: “¿cómo estás?” y responden: “pues aquí en depresión.” Tenemos ese punto coloquial de decir que estamos pasando una depresión, pero realmente una depresión es algo terrible. Cuando una persona está dentro de una depresión es devastador, es caótico y hay que tomarlo seriamente. Una depresión puede llevar una persona a una secuela de consecuencias emocionales devastadoras. También, cuando veas a una persona, realmente interésate por su historia. A veces caminamos y vemos tanta gente a nuestro alrededor, pero cada persona tiene una historia. Detente un momento y pregúntale a la persona que está a tu lado si está bien, cómo se siente. La empatía es bien importante para comenzar a fomentar relaciones entre las personas. Cuando te detienes y te interesas por lo que le pasa al otro, eso crea cambios bien poderosos. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: empático, cariñoso y luchador Un libro o disco que te haya influenciado: La Biblia. Un disco que me ayudó mucho es “Sueños Líquidos” de Maná; me acompañó día tras día en mi adolescencia. También hay una canción con la que me identifico mucho y es de Millo Torres y El Tercer Planeta, se llama “Niño Perdido”; es una canción hermosa y cuando la escucho me transporto. Además, muchas personas me preguntan por qué siempre hablo de El Dador de Sueños. Viene de un libro que lleva ese mismo nombre, escrito por Bruce Wilkinson. Fue uno de los libros que se convirtió en el punto clave para el crecimiento de todo este movimiento. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: hay una frase que me gusta mucho de C.S. Lewis: “Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios.” En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? El optimismo y la constancia. Uno puede comenzar algo, pero a mitad o al final del camino muchos se rinden. Yo era uno que en ocasiones empezaba algo y a veces se me hacía difícil seguir porque cuando niño me diagnosticaron con déficit de atención con hiperactividad. Entonces se me hacía difícil enfocarme, estudiar, leer, concentrarme en algo. Pero al pasar el tiempo, ser constante me ayudó mucho a poder terminar mis estudios porque jamás pensé que iba a terminar un bachillerato, una maestría. Todavía recuerdo cuando salía de la universidad a las nueve de la noche y tenía que caminar a pie dos horas desde Bayamón hasta Vega Alta porque no tenía la ayuda de nadie; tenía que seguir a pie y no me rendí. Fui constante y la constancia es la clave para muchas cosas. Hasta el sol de hoy lo he trabajado y he seguido evolucionando en ser constante y persistente. Cuando sientes que has perdido el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me aparto de todo el mundo y me voy a caminar, a meditar, hablo con El Dador de Sueños, recapitulo en las cosas, me tomo mi tiempo, respiro y eso me ayuda a recargar baterías. Tenemos que sacar un tiempo para nosotros también. Un puertorriqueñ@ que admires: Julia de Burgos Quisieras aprender a: seguir evolucionando y aprendiendo. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Una de las cosas que hasta el sol de hoy llevo en mi corazón es que cuando tenía 16 años fui voluntario en la oficina para el manejo de emergencias de Vega Alta. Para ese tiempo había pasado un huracán, creo que Georges. Eran las once de la noche y los supervisores habían dicho que debíamos quedarnos allí pues había inundaciones y la carretera número dos de Vega Alta hacia Vega Baja estaba cerrada. Pero algo dentro de mí me decía: “Hansel, ve hacia la carretera.” Fui caminando por toda la carretera de Vega Alta hacia Vega Baja y cuando llegué hasta cierto punto escuché los gritos de una mujer, pidiendo ayuda para ella y sus hijos. Se me erizó la piel y salí corriendo en medio de la inundación a buscar ayuda. Regresé a la oficina y les dije a mis compañeros lo que había escuchado. Salimos en un vehículo militar y nos metimos al agua a sacar a la muchacha con sus tres hijos: un bebé recién nacido, una niña de algunos siete años y otra de 10 años. Estaban encima de la capota de su auto y ya el agua subía por los cristales. Los sacamos, los llevamos al Centro de Diagnostico y Tratamiento de Vega Alta y al rato llegó el esposo preguntando quién había encontrado a su esposa e hijos y me abrazó. Después, el alcalde de Vega Alta que para ese tiempo era