Oriunda de Manatí, Lini Figueroa encontró un llamado a la misma vez que descubrió el silente, pero muy creativo mundo de la pantomima. Contable de profesión, las artes se convirtieron en un suero de transformación y la pantomima en una pasión que pretende transmitirles a otros. La también directora creativa, actriz y modelo nos relata su travesía por distintas expresiones del arte, su reinvención, las nuevas oportunidades que llegaron a su vida durante la cuarentena y aquello que más le apasiona. A sus 36 años, Lini tiene una visión muy clara de que tanto niños, como jóvenes y adultos deben conocer la pantomima y sus principales exponentes para que permanezca en nuestra amalgama cultural. A continuación, la entrevista que le hicimos a Lini en su versión editada y condensada. GDE: Lini, además de fungir como contable, también eres mimo profesional, ¿cómo llegaste al mundo de la pantomima? LF: Conocí la pantomima en la iglesia, pero no de una manera profesional. No fue hasta que llegué a la Universidad de Puerto Rico de Arecibo, cuando tenía como 18 años, que vi a unos jóvenes haciendo pantomima en una actividad. Para mí fue la primera vez porque era totalmente diferente a lo que se hacía en la iglesia y me dio curiosidad. Uno de los jóvenes se llamaba Melvin Vázquez y luego hablaré más de él. Empezó a hacer la caja, o sea que hacía como si estuviese dentro de una caja y salía. De momento hizo una bola y empezó a crear todo este mundo imaginario delante de mí. Me acerqué a él y me explicó que la pantomima era un arte profesional, que la había estudiado en una escuela en San Juan y que me podía dar un taller. Obviamente, en Puerto Rico tenemos un mimo nacional que es Luis Oliva, que popularizó muchísimo la pantomima en Puerto Rico. También está Iván Olmo, que creó el “Festival Internacional de Mimo y Teatro Físico en el Caribe”; Omar Robles, que fue parte de la última clase graduanda de la escuela de Marcel Marceau en Francia, y otros. Quienes fueron mis maestros tenían una escuela en San Juan llamada Expresión Profética. Estudiaron con Todd Farley, un mimo americano que inicialmente tomó clases con Gregg Goldston, otro mimo americano muy reconocido que estudió en la escuela de Marcel Marceau y que cuando regresó a los Estados Unidos creó la escuela “Mimeistry”. Aunque mucha gente no lo sabe, en Puerto Rico hay muchos mimos. GDE: ¿Queda alguna escuela de pantomima en Puerto Rico? LF: Luego del huracán María, Arquemimo, la escuela de pantomima a la que pertenecía en Manatí tuvo que cerrar. Ahora mismo todos ofrecemos clases o talleres online por esta situación de la pandemia. Actualmente, entre los mimos activos en nuestra comunidad se encuentran los de Arquemimo; un grupo nuevo que se llama Colectivo Mi-Me y yo, que lo trabajo individualmente, pero somos muchos. Hace poco entrevisté a Gregg Goldston y se sorprendió al ver la cantidad de mimos conectados. GDE: Además de que hay más mimos de lo que tal vez pensábamos, ¿qué más debemos saber acerca de la pantomima que tal vez desconocemos? LF: Primero, y es algo en lo que me enfoco mucho desde hace en un tiempo, trato de unir a mi comunidad y que la gente conozca el arte porque, aunque estuvo bien latente especialmente con los festivales que hacía Iván, a través de los años se ha ido perdiendo; que la gente sepa que el arte de la pantomima existe en Puerto Rico y que aquí hay muchos mimos. Número dos, y otra cosa que trato de impartir a otros compañeros en las artes, que la pantomima está en todo. La pantomima es la comunicación no verbal y como ser humano es parte de ti; también hablas con tus gestos, con tus manos, con tu cuerpo… Tengo amigos pintores que usan la pantomima cuando pintan, igual los actores, los bailarines… de alguna manera u otra siempre practicas esa comunicación no verbal. Siempre le insto a la gente que en la pantomima hay elementos básicos que se pueden aplicar a todo lo que hacemos. GDE: Cuéntame de esos proyectos virtuales pues estás muy activa en las redes. LF: Cuando empezó la cuarentena los artistas nos quedamos como si nos hubieran puesto una pared de cemento de frente porque todo se detuvo y dependemos mucho del público, de los teatros, de todo este tipo de dinámica. No te puedo mentir que caí en una pequeña… no sé si depresión o frustración. Soy cristiana y empecé a hablar con el Señor: “necesito que me dirijas, ¿qué puedo hacer en este tiempo? ¿Cómo puedo seguir aportando a mi comunidad, a la cultura?” Entonces en esos lapsos de tiempo dije: “espérate, tengo muchas amistades que hacen y han hecho cosas geniales a través de su carrera y muchos son multifacéticos, son artistas, pero también tienen sus profesiones en otras áreas.” Por ejemplo, tengo una amiga doctora que también es mimo, poetisa y pinta. Así comencé, con amigos artistas que tienen otras profesiones. Poco a poco se abrieron puertas y es