Desde su llegada al mundo en la ciudad de Miami, la vida de Noris Joffre ha estado llena de improvisación y momentos impredecibles. Sus padres biológicos fueron un panameño y una irlandesa que, antes de darla en adopción, la llamó Theresa Ann Ryan. Su vida corrió mejor suerte cuando una pareja cubana compuesta por Alberto Joffre y Noris Albuerna la adoptó para luego mudarse a Puerto Rico. A los trece años Noris conoció el mundo del entretenimiento y desde entonces no hace otra cosa. Su amor por el arte y dedicación la llevó a destacarse en radio, televisión, teatro y cine. Cómo olvidar a “La Gobe”, uno de sus personajes más populares en su faceta de comediante. En televisión, formó parte de populares programas como “TV Ilegal”, “No te Duermas” y “Entre Nosotras” de WAPA-TV, del cual fue coanimadora por cuatro años. Además, fue parte del elenco de las novelas: “Cosita Linda” (2013); “Los Secretos de Lucía” (2013), y “Dueña y Señora” (2006), entre otras. Desde sus comienzos , Noris siempre ha estado involucrada en un sinnúmero de proyectos. Su voz transmite la pasión que siente por lo que hace, así como la determinación de nunca cesar de ofrecerle lo mejor de sí a su público. Recientemente trabajó en varias obras de teatro en la ciudad de Miami y ahora forma parte de la comedia #WHATAFCK! junto a Marisa Baigés, Charlie Massó y José Brocco, su esposo y creador de la obra. A continuación, la entrevista que le hicimos a Noris en su versión editada y condensada. GDE: ¿Cómo describes esta etapa de tu vida en términos profesionales? NJ: He tenido muchas transiciones a través de los años. Mi vida es una improvisación desde el día en que me engendraron porque no pensaban hacerlo, soy adoptada. Mi vida ha trascendido paso por paso, año tras año, de una forma aventurada y poco predecible… cosas que pienso que van a pasar no pasan y pasan otras mejores o tal vez no tan buenas. Pero todo ha sido una experiencia diferente. Desde que tengo trece años trabajo en la televisión. Empecé a hacer teatro formal entre los diecisiete y dieciocho años en la Universidad del Sagrado Corazón donde estudié artes y comunicación. Seguí haciendo telenovelas, trabajé de extra y en otras cositas. Luego participé en las comedias de Luis Vigoreaux y poco a poco las cosas llegaron a mi vida. Nada se me ha hecho fácil. Nunca he podido decir: “no, porque tuve la suerte...” No he tenido ninguna suerte, he tenido éxito a base de mi esfuerzo. Soy una mujer muy emprendedora, lanzada y arriesgada. Nunca me estoy quieta y si me cierran una puerta toco hasta que me abran y cuando me abren digo lo que necesito decir porque no recibo un no por respuesta fácilmente. Cuando quedé embarazada entré en una etapa increíblemente maravillosa, también fue impredecible y me tomó por sorpresa. Trabajaba en “No te duermas” y no por estar embarazada de mi primera hija dejé de ser igual de activa. Todo lo contrario, aparecieron grandes cosas como marcas de ropa de maternidad que me auspiciaron. Nunca tuve rechazos; siempre he podido hacer lo que me gusta. Llegué a Miami hace siete años a otra etapa totalmente distinta porque, aunque vine contratada por América TV, al año nuestro contrato no continuó. Pero seguí buscando nuevos mundos, horizontes y lugares que en Puerto Rico tal vez en ese momento eran impensables. Cosas que Brocco jamás pensó lograr profesionalmente como escribir, dirigir, hacer un guion para cine, en este momento las estamos saboreando. Me encanta que tenga triunfos pues también son mis éxitos y logros dentro de esta etapa de mi vida. Entonces aquí he logrado hacer castings para telenovelas de Telemundo, para series, películas independientes... Para mí, cada día y cada momento es una etapa. Mis hijos ya están grandes. Ricardo tiene diecisiete y Mónica veinte. Ella se graduó recientemente de cinematografía y esa etapa me la viví con ella. Brocco y yo participamos como actores de su primer cortometraje que era parte de su graduación. Le dije: “gracias por contar con nosotros” porque tú sabes cómo son los hijos a veces “en casa de herrero cuchillo de palo”. O sea, que estas etapas de mis hijos también son mías. GDE: De todos los proyectos en los que has participado a lo largo de tu carrera, ¿hay algunos que disfrutaste más y si es así, ¿por qué? NJ: Sí, siempre pasa. En Puerto Rico hubo un proyecto fascinante del cual siempre me llevo gratos recuerdos y todavía pienso que en algún momento tal vez pueda resurgir, que fue “Rayos y Centellas”. Fue una producción en la que todas éramos chicas: Yolandita Monge; Carmen Nydia Velázquez; Cristina Soler y yo. Luego Yolandita salió y entró Marisol Calero. Siento cariño por esa producción porque nos acercó mucho como compañeras. Con Yolandita hice una química… bueno, llegó tan profundo en mi corazón y en el de mi hija que Mónica le dice tía y siempre se comunican. Además, pude conocer más a Carmen Nydia que es un excelente ser humano y gran artista. En Miami de lo más que disfruté fue una obra que hice hace un poco más de un año que se llama “Huesos