Sergio Yamil Morales, a quien muchos llaman por su segundo nombre, es ebanista de profesión y el genio detrás de SMaderas Custom, su compañía de creación de cajones. Oriundo de Aguadilla donde también tiene su taller, sus exquisitas piezas llegan a lugares como México, Alemania, República Dominicana y los Estados Unidos. A sus 33 años y al sol de hoy, Yamil ha entregado 1,123 piezas firmadas de una calidad inigualable y con la capacidad de producir un sonido que previamente existía sólo en su cabeza. Conversamos un rato con el maestro ebanista; a continuación la entrevista editada y condensada.
GDE: Hola Yamil, gracias por este un ratito. ¿Cómo nació tu afinidad por la música? YM: ¡Saludos! Pues, creo que desde las cacerolas de mi mamá porque literalmente cuando se hacía café con colador, yo jugaba con esas cacerolas y escuchaba un tono, un sonido como lo que es el bongó. Pero eso fue por cosas de la vida, no fue que alguien me enseñó, me gustaba el sonido cuando le daba cantazos a las latas. A los doce años trabajaba en un taller de serigrafías y mi papá me regaló un bongó; decidí venderlo para comprarme una guitarra. Pero antes, pasaba por una casita y en el zafacón había muchos pedazos de madera, los recolectaba y los llevaba a casa para inventar. No sabía lo que hacía en ese momento. Me gustaba montarlos, ensamblarlos, como darle Legos a un niño. Cuando salí a vender el bongó, quien era mi jefe me dijo: tengo una persona que te lo va a comprar. Resulta que llegó una pickup de donde iba a recoger la madera y no sabía que él era músico, percusionista. Se llama William Pérez Cruz y ese fue mi papá adoptivo en el sentido de lo que es trabajo. Luego de esa venta del bongó, me ofreció trabajo porque cuando llegué a su taller me sentí en Disney. Empecé a ver máquinas, muchos pedazos de madera, gabinetes, algo que no sabía que me iba a llamar tanto la atención porque era la primera vez que lo veía. Él vio mi cara y me preguntó: ¿quieres aprender a trabajar la madera? Le dije que sí y preparó un pedazo de madera y me enseñó lo que significaba una pulgada. Me dijo: tienes que aprenderte esto para comenzar a trabajar. Por un año sólo estuve lijando y luego entendí el procedimiento de la lija. Estuve ocho años con él y gracias a él logré mi taller de ebanistería. Mi mamá me regaló parte de las máquinas y a mis 19 años hacía cocinas solo. Aprendí con una persona muy diestra, fue mi escuela y graduación; ahí fue que vi las piezas de percusión y todo cambió. GDE: ¿Dónde y cuándo escuchaste un cajón por primera vez? Describe ese momento. YM: En el 2002 o 2003 escuché un cajón peruano que no utiliza cuerdas y no me llamaba tanto la atención el sonido. Llegó esta persona que se llama Freddy Santiago, mi amigo y un maestro de la percusión en Puerto Rico a nivel mundial y que levantó una escuela de percusión en Alemania, con un cajón alemán. Cuando le metió la palmada a ese cajón dejé lo que hacía; ese sonido me mató. Ahí fue que miré lo que era, de lejos, no podía decirle quiero hacer uno por respeto de ebanista, de jefe a empleado. Esperé cuatro años. En el 2004 me enseñó a hacer uno pero no me dijo qué madera usar. Me tocó a mí la asimilación, elaborar mi estilo y conseguir el sonido que tenía en mente. Entonces le dije: me encantaría desarrollar esto para vivir de esto. Y me dijo: tú eres ebanista, con el arte que tienes te puedes ganar el dinero así. Ya había salido del taller y él llegó una vez a casa y vio como unas 40 piezas que había montado y me dice: muchacho, te volviste loco. Le dije: ¿te acuerdas que te dije que quiero vivir de esto? Voy a echar pa’lante. Él me miraba y miraba las piezas y decía: este tipo