una de las cosas de las que estoy agradecida de la cuarentena. Los mimos alrededor del mundo empezaron a resurgir porque se quedaron sin dar clases en las escuelas y tuvieron que buscar la manera de seguir conectando. Empezaron a dar clases online.Entonces todos estos mimos, que para conocerlos o estudiar con ellos tenías que viajar, comenzaron a estar más accesibles. En ese momento decidí escribirle al mimo español Carlos Martínez. Dije: “¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Que me diga que no?” Le escribí el mensaje y tardé como una semana en esa lucha normal del ser humano. Cuando finalmente me lancé, me dijo que sí. Dije: “si me dijo que sí puede que otros también me digan que sí.” Sin miedo contacté a Mai Rojas, un mimo profesional corporal que ha viajado el mundo y ganado premios, y que trabajó para Cirque du Soleil; me dijo que sí. También de eso surgieron webinars con ellos; el primero lo realizamos el 18 de julio con Carlos Martínez. Se conectaron más de 45 personas de distintas partes del mundo. Ahora preparo la próxima serie que viene en agosto. Me apasiona ayudar. Con lo de los webinars dije: “déjame hacerlo para mí y tal vez para otras personas que puedan tener mis mismas necesidades.” El feedback que recibo… me dan las gracias por: “esta iniciativa, porque aprendí mucho, porque ahora tengo acceso a otros artistas que no conocía, me siento inspirad@...”. Realmente eso es lo que más me llena. GDE: Además eres modelo y actriz, cuéntanos de esas otras facetas. LF: Si supieras que realmente el modelaje es más un hobby. Te voy a contar cómo surgió en mi vida. Melvin Vázquez, amigo y quien fue mi director de pantomima en Arquemimo, se lanzó como fotógrafo y videógrafo. Cuando empezó su carrera fue el fotógrafo de una nueva línea que esta diseñadora de Ponce iba a lanzar. Ya tenían todas las modelos y la noche antes del shooting me llamó para decirme que una de las modelos había cancelado y que pensaba que yo lo podía hacer. Mira Yadira, soy de las chicas que nunca fui popular ni la más hermosa de la escuela y en aquel tiempo tenía como 20, 21 años y decía que no podía ser. Pero él me decía: “puedes hacerlo, creo en ti, dale pa’lante.” Pues llegué al shooting y dije: “bueno, si él cree en mí que es el fotógrafo, me hará lucir bien.” Si supieras que la modelo llamó para que le explicaran cómo llegar al shooting… Ellos le dicen: “pero es que tú cancelaste” y ella insistió en que no había cancelado, así que nunca supimos qué pasó. Pero le dijeron que ya habían comenzado la sesión de fotos y tenían otra modelo; así empezó mi carrera de modelaje. Fui la cara de esa diseñadora por tres años y luego otros amigos fotógrafos vieron mi trabajo y me buscaban para otras cosas. Pero te puedo decir que la pantomima fue esencial para proyectar en la cámara, me ayudó mucho a acelerar ese paso. Empecé en la pantomima porque era bien tímida, me ves ahora y me conoces así que hablo con todo el mundo, pero yo no era así. Fueron las artes las que me ayudaron. Pero la actuación siempre me gustó. No fue hasta que el director Julio Román trabajaba en un cortometraje y me dijo que tenía un personaje para mí. Le dije que me enviara el guion pues pensaba que era un extra. Mi personaje era Laura y pensé que tal vez Laura tenía una línea. Cuando lo leí vi que Laura estaba en la primera página, en la segunda, en la tercera… lo llamé para preguntarle si estaba seguro de que ese era mi personaje pues era el principal. “Sí, es el tuyo.” Yo no había cogido talleres de actuación ni nada, pero él me dijo que me ayudaría y me llevó de la mano. El cortometraje fue “Al Otro Lado del Tiempo” y en el Rincón International Film Festival gané como mejor actriz. Cuando doy conferencias a juveniles y jóvenes, tengo una charla que se llama “True to Yourself” y una de las cosas que siempre digo es que es más fácil decir que no cuando tenemos miedo, dudas y no creemos en nosotros. Les digo, si es un sueño que quieres hacer y está en tu corazón desde hace mucho tiempo, ¿por qué decir que no si se te da la oportunidad? Más aún si tienes personas a tu alrededor que se ofrecen a darte la mano, como en mi caso me pasó con Melvin en el modelaje y con Julio en la actuación. Si hubiese dicho que no, qué puertas hubiese cerrado o qué planes hubiese atrasado por el simple hecho de que es más fácil decir que no y sustentar esos miedos y dudas. Así que siempre digo que necesitamos un poquito de coraje y decir que sí porque es como todo en la vida, te caes, pero tienes la oportunidad de levantarte nuevamente y seguir intentando hasta que lo logres. GDE: Al mirar hacia el futuro, ¿tienes proyectos a largo plazo? LF: Un amigo escribió una obra experimental en la que hizo una fusión de muchas artes: acrobacia, teatro, pantomima… y me fascinó esa dinámica y propuesta. Me reuní con él y le dije que quería hacer algo