#55 – Conoce el sueño salpicado de música, madera y misticismo de Joel Ortega y Zahireh Soto2/7/2020 Gracias al emprendimiento de una joven pareja, al listado de atracciones del pueblo de Aguadilla se le añadió un speakeasy bar. Ese fue el reto del ebanista Joel Ortega y la abogada Zahireh Soto que, con un sueño, ganas y determinación, abrieron la coctelería Timber & Blues: el primer y único speakeasy bar de Aguadilla. Sin conocimiento previo de lo que conlleva operar este tipo de negocio, Joel y Zahireh decidieron lanzarse juntos a la aventura y aprender sobre la marcha. El atractivo principal del establecimiento es su coctelería. Aunque aún no cumple dos años, ya tuvo mención en la prestigiosa revista Condé Nast Traveler y fue elegida por Sabrosía Puerto Rico como una de las seis mejores barras cocteleras de la isla. Al ser un speakeasy, tipo de barra que fue popular durante la Era de la Prohibición o Ley Seca de los Estados Unidos hace alrededor de un siglo, a Timber & Blues le rodea un aire de misticismo que atrae tanto a locales como a turistas extranjeros. Para Zahireh y Joel la satisfacción visible de sus clientes es lo que continuamente los inspira y motiva. Devuelven el favor a través de eventos locales que juntos organizan y que contribuyen al enriquecimiento económico y cultural de ese pueblito donde se dice que las piedras cantan. A continuación, la entrevista que le hicimos a Joel y a Zahireh en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Cuándo abrió sus puertas Timber & Blues y cuál es el origen del nombre? JO: Abrió el 12 de mayo de 2018. ZS: Es un nombre compuesto. Timber es por madera, pues a lo largo de su vida Joel se dedicó, entre otras cosas, a trabajarla. Blues es por la música que nos unía; blues soy yo, Zahireh. GDE: Háblenme un poco de su proceso de tomar la decisión de abrir este tipo de negocio. JO: Soy ebanista y antes de abrir Timber & Blues tenía un taller de ebanistería en San Juan y Zahireh fungía como abogada en Aguadilla. Nos conocimos y comenzamos a viajar a lugares como New York y New Orleans y por lo tanto teníamos muchas vivencias en esos sitios que nos gustan. Me mudé de San Juan para Moca con la idea de trasladar mi taller de ebanistería para allá. Queríamos un local cerca de nosotros así que buscamos en el pueblo de Aguadilla. De hecho, el que nos gustó fue el último que vimos y nos quedamos con él. Se empezó a hacer el plan y como quien dice a montar el taller. Luego de quizás una semana, Zahireh y yo hablábamos de diferentes cosas: yo tenía la idea de montar el taller y ella quería tener una esquinita para vender algunas cosas; también hablamos de vender café. Entonces dijimos: “pues olvidemos el taller y montemos un negocio.” Decidimos montar un negocio que tuviese la operación de una barra durante la noche y por el día vender café, bagels y otras cosas. Así empezamos hasta que la operación de la barra creció al punto que nosotros mismos, que somos los que trabajamos el negocio y estamos allí todo el tiempo, vimos que no era muy viable estar allí hasta la medianoche los días de semana y hasta las dos, tres de la mañana los fines de semana para regresar al otro día en la mañana. Así que desistimos del negocio diurno y nos quedamos con la operación de la barra. Zahireh le añadió el componente de la comida. GDE: Joel, tu expertise es la ebanistería y el de Zahireh las leyes, ¿alguno tenía algún conocimiento acerca de cómo operar este tipo de negocio o aprendieron durante la marcha? JO: El negocio lo hicimos nosotros completamente. La construcción, la labor y el diseño fue combinación de ideas de los dos. Básicamente nos tardamos como 10 meses porque lo hicimos nosotros, sin saber nada. ZS: Del tipo de negocio que montamos, no. Tengo un bachillerato en gerencia industrial pero nunca fungí como gerente. Luego que hice mi bachillerato me fui a estudiar leyes y no tuve otro tipo de negocio que no fuera mi participación de niña en la tienda de mi mamá que ya no existe. Pero sí, aprendimos sobre la marcha. Me gusta ser hostess. Me encanta hacer fiestas en la casa así que