Mientras se formaba en la industria del cine en la ciudad de Nueva York, la cineasta Karen Rossi tuvo la oportunidad de trabajar como asistente de edición para la película mexicana Y tu mamá también del reconocido y laureado director mexicano Alfonso Cuarón, experiencia que recuerda como una validación de que transitaba en la dirección correcta. Con los documentales como vernáculo principal para transmitir su voz, la filmografía de Rossi incluye: el cortometraje ¿Quién eres tú? de la serie 100 Minutos de Voces de mujer(2006); el documental Éxito en Sevilla(2008); el documental Algo más (2009); el cortometraje Sábado de Gloria(2012), y el documental para televisión Isla chatarra (2007). Este último lo produjo luego de convertirse en la primera ganadora en Puerto Rico de la convocatoria DocTV Iberoamérica; la pieza además ganó un premio Suncoast Emmy como mejor documental cultural. Su primer largometraje, Ser Grande, el cual se estrenó en la pantalla grande local el pasado mes de enero, narra la crisis existencial que enfrentan los adolescentes cuando se apartan de “la norma” y chocan con lo que la sociedad espera de ellos. El largometraje vino acompañado de una campana de comunicación social llamada “¿Cómo SER GRANDE?” que, a través de proyecciones especiales y conversatorios en escuelas, comunidades, y grupos de trabajo, entre otros, facilita el apoyo en distintas áreas a los jóvenes en Puerto Rico. A continuación, la entrevista que le hicimos a Karen en su versión editada y condensada.
GDE: Karen, ¿de dónde nació tu interés por el cine y en qué momento definiste que querías hacer documentales? KR: Pues creo que se define constantemente. Los documentales es lo que hago ahora, amo esa manera de contar historias, pero no es lo único que voy a hacer toda la vida porque si algo aprendí es que uno está reinventándose constantemente. Cuando me gradué de la universidad, mi primer trabajo fue como periodista en una revista de finanzas en Nueva York y aprendí mucho de investigación. Me encantaba investigar y redactar, pero no me encantaba la prisa, el timing que requería porque no había mucho tiempo para entender e investigar. Creo que ahí fue que me di cuenta de que me encantaba contar historias pero que me interesaba poder hacerlo de una manera más completa. Entonces tuve la suerte de hablarle a mi editor para decirle que posiblemente me iría del trabajo, que consideraba volver a estudiar. Cuando se lo mencioné, me dijo: mi hermana está trabajando con una documentalista. No le digas a nadie que te lo dije porque no queremos que te vayas, pero buscan un asistente. Entonces me fui a entrevistar y me ofrecieron el trabajo. Me fui a trabajar a Inskip Productions, que en ese momento éramos tres mujeres: la productora y directora, su productora asociada y yo, que era asistente y hacía de todo un poco, desde investigación, redacción de entrevistas, asistente de producción, ir con ellas a los sets y buscar el café, lo que me pidieran. Eso fue en el 1998 y desde ese momento continué trabajando freelance y combinando proyectos con talleres intensivos en la New York Film Academy. Empecé a trabajar como asistente de edición y lo mejor que me pasó fue que fui asistente de edición de la película Y tu mamá también de Alfonso Cuarón. GDE: ¿Cómo fue esa experiencia? KR: Imagínate, yo era súper joven y fue mi primer trabajo como asistente en un largometraje de ficción. Llegué allí porque de la New York Film Academy me recomendaron. El editor de Alfonso tenía un buen amigo que era maestro allí y lo llamó para decirle que buscaban un asistente de edición que fuera bilingüe para entender lo que pasaba con la película que era en español, pero todas las llamadas telefónicas y lo que ocurría allí con la película era en inglés, porque hacían la postproducción de sonido en Nueva York. De nuevo, fue como una combinación de haber hecho un buen trabajo en la escuela, de suerte, y de timing. Me ofrecieron el trabajo y fue increíble porque también había que hacer lo que se llama el film conform, que consiste en que el editor te envía las decisiones que se tomaron en edición, y tú con una copia del negativo juntas la cinta de 35mm de cine; hay algo hermoso en ese trabajo. Los cortometrajes que edité y también los que produje y dirigí en la New York Film Academy eran en 16mm, o sea, que ya tenía la experiencia de cortar cinta, pero de 16mm. Con Y tu mamá también pues… obviamente no tocaba el negativo, eso lo hacen expertos, pero hacía los film conforms para los pre screenings. Fue una experiencia en Nueva York de conocer gente, de hacer contactos, de horas interminables de trabajo. Cuando eres empleado en producciones es intenso. A veces los días son de dieciocho horas y nadie te paga el tiempo extra, que me alegro haberlo hecho cuando era más joven y