así. Comenzamos el año pasado a escribir un tipo de monólogo. Nunca he trabajado sola, así que también me quiero retar en esa área. Ver qué otra faceta tiene Lini Figueroa. Quizás tendré otros elementos en el escenario, pero que sea una obra completamente contada y escrita por mí, que también es algo nuevo para mí pues nunca he escrito nada. Así que ese es el primer reto y proyecto que tengo a corto plazo y que ya se trabaja. Además, ver a dónde nos lleva esto de las entrevistas y webinars. Pienso que surgen unas oportunidades bien bonitas y creo que eso también puede seguir tomando forma en el futuro. Finalmente, seguir enseñando y sembrar un poquito en mi cultura de Puerto Rico. Para mí es importante que la gente reconozca la pantomima como el arte maravilloso que es y por eso en parte doy talleres a niños porque son la próxima generación. Enseñarles el arte de la pantomima, los exponentes internacionales y locales para que puedan continuar eso y compartirlo con sus amiguitos. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: Soñadora, atrevida y servicial Si tuvieras que regalarles un libro o disco a todos tus seres queridos, ¿cuál sería?: Leí un libro cristiano muy bueno que se llama “Anónimo”. Me pareció interesante porque habla de la historia de Jesús, pero de su época anónima. En la Biblia se empieza a contar desde que comenzó su ministerio hasta el momento de su muerte, pero antes de eso se conoce muy poco. El libro enfoca esa área anónima de Jesús y lo transmite a nosotros como el momento en que nos toca vivir esa época anónima. Puede ser antes del comienzo de algo, o viceversa, éstas en tu cúspide, muy exitoso, y de momento llega algo a tu vida que te convierte en anónimo pues todo se desborona. El libro habla de que ese tiempo anónimo de Jesús fue cuando se preparaba para lo siguiente. En nuestro caso, nuestro momento anónimo, no importa si es bueno porque nos preparamos para lo que viene o malo porque teníamos el éxito y caímos, siempre es un proceso de crecimiento. En cuanto al disco, me encanta la música instrumental; el disco que recomiendo porque me encanta de principio a fin es “Freedom” de Michael W. Smith. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: El 2018 fue un año bien difícil para mí en términos emocionales y personales y cuando vi la obra “Hamilton”, el personaje de George Washington dice: “Dying is easy, living is harder”. Me hizo pensar pues es verdad, vivir no es fácil, tienes tus altas y bajas. Morir es fácil porque después lo que hay es la vida eterna o lo que sea en que cada uno crea, pero la vida es una. Creo que, aunque sea difícil en momentos, eso es lo que la hace interesante y lo que nos hace crecer y mejores seres humanos. Algo que trato de decirme todos los días es: “¿Qué puedo hacer diferente hoy? ¿Qué puedo hacer mejor?” Porque la realidad es que la vida puede cambiar en un segundo. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Soy derecha, pero hago muchas cosas con mi lado izquierdo. Por ejemplo, si me voy a poner una camisa y la empecé con el lado derecho, mi cuerpo automáticamente me dice que estoy mal y tengo que quitármela y ponérmela por el lado izquierdo. Es una cosa bien rara. Además, tengo que dormir en el lado izquierdo de la cama. Es bien curioso porque no soy zurda. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Creo que valorar lo que es un amigo y la amistad. No todos los amigos son iguales; puedo tener una amiga que necesita unas cosas de mí que tal vez otra no, es descifrar eso. Hay que ser detallista y entenderlos a cada uno por igual e individualmente. Otra cosa que evalúo y que trato de mejorar es que no quiero hacer lo que no quiero que me hagan a mí. Un puertorriqueñ@ que admires: Amo a Denise Quiñones. También es artista y me encanta su personalidad, cómo trabaja y cómo ha crecido en su espacio y distintas facetas. Siento que me identifico un poco con ella; me encanta. Quisieras aprender a: Música, me encanta, y uno de los instrumentos que quiero aprender es la armónica. ¿Qué te inspira? Dios y las artes. Una persona que cambió tu vida y por qué: Primero, mis padres porque siempre me han apoyado. Tengo una gemela idéntica. Las dos estudiamos contabilidad y trabajamos como contables, pero tenemos personalidades muy distintas y ha sido bien interesante cómo nuestros padres siempre nos apoyan a ambas en lo que decidimos hacer. Segundo, mis pastores de joven, Javier Molina y Keyza Dávila. Te comenté que yo era bien tímida e introvertida y ellos me enseñaron muchísimo a tener confianza en mí y a estructurarme. El próximo es Melvin Vázquez porque con él aprendí este mundo de la pantomima y fue quién me dio la oportunidad del modelaje. Aunque Julio me dio la oportunidad de actuar por primera vez, la primera producción de cine que hice fue con Melvin, así que él estuvo en esas nuevas facetas de mi vida. Por último, mi jefa, la licenciada Ilia Toledo porque me ofreció trabajo donde estoy actualmente y donde he crecido muchísimo. Es una mujer extraordinaria y con ella aprendí a crecer en el área profesional. Quisieras que te recordaran por: Como una persona que ayudó a crecer a otros. Siempre he querido que de alguna manera se pueda decir que aporté mi granito de arena para sembrar el arte de la cultura de la pantomima en Puerto Rico. Amo todas las artes, pero específicamente el arte que hago. Que aunque sea un grupo pequeño pueda decir: Lini hizo todo lo posible para que conociéramos del arte y sus exponentes. Sigue a Lini en las redes sociales: Facebook: @linifigueroapr IG: @linifigueroapr YouTube: Lini Figueroa