de pájaro” y es la vida de la poetisa argentina Alejandra Pizarnik. Ella formó parte de la era de los poetas malditos, irreverentes, que se decían las cosas a calzón “quitao”, sin tapujos. Fue una mujer con cuarenta frustraciones, insegura, bisexual, su madre la maltrataba, le decía, gorda, fea… Tuvo una vida bastante turbulenta. Ese monólogo es lo más importante que he hecho en mi carrera, aunque tal vez no fue lo más visto porque se hizo en una galería en el área de Wynwood en Miami y sólo fueron como cuatro funciones en dos fines de semana. El monólogo fue de 35 páginas con el acento argentino, que cuando terminaba la pieza me preguntaban: “¿y de qué parte de Argentina sos?” Tener el dominio de ese acento, que el director que es argentino confiara en mí. El día que hicimos el casting me acuerdo que me dijo: “hacélo normal, no me hagas el acento, viste, porque muchas veces lo que pasa es que lo caricaturizan.” Le dije: “tú me dejas hacerte el acento y después me dices no, no va, quítalo.” Bueno, así fue, lo hice y cuando terminé me dijo: “te quedas argentina porque lo dominás a la perfección.” GDE: ¿Cómo te preparaste para ese personaje? NJ: Como sabes tengo facilidad para los acentos pues siempre tuve buen oído. Imito a la jueza cubana. Mi familia es cubana y ese fue el primer acento que escuché en mi vida. Hace dos años hice un personaje de una colombiana en teatro y también, cuando terminé y bajé de la tarima me preguntaban de qué parte de Colombia era. Cuando hago un personaje lo tengo que hacer calcado porque de lo contrario, si no me lo creo, los demás tampoco. Cualquier personaje que haga tengo que prepararlo de adentro hacia fuera y necesito vibrar en la dimensión del personaje. Con Alejandra fue increíble porque como existió, fue incluso hasta más retante. Entonces vi vídeos de ella, de su hermana, de su madre, poesías que tuve que recitar en la obra. También escuché su voz porque existen unos audios de ella, y leía y conocía para entrar en su piel. Ahí más o menos entré porque no era una argentina con voz finita, ella hablaba un poquito arrastrado así que tuve que buscarle el acento exacto. En una de las funciones mi hija me dijo: “mami, entraste por ahí y no eras tú, se me erizaba la piel.” Le dije: “bueno, entonces lo logramos.” Fue muy linda la experiencia. GDE: Háblame de #WHATAFCK! NJ: Me encanta este proyecto porque fue mi idea. La escribió Brocco y la dirige Pedro Pablo Porras que es un actor y director venezolano. Cuando lo conocí como director dije: “madre mía, qué pedazo de director.” Es maravilloso, ha escudriñado cada línea, cada palabra, armó esto de una forma tan rica. Brocco hizo la obra y le quedó maravillosa. Pero él ha intercalado tantas emociones, acciones y cosas dentro de nuestras mismas líneas que la ha enriquecido mucho. Desde un principio sabíamos que tenía que ser él porque ya Brocco y yo habíamos trabajado con él y conocemos su trabajo como actor. La verdad que es el director idóneo que teníamos que elegir; tiene picardía e “hijaeputez”. Pues la idea de la obra surgió porque Marisa, Charlie, Brocco y yo siempre estamos juntos, y yo decía: “pero es que tenemos que hacer algo juntos, siempre estamos hablando de las cosas que tenemos que hacer, que en Miami hay poco trabajo, que nosotros mismos tenemos que hacer las cosas, pues vamos a hacerlo.” Entonces le dije a Brocco esta idea de cuatro amigos que se reúnen todo el tiempo y siempre están en casa del otro y de repente una noche se van por la window, le dan con todo y el otro día amanece cada uno con la pareja que no es. Brocco dijo: “eso está chévere.” ¿Sabes qué? La escribió en dos días. Lo próximo fue que sacó copias del libreto y nos dijo: “vamos a leer esta obra y me dicen al final.” Nos sentamos los cuatro en una mesa, leímos la obra y nos reímos como imbéciles porque es muy divertida. Marisa es una excelente vendedora y tiene contactos al igual que yo. Charlie es el de los números porque el tipo es un cerebro. Brocco escribió la obra e hizo el arte gráfico; los cuatro hacemos la combinación perfecta. Ya había trabajado con Charlie en dos producciones en televisión. Hicimos de pareja en “La señorita Ana” y en “Dueña y Señora”. Después en teatro hicimos “La despedida de la nena” y ahora este invento que ya trascendió pues ahora somos productores juntos. GDE: Además de la obra, ¿en qué proyectos nuevos trabajas? NJ: Recién terminé una obra del mismo concepto de microteatro que se llama “Volver” junto con el actor Francisco Porras de México; un drama psicológico bastante heavy, muy interesante. Antes de eso, Brocco y yo hicimos “Requiem por Superman” que me mantuvo ocupada por dos meses. Aquí hago mucho drama. Estaba con tanta sed de hacer drama porque en Puerto Rico, que lo agradezco, todo el mundo me llama por lo cómica que soy, pero empecé haciendo drama y me absorbió la comedia. Entonces al tener unos personajes tan fuertes en comedia, cuando llegué a Miami esa cara se me limpió porque ya no era la comediante, era Noris Joffre una actriz de Puerto