Isabelo “Chabelo” Molina, me dio un reconocimiento. Pero lo que a me llegó es que no hay casualidades; cuando hay un propósito, todo va hacia ese propósito. Por eso les digo a las personas que no pierdan la fe ni la esperanza pues todo va a estar bien. Una de las cosas que te puedo decir que fue gratificante, que tocó mi vida, fue haber sido de bendición para esa familia, porque escuché esa voz interior, algo que me decía que caminara hasta allí. En mis conferencias les digo a las personas: “cuando escuches esa vocecita dentro de ti, escúchala bien y hazle caso.” ¿Qué te inspira? La vida… las personas. Cuando camino y veo a las personas es algo mágico; veo historias. A veces me pregunto cuántas veces esa persona habrá llorado en su vida, cuál ha sido el gran amor de su vida, cuál ha sido su mayor alegría o su tristeza más grande, y esa persona tiene sueños, ¿qué quiso hacer? Yo no solamente veo personas, veo historias, cada palabra, cada interacción con cada persona me inspira. Si veo a alguien en alguna situación, me detengo y acerco para saber que está bien. Quisieras que te recordaran por: ser un guerrero de la vida que nunca se rindió. Sigue a Hansel en las redes sociales: YouTube: Hansel Pantoja Facebook: @hanselpantoja Twitter: @Yanzael Instagram: @hanselpantoja #fernianos
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Lo que comenzó como una línea de ropa de mujeres, en el 2017 se transformó en una divertida y colorida marca de zapatos y carteras artesanales, creación de tres diseñadoras cidreñas entre las que se encuentra Arlianis Rivera. Inicialmente fue su madre quien se aventuró a tomar una clase de confección de alpargatas y decidió explorar su talento. Al poco tiempo, Arlianis la siguió al Perú para tomar un curso intensivo de confección de calzado. Allí renació Bosque, cuyo taller y tienda se encuentran en el pueblo de Cidra. Allí, las diseñadoras se inspiran a diario con los colores y texturas de la naturaleza para crear piezas magníficas y únicas que provocan atracción instantánea. La joven de 24 años comparte que en la actualidad trabajan la temporada otoño/invierno y esperan que la marca continúe su evolución. A continuación, la entrevista que le hicimos a Arlianis en su versión editada y condensada. GDE: ¿Cómo y cuándo nació Bosque? AR: Nació como una marca de ropa que comenzó mi hermana hace unos cuantos años. Luego, mi mamá, que era maestra y estaba cansada del sistema de educación, decidió buscar otras cosas que hacer con su vida para salir de ahí y sentirse mejor. Entonces tomó una clase de confección de alpargatas en Bernardy Studio en Cayey, y empezó a hacer experimentos y patrones nuevos, diferentes a los que aprendió en esa clase. Luego, con la misma maestra con la que tomó esa primera clase fuimos las tres a Perú en el 2017, a tomar un curso intensivo de diseño y confección de calzado. Allí estuvimos un mes tomando clases de ocho de la mañana a diez de la noche todos los días. Fue muy intenso, pero bien valioso. Allí también compramos materiales para poder empezar. GDE: O sea que como línea de zapatos Bosque nació en el 2017, bajo la marca que era de tu hermana. AR: También nos apoderamos de su página de Facebook (se ríe). GDE: Mencionaste que los materiales iniciales los trajeron de Perú… AR: Sí, porque en Puerto Rico es bien difícil conseguir la mayoría de los materiales, por ejemplo, las hormas. Necesitábamos distintos modelos y en Puerto Rico los estilos que se venden son bien escasos y en pocas cantidades. Allá conseguimos todos los tamaños y varios modelos, así como el cuero con el que trabajamos. GDE: ¿Cuántas diseñadoras son? AR: Tres: mi mamá Lotty Rivera, mi tía Lilianna Rivera, y yo. GDE: ¿Cómo se inspiran para sus diseños? AR: Nos inspiramos de cualquier cosa, de lo primero que esté de frente y nos llame la atención, colores, texturas… de ahí empezamos a diseñar. Es bien orgánico y regularmente surge al momento. GDE: ¿Cuánto tiempo les toma hacer un par de zapatos? AR: Dependiendo del modelo porque tenemos modelos simples que podemos hacer en un día, pero también hay otros que nos pueden tomar hasta más de una semana. GDE: ¿Cómo ha sido la acogida de la gente desde que empezaron? AR: Súper buena, la gente se sorprende porque ahora mismo no hay mucha gente en Puerto Rico trabajando en la confección de