aplicamos eso y también la astucia. Pienso que cuando tienes un sueño y quieres hacer algo, no hay nada que no puedas hacer; todo se puede aprender. GDE: ¿Qué tipo de comida ofrecen? ZS: Son tapas. Básicamente queremos que las personas puedan parear los cócteles con los platos y sea una sensación agradable. Vimos que en Aguadilla hay muchos restaurantes de comida fuerte, comida criolla, con una barra auxiliar; esa no era nuestra idea. Nuestra idea era establecer la coctelería como motivo principal y que lo que comas sea para parear y acompañar, que puedas seguir consumiendo la bebida sin que te sientas extremadamente lleno. Entre lo que incluye el menú: crostini; albóndigas que se venden con brushettas; hummus; sliders; tacos de cerdo… GDE: ¿La comida es hecha en la casa? ZS: Sí, todo. En ese sentido pienso que también es exitoso pues la gente tiene la oportunidad de verme preparar y confeccionar las tapas frente a ellos en una esquinita de la barra. GDE: Hablando de coctelería, ¿tienen algún signature cocktail? JO: Tenemos uno que se llama el Pink Mist compuesto de vodka y puré de la casa de melón, pepinillo y lima. Se sirve en un rock glass lleno de hielo y el garnish o adorno es un palillito que lleva un cuadradito de melón y una rodaja de pepinillo. GDE: Además de la comida y coctelería, ¿qué más les ofrecen a los consumidores? ZS: Tratamos de proveer el tipo de ambiente de speakeasy bar con música dirigida a ese ambiente. Sin embargo, también hacemos eventos. En diciembre hicimos el COTA Fest, que fue el primer festival de coctelería. El año pasado también hicimos las Fiestas de la Calle San Sebastián en la calle Betances con artesanos, música en vivo y alternativas distintas para el público. Cuando la gente piensa en el área oeste siempre piensa en Rincón y se olvida de Aguadilla. Se vio una proliferación de nuevos establecimientos comerciales a los que queremos ayudar, y ayudar así a la economía del pueblo. GDE: Al ser la novedad de un speakeasy bar en Aguadilla que ya en sí los hace diferentes, ¿cómo ha sido la acogida del público? JO: Ha sido muy buena. Creo que lo que también ayuda al concepto de speakeasy es nuestra localización. Con todo y que estamos en el mismo pueblo de Aguadilla, en la calle Betances, estamos en un local que está en la parte trasera de un parking y una vez entras al negocio te encuentras con el salón principal que tiene la barra principal donde se prepara la comida. Entonces el negocio tiene un pasillo que te lleva a los baños y después de los baños hay otra barra que se llama La PuteríA, que está como escondida. A diferencia de otros speakeasies que puede haber en Estados Unidos y otros lugares, que requieren un código para entrar o que están bien escondidos, no es el caso nuestro. Sí, mucha gente sabe lo que son los speakeasies y por qué existieron, pero mucha gente no. Los speakeasies existieron durante la Era de la Prohibición de Estados Unidos desde 1920 hasta 1933. La Prohibición no tuvo efecto en Puerto Rico. Aquí no había speakeasies así que a la gente le da curiosidad y se le explica, se le habla de la prohibición. De hecho, uno de nuestros menús de cócteles es el de cócteles de la Era de la Prohibición. Diría que la acogida ha sido tremenda, quizás hasta más de lo que se esperaba. ZS: No solamente tenemos el público que nos visita del área oeste, sino que tenemos gran acogida con público del área metropolitana. También nos han visitado turistas de Australia, Malta, Francia, etc. Así que en ese sentido estamos bien orgullosos. Tuvimos una mención en la revista Condé Nast Traveler y Sabrosía Puerto Rico hizo un reportaje de las seis mejores barras cocteleras y salimos número tres. También salimos en listas de Estados Unidos. Había gente que dudaba, que decía que era un proyecto bueno pero que la gente de Aguadilla no estaba preparada para entender el concepto y quizás no iba a funcionar, pero siempre creímos en nosotros. La realidad es que estamos bien contentos con la acogida del público. GDE: ¿Qué planes tienen para este año? JO: Queremos expandir la cocina porque creció más de lo