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José Eduardo Santana pertenece a una nueva generación de cuatristas que se ha tomado muy en serio representar el género de nuestra música folclórica. A los 13 años se enamoró del sonido del cuatro durante una parranda y en ese momento supo que quería dedicarse al instrumento y a la música puertorriqueña. José Eduardo fue estudiante y parte del Conjunto Criollo de la UPR Río Piedras bajo la dirección de Orlando Laureano, y estudiante y parte del Conjunto de Bomba y Plena de la InterMetro bajo la dirección del arreglista y profesor Ricardo Pons. A sus 29 años, Santana ha tenido la dicha de ser intérprete y embajador del instrumento dentro y fuera de Puerto Rico, así como la oportunidad de colaborar con artistas del patio como Ricardo Villanueva, Andrés Jiménez, Hermes Croatto, Lizbeth Román, Manolo Ramos y Silverio Pérez, entre otros. Además, ha grabado en producciones de Gíbaro de Puerto Rico, Manolo Ramos, Tuna Bardos UPR, Lizbeth Román, Jay Laboy, Daniel Díaz y la Orquesta Macabeo, entre otros. Recientemente, lanzó su primera producción musical mientras continúa promoviendo el instrumento y a la vez, su evolución. A continuación, la entrevista que le hicimos a José Eduardo en su versión editada y condensada. GDE: ¿José Eduardo, ¿en qué momento descubriste tu interés por la música? JES: Cuando era chiquitito. Es más, desde la barriga de mi mamá. Mi papá, Edgardo Santana, que en paz descanse, era guitarrista y desde que yo tenía seis años siempre estaba a su lado en los ensayos, tocando los palitos. Entonces a los 13 años fui a una parranda en la que me enamoré del cuatro. Mi padre tocaba la guitarra y su primo, que cogió clases con el cuatrista Maso Rivera, de la manera en que interpretaba la música… la conexión era tan linda que yo decía: “el sonido de ese instrumento me encanta.” Yo tenía una grabadora de cassette y grabé esa parranda. Desde ese día le dije a papi: “quiero aprender a tocar el cuatro.” GDE: ¿Cuándo empezaste a coger clases? JES: Formalmente, a los 14 entré a la Fundación Paquito López Cruz que ofrece clases en el Instituto de Cultura y ahí cogí clases de cuatro, de lectura, como unos dos años. Pero la parte informal la aprendí de oído con mi papá; él fue el primero que me enseñó los acordes, las composiciones. Él tocaba mucha bohemia y música jíbara y se rodeaba de grandes músicos. Fue una escuela inmensa. GDE: Además de tu papá, ¿hubo otras personas que te influenciaron musicalmente? JES: Pues como te dije, seguía a mi papá a todos sus guisos y actividades. Le ayudaba a montar y tocaba los palitos. Incluso en las fiestas familiares, ¿sabes que los niños siempre están jugando que si escondite o cualquier otra cosa? Si ves las grabaciones de mi familia, los primos están jugando y yo siempre detrás del amplificador, pendiente a la música. Entonces mi papá se dio cuenta de que me gustaba y a los nueve años estábamos en el Hotel Ritz-Carlton y vimos a un pianista de música clásica. Papi le pidió el contacto de la profesora Pilar López. Con ella comencé a tocar piano y a leer música. Fueron tres años de educación formal de música. Así que cuando entré al cuatro ya tenía el oído bastante desarrollado, pues mi papá me empezó a enseñar los acordes y las melodías y fue un poco más accesible para mi oído entender lo que pasaba. Encima de eso, la fiebre, tú sabes… GDE: ¿Qué te inspira a la hora de componer? JES: Hay muchos factores que pueden cambiar. De hecho, recientemente toqué con Silverio y él hablaba de eso con el público, de cuando a veces los momentos difíciles nos abren oportunidades para componer. Me he topado con situaciones de tristeza que me han ayudado, igual con momentos de felicidad que te dan una inspiración. Pero cuando nada de eso está en el momento, simplemente sentarte con el instrumento, sea el que sea. Algo que siempre digo es no desesperarse porque a veces uno trata de buscar una idea y la fuerzas tanto que no funciona. Estás una hora completa y después lo borras, como cuando escribes algo y luego botas los papeles. Me ha pasado que mientras estoy guiando de momento se me prende