Dicen que a veces las cosas suceden por una razón y definitivamente este es el caso de la joven empresaria Crystal Díaz. En un momento de su vida Crystal tuvo la oportunidad de estudiar para convertirse en chef, sin embargo, la vida tenía otros planes para ella. Situaciones, decisiones y su pasión por la comida y la cultura del agro, la llevaron por un proceso de transformación que culminó en convertir su casa de campo en una sublime hospedería inmersa en las montañas de la comunidad Cercadillo de Cayey. El Pretexto abrió sus puertas en junio de 2018, convirtiéndose en la primera hospedería culinaria en la isla. El lugar ofrece a sus huéspedes la oportunidad de quedarse en un remanso de paz rodeado de un hermoso bosque que cobija un huerto agroecológico, que a su vez provee parte de los ofrecimientos culinarios diarios. El Pretexto recibe huéspedes locales, así como de diferentes partes del mundo que buscan disfrutar del campo puertorriqueño en un ambiente sereno. Crystal también es socia de PRoduce! Home Box, servicio de entrega de alimentos frescos y locales que conecta a sus suscriptores con productores locales. Ella decidió apostarle al campo y ofrecer su experiencia empresarial para reforzar la conexión entre productores de alimentos, chefs y consumidores independientes, fortaleciendo así la economía local. A continuación, la entrevista que le hicimos a Crystal en su versión editada y condensada. GDE: Gracias por acceder a ser parte de este proyecto. Cuéntame, ¿cómo fue el proceso de transformar tu casa de fin de semana en una hospedería? CD: Te voy a hacer la historia larga. Por 14 años trabajé en el mundo corporativo y de medios, y luego de 12 años, aunque tenía un buen trabajo en una tremenda empresa, me empezó a dar curiosidad acerca de otras cosas que podía hacer. Siempre me encantó el tema de la comida, no solamente comérmela, pero también cocinar y todo el proceso del origen, la siembra, etcétera y tomé varios cursos de agricultura. Entonces dije: voy a estudiar en el Culinary Institute of New York para ser chef. Visité la universidad, me encantó, me aceptaron y estaba súper ready para renunciar e irme cuando entró una nueva CEO a la empresa y me pidió 18 meses para que la ayudara con un proyecto. Nueva York se echó a un lado. Como a los seis meses le comenté a mi mamá, que vive en Cayey hace muchos años, que si sabía de alguna propiedad que estuviera a la venta que me dejara saber. Lo que quería era una cuerdita para sembrar. Como a los tres meses me llamó para decirme que una persona iba a vender su casa. La casa me encantó. Estaba enterrada en un bosquecito con un deck rodeado de árboles; fue amor a primera vista. Cerré la compra en diciembre del 2016 y empecé a arreglarla. En ese proceso vinieron mis amigos a visitar y muchos me decían que considerara alquilar un cuartito porque “la vista está tan linda” y no se querían ir. Empecé a buscar incentivos de turismo y encontré algunos muy buenos. Empezó a desarrollarse el tema de la categoría bed and breakfast y vi una oportunidad. Tenía todo ready y llegó el huracán María. Obviamente hubo una pausa de nueve meses sin electricidad. María no tocó la casa, pero se llevó todo el deck, la casita de las gallinas y más de 25 árboles. Estuvimos cuatro meses limpiando vegetación y cinco meses en la reconstrucción del deck. Cuando fui a reconstruirlo, el seguro me trató bien, pero jamás me iba a dar la cantidad que necesitaba para hacerlo como quería; más fuerte que antes, en columnas y vigas de cemento con madera encima. Tenía que hacer una inversión mayor y dije: bueno, de alguna manera esto se tiene que convertir en otro tipo de proyecto para recuperar los ahorros de toda mi vida. Ahí fue que empezó la idea de hacer de El Pretexto un bed and breakfast. GDE: ¿Cómo surgió el nombre? CD: En el proceso de bregar con el banco, pues iba a ser mi casa personal, me fui a México porque mi mejor amiga se casaba. Estaba