Rafael Trelles es uno de los artistas plásticos puertorriqueños más importantes de nuestros tiempos. Su inclinación por el realismo mágico es evidente en la mayoría de sus obras, que nos transportan a mundos fantásticos en los que predominan personajes y elementos místicos. En su trabajo también sobresalen temas como la literatura mundial y la mitología, así como la evidente influencia del artista surrealista alemán Marx Ernst. A los once años y bajo la tutela del artista catalán Julio Yort, Trelles comenzó su travesía en el mundo del arte. Poco a poco exploró y desarrolló técnicas que lo llevaron a crear un estilo que hoy día es reconocido internacionalmente entre los más importantes críticos del arte. También se destaca en el arte público, con instalaciones que llamó “En concreto, gráfica urbana” y que consisten en la creación de imágenes en superficies exteriores. Trelles es miembro fundador de varias organizaciones como: la Asociación Puertorriqueña de Artistas Plásticos afiliada a la UNESCO, (San Juan, 1998); el grupo plástico teatral “Taller Delfín del Cielo” (Islas Canarias, España, 1986); el grupo de teatro “La Iguana Marina” (Ciudad México, 1985), y el grupo plástico literario “El Alfil (imagen y palabra) (San Juan, 1984). A lo largo de su trayectoria como artista y por la excelencia y calidad de su trabajo, ha recibido numerosos reconocimientos y premios que incluyen: la Medalla de Cultura de la Fundación Alegría (San Juan, 2011); Premio a la Mejor Exhibición, Asociación Internacional de Críticos de Arte, Capítulo de Puerto Rico (San Juan, 2009), y la Medalla de las artes, Asociación Puertorriqueña de Artistas Plásticos afiliada a la UNESCO (San Juan, 1998). Sus obras le han dado la vuelta al mundo, exhibiéndose en países como Estados Unidos, España, Argentina, Canadá, Serbia, Portugal, Cuba, Eslovenia, Italia, República Dominicana y México. Su preparación académica incluye un bachillerato en Arte de la Universidad de Puerto Rico y estudios post graduados de la Universidad Autónoma de México en Ciudad México. A continuación, la entrevista que le hicimos a Rafael en su versión editada y condensada. GDE: Rafi, comenzaste a estudiar arte a los once años bajo la tutela del artista catalán Julio Yort, ¿cómo ocurrió esa conexión? RT: Esa conexión ocurrió gracias a la visión de mi madre. Yo era el típico niño que tenía habilidad para el dibujo y ella entró en contacto con este artista que le habían dicho que era muy bueno. Me concertó una cita y me llevó donde el señor catalán, residente de Puerto Rico y graduado de San Fernando en Madrid y de algunas academias italianas. Era muy amigo de Pablo Casals. Resulta que él no daba clases a niños, sólo a adultos, pero me hizo una pequeña prueba. Recuerdo que me puso una botella de vino de frente y me dio un pedazo de carboncillo. Nunca había visto carboncillo y le pregunté “¿para qué es eso?” Me dijo: “con eso vas a dibujar”. Dibujé la botella y cuando terminé, me hizo unas correcciones y le dijo a mi madre “me voy a quedar con él porque es calladito”. Nunca supe si se quedó conmigo porque dibujé bien la botella o porque era calladito. Estuve con él unos cuantos años y gracias a su padrinazgo aprendí todos los fundamentos del dibujo y del trabajo al óleo académico. Íbamos a pintar con el grupo al Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico donde yo era el único niño, y también a su taller, un apartamento en la calle México en Hato Rey. Para mí, él fue muy importante porque no solamente me enseñó los fundamentos básicos de la pintura, sino también una ética de trabajo, a respetar y cuidar los materiales. Me enseñó que había una tradición detrás de los pintores y tenía que conocer esa historia del arte, y que de alguna forma u otra cuando asumes una profesión como ésta también aceptas ser parte de una larga tradición que hay que respetar y honrar con un trabajo serio. GDE: ¿Quiénes fueron mentores a lo largo de tu carrera? RT: