Es muy probable que la hayas visto en la televisión o escuchado en la radio mientras comparte sus remedios caseros para ayudarnos a resolver problemas cotidianos. Se trata de Josette Pagán, creadora y autora de Truquitos Caseros y quien nos devolvió la costumbre de recurrir primero a la madre naturaleza para resolver innumerables situaciones, igual que lo hacían nuestros abuelos. Josette, cuyo trasfondo profesional se centra en las Relaciones Públicas, siempre crea oportunidades en su vida para trabajar obras con propósitos mayores. Divide su tiempo entre apoyar causas dedicadas a la conservación del planeta y sus especies, y compartir su vasta sabiduría acerca de las plantas, sus derivados e innumerables beneficios. A continuación, un extracto de nuestra charla con Josette.
GDE: Hola Josette, gracias por compartir este ratito. Imagino que cuando eras pequeña tus planes no incluían escribir tres libros de truquitos caseros, ¿qué querías ser cuando grande? JP: ¡Hola! Pues, definitivamente lo tengo bien claro y por cuestiones de la vida uno sigue su camino profesional y sigue creciendo, y a veces uno deja a un lado esos sueños que se tienen cuando se es pequeño. Cuando era niña, estuve en el Coro de Niños de San Juan desde los cuatro años, básicamente aprendí a leer y escribir música antes de aprender a leer y escribir. Estuve en el coro hasta que cumplí los 17 años y esa experiencia me marcó muchísimo. Primero porque me dio una disciplina, y eso se lo agradezco a la fundadora del coro Evy Lucio, pero también porque me dio unas herramientas que utilizo a través de la vida. Recuerdo que Evy siempre decía que no había imposibles y la verdad es que el coro logró cosas maravillosas. A mi me marcó mucho todo lo que fue actuación, poder hacer personajes, cómo interpretar a través de las artes. Cuando veía películas de Disney, a mí esas películas, y continúa siendo así, me marcaron, me inspiraron, me dejaron mella. Así es que yo cuando pequeña quería ser la voz de esos personajes de Disney y de películas animadas. GDE: ¿En qué momento de tu vida… ¿qué hacías cuando tomaste la decisión de escribir el primer libro de Truquitos Caseros y dedicar gran parte de tu vida a este quehacer? JP: Truquitos Caseros nació hace diez años a raíz de una conversación telefónica con una productora de televisión. Uno de mis clientes es la revista holística Natural Awakenings, y un día me llamó la editora para decirme que la había llamado una productora que necesitaba un recurso de limpieza verde para un programa de televisión. Como casualmente tenía en ese momento una clienta con una compañía de limpieza verde, llamé a la productora y le hablé del recurso. Ella estaba como enferma y me dijo: discúlpame, no me siento bien, tengo un dolor de cabeza muy fuerte. Yo le dije: chica, tienes una tienda de productos naturales al lado del canal. Cómprate un té de menta o menta natural, hazte un té y el dolor de cabeza se te va a ir. Le expliqué que la menta tiene unas propiedades muy buenas para los dolores de cabeza. Siempre fui así, viendo cómo puedo resolver con cosas naturales, de la casa, que no le hagan daño al planeta. Sigo hablando con ella y me dice: fíjate que no puedo dormir. Y dije: pues compra un té de lavanda o camomila y ponte aceite esencial de lavanda en la sien, en el pecho y en el dedo gordo del pie. Ella empezó a hacerme preguntas de distintas cosas y me dijo: ¿sabes qué? No quiero a tu clienta, ¿puedes venir al programa mañana? Y le dije: claro, estoy acostumbrada a preparar a las personas que van a estar frente a la cámara pero con mucho gusto, ¿de qué quieres que hable? Me dijo: pues de eso mismo, ¿cómo te presento? Y le pedí la oportunidad de pensarlo esa noche para ver cómo le iba a llamar. Al día siguiente comencé en “Levántate”, el programa mañanero de Telemundo; Truquitos Caseros empezó ese día en televisión con una audiencia de millones de personas. Al tener un alcance bien alto, la gente comenzó a preguntar cómo me podían conseguir. Así es que abrí la página de Facebook; luego la gente quería más truquitos así es que abrí la página truquitoscaseros.com. Entonces la gente empezó a preguntar: ¿tú no tienes un