La Lcda. Adi Martínez Román es una mujer con un sólido y definido compromiso social. Su vasta experiencia y preparación en el campo legal le han equipado con las herramientas y destrezas necesarias para trabajar con comunidades de escasos recursos, facilitándoles el acceso a recursos legales. Luego de fungir por varios años como decana de estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, en abril de 2017 Martínez Román fue designada como directora ejecutiva de la corporación sin fines de lucro Fundación Fondo de Acceso a la Justicia (FFAJ). Entre sus numerosas faenas, la arecibeña de 41 años le dio prioridad al descubrimiento y desarrollo de oportunidades que continúen beneficiando a las comunidades menos favorecidas en el aspecto legal. También, busca fortalecer la misión de la organización de asegurar los servicios ofrecidos por las entidades sin fines de lucro de ayuda legal en asuntos civiles a personas de escasos recursos en la isla. Su preparación académica incluye un bachillerato en Política Pública y Asuntos Internacionales de la Universidad de Princeton; un Juris Doctor de la Universidad de Puerto Rico, y una maestría y un doctorado en Filosofía Política del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid. A continuación, la entrevista que le hicimos a la Dra. Adi Martínez Román en su versión editada y condensada.
GDE: Hola Adi, ¿qué trajo a tu vida desempeñarte como directora ejecutiva de la Fundación Fondo de Acceso a la Justicia? AMR: ¡Hola! Creo que el trabajo en la Fundación me acerca un poco más al trabajo comunitario de colaborar con grupos y organizaciones que fortalecen a las comunidades en Puerto Rico, porque lo que hace la Fundación es allegar fondos para las organizaciones que ofrecen servicios legales civiles. GDE: ¿Cuántas organizaciones en Puerto Rico se dedican a esto? AMR: En Puerto Rico tenemos: Servicios Legales de Puerto Rico; Pro-Bono Inc.; Servicios Legales Comunitarios; Oficina Legal de la Comunidad, y las clínicas legales. Además, más de otras 20 organizaciones que trabajan con nosotros y que ofrecen servicios de otros tipos, que añadieron el componente legal para complementar sus servicios. Eso lo logramos a través de nuestro Fondo Legal de Emergencia, que las organizaciones se den cuenta de que sus poblaciones también necesitan representación legal de diferentes tipos y que este componente complementa misiones que son más cotidianas. Por ejemplo, si tienes una organización que apoya a víctimas de violencia, el tener un abogado que las apoye es importante o si tienes un programa de apoyo a envejecientes, tener un abogado que los ayude con sus problemas legales es súper importante. Por ejemplo, la Asociación Mayagüezana de Personas con Impedimentos realiza un trabajo excelente en el área oeste con los problemas de titularidad de hogares de las personas. Añadieron el componente legal porque se dieron cuenta de que las poblaciones a las que atienden tienen estos problemas legales que se suman a sus problemas sociales. Nosotros otorgamos fondos a Servicios Legales de Puerto Rico, a Pro-Bono Inc., a las clínicas… todas las organizaciones reciben algo de nuestra parte, pero también hemos expandido y colaborado con un sinnúmero de organizaciones de otro tipo. GDE: ¿Cuáles son algunos de los logros recientes de la organización? AMR: Empecé en abril de 2017 y en septiembre pasaron los huracanes Irma y María y creamos el Fondo Legal de Emergencia inspirados en lo que se hizo en las jurisdicciones de Florida y Texas, luego de los huracanes Harvey e Irma. Logramos allegar 1.5 millones de dólares para financiar servicios legales de emergencia a más de 23 organizaciones que ofrecen servicios alrededor de Puerto Rico. Hemos financiado servicios que tienen que ver con las solicitudes de FEMA y apelaciones a las denegatorias, financiamos programas dirigidos a los adultos mayores, y programas que tienen que ver con titularidad, esos son los tres más grandes y a través de donaciones bastante generosas de diferentes organizaciones de Puerto Rico y Estados Unidos. GDE: ¿Cuáles son algunos de los retos que enfrentan? AMR: La Fundación se creó para administrar el Fondo de Acceso a la Justicia que se nutre del dinero que se genera de cuentas que se supone abran los abogados, te explico. Se supone que los abogados separen los bienes que le pertenecen al cliente de los bienes suyos y los operacionales. Ese dinero aparte debe ponerse en unas cuentas llamadas Interest on Lawyer Trust Accounts o IOLTA, en español son las cuentas de intereses en fideicomisos de abogados y abogadas, o cuentas CIFAA; estas cuentas generan un interés que se supone va al Fondo. Cuando comencé, solo había como 30 cuentas creadas y en junio de 2017 hubo una enmienda a la ley que, en vez de hacerlo mandatorio a los abogados, lo hizo voluntario. Ahora solamente tenemos como 70 cuentas abiertas. Es una pena porque si los abogados lo hicieran tuviéramos una fuente recurrente y estable de fondos para ayudar a las organizaciones que ofrecen servicios legales. En estos momentos tenemos dos fuentes principales de fondos, una viene de unos acuerdos que hubo en Estados Unidos de unos pleitos contra unos bancos por prácticas inapropiadas al prestar dinero hipotecario y ese fue el primer fondo grande que recibimos de 13 millones de dólares. Cada año, con ese fondo financiamos programas alrededor de Puerto Rico que ayudan contra las ejecuciones de hipotecas y con el desarrollo económico comunitario; anualmente repartimos alrededor de un millón y ahora vamos para el cuarto año. La otra fuente grande de fondos fueron las donaciones al Fondo Legal de Emergencia después del huracán, cuando allegamos 1.5 millones en menos de un año. El principal reto es conseguir fuentes recurrentes de fondos para poder tocar otras áreas como