que esperábamos y ahora mismo está en una de las alas de la barra; todo está junto. Así que este año vamos a sacar la cocina de la barra para liberar todo ese espacio como se planificó originalmente y que sea más cómodo. ZS: También queremos seguir trabajando el asunto de la coctelería y tener exposición en distintos foros. Fuimos barra invitada en La Factoría del Viejo San Juan que es una de las world’s best bars. JO: También vino a trabajar en nuestra barra uno de los bartenders principales de la barra Employees Only de Nueva York, que también tiene título de ser una de las mejores barras del mundo. Además, tenemos un viaje planificado para hacer un guest shift en la barra Rockaway Beach Surf Club de Nueva York. ZS: También queremos darles oportunidades la los bartenders que trabajan con nosotros para que crezcan y se desarrollen en el área de coctelería. GDE: ¿Qué días abre Timber & Blues? JO: Abrimos de miércoles a domingo: miércoles y jueves de 5:00 PM a la medianoche; viernes y sábado de 5:00 p.m. a 2:00 a.m., y domingo de 3:00 p.m. a 10:00 p.m. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: JO: Trabajador, persistente y ordenado. Un libro o disco que te haya influenciado: JO: El libro “Meditations” de Marcus Aurelius. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: JO: Una que usamos siempre que pasan cosas así como el huracán María y esto de los terremotos es que “Tú no terminas algo porque estás cansado, tú terminas algo porque lo terminaste.” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? JO: La organización En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? JO: Creo que salir de un estilo de vida de la ciudad y ver que hay otras cosas diferentes que van a un paso diferente, que te hacen como que bajar la velocidad un poco para que veas las cosas con más claridad. En mi caso ha sido eso, salir de la zona metropolitana y venir a un sitio más tranquilo, y lo digo de buena manera, a un sitio donde todo es a otro tempo. Es como si fueras en un carro a 200 millas por hora, te bajas, y te montas en uno que va a 100 pero todavía ves el que va a 200 y entonces puedes ver todo lo que quizás te pierdes a la velocidad que ibas y cómo ahora te puedes enfocar más en los detalles. Eso ayudó mucho y estoy seguro de que ha sido gran parte de la perseverancia, el enfoque y el attention to detail en cuanto a Timber & Blues se refiere. ¿Que película puedes ver infinitamente? JO: Hay un montón, tal vez una de “Star Wars”. Un puertorriqueñ@ que admires: JO: Modesto Cartagena, un sargento qué sirvió con la 65 de Infantería original en Corea. Quisieras aprender a: ZS: Quizás a ser más paciente. ¿Qué te inspira? JO: Diría que la gente cuando va al negocio y es todos los días, no se pone viejo nunca. Al contrario, creo que nos da más hambre y ganas de seguir. Todo lo hacemos nosotros: la comida, los cócteles, los syrups de los cócteles, las mezclas… y cuando llega un extraño al negocio y se sienta en la barra, que no sabes qué tiene en la cabeza ni qué día tuvo, cuando le entrego algo me voy a una esquina a mirar su reacción. Día tras día ver satisfacción, felicidad, asombro, eso es lo que inspira y lo que da ganas de seguir sin importar como fue el día. La satisfacción que transmite la gente es lo que motiva a uno. ZS: De hecho, somos patronos que estamos allí con los empleados y no solamente en calidad de supervisión. Yo cocino, Joel prepara los cócteles y estamos detrás de la barra viendo todo y haciendo todo junto con los empleados. Y ver desde que la persona llega y encuentra el lugar, que ya eso le da un sense of accomplishment, de decir: “los encontramos”, ese asombro, no hay nada en este plano que nos llene más que esa sensación. Quisieras que te recordaran por: ZS: Por ser justa y porque siempre fui con la verdad ante las personas. Pienso que eso es lo que hará que te recuerden bonito. Sigue a Timber & Blues en las redes sociales: Facebook: Timber & Blues Instagram: @timberandblues
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Diciembre 2020
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