libro? Así fue que nació el libro. También tengo el blog en endi.com que fue un proyecto piloto con blogs de videos, el cual llevo trabajo hace siete años. Hace un par de años traduje el libro al inglés porque tenía un público americano y el nombre de Truquitos Caseros en inglés nació un día en que estaba daydreaming y me pregunté: ¿cómo le explicaría a Ellen Degeneres en una entrevista lo que es Truquitos Caseros? Lo primero que tengo que hacer es explicarle cómo se pronuncia, la fonética. Pues, tru como true, qui como key y de momento hizo clic, pero faltaba tos, tenía que buscar cómo decir soluciones prácticas en inglés; de ahí TOS: To Onhand Solutions. Y así nació el nombre en inglés que significa lo mismo en español. Pero lo más importante es que Truquitos Caseros tiene el propósito de educar y crear conciencia de cómo puedes mejorar tu calidad de vida en el área de salud, belleza, y hogar utilizando los regalos de la madre naturaleza con productos que tenemos al alcance, económicos y que usaban nuestras abuelas en generaciones anteriores. En aquella época a lo mejor para que llegara un doctor había que esperar una semana en lo que llegaba a caballo, no habían farmacias abiertas 24 horas, ni todos los medicamentos que hay ahora. Y está científicamente probado que los medicamentos se basan en las propiedades de las plantas. Así es que la madre naturaleza tiene todos estos medicamentos que pueden ayudarnos a mejorar la calidad de vida. GDE: ¿Cuáles son algunos de tus favoritos? JP: Me encanta la sábila, el vinagre y el limón. Te diría que esos son los principales porque sirven para todo, tanto para la salud, como para la belleza y el hogar. La menta me encanta pues también se usa para muchísimas cosas. Vivo en un apartamento y tengo una terracita donde tengo un arbolito de aguacates, uno de parcha, tengo guayaba, todas las plantas medicinales, grosellas… Aunque sea en un tiestito en la cocina, puedes tener plantitas que te ayuden. Muchas de las condiciones de salud que vemos hoy en día en la población son a raíz de una mala alimentación. Se comen tantos alimentos procesados y alterados que pasan por unos procesos larguísimos para llegar a la casa. Creo que con una buena alimentación y un estilo de vida saludable podemos lograr muchas cosas. Por ejemplo, en el área de belleza se gasta tanto dinero en cremas y tratamientos; la sábila es maravillosa para la cara y evitar las arrugas y cicatrizar quemaduras y golpes. O sea, tenemos en la naturaleza tantos productos a nuestro alcance que nos pueden solucionar las cosas más difíciles. GDE: Josette, entre todas las cosas que haces también practicas la filantropía, ¿qué causas apoyas? JP: Apoyo al Consejo Renal de Puerto Rico, trabajo con ellos a nivel de comunicaciones porque la población renal es una muy rezagada y necesitada. También estoy súper comprometida con todo lo que es el planeta, los animales, colaboro con distintas organizaciones, a veces detrás de la cámara y calladita. Me encantaría tener mi programa de televisión para seguir despertando conciencia y que mi voz sea un mensaje de despertar y transformación para las personas. GDE: ¿Cómo te organizas y manejas tu tiempo? JP: Me levanto, lo primero que hago es mi meditación para conectarme con mi corazón, con papito Dios y todos esos maravillosos seres de luz que están con nosotros. Muchas personas me hacen la pregunta específica de cómo puedo hacer manejo de crisis y estar tan tranquila, creo que es por eso. Porque todo lo que hago siempre lo dedico al bien, a ayudar a otros y a poder aportar a la calidad de vida de otras personas mientras trabajo por un mundo mejor. Después de la meditación hago ejercicios, puede ser yoga, spinning, paddle boarding, según el día es la actividad que hago. Mi horario es bien particular porque no es fijo. Determino si tengo que salir o si me quedo trabajando en casa. Otra de las áreas que trabajo es escribir propuestas para buscar fondos para distintas organizaciones. Así es que cuando tengo que escribir propuestas tengo que quedarme en casa para desarrollar estrategias. Me encanta crear estrategias de proyectos y traer el dinero para hacerlos. Yo digo que resuelvo