Años después nos mudamos de Río Piedras a Yauco y allí continué estudios en Ponce con otros maestros españoles. Eventualmente entré a la Universidad de Puerto Rico y cogí clases con varios de los artistas puertorriqueños de una generación anterior a la mía como: Carmelo Fontánez; John Balossi; Luisa Géigel, y Félix Bonilla Norat; no puedo quejarme porque tuve muy buenos maestros. Me fui a México en el ‘83 para hacer estudios postgraduados en la Academia San Carlos de la Universidad Autónoma de México. Allí conocí a un escritor español a quien le gustó mi trabajo y me invitó a Islas Canarias para que hiciera un trabajo de ilustración de las cartas del Tarot que llegaron a publicarse bajo la Editorial Antacarana y se distribuyeron en español e inglés en varios países del mundo. Allá estuve poco menos de un año. GDE: A la hora de crear, ¿qué te inspira? RT: Cuando regresé de Islas Canaria había comenzado a experimentar con el azar como punto de partida para hacer una obra de arte. Utilizaba las técnicas académicas que normalmente se basan en que cuando vas a trabajar una obra, una pintura, tienes una idea y la elaboras en un boceto hasta que de uno que consideras final, pasas a la pintura y desarrollas la obra. Cuando yo seguía este método, que es muy tradicional y útil, comencé a repetir temas y estrategias de composición y me cansé de lo que hacía. Entonces recordé una experiencia de la niñez en la que me gustaba mucho visualizar formas y figuras en las nubes y en las losetas de terrazo de la casa de la infancia. ¿Sabes que las losetas de terrazo tienen unas manchitas? Yo tenía una especie de bestiario en las losetas… Por toda la casa sabía dónde había un pajarito, un león… alrededor del inodoro tenía unos personajes que me rodeaban en el piso. Me escondía debajo de la mesa de la sala y veía un montón de animalitos y los dibujaba ahí mismo en el piso, les añadía ojitos… Ese aspecto de la niñez, combinado con unas lecturas y un encuentro con unos ejercicios de los surrealistas, me llevaron a experimentar con hacer manchas abstractas sobre superficies. Más bien era la estampación de una textura con pintura húmeda sobre la superficie de la pintura, y a partir de esa textura hecha totalmente al azar, empezar a visualizar formas y sacar una imagen. Aunque parto de una experiencia de la infancia, con el tiempo descubrí que otros artistas ya trabajaban esta técnica, como el artista canario Óscar Domínguez. Para la década del ‘30, él desarrolló esta técnica que llamó de calcomanía y la llevó al grupo de surrealistas en Francia. Allá la comenzaron a utilizar los surrealistas Breton, Marx Ernst y muchos otros. En la psiquiatría hay una prueba muy conocida, la Rorschach, donde al igual que los surrealistas, el psiquiatra pretende, a través de lo que ve el paciente, explorar su subconsciente. Entonces era una manera de explorar el subconsciente de lo surrealista, de evadir la razón entrando en ese mundo del subconsciente para poder acceder a un mundo nuevo. Partiendo de esas ideas, las adapté a mis necesidades personales e ideas creativas y empecé a desarrollar mi trabajo. En el 1991 comencé con una serie de trabajos que comenzaban de una mancha en óleo, antes lo hice en tinta china sobre papel, y en el ‘93 hice una exposición de ese grupo de pinturas que sirvió para conmemorar el aniversario número cuarenta de la Galería Botello en San Juan. De ahí en adelante mi trabajo adquirió cierta visibilidad. Empezó a venderse fuera de Puerto Rico, en Christie’s, Sotheby’s, y eso fue como realmente el antes y después del desarrollo de mi trabajo. GDE: ¿Cuáles son algunos de tus trabajos de los que estás más orgulloso? RT: “Visitas a El Velorio”, que está en la colección del Museo de Arte de Puerto Rico, es una de las obras más emblemáticas de mi cuerpo de obras por ser una instalación, muy distinto al modo de pintar partiendo de una mancha, que es una pintura más íntima. Desde mis años universitarios