#55 – Conoce el sueño salpicado de música, madera y misticismo de Joel Ortega y Zahireh Soto2/7/2020 Gracias al emprendimiento de una joven pareja, al listado de atracciones del pueblo de Aguadilla se le añadió un speakeasy bar. Ese fue el reto del ebanista Joel Ortega y la abogada Zahireh Soto que, con un sueño, ganas y determinación, abrieron la coctelería Timber & Blues: el primer y único speakeasy bar de Aguadilla. Sin conocimiento previo de lo que conlleva operar este tipo de negocio, Joel y Zahireh decidieron lanzarse juntos a la aventura y aprender sobre la marcha. El atractivo principal del establecimiento es su coctelería. Aunque aún no cumple dos años, ya tuvo mención en la prestigiosa revista Condé Nast Traveler y fue elegida por Sabrosía Puerto Rico como una de las seis mejores barras cocteleras de la isla. Al ser un speakeasy, tipo de barra que fue popular durante la Era de la Prohibición o Ley Seca de los Estados Unidos hace alrededor de un siglo, a Timber & Blues le rodea un aire de misticismo que atrae tanto a locales como a turistas extranjeros. Para Zahireh y Joel la satisfacción visible de sus clientes es lo que continuamente los inspira y motiva. Devuelven el favor a través de eventos locales que juntos organizan y que contribuyen al enriquecimiento económico y cultural de ese pueblito donde se dice que las piedras cantan. A continuación, la entrevista que le hicimos a Joel y a Zahireh en su versión editada y condensada.
GDE: ¿Cuándo abrió sus puertas Timber & Blues y cuál es el origen del nombre? JO: Abrió el 12 de mayo de 2018. ZS: Es un nombre compuesto. Timber es por madera, pues a lo largo de su vida Joel se dedicó, entre otras cosas, a trabajarla. Blues es por la música que nos unía; blues soy yo, Zahireh. GDE: Háblenme un poco de su proceso de tomar la decisión de abrir este tipo de negocio. JO: Soy ebanista y antes de abrir Timber & Blues tenía un taller de ebanistería en San Juan y Zahireh fungía como abogada en Aguadilla. Nos conocimos y comenzamos a viajar a lugares como New York y New Orleans y por lo tanto teníamos muchas vivencias en esos sitios que nos gustan. Me mudé de San Juan para Moca con la idea de trasladar mi taller de ebanistería para allá. Queríamos un local cerca de nosotros así que buscamos en el pueblo de Aguadilla. De hecho, el que nos gustó fue el último que vimos y nos quedamos con él. Se empezó a hacer el plan y como quien dice a montar el taller. Luego de quizás una semana, Zahireh y yo hablábamos de diferentes cosas: yo tenía la idea de montar el taller y ella quería tener una esquinita para vender algunas cosas; también hablamos de vender café. Entonces dijimos: “pues olvidemos el taller y montemos un negocio.” Decidimos montar un negocio que tuviese la operación de una barra durante la noche y por el día vender café, bagels y otras cosas. Así empezamos hasta que la operación de la barra creció al punto que nosotros mismos, que somos los que trabajamos el negocio y estamos allí todo el tiempo, vimos que no era muy viable estar allí hasta la medianoche los días de semana y hasta las dos, tres de la mañana los fines de semana para regresar al otro día en la mañana. Así que desistimos del negocio diurno y nos quedamos con la operación de la barra. Zahireh le añadió el componente de la comida. GDE: Joel, tu expertise es la ebanistería y el de Zahireh las leyes, ¿alguno tenía algún conocimiento acerca de cómo operar este tipo de negocio o aprendieron durante la marcha? JO: El negocio lo hicimos nosotros completamente. La construcción, la labor y el diseño fue combinación de ideas de los dos. Básicamente nos tardamos como 10 meses porque lo hicimos nosotros, sin saber nada. ZS: Del tipo de negocio que montamos, no. Tengo un bachillerato en gerencia industrial pero nunca fungí como gerente. Luego que hice mi bachillerato me fui a estudiar leyes y no tuve otro tipo de negocio que no fuera mi participación de niña en la tienda de mi mamá que ya no existe. Pero sí, aprendimos sobre la marcha. Me gusta ser hostess. Me