no estaba relajando. Entonces empecé a elaborar, a darle las piezas a músicos, a hacer investigación como por dos años, buscando la tapa del cajón pues aún no me sonaba. Eran piezas que hacía y se perdían. Entonces le mostré la pieza a unos amigos músicos, Obed Sepúlveda que ha tocado con Wisín y Yandel, y Antonio Alonso, el baterista de Kany García, personas que me iban a decir si servía o no. Cuando me dijeron: éste está bien cerca, eliminé todo lo que no servía y comencé nuevamente con ese. Y no me arriesgué a escuchar otras piezas porque yo tenía el sonido en mi oído y si escuchaba otras piezas puede que se mezclara con lo que sentía que quería en el cajón. Cuando conseguí la tapa que era, dije: este es el sonido que tengo dentro de mí, que quiero expresarle a la gente. Cuando conseguí el que estaba en un 98, 99 por ciento, se lo volví a dar a mis panas y abrieron los ojos bien grandes y me dijeron: esto suena bien bravo. GDE: SMaderas Custom Woods comenzó operaciones oficialmente en el 2006, ¿cómo les va? YM: En el 2006, 2007 fue que realicé algunas ventas y desarrollé el look de la pieza. Puedo hacer un cajón que suene brutal pero si no tiene estilo no lo puedo vender. Ahora, si hago una presentación que lo quiera comprar hasta el aficionado más grande para dejarlo en una esquina de la casa y no tocarlo, eso es un logro porque entonces pude llamar la atención de él que cuando lo tocó dijo: wow. Pero no sé si Ricky Martin es su pana y va a su casa y pregunta quién lo hizo… Nosotros no tiramos algo a lo loco porque no sé de qué mano en mano puede correr la pieza. Hasta esta fecha llevamos 1,123 piezas firmadas en el mercado. Al mes pueden salir de tres a cuatro piezas, pero cada año que pasa se sigue doblando la cantidad y eso es positivo. Ahora es nuestra temporada por la Navidad. Es la época en que más se escucha la música puertorriqueña, la típica. Ahora los niños se identifican cada vez más con la música y el cajón. Cada año que pasa me encuentro con 10 a 12 niños que quieren un cajón para Navidad. Para mí eso es un honor porque en vez de querer una consola digital para jugar sus juegos quieren un instrumento. Esa es mi debilidad, los niños. GDE: Aproximadamente, ¿cuánto tiempo tardas en hacer un cajón? YM: Hago medias docenas porque a un panel de cuatro por ocho puedo sacarle 56 piezas. Entonces, para que el cliente tenga un buen precio tengo que empezar a hacer medias docenas o docenas. En una semana puedo sacar entre 20 a 25 piezas terminadas, con un empleado extra y trabajando de ocho a nueve horas diarias. Pienso que cuando te apasiona algo, mueves el mundo. GDE: ¿Cómo escoges los materiales? YM: Compramos madera de Paraguay que es el plywood. Si voy a exportar a Estados Unidos, muchas de las maderas de Puerto Rico en Estados Unidos se pueden dañar por el cambio de clima; se pueden expandir o encoger. Cuando hablamos de maderas nativas, escojo la caoba que me da mayor resonancia y algunos colores de otra calidad de madera que solo uso para adornar. El cuerpo tiene que ser un 80 por ciento caoba porque estoy seguro de que no le va a pasar nada. El majó me da un poco de problema si el lugar es medio húmedo, así que lo utilizo para diseño. GDE: ¿Cómo describes tus piezas? YM: Son piezas boutique. Tenemos varios precios, por ejemplo: una pieza de plywood en cedro regular con su tapa de birch comienza en $150 a $160. Tenemos piezas de $110 para estudiantes que vengan con su ID; se las doy casi al costo. Tengo un range de $480 a $560 que depende del arte. Tengo que ponerme en los zapatos del que lo va a comprar. Soy bien juicioso porque no quiero fallar y si pasara algo pido la pieza de vuelta y hago