problemas y hago sueños realidad. GDE: Ya son tres los libros de Truquitos Caseros, el más reciente enfocado en los niños, ¿podemos esperar otro? JP: Sí, trabajo una publicación de Truquitos Caseros para emergencias y huracanes. Estoy en la búsqueda de auspiciadores y fondos para ver si puedo hacer este libro para distribuirlo gratis a toda la población. El quinto libro también lo tengo ya en fila que es para la población de adultos mayores, para los viejitos. GDE: ¿En qué otros proyectos trabajas? JP: Hace cerca de dos años tuve como un momento de luz y dije: siempre quise hacer esto de los voiceovers, déjame hacerlo ahora. Así es que hice un poco de investigación y fui de un día para otro a California a coger un curso. Le dije al instructor: dime si tengo talento porque si no para el zafacón y sigo mi camino; él quedó muy impresionado. Así es que me di a la tarea de continuar cultivando eso. Mi meta es ser un personaje principal en esas películas animadas de Pixar Studios, Disney, para, a través del mensaje que lleva el personaje, inspirar, despertar pasiones y dejar huella en la humanidad. Me surgieron unas oportunidades así como caídas del cielo, bien especiales, para actuar. Trabajé en tres películas: una saldrá en el cine y dos en Netflix. Cuando volví a actuar fue como reactivar esta llama, como abrir este clóset en el que está ese baúl de los recuerdos con veinte candados y llaves hasta reconectar conmigo misma. La pasión y la emoción que siento al actuar y al hacer voiceovers… no la puedo describir; es mi elemento. Pero obviamente no cultivo esas artes aquí en Puerto Rico, sí participo en unas clases de actuación y es bien interesante. Siempre he sido una late bloomer, todo el mundo pica al frente bien joven y a mí todo me pasa como más tardecito, con Truquitos Caseros pasó así. GDE: En estos tiempos en que se vive una ansiedad colectiva por las situaciones políticas y sociales en la isla, ¿qué truquitos caseros nos recomiendas para reducir los niveles de ansiedad? JP: Creo que este es el momento de los truquitos caseros. Después del huracán María había escasez de muchas cosas y aprendimos que podemos resolver con lo que tenemos. Para bajar la ansiedad, la lavanda tiene unas propiedades buenísimas. Fíjate que muchos de los productos comerciales para bajar el estrés ahora tienen manzanilla o lavanda. Importante: al comprar aceites esenciales que se van a utilizar tópicamente en el cuerpo, tienen que ser de grado medicinal. Entonces, te pones unas gotitas en la sien, detrás de las orejas y en el dedo gordo del pie, porque en reflexología, que es la reciprocidad que tienen distintas partes del cuerpo con nuestro sistema nervioso, la cabeza y el sistema nervioso están en el dedo gordo del pie. Así es que te das un buen masajito en el dedo gordo del pie, te tomas un té de lavanda y te das un buen baño con sal de higuera y un poquito de lavanda. También te puedes tomar un shot de agua de azahar, que no es otra cosa que un té de las flores del árbol del naranjo y un calmante natural. También, la verbena y la valeriana se utilizan mucho como calmantes naturales y puedes conseguir estos teces en la farmacia o si tienes la oportunidad de conseguir las plantas, mejor aún. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: enfocada, ambiciosa y comprometida Lugar del mundo: mi isla del encanto, Puerto Rico Frase: “Todo es posible” Coleccionas… cartas de mi amado Alguna obsesión o manía: me da manía tocar con mis pies una superficie sucia; si estoy en la naturaleza o en un lugar limpio pues maravilloso. Te gustaría conocer a: Meryl Streep, no sólo me gustaría conocerla, me encantaría actuar en una película con ella y que sea mi mentora. ¿Qué lees o escuchas al momento? Estoy leyendo un libro maravilloso de Barrie Dolnick que se llama “The Executive Mystic: Psychic Power Tools for Success”. ¿Qué te inspira? Aportar a mejorar la vida de los demás. Algo placentero para ti es: sentarme frente al mar en mi sillita de playa, hacer sun worshipping y envolverme en la naturaleza. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Truquitos Caseros” Si existen las vidas pasadas, ¿qué fuiste en otra vida? Estuve en Egipto trabajando en una pirámide o en Atlantis, en una de estas vidas en que el nivel de conciencia era altísimo. Un puertorriqueñ@ que admires: Benicio del Toro porque lo recuerdo cuando estudiaba en mi mismo colegio y el hecho de que ha llegado tan lejos, rompiendo todos los estereotipos, es maravilloso porque creyó en él. Quisieras aprender a: surfear ¿Cómo te relajas? Meditando y conectándome con la madre naturaleza; me encanta abrazar los árboles y sentarme en la playa a mirar el horizonte o en una montaña viendo un atardecer. Quisieras que te recordaran por: mis truquitos caseros y por lo que aporté al mundo. Sigue a Josette en las redes sociales: www.truquitoscaseros.com, truekeytos.com Facebook: Josette y sus Truquitos Caseros Twitter: @JosettePagan Instagram: @JosettePagan
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Luego del paso del huracán María por la isla, para muchos, comerse un plato de comida caliente fue un lujo. Rafael Rodríguez, mejor conocido como Rafy, no lo pensó dos veces y con los recursos que tenía a la mano se dio a la tarea de alimentar a la mayor cantidad de gente posible, un plato caliente a la vez. Su labor se convirtió en la Fundación El Plato Caliente, cuya misión crecía y se transformaba con el paso de los días. Hoy se propone levantar la industria del servicio y la nueva economía local que poco a poco se deja sentir luego de la tormenta. A continuación, la entrevista que le hicimos a Rafy, en su versión condensada y editada. GDE: Saludos Rafy, cuéntanos ¿cómo aprendiste a cocinar? RR: Saludos, pues mirando a mi abuelita. A los siete años me paraba a mirarla porque la escuchaba sofriendo. Y yo preguntaba y miraba la estufa, siempre me llamó la atención. Me decía: mira, dejas que el sofrito se pegue un poquito a la olla porque ahí está el sabor. Así aprendí a cocinar, mirando y practicando. Mis hermanos llegaban de la escuela a hacer asignaciones y yo a ayudar a mi abuela y luego a mi mamá. Cuando tenía como 13 años, un día mi mamá llegó de la escuela, era maestra, y ya yo había hecho arroz, habichuelas, pollo y tostones. Ella preguntó: ¿quién cocinó? Le dije que había sido yo. Te he dicho que no toques la estufa, me dijo; después de eso me preguntaba: ¿vas a cocinar? Mi mamá llegaba muerta a las cinco de la tarde y tenía que llegar a cocinarle a cuatro hijos y un marido. Yo diría que lo mío era amor por la cocina, pero lo más importante era aliviarle el trabajo a mi madre. GDE: Háblame de El Plato Caliente, ¿qué es y cómo nace? RR: El Plato Caliente es una fundación sin fines de lucro y comenzamos a trabajar cuatro días luego del paso del huracán María. Salí a buscar a la familia y ver las condiciones en que estaba la isla y cuando llegué a casa dije: voy a cocinar y repartir comida. Monté una cocina improvisada, con un fogón y una estufita pequeña. Mi ruta era desde Carolina hasta Canóvanas, después a Fajardo y luego a Río Piedras. Estuve una semana cocinando desde casa y llegamos a repartir hasta 500 comidas diarias. Pero se empezó a amontonar la basura y pedí una cocina prestada en Hato Rey. Me la prestaron un domingo pero al otro día tuve que mudarme a otra cocina del mismo dueño y que no estaba operacional porque no tenía generador. Cociné allí y se me ocurrió que conocía a más dueños de restaurantes que también estaban cerrados porque no tenían electricidad pero tenían gas. Pedí cuatro cocinas prestadas: dos en Santurce, una en Condado y otra en Río Piedras. Gracias a que pude compartir lo que hacíamos en las redes sociales, porque tenía señal en una esquina de casa, llegaron muchos voluntarios; tenía de 12 a 20 personas por cocina. Algunos nunca habían trabajado en una cocina, pero cualquiera sabe pelar una papa o cortar una zanahoria y también ayudaban a limpiar. Igualmente, llegaron muchos donativos de alimentos, la gente aparecía con compritas que tenían en su casa. El que ayudaba se beneficiaba de dos maneras: comía bien y le dedicaba su tiempo a algo útil porque nadie tenía trabajo, la gente se estaba volviendo loca en las casas. Llegamos a un punto en que hicimos dos mil platos diarios y por eso hicimos ruido. Por ser pequeñitos y sin recibir ningún