el bombillo y abro el voice memo del celular y grabo una idea. O hiciste una composición que dejaste a mitad y en el momento no sabías cómo conectarla con otra cosa y un día estás tocando en un sitio y te acuerdas y dices: “espérate, esto es lo que necesitaba.” Es importante que usemos estas herramientas que tenemos para poder ayudarnos porque por el ajetreo que a veces uno vive, uno dice: “me voy a acordar” y después no te acuerdas. Es un proceso un poquito tricky porque a veces la musa está encendida y a veces no y cuando no está uno tiene que decir: “ok, si no tengo tanta musa, pero quiero componer, qué proceso entonces debo usar para ir poquito a poco.” GDE: ¿Algún músico con quién te gustaría colaborar? JES: Wow, son muchos. Hay un guitarrista australiano que se llama Tommy Emmanuel, tremendísimo cantautor e intérprete de música de guitarra acústica. Su estilo es fingerstyle, que es él con su propia guitarra y sientes que hay una banda completa tocando, entre los bajos, las primas y todo, es una orquesta sinfónica él solo. Me inspira mucho. Una vez logré contactarlo a través de Instagram y pudo escuchar una versión que toqué en cuatro de una de sus canciones. Para mí fue un honor que la pudiera escuchar, pero tocar con él en vivo sería brutal. Aparte de eso John Mayer que es otra inspiración, es de mis favoritos. GDE: ¿Qué proyectos nuevos tienes para este año? JES: “Raíces Progresivas” es mi primer álbum instrumental, mi bebé, un sueño que en parte se puede decir que se viene cargando hace un tiempo. Incluso, mira qué cosa, mi padre siempre quiso hacer un disco conmigo y nunca lo pudimos grabar, pero en parte él cumplió este sueño sin darse cuenta porque está en el disco. Uno de los tracks es una danza del maestro Modesto Nieves, padre de Mónika y Christian Nieves, que mi papá y yo tocábamos mucho; un tributo al requintista Rafael Scharrón. Casualmente grabamos esa danza hace como nueve años en un estudio. Encontré el audio y estaba en muy buenas condiciones. Harold Wendell fue la persona que mezcló el disco. Me ayudó y pudo mezclarlo muy bien; el legado continúa. Cuando la audiencia pueda apreciarlo, es un disco que representa lo que es la fusión y progresión del cuatro puertorriqueño, el pandero, el barril, el tiple, el güiro, la guitarra puertorriqueña, todos estos elementos que conocemos de nuestra música autóctona, pero usados en lo que llamamos world music. Cuando lo escuchen verán que hay diferentes géneros musicales y no es un disco que regularmente se espera de un cuatrista. Uno piensa en un disco de un cuatrista y a lo mejor piensa que tendrá aguinaldos y seises solamente, o danzas y guarachas solamente Tiene muchos géneros musicales: danza; jazz; plena; bomba; chacarera; puro jíbaro, y un poquito de sorpresas. Es algo que quiero dejar, un legado. Hay mucho corazón en Raíces Progresivas. GDE: ¿Cuánto tiempo te tomó crearlo? JES: Lo arrastré por un tiempo y lo digo en el buen sentido, no como que me pesaba, sino que como creativo y artista uno tiene sus lapsos buenos y no tan buenos. Diría que si lo sumo todo, quizás como unos dos años y medio porque hay una canción en el disco que salió luego del huracán María cuando no tenía luz. El tema se llama “En velas” y literalmente lo hice sin luz. GDE: ¿Dónde las personas pueden tener acceso a este álbum? JES: En todas las plataformas digitales: Spotify; iTunes; Amazon Music; YouTube Music… También tengo copias físicas porque siempre hay gente que le gusta tenerlas. Me pueden contactar por las redes y con gusto se lo hago llegar. GDE: ¿En qué más trabajas para este año? JES: Como te decía, trabajo con muchas personas a la vez. Recientemente, salió un tema de mi hermano Hermes Croatto. Soy parte de su banda y fue un tema que grabamos hace poco que se llama Borikén, súper hermoso. Los invito a que lo busquen. También tengo par de cosas con Los Rayos Gamma para este año y sigo haciendo música con Ricardo Villanueva, que es con uno de los que más toco. Obviamente, dándole mucha promoción al disco, al concepto de lo que es “Raíces Progresivas”, motivando a otros jóvenes. También tengo un viaje a Rusia en julio con la compañía Gíbaro de Puerto Rico. Vamos para un festival internacional en el que participan muchos países y representan su folclor. Será un evento súper importante. Esas son unas experiencias brutales porque uno comparte el folclor de Puerto Rico, nuestro calor, y se aprende mucho. Estos viajes me sirven de bendición en muchos aspectos. Tanto así, que hay dos personas de España y una de Venezuela que grabaron en el disco, que conocí en estos viajes. Ahora por las redes sociales uno puede establecer muchas relaciones y esto me ayudó a que fueran parte del proyecto. GDE: ¿Algo más que quieras compartir? JES: Soy prácticamente joven, pero he tenido unas experiencias bien hermosas en la vida. He tenido unas oportunidades