Rico. Entonces pude poner en juego otras cosas. Hice la novela de seis capítulos “Mariposa de Barrio”, que también fue un personaje dramático. La próxima comedia es #WHATAFCK! en Puerto Rico y luego tenemos una gira con la obra en Estados Unidos, México, Panamá y Ecuador. Luego me hablaron para hacer otra obra en octubre de la que no puedo hablar todavía, pero que la van a producir puertorriqueños. Mientras tanto, hice casting para una nueva telenovela de Telemundo; están sucediendo cositas interesantes... GDE: ¿Qué consejo puedes ofrecerles a los jóvenes que incursionan en el mundo del entretenimiento? NJ: Creo que es una buena oportunidad para desahogarme. Les digo que tengan mucho cuidado como interpretan lo que es arte, porque según lo interpreten ellos lo puede interpretar el público y se puede desvirtuar como pasó y como está pasando. Los tiempos y la tecnología cambiaron y los YouTubers están agarrando mucha fama a través de las redes sociales y eso está bien, porque es una plataforma. En ocasiones pienso que personas que tal vez nunca tuvieron el break en la televisión, en radio, lo están logrando porque se arriesgan y de repente la pegan. Pero pueden ser excelentes presentadores, muy articulados, simpáticos y graciosos, pero llega el momento en que todo el mundo piensa que lo puede hacer y llega el momento en que no tienen tanto material y empiezan a rayar en lo mismo de siempre, en lo chabacano, lo grosero. Todo el mundo sabe que yo también tengo mi música por dentro, pero una cosa es ser grosero, ofensivo y asqueroso y otra cosa es tener doble sentido, ser pícara, y ser medio hija de puta que es lo que soy y esa es la verdad; no tengo tapujos porque nunca los tuve ni los voy a tener. El talento existe, se nace con él, pero tienes que pulirlo, tienes que aventurarte a buscar otras cosas pues lo mismo cansa. Tienes que buscar otras facetas, otra dinámica y hacerte sentir. Llega el momento en que la gente y los jóvenes de esta generación piensan que esos son los artistas. No, no son artistas, son influencers, YouTubers, figuras públicas del medio, porque una vez se pegan en las redes, en los medios, les empiezan a dar importancia y seguimiento, pero a todos no se les pueden llamar artistas. Eso me preocupa, que la gente entienda que esos son artistas y que nosotros quedemos relegados. Una cosa que me asombra es cuando nos dicen: “que se retire, que ya su tiempo pasó.” ¿Eso se lo dicen a los doctores, a cualquier profesional dentro de cualquier rama? El artista no se retira. El artista se retira cuando se muere en el escenario, cuando se muere haciendo lo que le gusta, cuando se muere haciendo arte. Claro, si tú quieres hacer que mi tiempo pase porque ya no quieres ver lo que hago porque te interesa ver otras cosas, eso es otra cosa, pero el artista no tiene por qué retirarse. Yo voy a morir haciendo esto. No tengo alternativa porque mi espíritu y mi alma no me piden hacer otra cosa. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: emprendedora, perseverante y disciplinada Un libro o disco que te haya influenciado: “La casa de los espíritus” de Isabel Allende. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Al que Dios se lo da que San Pedro se lo bendiga” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Vivo comiéndome las uñas. Es un hábito maldito que tengo. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Estoy más conectada con la madre Gaia, con la naturaleza, con lo espiritual y con las cosas divinas de la vida. Decreto y pienso cosas positivas y me levanto todos los días dándole gracias al universo porque estoy viva, tengo salud y porque todo va a estar bien. Cuando sientes que pierdes el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Mirar a mis hijos a los ojos. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “La verdadera historia de Theresa Ann Ryan” Un puertorriqueñ@ que admires: Ednita y Yolandita, las admiro mucho a las dos, especialmente a Yolanda. Le tengo una admiración profunda porque me parece una guerrera, una leona y me gusta la gente así, que no le tiene miedo a nada. Quisieras aprender a: hablar otro idioma. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Ser mamá. ¿Cómo te relajas? Para relajarme converso con mi hija. Soy una persona muy explosiva y demasiado passionate y mi hija es todo lo contrario, aunque somos idénticas. A ver si me hago entender. Ella es escorpiona que nació un 26 de octubre a las 2:36 de la madrugada, y yo nací un 27 de octubre a las 2:37 de la madrugada. Tengo una conexión con los dos, pero cuando me desespero y me voy en brote Ricky no puede bregar porque se pone histérico porque me ve histérica y quién único me puede bajar las revoluciones es Mónica. Cuando quiero estar relax le hablo, ella me escucha y al final me dice algo gratificante sin ser demasiado elocuente porque ella es precisa y concisa; te dice lo que es contundente y se acabó el tema. ¿Qué te inspira? El día a día, la vida. El pensar que mañana va a ser un nuevo día maravilloso con cosas nuevas, esa es mi inspiración. Todos los días cuando me levanto digo: “preparada para todo lo que viene porque va a ser maravilloso.” Quisieras que te recordaran por: ser valiente Sigue a Noris en las redes sociales: Facebook: @paginanorisjoffre Instagram: @norisjoffre Twitter: @NorisJoffre #WHATAFCK! se presentará el 2 de agosto en el Teatro La Perla en Ponce; el 10 de agosto en el Teatro Braulio Castillo en Bayamón, y el 17 de agosto en el Teatro Yagüez en Mayagüez. Más información y boletos en www.ticketerapr.com