tipo de ayuda del gobierno, con cinco pesitos aquí, diez acá… Me llegaban mensajes de la gente como: vi que estás ayudando, ¿a dónde te envío dinero? y me enviaban donativos a mi PayPal personal y por Venmo, pero todavía no éramos una fundación. Entonces unos amigos contables y abogados, al ver que estábamos recibiendo mucho apoyo, me ayudaron con el papeleo para hacer una fundación. Para el 9 de octubre de 2017 ya estaba creada la Fundación El Plato Caliente. Y así fue: conseguía dinero, producto, transportación y manejaba cuatro cocinas. Asigné gente buena en cada sitio; es el trabajo más difícil que he tenido pero lo hicimos bien. Esa experiencia me abrió los ojos a que puedo hacer cosas mucho más grandes, que la gente me lo había dicho hace tiempo pero uno es su peor enemigo en cuanto a hasta dónde puedes llegar. Al día de hoy hemos preparado sobre 350,000 platos. GDE: Previo a El Plato Caliente, ¿qué experiencia tenías en la cocina? RR: Llevo 30 años en la industria de los restaurantes, nunca cocinando pero sí es mi hobby. Siempre trabajé en lo que es el front of the house como bartender, mesero, gerente de varios sitios. La gente me dice chef pero nunca estuve detrás de una cocina profesional. También montaba kioscos de bebidas en actividades como festivales playeros, fiestas patronales… básicamente estoy metido en todo lo que es food and beverage y por eso se me hizo fácil al momento de improvisar una cocina. Sin todo este background, todo lo que hice en mi vida, no hubiera logrado lo que hice, pero también con los voluntarios, sin ellos no se lograba nada. GDE: Actualmente, ¿cómo ayuda la fundación? RR: Ahora cocinamos los sábados. Me mudé a un local en Santurce y allí tengo una cocina y preparamos alrededor de 300 comidas semanales. Se me acercan grupos que atienden ancianos, niños en after school programs, iglesias, comunidades en desventaja y cualquiera que necesite. Primero verificamos que la necesidad sea legítima porque luego del huracán nos pasó que personas me pedían comida y después las vendían en las luces. Lo que hacemos es entregar comida a organizaciones; la entregamos empacada, en unos termos con sus bandejas, utensilios, les damos de todo. Ya no consigo voluntarios para cocinar, cocino con algunos empleados, pero hace falta contratar más gente. La fundación también genera fondos a través de caterings. Nos especializamos en comida criolla pero igual, si alguien quiere una actividad con sushi o food trucks, o con lo que sea, podemos hacerlo. Por ejemplo, me llamaron de la Hacienda Juanita en Maricao que tenían una boda tipo campo. Nos enviaron fotos, cotizamos y nos fuimos por tres días, preparamos todo. GDE: A un poco más de un año de su creación ¿cómo ha cambiado la misión de la fundación? RR: Mi misión inicial era repartir comida pero a las tres semanas de empezar me llamó quien era el presidente de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico, ASORE, y me dijo: lo que estás haciendo es bello, estás ayudando, pero si sigues regalando dos mil platos diarios vas a hacerle más daño a los negociantes que no han podido abrir. Eres experto en restaurantes, busca de qué manera ayudar a esos pequeños restaurantes a reabrir y que operen mejor. Me abrió los ojos. Seguimos ofreciendo comida pero ahora la misión principal de la fundación es ayudar a los pequeños negociantes a ser exitosos en el nuevo Puerto Rico, en la economía después de María. GDE: ¿Cómo vas a lograrlo? RR: La gran mayoría de la gente capacitada para empleos en restaurantes y hoteles se fue de Puerto Rico después del huracán. Ahora mismo, conseguir un buen cocinero es cuesta arriba. Uno de mis fuertes es ofrecer adiestramientos. Llevo cinco años ofreciendo servicios de consultoría a restaurantes y barras. Puedo montar un negocio completo. El cliente me contrata, me dice su presupuesto, le diseño el concepto, desde escoger el local a hacer los contactos, cotización de contratistas, etc. y una vez el cliente aprueba el local manejo todo hasta que esté listo, con el personal adiestrado y todo el inventario. Tengo un plan a largo plazo, quiero hacer un programa para adiestrar a la gente. Puerto Rico apuesta al turismo