de ver artistas años atrás sin haber sido cuatrista aún, y luego años después estar con ellos en tarima. Han sido unas experiencias de bendición como con Andrés Jiménez, que también soy parte de su grupo. Recuerdo estar con mi papá hace mucho tiempo escuchando sus discos y que mi papá me dijera: “Andrés ha tenido buenos músicos y tú algún día vas a tocar con él.” Encontrarme años después viajando y tocando con Andrés y ser parte de su grupo es como que, wow, estoy con “El Jíbaro”. Con el mismo Silverio, un súper honor. Con Ale y Hermes Croatto… crecí escuchando esa música. Estoy súper agradecido. Además, me gusta que el folclor es algo colectivo. Es de todos y todos trabajamos por una misma causa que al final es demostrarle a todo el mundo lo rica que es nuestra cultura y el sabor que tenemos como puertorriqueños. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: sencillo, introvertido y empático Un libro o disco que te haya influenciado: Te voy a decir uno que no es musical, pero creo que fue el despertar de mi parte artística. Fue un CD de cuentos que se hizo hace muchos años en el que participó Luis Oliva, Sunshine y otras personas. Hay un track que es de los cuentos de Juan Bobo. Mi mamá ponía ese disco y yo imitaba a Juan Bobo y lo llegué a hacer en la escuela y en varios sitios. Aunque tengo muchos discos musicales que me han influenciado mucho, creo que ese merece ese spot. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Yo soy todo lo que tengo y lo que tengo lo doy” de Ricardo Villanueva. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Por muchos años permanecí como una persona bastante agnóstica, no tenía un norte espiritual y me sentía quizás sin un rumbo. Hace un tiempo reconecté con las escrituras de la Biblia y sigo a Jesús. Ha sido una decisión súper bonita en mi vida y para mi familia. No soy perfecto ni pretendo serlo, pero sí puedo decir que me ayuda día a día a encontrar una manera de tratar a los demás y a analizar las cosas que nos pasaron, las que nos pasan y las que nos han de pasar en la vida. Así que puedo decir que ha sido y seguirá siendo un proceso bien bonito. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Te soy honesto, me frustro. A veces me pongo a dar vueltas mentalmente y me da un poco de ansiedad no tener ese control. A veces uno tiene muchas ideas y cree que es una de esas y cuando no es ninguna, llega esa frustración. Pero me voy a hacer ejercicios y libero estrés; uno se alivia y puede fluir y pensar más tranquilo. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? No sé si suena raro, pero diría “No se trata de mí” porque claro, uno a veces tiene logros y demás cosas, pero me gusta lo colectivo, que haya inclusión, trabajo en equipo… Un puertorriqueñ@ que admires: Tengo uno que no era puertorriqueño de nacimiento, pero en los recientes tiempos he aprendido de su vida: Tony Croatto. Qué mucho nos enseñó a entender lo que somos. Quisieras aprender a: tocar la flauta y editar más vídeos; me gusta e interesa esa parte artística. ¿Cómo te relajas? Haciendo ejercicios. También busco música rara en YouTube y quizás revisitar las cosas que uno ha hecho. Quisieras que te recordaran por: por el amor que pude darle a las personas. ------------------- Sigue a José Eduardo en las redes sociales: Facebook: @joseduardomusic Instagram: @joseduardomusic Twitter @joseduardomusic Puede decirse que Ossie Antonetti le ha dedicado toda su vida al voleibol pues comenzó a practicar el deporte cuando tenía 11 años. Aunque jugó consistentemente en la escuela, cuando entró a la universidad pensó que quería ser dentista. Sin embargo, rápidamente entendió que su pasión residía en otra parte pues el deporte latía fuertemente en sus venas. Al graduarse de la universidad quiso aventurarse y se dirigió a Europa donde jugó por alrededor de nueve años en países como Francia, Suiza, Grecia y España. Como jugador profesional, Antonetti fue nueve veces campeón nacional. Luego de retirarse y con el propósito de prepararse como entrenador, se marchó a California donde fue campeón en la NCAA con la Universidad de BYU. En el 2018 Antonetti fue seleccionado para dirigir la selección nacional masculina de voleibol de Puerto Rico, oportunidad que según él ha sido muy enriquecedora y profunda, pues le permite afectar positivamente la juventud puertorriqueña. Ese ciclo está próximo a cerrarse, pero Ossie mantiene sus manos ocupadas. Desde hace cuatro años reside en Galicia, España, donde creó el proyecto Jóvenes Deportistas Boricuas (JDB) para orientar y ayudar a atletas jóvenes en el proceso de exposición y reclutamiento deportivo. A continuación, la entrevista que le hicimos a Ossie en su versión editada y condensada. GDE: Ossie, desde hace un tiempo vives en Galicia, España, ¿qué te inspiró a mudarte para allá? OA: El voleibol es un deporte que se juega