calzado. Ahora están empezando a surgir más emprendedores de la confección del calzado gracias a Bernardy Studio, que comenzó con cursos de alpargatas y ahora tiene una variedad de cursos. GDE: ¿En que trabajan actualmente? AR: Además de las carteras y accesorios, que son de mi otra hermana Lireiza Rivera que tiene su marca Poetas del camino, estamos comenzando a hacer calzado para niños. Siempre estamos inundadas con ideas, pero ahora intentamos enfocarnos en temporadas. Estamos diseñando la nueva colección para otoño/invierno y el tema será el cuero pintado a mano. En lugar de comprar cuero con ciertos patrones, estamos comprando cuero natural y pintándolo nosotras mismas. Además, vamos a tratar de tener más variedad de estilos como zapatos para la noche y las fiestas que vienen. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: creativa, activa y apasionada En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Que las cosas y la gente cambian y toman distintos caminos y eso está bien. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me doy el tiempo, reconozco que no estoy en mi momento de inspiración y no me castigo por eso. Busco algo que me vuelva a inspirar. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Un giro inesperado” Un puertorriqueñ@ que admires: La primera que me vino a la mente fue Kisha Tikina, la pianista y actriz de la película “Antes que cante el gallo”. Quisieras aprender a: darle tiempo al tiempo. ¿Cómo te relajas? Viendo videos Quisieras que te recordaran por: ser la mejor persona que pude ser. Sigue a Bosque en las redes sociales: Facebook: @bosque.pr Instagram: @bosquepr Con una extensa trayectoria en el área de rescate de animales y 26 años al mando de Save a Sato, Gloria Martí es sinónimo de ángel para esta vulnerable población. Su filosofía de no virar la cara y enfrentar situaciones de crueldad contra los animales la llevó a dedicarse de lleno a esta ardua labor. El albergue de Save a Sato, organización dedicada a minimizar el sufrimiento de los animales realengos y abusados, es hogar de 160 perros y 78 gatos a los que Gloria atiende de sol a sol. Sin embargo, este trabajo lo hace con amor incondicional pues según ella, lo que recibe de los animales es mucho más. Aunque hay mucho trabajo por hacer, su determinación y fortaleza le proveen el empuje necesario para continuar hacia delante y proveerles una mejor vida a los animales sin hogar. A continuación, la entrevista que le hicimos a Gloria en su versión editada y condensada.
GDE: Gloria ¿en qué momento de tu vida descubriste tu pasión por los animales? GM: Vengo de una familia que recogía a los animales, pero era, por ejemplo, si encontraban una perra recién parida en la calle mi papá se llevaba un perrito. Pero una vez se enfermaba terminaba otra vez en la calle. Querían a los perros, pero no te hablo de ese amor de quedarse con ellos. Yo sí ayudaba a los animales, pero la manera en que entré de lleno en esto fue por una vergüenza que pasé. Un vecino maltrataba a los animales y cogió un gatito, lo tiró contra el piso y le rompió una patita. El gatito estaba grave y yo no sabía qué hacer. Esto fue en los años setenta. Tenía una vecina que tenía animalitos y empezamos a buscar información y ella consiguió un grupo que se llamaba Animal Rescue, de Marta López, y se comunicó con ella. Nos enviaron a un especialista en Bayamón y me quedé bruta porque lo pagaron todo y el gatito se salvó. En agradecimiento, le dije a Marta que quería ayudarla porque soy de las personas que si me ayudan siento que quedo en deuda. Ella me invitó a una reunión de su grupo y cuando llegué había 40 personas. Ahí fue que pasé la vergüenza. Me empezaron a presentar a las personas, había como cinco o seis españoles, como tres o cuatro alemanes, como dos de Ecuador y así seguían presentándose y no había nadie de Puerto Rico. Entonces me dio tanta vergüenza que hice un compromiso de pertenecer y ayudar. Ahí fue que entré de lleno en el rescate de animales y me convertí en la mano derecha de Marta. GDE: Con Save A Sato llevas más de 26 años, ¿cómo se dio esa oportunidad? GM: Luego de trabajar con Marta López me enteré de que en el albergue de San Juan se cometía mucha crueldad con los animales. Dije: “pues quiero trabajar ahí.” Yo no viro la cara, trato de enfrentar el problema. Entonces