con un corillo de panas y una me dice: ay nena, pero por qué tanto revolú, por qué Cayey, mira al final del día esto es un pretexto para volver al campo. Dije: ¡ese es el nombre! Definitivamente es un pretexto para mí, que me crié en un campo en Manatí y mis abuelos maternos practicaban la agricultura, pero no estuve de ninguna manera expuesta a eso durante mi niñez. El tema de la comida me apasiona desde chiquita. Mi maestría es en gestión cultural y el proyecto final fue la reconexión entre productores, consumidores y chefs. Pues fue un pretexto para regresar al campo, tener un espacio para poder cosechar parte de lo que me como y disfrutar del campo de Puerto Rico desde otra perspectiva. Está el chinchorreo y me encanta, pero mi proyecto ofrece otra perspectiva del campo puertorriqueño. GDE: ¿Cuál es el concepto? CD: Lo describimos como un culinary lodge. Ofrecemos la experiencia de hospedarte en el campo, rodeado de naturaleza, con una vista espectacular del suroeste hasta el Mar Caribe. María nos maltrató un poquito, pero aún tenemos cientos de árboles en la propiedad. Además, tenemos una pequeña siembra agroecológica. Lo próximo es que vamos a habilitar la casita de las gallinas para ofrecerles a nuestros huéspedes la experiencia de ir por la mañana a recoger los huevos que les prepararemos en el desayuno. Es un lugar sólo para adultos, para que se desconecten en una comunidad bien bonita y unida; un lugar para disfrutarse el campo, pero relax. La comida es parte de esa experiencia, aunque esto no es un restaurante. El desayuno está incluido en la tarifa de la noche; la cena es opcional y sólo para los huéspedes. Hago las compras en fincas cercanas, en la plaza del mercado de Cayey, y la idea es una experiencia agro-culinaria de productos en su mayoría locales. GDE: ¿Cuándo abrió sus puertas y como cuántos huéspedes han recibido hasta hoy? ¿De qué partes del mundo los han visitado? CD: Abrimos el 21 de junio de 2018 y hemos recibido sobre 170 huéspedes. En la temporada alta se reciben más personas del extranjero y en temporada baja más locales, de todas partes de Puerto Rico y a quienes les interesa apoyar un proyecto como éste y buscan un sitio para estar relax. Fuera de eso hemos recibido gente de Estados Unidos, Canadá, China, Australia, España, Colombia, Argentina, India… que llega a disfrutar del campo puertorriqueño, que para mí eso es bien importante. Además, este tipo de proyectos crea una microeconomía en comunidades donde usualmente hay falta de empleo. GDE: ¿En qué consisten los eventos tipo pop-ups con chef locales? CD: Los pop-ups surgen de conversaciones con chefs que de alguna manera buscan resaltar el producto local, y vienen y hacen una demostración de todas esas cosas nítidas que se pueden hacer con el producto de aquí. La gente me lo describe como una experiencia íntima que te invita a conversar. He visto gente que no se conocía cuando se sentaron juntos en la mesa y salen los más panas del mundo, compartiendo teléfonos, emails, haciendo negocios… se crean relaciones. Tengo a muchos que les encanta la experiencia y no se quieren perder ninguna. También mucha gente nueva y me encanta que siempre recibo gente de Cayey y de otras partes de Puerto Rico. Lo hacemos como una forma de demostrar lo que es el proyecto. Después de ese tipo de actividad surgen aquellos que se quiere quedar, los que quieren hacer eso mismo pero privado para celebrar una ocasión especial, para un evento corporativo, entre otros. Es una experiencia bien curada. Es poder disfrutar de una tarde bien distinta con un chef de alta cocina que presenta su propuesta con el producto local. GDE: Háblame de PRoduce! CD: PRoduce! es el primer servicio de entrega de comida producida en Puerto Rico que está atado a la tecnología. En un inicio, el proyecto buscaba conectar al productor local con el chef, pero nos dimos cuenta que el poder de compra lo tenía el restaurante. El