0 Comentarios
Es muy probable que quienes disfrutaron de los populares programas televisivos “No te Duermas” y “Mira que TVO” recuerden a una vivaracha y chispeante joven que a todos contagiaba con su risa y energía. Marisa Baigés, quien además de fungir como animadora se ha destacado como actriz, empresaria y modelo, nos comparte sus proyectos, logros y consejos. Enamorada de la magia del teatro, Baigés se prepara para unirse a los actores Noris Joffre, José Brocco y Charlie Massó en #WHATAFCK!, comedia que se presentará próximamente en la isla. A continuación, la entrevista que le hicimos a Marisa en su versión editada y condensada. GDE: De todos los proyectos en los que has estado involucrada a lo largo de tu carrera, ¿cuáles has disfrutado más y por qué? MB: Cada uno tiene algo de especial, pero sí te puedo decir que el teatro en particular es una de las cosas que más disfruto hacer. Creo que el actor agradece en el momento, porque el aplauso viene en el momento. La televisión es un poco más fría, es un feedback que recibes cuando estás en la calle, que puedes percibir el trato de la gente, del público. Pero en el teatro recibes la risa en el momento, o sea, es muy mágico y de mucha energía y creo que por eso me lo disfruto mucho. Me encantó hacer novelas y en Ecuador tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto muy divertido llamado “Fanaticada”; otra cosa totalmente diferente. Por supuesto, la animación es donde nací, ahí como que no tengo tanto reto, pero es divertido. Creo que en la parte de novela y teatro tienes más trabajo, te tienes que desdoblar. Cuando haces un personaje eres otra persona y eso es lo divertido. GDE: ¿Cómo describes esta etapa de tu vida en términos profesionales? MB: Ha sido interesante en el sentido de que venía corrido desde el ‘89 hasta el 2013 en una alta velocidad a nivel de todo, teatro, radio, de todo lo que he hecho. Pero estos últimos seis años he hecho otras cosas que no tienen que ver con el ambiente artístico y que han sido bien interesantes a nivel profesional. He tenido agencias de viajes, agencias de publicidad, hemos trabajado en la industria de alimentos, que también me parece muy interesante. Nosotros llevamos y le abrimos el mercado a los productos Sumesa en Puerto Rico. Toda esa parte que no ha sido tan expuesta y que también ha sido a nivel profesional ha sido interesante. Estoy muy satisfecha pues he hecho de todo un poco…y lo que falta. GDE: ¿Cómo te preparas para tus personajes y presentaciones? MB: A nivel de animaciones, esa soy yo, la loquita que se trepa allí, pero con los personajes, de la mano con el director. En esta obra #WHATAFCK! contamos con la dirección de Pedro Pablo Porras que es excelente y súper creativo. Uno como actor propone y sugiere cosas que le nacen, que le vienen, pero el director es quien al final te dice para dónde va el personaje y que línea quiere que siga. Así que lo trabajo siempre con la consideración y respeto de lo que quiere llevar el director. Otra cosa que siempre he dicho es que la actuación es escuchar y reaccionar y llevarlo de una forma orgánica. Me gusta la actuación natural y llevar todo lo que trabajo por esa línea. GDE: Háblame de tu personaje en #WHATAFCK! MB: No te digo mucho para no venderla, pero Rocío es una persona seria, media cuadrada en sus cosas. Tiene su lado liberal, pero se toma mucho las cosas a pecho. Es fuerte de carácter a nivel energético con sus amigos y a veces puede hacer las cosas un poquito más grandes de lo que son. Es un personaje interesante, es divertida y tiene su lado súper gracioso, pero ella es como la más seria. GDE: Además de la obra, ¿en qué proyectos nuevos trabajas? MB: Trabajo mucho con Charlie en su carrera musical y en todos sus proyectos. Entonces con él tenemos mucho trabajo, gracias a Dios. GDE: ¿Qué consejos puedes ofrecerles a los jóvenes que recién incursionan en el mundo del entretenimiento? MB: Tal vez sonará medio “clichoso” pero que sean perseverantes y que crean en ellos, en lo que quieren. Nada es fácil y a veces las cosas no llegan cuando uno quiere, pero llegan, es cuestión de ser perseverante, creer, tener mucha fe en lo que hacen y hacer las cosas bien con las personas, con su entorno y con su equipo de trabajo. Que siempre haya mucho respeto. Al que le gusta esto tiene que dedicarse y a veces estás arriba y a veces abajo. Otra cosa, tener siempre algo en lo que puedan también crecer, así sea otra carrera, otra pasión. No quedarse con una sola cosa. Por ejemplo, yo tengo mi bachillerato en publicidad y mercadeo y cuando no he estado sentada frente a las cámaras he hecho campañas de publicidad. Tengo mi agencia y me divierte y fascina; me encanta la publicidad. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: perseverante, positiva y trabajadora Un libro o disco que te haya influenciado: El libro “Conversaciones con Dios” de Neale Donald Walsch Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Dios provee” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Comerme una barra de chocolate todas las noches antes de acostarme; no lo puedo evitar. Y si no tengo, voy a un vending machine que hay en mi edificio y me lo compro sin importar la hora. Ese es un hábito y una manía que quisiera cambiar, pero me encanta, ojo… En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Aprendí que todo tiene orden divino, que tengo que fluir en la vida y que todo llega en su momento. Lógicamente uno tiene que trabajar por sus cosas, pero creo que todo tiene unos ciclos; hay que fluir y aceptar cada ciclo que se cierra y otros que se abrirán. Cuando sientes que has perdido el enfoque o la inspiración temporeramente, ¿qué haces? Me voy a la playa. Creo que al ser piscis soy un pececito súper influenciable por la energía del mar y de la luna. Ahora mismo tengo la suerte de tener la playa detrás de mi casa; voy y me siento a recargar. Si no, me voy a hacer ejercicios, más que nada para desconectarme y poder reconectar e inspirarme en lo que tengo de frente. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? He tenido una travesía chula en esta vida y espero que siga igual, así que la llamaría “La feliz travesía” o algo así. Un puertorriqueñ@ que admires: Mi papá, el Licenciado Pedro Baigés Chapel, que fue preso político. Murió a los 52 años cuando yo tenía 15. Era abogado obrero-patronal y criminalista, y aparte de ser una persona sumamente humilde, defendía a la gente independientemente de si tenía dinero o no. Cuando las personas no tenían dinero le pagaban con chinas, gallos, limones, pescado… y él llegaba a casa con una sonrisa, súper feliz. Algo que en su momento me dolió mucho, pero que admiro, es que fue preso político en la lucha contra la Marina de Guerra de los Estados Unidos en Vieques. Fue el abogado de los pescadores y está en una de esas 21 cruces de Vieques. Nunca se me olvida que siempre decía: “es que la gente no entiende que tienen que sacar la marina, tienen que dejar de hacer todas esas prácticas porque en 20 años la gente se va a morir de cáncer, eso es uranio.” Hoy en día el 70 por ciento de la población de Vieques está enferma a consecuencia de las maniobras. Entonces fue un puertorriqueño que, aparte de todo, primero era la patria que la familia; era súper puertorriqueño. Lo admiré, lo admiro y lo admiraré toda mi vida por todo lo que hizo por la isla y por sus creencias e ideales. Quisieras aprender a: hacer repostería. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Sentir que he ayudado a la gente solamente con estar ahí como cuando fui la madrina de SER de Puerto Rico y de las Olimipiadas Especiales. Esas labores filantrópicas son la parte más gratificante a nivel personal y profesional. Poder aportar con simplemente decir presente y ayudar a mucha gente es lo más bonito que hago con mi carrera. ¿Cómo te relajas? Cocinando. Me encanta cocinar y cuando me quiero desconectar empiezo a buscar recetas. Cocino de todo, comida india, tailandesa, italiana, mexicana, hago un arroz chino espectacular… Entonces tengo amigos de todos estos países que Dios me ha puesto en el camino y agarro sus recetas. Creo que eso es lo más que me relaja. También irme al gimnasio e ir a coger sol. ¿Qué te inspira? Me inspira levantarme cada día y saber que tengo a mi gente que quiero al lado, que tenemos salud. Un nuevo día me inspira para todo. Quisieras que te recordaran por: que me recuerden con mucho cariño y amor, pero sobre todo por ser una persona alegre y positiva. Sigue a Marisa en las redes sociales: Facebook: Marisa Baigés Instagram: @marisabaiges Twitter: @marisabaiges #WHATAFCK! se presentará el 2 de agosto en el Teatro La Perla en Ponce; el 10 de agosto en el Teatro Braulio Castillo en Bayamón, y el 17 de agosto en el Teatro Yagüez en Mayagüez. Más información y boletos en www.ticketerapr.com Cuando Jacobo Morales habla, se debe escuchar con detenimiento porque entre palabras suele regalar sabios consejos que develan la armonía que reside su manera de vivir y la pasión y dedicación que deposita en su trabajo. Mencionar a Jacobo equivale a recordar obras, poemas y películas con las que hemos reído y llorado. A los 14 años comenzó a trabajar en la radio y en el teatro, y en la televisión, el mismo año de su llegada a la isla, 1954. Participó en más de 30 obras, algunas que escribió y dirigió, y en los ‘70s, tuvo la oportunidad de trabajar en Hollywood en la producción “Bananas” de Woody Allen, así como en “Up the Sandbox” junto a Barbara Streisand. En 1990, su tercera película “Lo que le pasó a Santiago” recibió una