me dieron un trabajo por contrato en el albergue y ahí estuve cuatro años. Aquello fue un desastre. Vi la crueldad más grande, la manera en que mataban a los animales, cómo entregaban sábanas con 100 perros muertos, animales sanos, gatos por montones… Pero gracias a Dios y peleando se arregló aquello. Botaron a muchos empleados y el albergue pasó a manos de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Ciencias Médicas. Aunque no dejaron de sacrificarlos, lo hacen, pero ahora es más humano, ahora el animal tiene una muerte piadosa. Pero no los van a dejar de sacrificar porque eso es problema de la gente, no del gobierno. Este problema se debe a la falta de esterilización. Pues durante esos cuatro años conocí a las personas que luego fundarían Save A Sato, como a Karen Fehrenbach, que era bien protectora de animales y fue quien hizo las conexiones para enviarlos a Estados Unidos. Como tenían que hacer un escogido de los animalitos que no podían enviar a Estados Unidos, los llevaban al albergue. Yo trabajaba en el albergue, pero también los ayudaba. Cuando venció mi contrato, empecé de lleno con Save A Sato. Mi familia tenía un área en la parte trasera de la casa y le pedimos que nos permitieran hacer unas jaulitas para acomodar a los animales. Mi hermana me lo permitió y ahí fue que empezó Save A Sato. Empezamos con varios animales y ahora tenemos 160 perros y 78 gatos. GDE: ¿Esos son los que tiene la organización para adopción? GM: No, también tenemos gente que provee “foster homes” o albergues temporeros. Tenemos alrededor de 30 personas que hacen fostering y cada una tiene 20, 30, 100 animales. A esas personas Save A Sato las ayuda. Tenemos un ejército detrás de nosotros y no le cobramos un centavo a nadie. GDE: ¿Cómo es un día típico en tu vida? GM: (Se ríe) Primero que todo me acuesto tardísimo, tres, cuatro de la mañana porque de noche es que contesto las llamadas y mensajes porque no tengo tiempo en otro momento. Entonces me levanto como a las nueve y media, diez de la mañana y brego con los animales que tengo en casa, varios gatos y una perra. Luego me preparo un café y me siento en el teléfono por par de horas a contestar llamadas y mensajes; eso me toma casi medio día. Luego y con un solo café, salgo y voy a donde los perros en Save A Sato para empezar a bregar con ellos. Pero si antes me hacen una llamada de que hay un caso, de que hay que recoger algún animal herido, pues lo hago antes. Si no, pues llego hasta aquí y ese trabajo me toma un día entero. Alimento los perros, les doy agua, se limpian las jaulas, los perros salen, luego se limpian los gatos… Después de los gatos tengo unos gallos que son tan sinvergüenzas porque no pueden compartir las gallinas y pelean. Entonces tuve que coger gallitos heridos y ponerlos en jaulas porque si los suelto pelean. Les doy comida a los gallos. Tengo un vecino que tiene dos patos en la casa y no les da comida. Pues tengo que alimentarlos. Al frente de la casa tengo un montón de gatitos realengos y tengo que darles comida. A esos gatitos los estoy esterilizando poco a poco. Termino como a las ocho de la noche, quizás más tarde. Una vez termino de bregar con todos estos animales, que a veces no me da tiempo ni de comer y a veces como una vez al día, entonces brego con mi mamá que tiene cáncer y está bien delicada de salud. El albergue está en la casa de mi hermana que es de dos plantas, mi hermana vive arriba y mi mamá abajo con mi hermano. Pues voy un rato a donde mi mamá y si han cocinado, como. Estoy con mami un rato en lo que se baña; me dan las nueve o diez de la noche. Salgo y antes de llegar a mi casa, hago una ruta de 40 gatos callejeros porque no puedo recoger más gatos. Vivo en Hato Rey y son como 15 o 20 paradas dándoles comida a los gatos. Cuando llego a mi casa, hay como 20 gatos enfrente de mi casa a los que también les doy comida. Termino, entro a casa y atiendo a los míos. Luego cojo el teléfono y empiezo a contestar mensajes. Eso es un día, pero no tengo tiempo de quejarme. GDE: ¿Cuál es una de las mayores necesidades que enfrenta la organización? GM: Ahora mismo la necesidad que tenemos es pagar las deudas que tenemos con los veterinarios. Las entradas de dinero son tan pocas que no podemos pagar y eso nos limita a llevar animales porque las cuentas están cerradas. Entonces