también he tenido unas inquietudes sociales y políticas. Cuando he tenido la necesidad de comentar y opinar sobre la realidad que me rodea, en vez de recurrir a la pintura de caballete, escojo otros medios distintos como la instalación, el performance y las intervenciones en la calle como recurso expresivo que creo que en mi caso particular son más adecuadas para expresar las ideas de índole política y social. Entonces en el año ‘91 trabajé esta instalación “Visitas a El Velorio” que me tomó un año hacerla, y en la cual recreé “El Velorio” de Francisco Oller y lo actualicé al ‘91. Presenté la obra frente a “El Velorio” original en el museo de arte de la Universidad Puerto Rico. Fue un gran éxito. A la apertura fueron casi 400 personas y llamó mucho la atención. Posteriormente la adquirió el Museo de Arte de Puerto Rico. Desde entonces me mantengo haciendo instalaciones. Otro proyecto que también puedo decir que es de mis preferidos es “En concreto, gráfica urbana”. Presenté este proyecto en el 2004, en el contexto de la Trienal Poli/Gráfica. Es una serie de intervenciones en las paredes sucias de la ciudad donde, utilizando plantillas de plástico y una máquina de lavado con agua a presión, comienzo a dejar estos diseños utilizando el sucio como el medio principal. Lo que hago es que limpio las paredes a través de la plantilla y cuando retiro la plantilla queda impreso el diseño. Es un trabajo muy redondo porque, no solamente el resultado plástico es bastante eficaz visualmente, sino que también la misma técnica y el hecho de hacer arte con sucio, aporta al contenido de la obra. El artista expresa que hay belleza en el sucio y demuestra que con lo menos noble se puede crear una obra de arte. GDE: ¿Algunos artistas que admires? RT: Esa primera exposición que hice en la Galería Botello en el ’93 se la dediqué a dos artistas muy importantes: Carlos Raquel Rivera, artista puertorriqueño de Yauco que en la década del ‘50 también exploró una especie de realismo mágico muy personal, y a Max Ernst que se conoce como el pionero alemán del surrealismo. Ambos continúan siendo importantes para mí, aunque también soy fanático del buen arte y el buen arte está, gracias a Dios, en todas partes. GDE: ¿Cómo ves el arte en Puerto Rico? ¿Hacia dónde entiendes se dirige? RT: A pesar de la crisis, el mejor momento en la historia de las artes plásticas en Puerto Rico lo hemos vivido en los últimos 20 años, gracias a varios factores. Primero, a un proceso histórico acumulativo donde cada día hay más academias y escuelas de arte. Se consolidó la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico y casi todas las universidades tienen un programa de artes plásticas, a diferencia de los años ‘50 que apenas había oportunidad de estudiar arte. O sea, que eso ha generado una cantidad de jóvenes puertorriqueños que se gradúan de arte y que también han podido vivir fuera de Puerto Rico para estudiar. Eso en combinación con la llegada del Internet que dio acceso a los artistas puertorriqueños y al mundo entero a compartir sus trabajos y enterarse de lo que pasa en el mundo. Cuando me desarrollaba, para enterarte de lo que pasaba en otros países, o viajabas, o tenías que estar suscrito a las revistas de arte que eran el mejor instrumento para mantenerse al día. Otra cosa es que en las nuevas corrientes museográficas internacionales está en boga lo que llaman el multiculturalismo, que permite que los grandes círculos y las grandes capitales de la cultura acepten el arte de la periferia. Cuando me desarrollé y mucho antes, el arte de América Latina apenas existía para las principales corrientes de la cultura; éramos casi inexistentes. Hoy en día las grandes exposiciones del mundo siempre cuentan con el tercer mundo, con América Latina, con África, y eso hace que a los artistas jóvenes se le abran las puertas con mucha más facilidad que antes. GDE: ¿Qué consejos compartes a esos jóvenes que desean dedicarse al arte? RT: Creo que el mundo del arte está lleno de contradicciones y una de éstas es el poder del mercado del arte. Por un lado, genera muchas oportunidades de vender arte, pero a la misma vez desarrolló un poder que controla las tendencias, estimula los estilos, incluso influencia la instituciones culturales, los críticos de arte y los curadores. Antes nos decían: sigue trabajando y tal vez cuando llegues a los cuarenta años, que la crítica te haya convalidado, que la academia y las instituciones te hayan respaldado, entonces el mercado, que generalmente en aquella época era más conservador, va a apoyar tu trabajo. Ahora es al revés, el mercado va por muchachos jóvenes acabados de salir de la escuela de arte, pues pueden vender su trabajo a precios muy bajos y rápidamente inflar su obra para tener grandes ganancias en poco tiempo. Eso es peligroso para los jóvenes porque un éxito económico a temprana edad puede ser catastrófico para alguien que esté madurando, no solo como artista, sino como persona. Así que deben tener mucho cuidado con las tentaciones del mercado y ocuparse más en desarrollar su trabajo, en educarse, en tener una cultura amplia para que tengan cosas que decir. Que desarrollen su técnica, porque si logran una obra que sea sólida desde el punto de vista técnico, formal y de contenido, va a tener salida porque la misma obra se va a imponer por su calidad. Que no inviertan el orden de los factores y estén más pendientes a la venta porque van a producir una obra que no resistirá el tiempo. GDE: ¿En qué proyectos trabajas? RT: Ahora mismo trabajo en varias cosas. Junto a un grupo de artistas puertorriqueños trabajo en un portafolio que va a ser en linóleo y el tema es un acercamiento crítico a la Constitución de Puerto Rico. Además, trabajo en una serie de dibujos en tinta de aceite sobre papel sobre el tema de personajes de la literatura, que se exhibirá próximamente en la Universidad de Syracuse en Nueva York. También preparo un grupo de pinturas que se exhibirán en Londres, tal vez para el 2020. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: comprometido, disciplinado y apasionado Un libro o disco que te haya influenciado: El libro de las mutaciones I Ching Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: Hay una cita del autor francés Eliphas Lévi que dice: “Un hombre importante con el tiempo supera un fracaso, pero un hombre mediocre jamás superará un éxito.” En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? La lectura Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Corro a trabajar. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Sin título” Un puertorriqueñ@ que admires: Lolita Lebrón Quisieras aprender a: ser más inclusivo con todos los seres humanos que me rodean. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Estudiar y trabajar en el arte. Ser una persona que desde joven quería ser artista y vivir del arte. Me costó mucho trabajo porque es difícil y fui terco por muchos años, pero hoy puedo decir que vivo de mi trabajo y eso me da mucha satisfacción. ¿Cuál es una de las mejores inversiones que has hecho? Comprar mi casa. ¿Cómo te relajas? Compartiendo con mis amigos. Quisieras que te recordaran por: mi trabajo Sigue a Rafael Trelles en las redes sociales: Facebook: Rafael Trelles rafaeltrellesonline.com
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Carlos Javier Ramos es un talentoso artista plástico y poeta residente del pueblo de Aguadilla, cuyas coloridas obras se han exhibido en teatros, galerías de arte y exclusivos restaurantes. Gran parte de su trabajo también consiste de murales que pueden apreciarse en exteriores alrededor de la isla. Con frecuencia, Gemelo 4k, su pseudónimo artístico, participa de actividades locales auspiciadas por el Instituto de Cultura de Puerto Rico en calidad de artista y poeta. También frecuenta festivales de arte en ciudades estadounidenses como Oregón, Texas, Miami y Nueva York; en esta