más profesionalmente en Europa, no tanto en Estados Unidos pues no hay ligas profesionales. Entonces, cuando me gradué de la universidad a los 21 años, todavía tenía esta vena de joven y de jugador aventurero y decidí emprender en esta travesía en la que estuve como hasta los 30 años jugando en Europa. Luego también estuve en Estados Unidos cuando me retiré y me formé como entrenador. En una de las ocasiones en que estaba en ese vaivén profesional, la que es hoy mi esposa quedó embarazada de nuestro primer hijo y por situaciones laborales el chico nació en España. Entonces eso quizás nos dio esa cercanía con el país. En un momento decidimos traer a nuestro hijo para que hiciera un semestre en Galicia porque también tengo familia acá. Inicialmente solo íbamos a estar cinco meses; luego de dos semanas dije: sería chévere extender esto. Así que esos primeros cinco meses se convirtieron en estos años. GDE: Remontándonos al pasado ¿en qué momento dijiste “esto es lo que voy a hacer por el resto de mi vida, me voy a dedicar al voleibol”? OA: Quizás fue el timing. Me crié en una época en la que el voleibol tenía cierta historia y tuve la oportunidad de quizás sumergirme bastante joven en el deporte mientras se desarrollaba, tanto a nivel federativo como local. Simbólicamente estuve como metido ahí en los equipos nacionales de jóvenes de mi país, etcétera, etcétera. Luego me fui a Estados Unidos y mi equipo universitario tuvo éxito. Entré a la universidad por Biología pues quería ser dentista y tenía todo alineado para eso. Cuando fui a unas clases que eran tipo conversatorios, vi la atención de mis compañeros y cómo les brillaban sus ojos. Dije: “no puedo hacer esto porque a mí no me brillan así.” Entonces estudié Filosofía pensando que podría ser profesor. Pero cuando me gradué se me dio la oportunidad de venir a España y eso postergó la continuación de estudios. Esto es bien simbólico porque mientras tus panas se hacen abogados y doctores, tú estás sumergido en el deporte. Así fue hasta que, cuando me retiré de jugar, me fui a California para ser entrenador en la liga colegial de Estados Unidos. Allí estuve dos años, me formé, y de ahí me fui a Puerto Rico a entrenar y hacer proyectos deportivos. GDE: ¿Qué trajo el deporte a tu vida? OA: Creo que hay dos cosas: disciplina y salud. A uno le gusta relacionarse con gente que quizás piensa igual que uno en cuanto a salud se refiere. A la misma vez que a uno también le gusta estar con gente que persevera, que no se desanima cuando le dicen que no. Uno siempre se identifica con esas personas soñadoras y que están dispuestas a aplicarlo, no importa si les gusta o no el deporte. GDE: ¿Algún mentor durante tu camino? OA: Es difícil mencionar nombres porque creo que en todas las etapas hay personas que te tocan. Hay una persona que me influenció mucho y fue el profesor Israel García Lucca quien fue el entrenador de las selecciones nacionales de Puerto Rico. Esta persona donaba sus veranos y desinteresadamente quería el deporte, que eso no se ve hoy en día. Ese profesor creo que fue el detonante de decir: pues mira, con este deporte te puedes identificar, crear tu personalidad o quizás abrir puertas. No lo decía así, pero uno se daba cuenta. Claro, siempre de la mano de la educación porque sin eso no tienes como articular lo que aprendes. GDE: ¿Cómo defines tu estilo al entrenar a otros? OA: Soy bastante partidario de que todo esto que hablamos de la disciplina y la identidad se forman en el entorno. Lo más importante de todo esto es la gente con la que te relacionas, está claro, pero cuando te tocan tus grupos, casi siempre el grupo toma su personalidad a base de los valores que ve del entrenador; es como todo en la vida, pasa con los hijos. Como entrenador trato de absorber lo que veo en los grupos para aprender de ellos. Todo entrenador siempre tiene un libro de lo que le gusta enseñar a base de lo que estudia o aprende y obviamente no soy diferente a eso. Sin embargo, al reconocer que me formé alrededor del deporte, sí soy exigente con lo que el jugador me da. Creo que nunca es muy difícil porque el jugador lo reconoce sin yo tener que decirlo y eso es bien importante. A base del entorno y la estructura que se crea, el jugador reconoce lo que hay que hacer. No importa el nivel que sea, eso es importante y tomando en cuenta que, si el deporte me ayudó a formarme, esas personas también se están formando. Entonces hay que tomarlo con mucha importancia. GDE: ¿Cómo fue la experiencia cuando te nombraron director de la selección nacional masculina de voleibol en 2018? OA: La experiencia ha sido bastante buena. Ahora básicamente estamos en el cierre del ciclo. De cara al futuro pues no sé porque estoy aquí en España. Para retomar el puesto tendrían que pasar ciertas cosas, pero a base del tiempo que estuve te digo que fue muy enriquecedor y