familia, salud, educación… que también son importantes. Creo que el reto más grande es, y es parte de mi plan de trabajo este año, posicionar a la Fundación. Que los abogados entiendan que está ahí para hacer un bien, que usamos el dinero para realmente apoyar a las organizaciones e incluso para darle trabajo a los abogados porque después del huracán María, el Fondo Legal de Emergencia fue en lo único que muchos abogados pudieron trabajar. GDE: ¿En qué proyectos trabajan actualmente? AMR: Como parte del Fondo Legal de Emergencia trabajamos en un proyecto colaborativo con la Hispanic Federation, donde otorgan fondos a organizaciones en 15 comunidades para reconstruir viviendas y para abogacía. Junto a ellos, planificamos proveerles servicios legales a esas 15 organizaciones. También queremos ver cómo podemos colaborar con el gobierno para allegar más fondos de servicios legales a través de las mismas agencias, un proyecto que tratamos de impulsar junto al Departamento de Justicia. Además, vamos a ver cómo podemos promover que los abogados hagan sus cuentas CIFAA, no solo los de aquí sino también los que vienen a litigar casos importantes en Puerto Rico o a dar servicios a las diferentes instancias gubernamentales. También, como parte de la labor de promover el acceso a la justicia, hay un proyecto a través del Fondo Legal de Emergencia que empezó hace unos meses y es una clínica legal psicológica a través de la Universidad de Cayey en la comunidad de San Isidro en Canóvanas. Subvencionamos un esfuerzo en conjunto entre abogados y psicólogos que ofrecen servicios a esta comunidad que quedó bien golpeada luego del huracán. Se vio que los problemas legales y psicológicos se relacionan mucho y tenemos la esperanza de que esas clínicas tengan buen resultado en la comunidad. GDE: Quienes te conocen saben que eres una persona multifacética, que siempre tienes varios proyectos a la vez, ¿para cuáles te divides hoy día? AMR: Todavía doy la clase de Derecho y Pobreza en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y no pienso dejar de hacerlo porque me encanta el aula. Me gusta mucho la interacción con los estudiantes y estimular el pensamiento a través de nuestras experiencias y de la teoría. Mi doctorado es en Filosofía Política del Derecho y siempre trato de hacerle ver a los estudiantes cómo la teoría se combina con la práctica. Ese ejercicio me gusta mucho así que siempre trataré de dar clases. Anteriormente, estuve involucrada en veinte mil cosas y antes del huracán decidí cogerme un break porque estaba demasiado cargada, daba clases de karate, cogía clases de bomba… Ya me recuperé y comencé de nuevo como voluntaria. Apoyo a un grupo de líderes comunitarios que tratan de enmendar la ley de expropiación forzosa que se convirtió en un movimiento llamado Puerto Rico por el Derecho a la Vivienda Digna. Los apoyo en sus esfuerzos de estar partícipes dentro de todo este proceso de recuperación de las comunidades especiales de Puerto Rico que tienen miedo a ser desplazadas o a quedarse fuera del proceso de desarrollo. Trato de ayudarlos en lo posible, en sus reuniones y estructura. También voy al gimnasio todas las mañanas. GDE: Una persona con escasos recursos que necesite asistencia legal por x o y razón, ¿cuál es el primer paso que debe tomar para orientarse? AMR: Hay diferentes organizaciones que tienen distintos servicios. Si la persona tiene internet, hay una página que se llama ayudalegalpr.org, que es de una organización que subvencionamos, y en esa página hay una sección que se llama “Derecho a tu casa”. Hay información legal gratuita accesible y en un formato bastante simple y refiere a las personas a distintas organizaciones que ofrecen los servicios; es un recurso bastante bueno. Si la persona no tiene internet, puede llamar a Teleabogados de Servicios Legales de Puerto Rico, que sigue siendo el mayor proveedor de servicios legales gratuitos en Puerto Rico para personas que están bajo el nivel de la pobreza. Por teléfono te atiende un abogado y trata de ayudarte y si no, te refiere a alguno de los servicios de Servicios Legales de Puerto Rico. La otra opción siempre es llamar a la Fundación Fondo de Acceso a la Justicia al 787-725-0117 y nosotros tratamos de referirlos a cualquier proveedor de servicios legales que conocemos. También están las clínicas de asistencia legal disponibles en cada escuela de derecho; tenemos la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras; la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana, y en Ponce, la clínica de asistencia legal de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Además, Pro-Bono Inc., que tiene algunas oficinas a través de Puerto Rico, también ofrece servicios legales gratuitos. Toda esta información está en ayudalegalpr.org. La Ñapita: Descríbete con una palabra: dinámica ¿Qué te gustaría mejorar de ti? Ser más organizada Lugar del mundo: Italia Frase: “Siempre ser fiel a lo que quiero” ¿Te gustaría conocer a? Al Dalai Lama Un libro o disco favorito: me gusta mucho el libro Illusion de Richard Bach ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “No le hagas a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a ti” De no ser abogada, serías: maestra de kínder Un puertorriqueñ@ que admires: el Lcdo. Noel Colón Martínez Quisieras aprender a: cantar bien ¿Cómo te relajas? Leyendo o viendo series ¿Qué te da esperanza? Los niños, especialmente las niñas que se dejan el pelo rizo Quisieras que te recordaran por: que me puedo llevar bien con todo el mundo Sigue a la Fundación Fondo de Acceso a la Justicia en las redes sociales: Facebook: Fundación Fondo de Acceso a la Justicia Twitter: @ffajpr Instagram: @ffaj_pr
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Diciembre 2020
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