última ciudad representó a Puerto Rico en el VIII Festival de Nueva Poesía “Poetas en Nueva York” en el 2012 junto a un grupo de poetas Latinoamericanos. Para el artista, que estudió Artes Plásticas y Pintura en la Universidad Interamericana de San Germán, es de suma importancia compartir su conocimiento a través de talleres de arte y charlas acerca del arte urbano y la poesía. Además, participa de importantes movimientos artísticos urbanos que contribuyen a la restauración estética de Puerto Rico como lo es Santurce es Ley, cuya séptima edición se celebró el año pasado. A continuación, la entrevista que le realizamos a Gemelo 4k, editada y condensada.
GDE: Hola, qué bueno que al fin te consigo. ¿Cómo estás? G4k: Bien, ¿y tú? GDE: Gemelo, ¿por qué 4k? ¿Cuál es la historia detrás del nombre? G4k: 4kto (cantos), son cuatro tipos de arte que complementan el mío abstracto: la poesía, la pintura, la música y la danza. Todas esas artes me hacen a mí. GDE: Previo a tus estudios universitarios, ¿qué experiencia tenías con el arte? G4k: Al principio, cuando corría patineta y bicicleta, me iba por ahí con un grupo de amigos a pintar graffiti; eso siempre estuvo presente. Después que empecé a estudiar arte fui añadiendo diferentes técnicas. GDE: ¿Cuál es el medio que prefieres para pintar y cómo describes tu estilo? G4k: El acrílico y defino mi estilo como abstracto y surrealista. GDE: A través de las redes sociales, muchos te conocen por tus famosas y coloridas gorras que pintas a mano, ¿son todas distintas? G4k: Sí, todas son diferentes y solamente las hago por pedido. GDE: En cuanto a tu faceta de poeta, ¿cuándo comenzaste a escribir y declamar? G4k: Comencé desde chiquito, desde que estaba en la escuela escribía poesía y siempre estaba en todas las actividades de poesía. Después estuve un tiempo sin hacer poesía hasta que me mudé a San Juan, pues allí estaban los grupos de poetas porque en Aguadilla no se hacía mucho eso. GDE: ¿Qué te inspira a pintar y a escribir poesía? G4k: Para pintar me inspiran los cuatro elementos, y para la poesía, el arte, la música, los colores, la historia, la mitología… GDE: Entiendo que también ofreces talleres de arte para niños. G4k: Sí y también para adultos. Doy talleres a través del Museo de Arte de Aguadilla y del Caribe, y del Departamento de Turismo. Para los niños se dan talleres recreativos los sábados y también doy talleres privados y por grupos, como a grupos de clases graduandas, grupos de ancianos, jóvenes que quieren participar de un tallercito. Además, doy talleres en eventos de artes como la Campechada, que se celebra todos los años y es uno de los eventos de arte más grandes que tiene Puerto Rico. GDE: También visitas correccionales para hablar de arte y poesía con los confinados, ¿cómo llegaste a hacer esto? ¿Cómo describes esta experiencia? G4k: En una entrevista de radio que hice había un guardia penal y me ofreció dar un taller de poesía y arte a los presos y explicarles cómo pueden vivir de eso. Fui a la Institución Correccional Guerrero de Aguadilla y fue muy buena la experiencia porque encontré muchas personas que querían progresar y acortar su sentencia a través de talleres de rehabilitación. GDE: ¿En qué proyectos trabajas y qué podemos esperar para este año? G4k: Ahora trabajo en un proyecto en el pueblo de Aguadilla. Me invitó otro artista que tiene un proyecto de rehabilitación de casas y cerros abandonados y como artista local voy a pintar un mural en mi pueblo, detrás de El Parterre. Otro proyecto que espero terminar es mi poemario, que incluirá aproximadamente de cincuenta a sesenta poemas y que se llamará “Bailan solas las arañas”, que nace de unos versos que unen toda la historia de mi poesía. También viajaré a Santo Domingo, Nueva York y Miami pues me invitaron a participar de varias actividades de arte. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: perseverante, amante y fuerte Lugar del mundo: Puerto Rico Frase: “Bailan solas las arañas” Coleccionas... arte Alguna obsesión o manía: dejo todo para lo último porque siento la presión de terminarlo y hacerlo bien ¿Te gustaría conocer a? Al grupo de deidades Anunnaki ¿Qué lees o escuchas al momento? Escucho punk rock ¿Qué te inspira? La fuerza de la música Algo placentero para ti es: la playa ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? 4kto Si existen las vidas pasadas, ¿qué fuiste en otra vida? Un mochilero Un puertorriqueñ@ que admires: Pedro Pietri Quisieras aprender a: mejorar cada día mi arte ¿Cómo te relajas? Jugando billar ¿Qué te da esperanza? Los niños que tienen como principio la música, el arte y el deporte Quisieras que te recordaran por: tratar de cambiar la visión del artista Sigue a Gemelo 4k en las redes sociales: Facebook: Carlos Javier Gemelo Ramos Instagram: @gemelo_4k Sergio Yamil Morales, a quien muchos llaman por su segundo nombre, es ebanista de profesión y el genio detrás de SMaderas Custom, su compañía de creación de cajones. Oriundo de Aguadilla donde también tiene su taller, sus exquisitas piezas llegan a lugares como México, Alemania, República Dominicana y los Estados Unidos. A sus 33 años y al sol de hoy, Yamil ha entregado 1,123 piezas firmadas de una calidad inigualable y con la capacidad de producir un sonido que previamente existía sólo en su cabeza. Conversamos un rato con el maestro ebanista; a continuación la entrevista editada y condensada.
GDE: Hola Yamil, gracias por este un ratito. ¿Cómo nació tu afinidad por la música? YM: ¡Saludos! Pues, creo que desde las cacerolas de mi mamá porque literalmente cuando se hacía café con colador, yo jugaba con esas cacerolas y escuchaba un tono, un sonido como lo que es el bongó. Pero eso fue por cosas de la vida, no fue que alguien me enseñó, me gustaba el sonido cuando le daba cantazos a las latas. A los doce años trabajaba en un taller de serigrafías y mi papá me regaló un bongó; decidí venderlo para comprarme una guitarra. Pero antes, pasaba por una casita y en el zafacón había muchos pedazos de madera, los recolectaba y los llevaba a casa para inventar. No sabía lo que hacía en ese momento. Me gustaba montarlos, ensamblarlos, como darle Legos a un niño. Cuando salí a vender el bongó, quien era mi jefe me dijo: tengo una persona que te lo va a comprar. Resulta que llegó una pickup de donde iba a recoger la madera y no sabía que él era músico, percusionista. Se llama William Pérez Cruz y ese fue mi papá adoptivo en el sentido de lo que es trabajo. Luego de esa venta del bongó, me ofreció trabajo porque cuando llegué a su taller me sentí en Disney. Empecé a ver máquinas, muchos pedazos de madera, gabinetes, algo que no sabía que me iba a llamar tanto la atención porque era la primera vez que lo veía. Él vio mi cara y me preguntó: ¿quieres aprender a trabajar la madera? Le dije que sí y preparó un pedazo de madera y me enseñó lo que significaba una pulgada. Me dijo: tienes que aprenderte esto para comenzar a trabajar. Por un año sólo estuve lijando y luego entendí el procedimiento de la lija. Estuve ocho años con él y gracias a él logré mi taller de ebanistería. Mi mamá me regaló parte de las máquinas y a mis 19 años hacía cocinas solo. Aprendí con una persona muy diestra, fue mi escuela y graduación; ahí fue que vi las piezas de percusión y todo cambió. GDE: ¿Dónde y cuándo escuchaste un cajón por primera vez? Describe ese momento. YM: En el 2002 o 2003 escuché un cajón peruano que no utiliza cuerdas y no me llamaba tanto la atención el sonido. Llegó esta persona que se llama Freddy Santiago, mi amigo y un maestro de la percusión en Puerto Rico a nivel mundial y que levantó una escuela de percusión en Alemania, con un cajón alemán. Cuando le metió la palmada a ese cajón dejé lo que hacía; ese sonido me mató. Ahí fue que miré lo que era, de lejos, no podía decirle quiero hacer uno por respeto de ebanista, de jefe a empleado. Esperé cuatro años. En el 2004 me