tema del marketplace es bien complejo porque necesitas tener un marketplace con un montón de productores “pompiaos” subiendo todos sus productos para que los restaurantes quieran comprar, y necesitamos que los restaurantes compren para que los productores se “pompeen” y suban producto. Entonces decidimos ajustar y de ahí nació la idea del PRoduce! Home Box, que es una suscripción en la que el consumidor decide si quiere la caja de productos semanal o bisemanal. Esta cajita viene llena de un aproximado de 18 libras de productos cosechados o producidos en Puerto Rico. Tiene vegetales, frutas, pan, huevos, usualmente trae un queso o un yogur... Ahora nosotros, con el apoyo de estos suscriptores, tenemos el poder de compra y aseguramos una compra a los productores para que se animen. Uno de los socios es Cincosentidos Culinary Group que tiene muchos años en la industria gastronómica. Otro socio es Francisco Tirado, uno de los fundadores de Uva! y un fan del tema de logística y tecnología, así que aporta ese conocimiento al proyecto. Yo traje mi amor por el tema del origen de la comida y mi conexión con productores. Así que somos un equipo diverso. A todos nos apasiona la comida y vemos a PRoduce! como el hilo que hilvana o interconecta otros proyectos agrícolas y de producción artesanal a los que les compramos. GDE: ¿Cuántos suscriptores tienen? CD: Tenemos 240 y seguimos creciendo. Recientemente visité un proyecto que se llama Agro Comunidades; se trata de huertos en algunos residenciales en Puerto Rico, auspiciado por el Departamento de Vivienda Federal. Ellos buscan la manera de ser sostenibles. Se reunieron con nosotros y empezaron a sembrar batatas. Los visité para documentar el proceso de la siembra inicial. A partir de agosto les vamos a comprar las batatas. De esa manera el huerto también es autosostenible y puede tener continuidad en caso de que en algún momento los fondos no existan. Lo mismo hicimos con distintas fincas donde los productores, al ver que la compra es constante y en aumento por nuestra parte, pueden crear más empleos y más canales de siembra. Tenemos esa flexibilidad en donde, por ejemplo, el productor tiene varias libras de cilantrillo en exceso que piensa que va a perder, y nosotros podemos comprarlas y repartirlas esa misma semana. Más allá de ser un negocio, es un proyecto de país porque aporta a que el dinero se quede en Puerto Rico. PRoduce! Home Box empezó en septiembre de 2018 y recuerdo que la primera cajita fue para 12 suscriptores. Ya hemos comprado y entregado cerca de 50,000 libras de comida, cien por ciento producida en Puerto Rico. GDE: En términos de agroecología y agricultura sustentable, ¿cómo ves la situación en Puerto Rico? ¿Qué hace falta? CD: Soy una persona realista de corte optimista, así que mi respuesta tiene ese contexto. Entiendo que el clima del empresarismo en Puerto Rico ha mejorado mucho; no es lo mismo que hace 10 años. El tema del agro-empresarismo tomó un auge brutal por varias razones. Uno, hay muchos jóvenes interesados en entrar al negocio agrícola que se había perdido hace dos generaciones. Ahora tienes esta generación de personas en sus veintes y treintas que dicen: hay un negocio que puede ser rentable y además me alimento mejor. Poco a poco ha despertado una conciencia, particularmente en jóvenes educados que decidieron apostarle a su tierra, meter mano y sembrar. Es un cambio que veo al estar dentro del mismo crisol, pues dejé mi trabajo de un chequecito seguro los viernes para hacer un proyecto relacionado. Fuera de eso creo que también el tema con el gobierno siempre es más lento, eso es natural, pero sí puedo ver que hay un interés. Al gobierno ya no tener el incentivo de las 936, ha visto que hay que diversificar de dónde se genera economía. Sacando los incentivos de manufactura, te queda el turismo, que obviamente es uno de los canales que más promueven, y te queda la agricultura. Definitivamente