profundo porque estás tocando a la juventud de Puerto Rico. Ves las vicisitudes, los esfuerzos y los retos que tienen estos chicos para poder dedicarse de manera propia al deporte porque claro, con los que competimos son potencias mundiales, países que proveen una estructura. Nosotros como país hacemos lo que podemos para que los equipos se desarrollen. Ojalá todo el mundo entendiera lo que se requiere para que un equipo nacional tenga algún tipo de identidad. Son muchas horas de sacrificio y de trabajo y no hay garantía; como la vida, hay que tomarla día a día. GDE: ¿Cuáles son algunos de los proyectos que tienes alineados para este año? OA: Comenzamos un proyecto que se llama el Proyecto JDB, Jóvenes Deportistas Boricuas. Este proyecto básicamente lo que hace es que crea guías de ruta para estudiantes atletas puertorriqueños. Normalmente, una guía de ruta para un atleta puertorriqueño es estudiar en Puerto Rico y si tiene una oportunidad para ir a los Estados Unidos, la aprovecha. A base de mi experiencia, lo que creamos fue este concepto más internacional para que el puertorriqueño iberoamericano pueda, no solamente ir a Estados Unidos por definición de nacionalidad, sino que también por ser iberoamericano pueda venir a España y hacer lo mismo bajo la sombrilla de la Unión Europea que tiene mucha fuerza y no tiene nada que envidiarle a lo que tradicionalmente conocemos en los Estados Unidos. Aparte de hacer una consultoría individual para cada atleta, también creamos una serie de viajes que llamamos depo-educativos, en el que el atleta viene con su grupo o de manera individual y se prueba acá en España. Exhortamos bastante la zona de Galicia porque estamos acá, pero lo podemos hacer en otros sitios. Tuvimos tanta cercanía con estos estudiantes aletas y grupos que vinieron, que decidimos crear una residencia. Este sería nuestro tercer año. Tenemos chicos tan jóvenes como de 13 años hasta de 18. Chicos que vienen a hacer la escuela superior acá y hacen deporte acá, y chicos que están encaminados para hacer la universidad acá. Entonces hemos ido a paso a paso firme con eso. GDE: Hablando de chicos, tienes uno que juega fútbol allá… OA: Tengo dos. Leandro de 17 años, que llegó aquí a los 13 y vive en Lugo pues fue fichado por el CD Lugo y hace su escuela y vive en la residencia del club, cuyo primer equipo juega en segunda división, la Liga 123; una de las mejores ligas del mundo. De hecho, el año pasado fue a un torneo con la selección de Puerto Rico y fue una bonita experiencia. Entonces tengo a Ignacio que tiene 12 años y que también hace fútbol acá y cubre bien sus etapas. Siempre te dicen que los hijos heredan las cosas y la verdad es que obviamente nuestros hijos también ven el deporte como una manera de complementar su vida, hacer amistades y todo eso. Y tengo una nena de 10 años que todavía tratamos de que juegue voleibol; vamos a ver si la convencemos. GDE: ¿Cómo es esa relación y dinámica con tus hijos al verlos desenvolverse en el deporte? ¿Te piden consejos? OA: Con Leandro es un poquito más difícil porque al ser hijo mayor, ha tirado la línea de lo que significa criar un hijo, protegerlo, pero a la misma vez dejarlo ir, todo ese tipo de cosas. Ha sido muy revelador con él pues creó la base de cómo entonces nos comportamos con los otros hijos. Al final pues te podrás imaginar que es una relación bien profunda por ser una familia que vino de Puerto Rico para España, con las maletas en el taxi para meternos en un hotel por dos o tres días. La verdad es que vivimos una experiencia bien única que no solamente nos une en sangre, sino que nos une en una travesía de vida. Al final, nuestro proyecto es un ejemplo de eso, de seguir y de abrirle camino a la gente. LA ÑAPITA Descríbete con tres palabras: paternal, amante de la patria y propulsor de la raza. Un libro o disco que te haya influenciado: el libro “El mundo como imagen y representación” de Arturo Schopenhauer y de disco tiene que ser “Vagabundo” de Draco. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: sería algo así como: “¿Cuán grandes son tus sueños y qué estás dispuesto a sacrificar para lograrlos?” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Masticar jengibre por la mañana antes de desayunar. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Escuchar a mis hijos sin tener una opinión. ¿Que otro deporte te apasiona? Me gusta el fútbol y me gustaba mucho la patineta cuando era más joven. Un puertorriqueñ@ que admires: Albizu Campos Quisieras aprender a: tocar el piano Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me desespero. Quisieras que te recordaran por: servirle a mi país. Sigue a Ossie y al Proyecto JDB en las redes sociales: IG: @proyectojdb Facebook: Proyecto JDB |
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Diciembre 2020
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