enseñó a hacer uno pero no me dijo qué madera usar. Me tocó a mí la asimilación, elaborar mi estilo y conseguir el sonido que tenía en mente. Entonces le dije: me encantaría desarrollar esto para vivir de esto. Y me dijo: tú eres ebanista, con el arte que tienes te puedes ganar el dinero así. Ya había salido del taller y él llegó una vez a casa y vio como unas 40 piezas que había montado y me dice: muchacho, te volviste loco. Le dije: ¿te acuerdas que te dije que quiero vivir de esto? Voy a echar pa’lante. Él me miraba y miraba las piezas y decía: este tipo no estaba relajando. Entonces empecé a elaborar, a darle las piezas a músicos, a hacer investigación como por dos años, buscando la tapa del cajón pues aún no me sonaba. Eran piezas que hacía y se perdían. Entonces le mostré la pieza a unos amigos músicos, Obed Sepúlveda que ha tocado con Wisín y Yandel, y Antonio Alonso, el baterista de Kany García, personas que me iban a decir si servía o no. Cuando me dijeron: éste está bien cerca, eliminé todo lo que no servía y comencé nuevamente con ese. Y no me arriesgué a escuchar otras piezas porque yo tenía el sonido en mi oído y si escuchaba otras piezas puede que se mezclara con lo que sentía que quería en el cajón. Cuando conseguí la tapa que era, dije: este es el sonido que tengo dentro de mí, que quiero expresarle a la gente. Cuando conseguí el que estaba en un 98, 99 por ciento, se lo volví a dar a mis panas y abrieron los ojos bien grandes y me dijeron: esto suena bien bravo. GDE: SMaderas Custom Woods comenzó operaciones oficialmente en el 2006, ¿cómo les va? YM: En el 2006, 2007 fue que realicé algunas ventas y desarrollé el look de la pieza. Puedo hacer un cajón que suene brutal pero si no tiene estilo no lo puedo vender. Ahora, si hago una presentación que lo quiera comprar hasta el aficionado más grande para dejarlo en una esquina de la casa y no tocarlo, eso es un logro porque entonces pude llamar la atención de él que cuando lo tocó dijo: wow. Pero no sé si Ricky Martin es su pana y va a su casa y pregunta quién lo hizo… Nosotros no tiramos algo a lo loco porque no sé de qué mano en mano puede correr la pieza. Hasta esta fecha llevamos 1,123 piezas firmadas en el mercado. Al mes pueden salir de tres a cuatro piezas, pero cada año que pasa se sigue doblando la cantidad y eso es positivo. Ahora es nuestra temporada por la Navidad. Es la época en que más se escucha la música puertorriqueña, la típica. Ahora los niños se identifican cada vez más con la música y el cajón. Cada año que pasa me encuentro con 10 a 12 niños que quieren un cajón para Navidad. Para mí eso es un honor porque en vez de querer una consola digital para jugar sus juegos quieren un instrumento. Esa es mi debilidad, los niños. GDE: Aproximadamente, ¿cuánto tiempo tardas en hacer un cajón? YM: Hago medias docenas porque a un panel de cuatro por ocho puedo sacarle 56 piezas. Entonces, para que el cliente tenga un buen precio tengo que empezar a hacer medias docenas o docenas. En una semana puedo sacar entre 20 a 25 piezas terminadas, con un empleado extra y trabajando de ocho a nueve horas diarias. Pienso que cuando te apasiona algo, mueves el mundo. GDE: ¿Cómo escoges los materiales? YM: Compramos madera de Paraguay que es el plywood. Si voy a exportar a Estados Unidos, muchas de las maderas de Puerto Rico en Estados Unidos se pueden dañar por el cambio de clima; se pueden expandir o encoger. Cuando hablamos de maderas nativas, escojo la caoba que me da mayor resonancia y algunos colores de otra calidad de madera que solo uso para adornar. El cuerpo tiene que ser un 80 por ciento caoba porque estoy seguro de que no le va a pasar nada. El majó me da un poco de problema si el lugar es medio húmedo, así que lo utilizo para diseño. GDE: ¿Cómo describes tus piezas? YM: Son piezas boutique. Tenemos varios precios, por ejemplo: una pieza de plywood en cedro regular con su tapa de birch comienza en $150 a $160. Tenemos