nominación a los Premios Oscar por mejor película de idioma extranjero. Son muchos los éxitos y logros de este poeta, dramaturgo, actor, director, escritor y baluarte de nuestra cultura. A sus 84 años y por que así lo prefiere, su agenda lo mantiene ocupado. Divide su tiempo entre ofrecer charlas a estudiantes, escribir y revisar guiones, y sacarle carcajadas a la fiel fanaticada de Los Rayos Gamma, cuya vigencia permanece intacta tras casi sesenta años. Sin embargo, al hablar con Jacobo queda claro que sus principales logros incluyen vivir de acuerdo con lo valores inculcados por sus padres; escoger a Blanca Silvia como esposa, amiga, colega y confidente, y hacer de su pasión, su oficio. A continuación, la entrevista que le hicimos a Jacobo en su versión editada y condensada. GDE: ¿Cuál entiendes fue el mayor legado que te dejaron tus padres? JM: Muchas cosas buenas. Me dejaron sentido de hogar, ambiente de hogar, pero basado en el cariño, disciplina, amor y dedicación. A mami la relaciono con la actividad, la organización, la alegría, y el buen humor. Papi también tenía mucho sentido del humor y además era muy sabio. Me transmitió los valores, el sentido de observación, influyó mucho en mí porque además de contador público era escritor y un buen escritor, no porque sea mi papá. En esa época la parte económica siempre fue un factor que había que vigilar mucho, pero eran muy organizaditos. Siempre estudié en escuela pública y lo que recuerdo es eso, ese ambiente de hogar donde se mezclaba el amor con la disciplina, con estar muy pendientes de mis acciones e inquietudes; sentía que ellos estaban muy integrados a mi vida. Nací en Lajas y como a los dos años y medio nos trasladamos a San Germán. Allí vivimos como tres o cuatro años, y luego en Mayagüez. Al tiempo, mi papá vino a trabajar a un bufete de contadores en San Juan y vivimos unos cuantos meses en la urbanización El Hipódromo en la parada 20. Después nos trasladamos a la Calle Luna, esquina San Justo del Viejo San Juan, donde me crié. Estudié en la Escuela Elemental Abraham Lincoln de donde me gradué de sexto grado. Luego estudié intermedia y superior en la Escuela Baldorioty de Castro. Antes ponían a uno más tempranito en la escuela y pues ya a los 15 para 16 estábamos en cuarto año. Empecé en la radio como actor en el ‘49, a los 14 años, y en aquella época los programas de radio eran en vivo, pero por un sistema de interlocking, de horarios especiales en las escuelas, los horarios de la Baldorioty confligían con los de los programas de radio. Entonces pedí una transferencia para la Escuela Superior Central y en el año ’50 o ’51 empecé a estudiar allí y al primer salón donde me asignaron fue a la clase de español. Ahí estaba Blanca Silvia y esa es otra historia… GDE: Hablando de Blanca, a tu entender ¿cuáles son los elementos para el éxito y duración de su matrimonio? JM: Desde el mismo comienzo teníamos muchos intereses en común. Blanca tenía una gran sensibilidad y buen gusto. Le gustaba dibujar y tenía una gran afición por el cine, el teatro y la lectura, pero las artes escénicas no la atraían como participante. Como yo empecé tan tempranito en esto, cuando la conocí ya trabajaba en la radio y en el teatro. Blanca se integró por completo a mi oficio y a todos los aspectos y etapas de mi vida. Siempre ha estado presente como consejera y como crítica… una crítica implacable. También como productora, tanto de mis recitales de poesía como de mis obras de teatro, películas, siempre es la productora, y en todos los aspectos estamos integrados. Además, nos tenemos mucho respeto, admiración, y lo que dio comienzo a todo que fue que sentimos amor y cariño el uno hacia el otro; eso no ha cambiado nunca. GDE: ¿Tuviste mentores a lo largo de tu carrera? JM: Más bien personas que influyeron mucho en mí. Creo que mi principal mentor en esta primera etapa de mi vida, entiéndase la temprana adolescencia, fue papi. Cuando me lancé en la radio, teatro, televisión y cine, hubo escritores, factores y situaciones que influyeron. Más que un mentor en particular, aprendí mucho de las distintas circunstancias a las que me enfrenté; una vez pasaban pensaba y reflexionaba. Siempre hago muchas preguntas, que, por cierto, Blanca me dice: Jacobo, ya no me preguntes más, porque desde nene pregunto mucho. Pero, gracias a hacer preguntas, inquirir, rebuscar y tratar de enterarme, es que he adquirido la mayor parte de mi conocimiento. Lo académico es incluido lógicamente, pero mis estudios formales no pasan del teatro. Nunca estudié formalmente cinematografía; estudié humanidades y teatro en la UPR. Personas que han influido mucho en mí, te puedo nombrar bastantes, pero mentor en particular fuera de papi, no me viene a la mente. GDE: ¿Cuáles son algunos de los proyectos de los que estás más orgulloso? JM: Bueno, me hace sentir muy satisfecho el efecto que tuvieron mis poemas que eran de contenido social y combinaban algo que me atrae desde el comienzo: la sencillez y el contenido. Hacer algo sencillo con temas