una nueva. Por ejemplo, si te vendo una pieza y te encantó, vas a buscar 30 músicos y decirles: no, tú no vas a comprar eso, tienes que ir a casa de fulano de tal en Aguadilla. GDE: ¿En cuántas tiendas tienes tus cajones? YM: En tres: Carlos Weber Music Center en Mayagüez; GJM Sound en Aguada, y Guitars Boutique en Guaynabo. GDE: ¿Algún percusionista que admires? YM: Tengo muchos, pero tengo que decir Freddy Santiago, que fue de quien aprendí. Después de aquel momento dejé de verlo por un tiempo. Su hija, que era mi amiga hace años, me consiguió por Facebook. Cuando vio SMaderas Custom por poco se muere. Me dijo: necesito que papi vea esto. Ella vino primero y estuvimos como cuatro horas en el taller hablando de lo que había pasado gracias a su papá. Entonces cuando vino Freddy me echó los brazos. Freddy Santiago es uno de esos percusionistas reconocidos mundialmente pero no tanto eso, es una persona bien natural, bien dada. GDE: ¿Algún famoso que te gustaría tuviera uno de tus cajones? YM: Hice un acercamiento a una persona que admiro mucho y que tiene una carrera muy interesante y es el percusionista de Calle 13, Daniel Díaz. GDE: ¿En qué trabajas actualmente? YM: En el 2018 incluí lo que es el full print, full color en la tapa. Eso significa que me envías una fotografía en el formato que necesito y vas a tener en tus manos el cajón con la impresión de la fotografía. Así es que ahora puedo trabajar full color en la tapa porque al cuerpo van sólo cinco colores. Cada vez que me llama un cliente para un cajón es una alegría, una satisfacción porque lo primero que me dice es: me siento honrado en tu trabajo, y te dicen tantos halagos que no sabes qué hacer. Se siente bonito, el truco es el servicio. Si digo el cajón está el lunes, el cajón está el lunes. Si se le rompió una cuerda, vamos a resolverlo. Ese es el éxito de mi trabajo. GDE: ¿Qué proyectos futuros tienes? ¿Qué quisieras lograr con tu empresa? YM: Quiero exportar mayores cantidades. Quiero ir al NAMM Show (una de las exhibiciones más grandes de productos musicales en el mundo que se celebra cada enero en Anaheim, CA), primero a conocer cómo se mueve. Como mi trabajo es boutique, es un trabajo único y custom porque un 70 por ciento de lo que vendo es custom, trabajo un proyecto en la web para que la gente pueda diseñar digitalmente el cajón con el color, diseño, y logo, y enviármelo. Me llega la orden, la persona paga y le doy de siete a 12 días de entrega; esa es una de las metas para el 2019. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: apasionado, atrevido y llevadero Lugar del mundo: quiero ir a España, allí son muchos los artesanos de cajones Frase: “Ser perseverante” Coleccionas… Volkys Alguna obsesión o manía: con el café Una aplicación que uses con frecuencia: Instagram, me ayuda a estar más cerca de las personas. Te gustaría conocer a: John Mayer y a The Edge, de hecho voy a hacer una pieza en homenaje a U2 porque aprendí música con ellos. ¿Qué lees o escuchas al momento? Escucho la emisora radial Magic. ¿Qué te inspira? La naturaleza y mis dos niños. Algo placentero para ti es: la pesca y el surfing ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Al ritmo de un café” Un puertorriqueñ@ que admires: Draco Rosa Quisieras aprender a: cantar y más de mercadeo ¿Cómo te relajas? Al mirar el mar con una taza de café y una buena plática Quisieras que te recordaran: como esa persona que nunca dijo que no. Sigue a SMaderas Custom Woods en las redes sociales: Facebook: SMaderas Custom Woods Instagram: SMaderascustom
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Diciembre 2020
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