ese es uno de los problemas más grandes que tenemos. Además, la comida de los animales la pedimos en donaciones y si no nos donan tenemos que comprarla; el gasto mensual de comida es de $2,500. GDE: ¿Cómo ves la situación de los perros realengos hoy día en comparación con el momento en que comenzaste tu labor? GM: Bueno, antes éramos muy pocas las personas que bregábamos con esto de los animales. Ahora hay mucha más gente y en cuanto a la crueldad, era lo mismo antes pero no se publicaba. La situación ha mejorado, pero todavía estamos en pañales, nos falta mucho por aprender y mejorar. GDE: ¿Algunos proyectos o iniciativas nuevas en las que trabaje la organización? GM: Claro que sí. Te voy a contar. Uno de mis sueños de toda la vida y que ya es una realidad es que quería tener un albergue que sea modelo. Pues gracias a Dios, logramos que de las escuelas que cerraron en Puerto Rico nos donaran una que será la nueva casa de Save A Sato; ese es mi proyecto. Desde junio estoy arreglándola. Espero que para diciembre esté lista para mudar a los animales. Van a estar mucho mejor. Ese es el proyecto, una escuela completita para mí y un sueño hecho realidad. Ahora, necesitamos donativos para esto porque no tenemos el dinero. Tenemos que preparar jaulas y la escuela es enorme. Yo amo esto, amo la vida y le pido a Dios que me dé mucha salud porque tengo que terminar lo que hago, pero el día que no esté, cuando vean un animal en la calle, piensen que soy yo y recójanlo. GDE: ¿Qué consejo quisieras compartirle a la ciudadanía para ayudar con la misión de Save A Sato? ¿Cómo pueden facilitarles el trabajo? GM: Aquí hay una solución y es la esterilización, no hay más nada. La esterilización evita un montón de cosas, evita el maltrato, la sobrepoblación, los perros realengos en la calle. Al esterilizar una perra dejan de nacer miles y miles de animales. Hay que educar a la gente y a los niños porque a veces es bien difícil bregar con personas adultas que no van a cambiar. Esto tiene que ser con la nueva generación. Se tiene que esterilizar, punto; no hay más salida. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: Soy una persona bien segura de mí misma, fuerte y determinada. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: una de las cosas que siempre le digo a la gente es: “Confía en ti.” Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Hay veces en que estoy con los animales y no me da el tiempo porque trabajo por reloj, y cuando estoy que ya no puedo, miro al cielo y digo: “Dios, dame unos patines, dame energía y ayúdame.” Pido perdón a los perros porque no me da el tiempo. Cuando voy de noche en la guagua saco una mano por fuera y digo: “Dios, dame energía porque la necesito.” Le pido mucho a Dios. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Lo de los animales cambió mi vida. Llevo casi 30 años sin comer carne y fue por las fotos y videos que vi, de la manera en que los mataban y cómo lloraban. Eso sí cambió mi vida de una manera bien drástica y no me arrepiento. Quisiera que hubiera pasado antes porque me siento culpable. Un puertorriqueñ@ que admires: A mis hijos los admiro. Tengo dos varones, Rafael de 44 y Ricardo de 41 y los admiro porque aprendieron mucho de mi, tienen unos sentimientos increíbles, me adoran y somos amigos. Mis hijos son algo bien grande mi vida. ¿Qué es lo más grande que trajeron los animales a tu vida? Padezco de depresión y los animales fueron los que me hicieron caer en tiempo porque me ayudan a no pensar. Vivo sola y ellos me ayudan a llenar ese vacío. No te exigen nada y te dan tanto; me ayudan mucho a estar bien emocionalmente. ¿Cómo te relajas? Aunque tú no lo creas, no tengo ni cinco minutos para relajarme, te lo juro. Para poder hacer esta entrevista tuve que colgar un montón de llamadas. Al que llega aquí les muestro una nota que escribí que dice: tengo una entrevista por teléfono. Honestamente, creo que el momento en que me relajo es cuando me siento un ratito a comer. Ahora, si voy en la guagua, si estoy en mi casa o en el albergue, saco un ratito para dar gracias a Dios, eso sí. Quisieras que te recordaran por: que me recuerden cuando vean un perro realengo en la calle. 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Diciembre 2020
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