cotidianos pero que a la vez tenga contenido, eso me hace sentir orgulloso. La publicación de mis poemas, la aceptación que tuvieron, la aceptación que tuvieron mis obras de teatro, eso también me hace sentir muy orgulloso. Las películas también, lo que pasa es que no tengo hijo favorito en ese aspecto. Ahora, el libro de poemas lo repaso y me siento realmente orgulloso. Igualmente me pasa con las obras cuando las releo o las vuelvo a presentar. Cuando veo las películas invariablemente me pasa algo, y es que, si bien puedo aceptar los logros que hemos tenido y algunos aspectos de la película que siempre me satisfacen, siempre hay algún detallito que pienso que me hubiera gustado mejorar y eso no ha variado ni variará. Claro, por otro lado te digo: esto se logró, pero aquí, Dios mío este detallito, ¿por qué la música tan alta? ¿Por qué no corté antes? Incluso en la escritura digo: caramba, pero aquí perdió cadencia porque la oración está muy larga, y así por el estilo. Creía que eso iba a finalizar en algún momento, pero no. Hoy precisamente di una charlita en la Escuela Superior Central donde Blanca y yo nos conocimos. Fuimos al mismo salón donde nos conocimos y me pareció reproducir la escena… Una de las cosas que le comenté a los muchachos es que uno de los encantos que tiene este oficio es que uno nunca se gradúa, en todas las artes se es estudiante a perpetuidad. He tenido la oportunidad de desempeñarme en distintas facetas del arte y te digo, hago un resumen de todo eso y creo que he sido un privilegiado porque desde el comienzo hice lo que realmente he querido hacer; empezamos a los 14 años y ya cumplimos 84. GDE: ¿Cuáles son aquellas destrezas que te equiparon para tus logros? JM: Mi sentido de observación. Por ejemplo, si me sitúo estrictamente en la actuación, aunque esto es aplicable a las demás ramas en que me desempeñado, es que trataba de que hubiera verdad en lo que hacía. Desde el comienzo capté la diferencia que había entre representar e interpretar. En la época en que empecé, el estilo prevaleciente era la representación más dramática. Yo decía: pero es que la gente no habla así. Entonces a veces me decían: Jacobo, pero dale ánimo a eso, estás mongo. Es que trataba de buscar la naturalidad y eso lo asocio, que lo dije también esta mañana a los muchachos, con una frase que me dijo un gran actor nuestro, Juano Hernández, que fue muy famoso en el cine y en el teatro estadounidense en los ’50, me dijo algo que se me grabó para siempre: cuando actúes en cine, ten en cuenta que la cámara te retrata el alma. O sea que cuando hay verdad eso lo va a captar la cámara, pero tiene que haber verdad. Y lo que trato es de que haya verdad en el personaje que desarrollo, en la trama, aunque ralle en lo absurdo, pero que sea verdad… como pasa en la vida misma, que puede traspasar lo absurdo también. Siempre trato de que haya verdad en la escritura, actuación y dirección. También influye mucho que vengo del teatro con el director que era como un domador de látigo y los actores eran como sus marionetas. Venía con este autoritarismo a sacarte la emoción a grito limpio. Yo decía: eso no puede ser, ese tipo de director me cierra, Dios mío. Entonces hubo dos personas y dos situaciones clave que me ayudaron grandemente. Me doy en el teatro con Beco Zayas que dirigió la segunda versión de “La Carreta” en la que hice de Luis con Lucy Boscana, Norma Candal… entonces Beco venía de una escuela más renovadora, buscando más la naturalidad y me hizo sentir de maravilla. Igualmente, creo que algún tiempo después se me presentó la oportunidad de trabajar en “Bananas” con Woody Allen. Y Woody era tranquilo y riguroso, sí, pero sabía lo que quería y además te hacía sentir cómodo, escuchaba tus opiniones y creaba un ambiente general muy placentero. Ese trabajo con él también influyó mucho para desarrollar destrezas, actitudes y estilos futuros en el campo cinematográfico. GDE: ¿Y Los Gamma? ¿Se acabaron por ahora? JM: Eso es lo que yo me vengo creyendo hace tiempo. No, yo creo que no. Ahora hay un crucero pendiente para el 5 de enero de 2020. No sé que pueda surgir porque Silverio tenía la idea de que también hiciéramos una versión más sencilla para ir a varias ciudades de Estados Unidos. También lo consideraría. Por otro lado, pues tengo también que acomodar mis planes de repasar guiones; también tengo una nueva obra de teatro. GDE: Sí, háblame de los proyectos en que trabajas. JM: Tenemos varios guiones que han estado engavetados hace tiempito, o porque no se consigue el presupuesto o porque hay proyectos más inmediatos. Tengo varios que quiero repasar, corregir, que Blanca Silvia también me de su opinión y que se pueda sumergir en ellos ininterrumpidamente por varios días. También tengo una nueva obra de teatro que es una comedia satírica con elemento dramático que se llama “Reality Show”. Ya la escribí y estoy en una tercera revisión. Ahora quiero que Blanca le dé una lectura final y yo también haré lo mismo. GDE: ¿Cuánto tiempo tardas en escribir una pieza como