pero hay poca gente capacitada. Hace falta educar y adiestrar a la gente para que si vas a ser mesero, seas el mejor del mundo, el mejor cocinero. Imagínate un curso de cuatro meses en que aprendes cómo se hacen los cortes, la preparación de las salsas madres, control de inventario, compras, porque para ser cocinero o chef hay ciertas cosas más allá de las habilidades con el cuchillo o sobre el grill. En mis adiestramientos enfoco mucho en cambiar la manera de pensar en cuanto a lo que es servir, que la gente entienda que el servicio no es menos; si lo haces profesionalmente, te enaltece. Lo técnico se le enseña a cualquiera. Tengo un espacio grandísimo en el segundo piso de mi local que necesito habilitar para crear un salón de clases. La idea es enfocarnos en comunidades en desventaja, gente que salió de la cárcel que están en halfway houses y que nadie quiere ayudar, personas que eran adictas y completan sus programas de doce pasos, gente que nunca trabajó en restaurantes, y personas como yo. Por ejemplo, una vez solicité a la escuela hotelera y no me dieron la beca; no pude estudiar porque no podía pagarlo. Me quedé con ese sueño. Entonces igual que yo hay mucha gente con habilidad y ganas de estudiar. Conozco maestros que están dispuestos a donar su tiempo o trabajar por una tarifa cómoda, sólo están esperando a que esté listo. Para las personas interesadas sería gratis. Solicitan y si cualifican les damos los cursos gratis y salen certificados. Además, lo ideal sería encontrar cada negocio que cerró después de María, conseguir al dueño y preguntarle qué necesita para reabrir, porque se generan empleos. Si ahora mismo me dicen: Rafy, tengo un hotel, te doy la llave, make it happen, yo me atrevo, porque sé que puedo manejar a mucha gente y resolver situaciones. Pero para eso hay que tener dinero, y ahora mismo no tenemos esa capacidad financiera. GDE: ¿Algún chef local que admires? RR: De los que están en el top: Gabriel Hernández de Verde Mesa; Paxx Caraballo de Jungle Bird, y María Mercedes Grubb del restaurante Gallo Negro, una mujer que ayuda a mucha gente. GDE: ¿Qué más visualizas con la fundación? RR: A mi me encantaría montarme en un avión e ir a cualquier lugar donde haya ocurrido una catástrofe y cocinar y servir platos calientes. Pero ahora mismo no tenemos fondos para eso. Cuando hay cualquier episodio en el que se pierden vidas, en que la gente pierde sus hogares, una cosa es que te den galletitas, pero un plato de comida caliente es como un abrazo de tu abuelita que te dice: todo va a estar bien. Te sirven ese platito caliente y es mucho más que lo físico, es muy emocional. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: ingenioso, soñador y enérgico Lugar del mundo: Puerto Rico Frase: “El que nadie lo haga no significa que sea imposible, es que no se ha pensado de otra manera” Coleccionas… recuerdos Alguna obsesión o manía: las superficies como counters, escritorios, tienen que estar secas Una aplicación que uses con frecuencia: Kayak Te gustaría conocer: al chef David Chang ¿Qué lees o escuchas al momento? Puerto Rico en la olla: ¿Somos aún lo que comimos? de Cruz Miguel Ortiz Cuadra ¿Qué te inspira? El mar Algo placentero para ti es: cocinar y compartirlo Si existen las vidas pasadas, ¿qué fuiste en otra vida? Herrero, un tipo loner; me encanta estar solo ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “El vuelo del fénix” Un puertorriqueñ@ que admires: Mi abuela, Herminia Otero Quisieras aprender a: pilotear aviones ¿Cómo te relajas? Paseando a mis perros, tengo siete rescatados Quisieras que te recordaran por: hacer las cosas bien y dar sin esperar nada a cambio Sigue a la Fundación El Plato Caliente en las redes sociales: Facebook: Fundación El Plato Caliente Instagram: @elplatocalientepr *La Fundación El Plato Caliente necesita donativos para habilitar el área que se usará para ofrecer adiestramientos. Puedes enviar tu donativo a través de: ATH Móvil, en la sección de donaciones bajo El Plato Caliente PR, o a través de PayPal.me/elplatocalientepr |
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Diciembre 2020
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