sin hijos porque sería mucho más difícil hacer ese tipo de trabajo ahora. GDE: ¿Tuviste algún mentor o mentora en tu proceso formativo? KR: Creo que mi primera jefa, Marnie Inskip, definitivamente asumió ese rol con mucho cariño. La razón por la que me dieron el trabajo como asistente fue porque necesitaban apoyo con investigación y redacción y venía de ese ambiente de periodismo, pero no tenía experiencia previa en cine, y ella la verdad que fue tremenda mentora. Alfonso igual, no tuve tanta interacción con él porque era la asistente de su editor. Obviamente sí estábamos juntos en la sala de edición y nos conocimos, y hubo momentos en los que se sentó a mi lado y me explicó algunas cosas; eso fue maravilloso. Obviamente, después de lo que pasó con su carrera ha sido bello, mirarlo y decir: wow. Digo, ya sabíamos que él era un gran director en aquel momento porque ya había hecho A Little Princess y Great Expectations, ya era alguien que sonaba, pero que se haya podido destacar como director independiente de cine mexicano insertado completamente en Hollywood es maravilloso. GDE: ¿Qué películas, documentales o directores te sirvieron de inspiración? KR: Me parece fascinante la manera en que Woody Allen trabaja. Pienso que es un extraterrestre, no sé cómo lo hace, pero tiene una capacidad de no parar que no comprendo. A mí me parece increíble que alguien pueda producir tanto cine; él está filmando una película y escribiendo la próxima y no sé cómo hacer eso. Cuando estoy en una película, estoy inmersa completamente en ese proceso y me toma tiempo salir de una y entrar en la próxima. Lo que creó como modelo de trabajo para sí mismo, también desde una productora independiente, pienso que es fascinante. Y definitivamente es alguien que admiro mucho. No me gustan todas sus películas, pero pienso que tiene unas geniales y que él mismo se impuso esa disciplina de no parar para poder llegar a la genialidad de una a otra. Es un ritmo que admiro mucho. En documental me fascina Coco Schrijber. Ella tiene un documental fascinante que se llama How to Meet a Mermaid y ahí fue que dije: wow, la verdad que el documental puede ser cualquier cosa. Podemos ser mucho más creativos en nuestra manera de acercarnos al documental. Esa película abre con unas imágenes fascinantes y un escrito de un premio Nobel. Me pareció fascinante que su documental se nutre de muchas fuentes de inspiración, desde la literatura de Virginia Woolf hasta de las historias reales de personas contemporáneas que ella está conociendo. Eso me abrió los ojos a la posibilidad de la creatividad en el cine documental. GDE: Me parece muy interesante todo lo ocurrido hasta ahora con tu primer largometraje Ser Grande, sobre todo porque vino acompañado de una campaña de comunicación social. Entiendo que este acercamiento al documental como herramienta educativa es nuevo para ti, ¿qué te hizo inclinarte por esta técnica y es algo que continuarás en trabajos futuros? KR: Me di cuenta de ese potencial aquí en Puerto Rico con Isla chatarra, porque, aunque no lo hice con esa intención, fue parte del programa de DocTV Iberoamérica y realicé esa pieza bajo la tutela de ellos con el propósito de que se difundiera en los canales de la televisión pública de los países participantes. Pero una vez salió la pieza me empezaron a llamar de universidades para presentarles a estudiantes de programas ambientales, de planificación de desarrollo urbano… Dije: qué interesante la manera en que este documental es útil en los salones de clase. Entonces con Ser Grande tuve esa intención de antemano. Desde el desarrollo del documental sabía que queríamos lanzarlo como una campaña de comunicación social para que sirviera en escuelas y en comunidades. Y sí es algo que definitivamente me interesa seguir cultivando; me interesa seguir aprendiendo de maneras efectivas para el uso del documental y el cine. Hace varios años tuve la oportunidad de colaborar con la organización Espacios Abiertos en una serie de siete cortos que explican un derecho humano distinto y que se siguen utilizando; eso está disponible gratuitamente en línea en sontuyosdefiendelos.org. Entonces sí es algo que se está haciendo hace muchos años, por eso existen programas completos de televisión como PBS. Pero creo que es algo que podemos hacer más en Puerto Rico. Incluso la manera en que se financia el cine debería incluir la posibilidad de una preventa. Por ejemplo, en mi caso que tengo un préstamo del programa de cine, me parecería mucho más interesante que en vez de pagar ese préstamo… pues distribuir la película en las escuelas públicas de Puerto Rico and we call it even. Tú adquiriste un documental educativo que a título indefinido en el tiempo puedes usar en todas las escuelas públicas del país, y yo adquirí financiamiento para