encanta hacer fiestas en la casa así que aplicamos eso y también la astucia. Pienso que cuando tienes un sueño y quieres hacer algo, no hay nada que no puedas hacer; todo se puede aprender. GDE: ¿Qué tipo de comida ofrecen? ZS: Son tapas. Básicamente queremos que las personas puedan parear los cócteles con los platos y sea una sensación agradable. Vimos que en Aguadilla hay muchos restaurantes de comida fuerte, comida criolla, con una barra auxiliar; esa no era nuestra idea. Nuestra idea era establecer la coctelería como motivo principal y que lo que comas sea para parear y acompañar, que puedas seguir consumiendo la bebida sin que te sientas extremadamente lleno. Entre lo que incluye el menú: crostini; albóndigas que se venden con brushettas; hummus; sliders; tacos de cerdo… GDE: ¿La comida es hecha en la casa? ZS: Sí, todo. En ese sentido pienso que también es exitoso pues la gente tiene la oportunidad de verme preparar y confeccionar las tapas frente a ellos en una esquinita de la barra. GDE: Hablando de coctelería, ¿tienen algún signature cocktail? JO: Tenemos uno que se llama el Pink Mist compuesto de vodka y puré de la casa de melón, pepinillo y lima. Se sirve en un rock glass lleno de hielo y el garnish o adorno es un palillito que lleva un cuadradito de melón y una rodaja de pepinillo. GDE: Además de la comida y coctelería, ¿qué más les ofrecen a los consumidores? ZS: Tratamos de proveer el tipo de ambiente de speakeasy bar con música dirigida a ese ambiente. Sin embargo, también hacemos eventos. En diciembre hicimos el COTA Fest, que fue el primer festival de coctelería. El año pasado también hicimos las Fiestas de la Calle San Sebastián en la calle Betances con artesanos, música en vivo y alternativas distintas para el público. Cuando la gente piensa en el área oeste siempre piensa en Rincón y se olvida de Aguadilla. Se vio una proliferación de nuevos establecimientos comerciales a los que queremos ayudar, y ayudar así a la economía del pueblo. GDE: Al ser la novedad de un speakeasy bar en Aguadilla que ya en sí los hace diferentes, ¿cómo ha sido la acogida del público? JO: Ha sido muy buena. Creo que lo que también ayuda al concepto de speakeasy es nuestra localización. Con todo y que estamos en el mismo pueblo de Aguadilla, en la calle Betances, estamos en un local que está en la parte trasera de un parking y una vez entras al negocio te encuentras con el salón principal que tiene la barra principal donde se prepara la comida. Entonces el negocio tiene un pasillo que te lleva a los baños y después de los baños hay otra barra que se llama La PuteríA, que está como escondida. A diferencia de otros speakeasies que puede haber en Estados Unidos y otros lugares, que requieren un código para entrar o que están bien escondidos, no es el caso nuestro. Sí, mucha gente sabe lo que son los speakeasies y por qué existieron, pero mucha gente no. Los speakeasies existieron durante la Era de la Prohibición de Estados Unidos desde 1920 hasta 1933. La Prohibición no tuvo efecto en Puerto Rico. Aquí no había speakeasies así que a la gente le da curiosidad y se le explica, se le habla de la prohibición. De hecho, uno de nuestros menús de cócteles es el de cócteles de la Era de la Prohibición. Diría que la acogida ha sido tremenda, quizás hasta más de lo que se esperaba. ZS: No solamente tenemos el público que nos visita del área oeste, sino que tenemos gran acogida con público del área metropolitana. También nos han visitado turistas de Australia, Malta, Francia, etc. Así que en ese sentido estamos bien orgullosos. Tuvimos una mención en la revista Condé Nast Traveler y Sabrosía Puerto Rico hizo un reportaje de las seis mejores barras cocteleras y salimos número tres. También salimos en listas de Estados Unidos. Había gente que dudaba, que decía que era un proyecto bueno pero que la gente de Aguadilla no estaba preparada para entender el concepto y quizás no iba a funcionar, pero siempre creímos en nosotros. La realidad es que estamos bien contentos con la