esa? JM: Escribo rapidito. Te puedo escribir un guion en un mes, mes y medio. Lo mismo una obra si cuento con el tiempo, porque también por disciplina me asigno una cantidad de horas diarias; no espero por las musas. Pero por otro lado también tiene que haber un momento propicio, pero para la disciplina. Entonces una obra de teatro, un guion, no recuerdo que haya tardado más de mes y medio en el primer borrador. Después hay que quitármelo de encima. No subestimo los pequeños detalles; todo detalle cuenta. GDE: ¿Qué consejos compartes a aquellos jóvenes que desean incursionar en el mundo del cine y del teatro? JM: Que tengan como punto de partida que no puedes prefabricar un éxito, pero que lo más que te pone en la dirección correcta es hacer lo que tú sinceramente deseas hacer. También, si bien este oficio deslumbra mucho porque se asocia con el reconocimiento, el aplauso, la alfombra roja, los premios, y eso es chévere, todo eso es una parte de, pero la disciplina es lo fundamental. También hay que tener un carácter que a veces tiene que ser bien templado, porque hay unos vaivenes y unas sorpresas que te pueden decepcionar o deprimir. Pero si hay disciplina, consistencia, planificación y mucha honestidad con uno mismo… esas son cualidades o actitudes indispensables para ir adelante en este oficio. Se puede porque yo empecé a los 14 años y no he hecho otra cosa en mi vida. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: fiebrú, sincero e idealista Un libro o disco que te haya influenciado: no me acuerdo del título, pero los cuentos de José Luis González me cautivaron cuando era adolescente. Lo mismo que Llorens Torres… “Cuando salí de Collores fue en una jaquita baya…” porque eran sencillitos y a la vez tenían contenido; los entendí de primera intención. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “La felicidad es la capacidad de vivir con alegría, aunque esa alegría pueda confundirse a veces con la locura.” Eso lo puse en labios de mi personaje en “Lo que le pasó a Santiago”. ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Ver que todo esté bien cerrado y apagado cuando me voy a acostar. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? Lo que ha ocurrido más bien es una reafirmación en que si bien esta es una vida de competitividad, velocidad y productividad entre comillas, sigo insistiendo en que para poder avanzar hay que ir despacio. En estos últimos tiempos me he reafirmado en ese convencimiento y he entendido que no me agrada eso de la competitividad, sigo creyendo más como idealista al fin, en la confraternidad. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? “Eso que llaman vida” Un puertorriqueñ@ que admires: oh varios, que admiro y que les tengo cariño… recuerdo que Raulito Juliá hacía una obra en Broadway y yo terminaba de hacer la postproducción de “Dios los cría”. Lo llamé a ver si podía ir a una muestra de la película, pero tenía matiné y función en la noche, y en ese espacio entre matiné y noche es que yo iba a proyectar la película. Raulito sacrificó su descanso para acompañarme, jamás lo olvidaré. ¿Qué es una de las cosas más gratificantes que has hecho? Parecerá un poco “romanticón” pero juntarme con Blanca. Si hubieras podido cambiar un aspecto de tu niñez, ¿qué alterarías? Reclamar más tiempo en casa para que me dejaran jugar pelota porque me gustaba mucho, pero me lo condicionaban mucho porque uno podía darse un golpe y demás. Jugaba también en pequeñas ligas que en aquella época se llamaba futuras estrellas, nada más que jugué una temporada, hubiera querido jugar más. ¿Cual es una de las mejores inversiones que hiciste? Hacerme de la casita que tengo hace 57 años. Pancho tenía tres semanas cuando llegó aquí. ¿Cómo te relajas? Respiro diafragmáticamente. Cuando estoy medio “ajoraito” me gusta mirar el espacio, los árboles… me ayuda mucho que hay muchas tortolitas cerca con un canto que me agrada. Entonces me cuestiono y me vigilo mucho, en el sentido de que: Jacobo, lo que tú piensas y de lo que te has convencido, practícalo. Si crees que la relajación es lo que te da la energía… porque siempre he creído que hay una diferencia en lo que es tensión y lo que es intensidad. Para que haya intensidad tiene que haber relajación, la tensión te cierra todas las puertas. Pues Jacobo, ponlo en práctica, vigila la tensión para que haya intensidad en tu pensamiento, en tu quehacer, pero sin tensión. Me paso vigilante de eso. ¿Qué te inspira? La vida, las cosas mínimas, la sonrisa de un nene, una carcajada, un saludo… alguien así meditabundo que me obsequia una sonrisa. Además, me inspira mucho el aspecto espontáneo que me pueden brindar en la calle, en el colmado, la farmacia, eso me motiva, me llena de orgullo; para mí es un honor. Quisieras que te recordaran por: pues porque fui útil en algo. La mayor satisfacción que puede sentir un ser humano es sentirse útil. Sigue a Jacobo y a Los Rayos Gamma en las redes sociales: Facebook: Los Rayos Gamma; Jacobo Morales |
Categorías
Todo
Entrevistas
Diciembre 2020
|