realizar esa pieza. En otros países que tienen industrias de cine más maduras, los canales de televisión y los canales educativos son parte del mecanismo de financiamiento para el cine nacional porque adquieren la película para distribuirla educativa o culturalmente. Es algo que aquí todavía no logramos. GDE: ¿Qué es necesario en Puerto Rico para lograr que cineastas como tú echen hacia adelante sus proyectos? KR: Creo que lo primero es cambiar el paradigma de que buscamos ayuda… no busco ayuda... Soy una profesional que me entrené para hacer algo, que lo hago con cierto grado de éxito en mi país y quiero seguir haciéndolo, y el país a cambio recibe un trabajo audiovisual que perdura en el tiempo. Isla chatarra ya tiene más de diez años, entonces si en veinte años generaciones quieren ver cómo se veía el país, cómo se veía la carretera, algunos paisajes en esa época… pues ahí queda un documento audiovisual que está disponible, no pierde vigencia, y de perder contemporaneidad, entonces pasa a ser parte de un archivo histórico importante. Entonces creo que lo primero es que tanto la inversión privada como la posible inversión pública vean el cine como la inversión en un producto nacional que perdura en el tiempo, tiene múltiples usos, y es parte de la economía. Entonces la idea de que estamos mendigando como unos pobres artistas es terrible. Primero, no es verdad, no conozco a ningún cineasta que no sea sumamente emprendedor, trabajador, que no se haya educado, que no se haya fajado, somos gente sumamente trabajadora en una industria que lo exige. Lo primero es eso, entender que somos profesionales que por múltiples razones escogimos ejercer nuestra profesión en este país y que buscamos ser parte de la solución a crear una industria eficiente. Obviamente todo el mundo siempre va a tener alternativas. Nosotros podemos seguir buscando crear esa industria aquí o podemos buscar oportunidades fuera de Puerto Rico. En el momento en que se apoyó a la industria se empezó a ver el crecimiento del cine nacional, se empezó a ver cómo las películas mejoraron calidad y su cantidad y salieron cosas como: Antes Que Cante El Gallo; Quién Eres Tú; Extraterrestres; Las carpetas; Cuentas Pendientes; Ser Grande, Nuyorican Básquet… sería absurdo ignorar eso. Hubo un boom porque hubo apoyo económico y mecanismos de financiamiento. No podemos pensar que ante la ausencia de esos mecanismos podemos continuar la obra. Buscamos hacerlo. Sigo desarrollando proyectos aquí y muchas y muchos de nosotros también, pero definitivamente ese boom respondió a mecanismos que se dieron y que puso el dinero a correr y los trabajos a crearse. GDE: ¿Qué está pasando ahora con Ser Grande? KR: Te diría que entre julio y diciembre del año pasado tuvimos mucho éxito participando en festivales internacionales. Ahora mismo mi interés primordial es seguir distribuyéndolo aquí en Puerto Rico. En enero tuvimos la presentación en Cinema Bar en Ballajá. También tendremos pronto un cine foro con la St. John’s School, que será la primera escuela en Puerto Rico que nos compra un cine foro. Este año me gustaría fortalecer las relaciones que empezamos con las organizaciones aliadas, que fueron las que sugirieron recursos profesionales, como personas expertas en conducta humana, que nos pueden acompañar en los cine foros para dirigir diálogos con grupos de estudiantes que no solo sean acerca de la producción de la película, sino profundizar en temas que la película aborda como educación de género, etc. Me gustaría ver más de eso este año, que logremos continuar la ruta, pero más dirigida a los cine foros con ese tipo de intercambio con el público. La Ñapita: Descríbete con una palabra: intensa ¿Qué te gustaría mejorar de ti? La paciencia Lugar del mundo: Italia Frase: “Pa’lante” ¿Te gustaría conocer a? Meryl Streep Un libro o disco favorito: El Principito ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “En proceso” De no ser cineasta, serías: maestra Un puertorriqueñ@ que admires: Lin-Manuel Miranda Quisieras aprender a: hacer cerámica, trabajar con barro ¿Cómo te relajas? Yoga y meditación ¿Qué te da esperanza? La risa de los niños Quisieras que te recordaran por: mi alegría Sigue a Karen en las redes sociales: Facebook: Karen Rossi; Ser Grande Instagram: @rossikaren www.sergrandepr.com
1 Comentario
Justina Diaz
1/3/2022 12:28:43 pm
Te admiro como persona y como profesional del cine. Tienes un potencial incalculable y tus mayores triunfos están por llegar. Tengo bien conservada mi copia de ¿Quién eres tú?. Gracias por el excelente trabajo que hiciste al dirigirla. Abrazos y Bendiciones este año y siempre. Mis saludos a la productora.Justina Díaz Bisbal
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Diciembre 2020
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