no es la prioridad ni la protagonista de ninguno de los programas de gobierno, pero tiene un poquito más de exposición. Es imposible no ver que hay una tendencia a hablar del tema agrícola, que eso no pasaba hace unos años, y eso ha despertado mucho interés. Creo que el Puerto Rico Destination Marketing Organization tiene buenas intenciones de atar todos estos proyectos de agroturismo para que también los turistas vean otras cosas además de playas, casinos y hoteles. De eso finalmente concretarse, el potencial es enorme porque entonces el productor no solamente vive de su cosecha, sino que diversifica sus ingresos. Sé que mucha gente quisiera que fuese más rápido, pero es difícil lograr cambios sistémicos y cambiar la mentalidad de la gente dentro de un sistema colonial, dentro de una crisis de 15 años, pero habemos varios locos que pensamos que sí se puede. GDE: ¿Alguna novedad para El Pretexto este año? CD: Con la ayuda de Recuperación Agrícola, un programa del Puerto Rico Science Trust, vamos a poder reforzar el tema de la siembra en el proyecto, a un nivel un poquito más intensivo. Voy a enfocarme en que todo lo que sean las frutas para el desayuno y la base del sofrito de la cena lo pueda cosechar directamente en el proyecto. También quiero reconstruir la casita de las gallinas. En enero me instalaron placas solares, así que el proyecto corre cien por ciento solar. El camino o el norte es ver un proyecto autosuficiente que integre un proyecto de permacultura agroecológica. Aunque tengo cisternas, el agua no está demás. Las sequías vienen por ahí, así que para que toda la siembra tenga su agua asegurada vamos a cosechar el agua de lluvia. Estamos remodelando una villa nueva para poder sumar dos habitaciones; ahora mismo el máximo de huéspedes es 10 personas o cinco parejas en cada habitación. En términos de cenas y eventos privados, podemos atender hasta 50 personas. Estoy enamorada del proyecto, de la vista, del cantito de tierra que la vida me permitió obtener. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: puertorriqueña, libre y foodpreneur Un libro o disco que te haya influenciado: “Puerto Rico en la olla: ¿Somos aún lo que comimos?” de Cruz Miguel Ortíz Cuadra Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “We are what we repeatedly do. Excellence, then, is not an act, but a habit.” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Literalmente, para poder lograr tantas cosas en un día, lo que no existe en mi calendario no existe. Todo tiene que estar ahí, inclusive cosas obvias como almorzar y el tiempo de guiar de un lado a otro. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Definitivamente sembrar. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Un pretexto para vivir” Un puertorriqueñ@ que admires: Tengo dos que son contemporáneos. Admiro mucho lo que hace Ian Pagan-Roig del proyecto agroecológico El Josco Bravo, con el tema del agro, de promover la agroecología en otras personas. La otra persona es Cruz Miguel Ortíz, un doctor en historia que se fijó en lo que nadie más se fijó, que era la ausencia del relato de la historia gastronómica puertorriqueña. Eso nadie lo había tocado desde el siglo pasado y él ha hecho un trabajo bestial en recopilar esa información para que no se pierda para futuras generaciones; los dos se han ocupado de asuntos que otros pasaron por alto. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Tener los “pantalones” de dejar un trabajo seguro. ¿Cómo te relajas? Viajando ¿Qué te inspira? Los viajes, ver proyectos pequeños metiendo mano, eso me vuela la cabeza; la música… Quisieras que te recordaran por: que le aposté al campo Sigue a El Pretexto y a PRoduce! en las redes sociales: Facebook: El Pretexto; Puerto Rico PRroduce! Instagram: @elpretextopr; @puertoricoproduce
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Diciembre 2020
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