piezas de $110 para estudiantes que vengan con su ID; se las doy casi al costo. Tengo un range de $480 a $560 que depende del arte. Tengo que ponerme en los zapatos del que lo va a comprar. Soy bien juicioso porque no quiero fallar y si pasara algo pido la pieza de vuelta y hago una nueva. Por ejemplo, si te vendo una pieza y te encantó, vas a buscar 30 músicos y decirles: no, tú no vas a comprar eso, tienes que ir a casa de fulano de tal en Aguadilla. GDE: ¿En cuántas tiendas tienes tus cajones? YM: En tres: Carlos Weber Music Center en Mayagüez; GJM Sound en Aguada, y Guitars Boutique en Guaynabo. GDE: ¿Algún percusionista que admires? YM: Tengo muchos, pero tengo que decir Freddy Santiago, que fue de quien aprendí. Después de aquel momento dejé de verlo por un tiempo. Su hija, que era mi amiga hace años, me consiguió por Facebook. Cuando vio SMaderas Custom por poco se muere. Me dijo: necesito que papi vea esto. Ella vino primero y estuvimos como cuatro horas en el taller hablando de lo que había pasado gracias a su papá. Entonces cuando vino Freddy me echó los brazos. Freddy Santiago es uno de esos percusionistas reconocidos mundialmente pero no tanto eso, es una persona bien natural, bien dada. GDE: ¿Algún famoso que te gustaría tuviera uno de tus cajones? YM: Hice un acercamiento a una persona que admiro mucho y que tiene una carrera muy interesante y es el percusionista de Calle 13, Daniel Díaz. GDE: ¿En qué trabajas actualmente? YM: En el 2018 incluí lo que es el full print, full color en la tapa. Eso significa que me envías una fotografía en el formato que necesito y vas a tener en tus manos el cajón con la impresión de la fotografía. Así es que ahora puedo trabajar full color en la tapa porque al cuerpo van sólo cinco colores. Cada vez que me llama un cliente para un cajón es una alegría, una satisfacción porque lo primero que me dice es: me siento honrado en tu trabajo, y te dicen tantos halagos que no sabes qué hacer. Se siente bonito, el truco es el servicio. Si digo el cajón está el lunes, el cajón está el lunes. Si se le rompió una cuerda, vamos a resolverlo. Ese es el éxito de mi trabajo. GDE: ¿Qué proyectos futuros tienes? ¿Qué quisieras lograr con tu empresa? YM: Quiero exportar mayores cantidades. Quiero ir al NAMM Show (una de las exhibiciones más grandes de productos musicales en el mundo que se celebra cada enero en Anaheim, CA), primero a conocer cómo se mueve. Como mi trabajo es boutique, es un trabajo único y custom porque un 70 por ciento de lo que vendo es custom, trabajo un proyecto en la web para que la gente pueda diseñar digitalmente el cajón con el color, diseño, y logo, y enviármelo. Me llega la orden, la persona paga y le doy de siete a 12 días de entrega; esa es una de las metas para el 2019. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: apasionado, atrevido y llevadero Lugar del mundo: quiero ir a España, allí son muchos los artesanos de cajones Frase: “Ser perseverante” Coleccionas… Volkys Alguna obsesión o manía: con el café Una aplicación que uses con frecuencia: Instagram, me ayuda a estar más cerca de las personas. Te gustaría conocer a: John Mayer y a The Edge, de hecho voy a hacer una pieza en homenaje a U2 porque aprendí música con ellos. ¿Qué lees o escuchas al momento? Escucho la emisora radial Magic. ¿Qué te inspira? La naturaleza y mis dos niños. Algo placentero para ti es: la pesca y el surfing ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Al ritmo de un café” Un puertorriqueñ@ que admires: Draco Rosa Quisieras aprender a: cantar y más de mercadeo ¿Cómo te relajas? Al mirar el mar con una taza de café y una buena plática Quisieras que te recordaran: como esa persona que nunca dijo que no. Sigue a SMaderas Custom Woods en las redes sociales: Facebook: SMaderas Custom Woods Instagram: SMaderascustom |
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Diciembre 2020
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