acogida del público. GDE: ¿Qué planes tienen para este año? JO: Queremos expandir la cocina porque creció más de lo que esperábamos y ahora mismo está en una de las alas de la barra; todo está junto. Así que este año vamos a sacar la cocina de la barra para liberar todo ese espacio como se planificó originalmente y que sea más cómodo. ZS: También queremos seguir trabajando el asunto de la coctelería y tener exposición en distintos foros. Fuimos barra invitada en La Factoría del Viejo San Juan que es una de las world’s best bars. JO: También vino a trabajar en nuestra barra uno de los bartenders principales de la barra Employees Only de Nueva York, que también tiene título de ser una de las mejores barras del mundo. Además, tenemos un viaje planificado para hacer un guest shift en la barra Rockaway Beach Surf Club de Nueva York. ZS: También queremos darles oportunidades la los bartenders que trabajan con nosotros para que crezcan y se desarrollen en el área de coctelería. GDE: ¿Qué días abre Timber & Blues? JO: Abrimos de miércoles a domingo: miércoles y jueves de 5:00 PM a la medianoche; viernes y sábado de 5:00 p.m. a 2:00 a.m., y domingo de 3:00 p.m. a 10:00 p.m. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: JO: Trabajador, persistente y ordenado. Un libro o disco que te haya influenciado: JO: El libro “Meditations” de Marcus Aurelius. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: JO: Una que usamos siempre que pasan cosas así como el huracán María y esto de los terremotos es que “Tú no terminas algo porque estás cansado, tú terminas algo porque lo terminaste.” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? JO: La organización En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? JO: Creo que salir de un estilo de vida de la ciudad y ver que hay otras cosas diferentes que van a un paso diferente, que te hacen como que bajar la velocidad un poco para que veas las cosas con más claridad. En mi caso ha sido eso, salir de la zona metropolitana y venir a un sitio más tranquilo, y lo digo de buena manera, a un sitio donde todo es a otro tempo. Es como si fueras en un carro a 200 millas por hora, te bajas, y te montas en uno que va a 100 pero todavía ves el que va a 200 y entonces puedes ver todo lo que quizás te pierdes a la velocidad que ibas y cómo ahora te puedes enfocar más en los detalles. Eso ayudó mucho y estoy seguro de que ha sido gran parte de la perseverancia, el enfoque y el attention to detail en cuanto a Timber & Blues se refiere. ¿Que película puedes ver infinitamente? JO: Hay un montón, tal vez una de “Star Wars”. Un puertorriqueñ@ que admires: JO: Modesto Cartagena, un sargento qué sirvió con la 65 de Infantería original en Corea. Quisieras aprender a: ZS: Quizás a ser más paciente. ¿Qué te inspira? JO: Diría que la gente cuando va al negocio y es todos los días, no se pone viejo nunca. Al contrario, creo que nos da más hambre y ganas de seguir. Todo lo hacemos nosotros: la comida, los cócteles, los syrups de los cócteles, las mezclas… y cuando llega un extraño al negocio y se sienta en la barra, que no sabes qué tiene en la cabeza ni qué día tuvo, cuando le entrego algo me voy a una esquina a mirar su reacción. Día tras día ver satisfacción, felicidad, asombro, eso es lo que inspira y lo que da ganas de seguir sin importar como fue el día. La satisfacción que transmite la gente es lo que motiva a uno. ZS: De hecho, somos patronos que estamos allí con los empleados y no solamente en calidad de supervisión. Yo cocino, Joel prepara los cócteles y estamos detrás de la barra viendo todo y haciendo todo junto con los empleados. Y ver desde que la persona llega y encuentra el lugar, que ya eso le da un sense of accomplishment, de decir: “los encontramos”, ese asombro, no hay nada en este plano que nos llene más que esa sensación. Quisieras que te recordaran por: ZS: Por ser justa y porque siempre fui con la verdad ante las personas. Pienso que eso es lo que hará que te recuerden bonito. Sigue a Timber & Blues en las redes sociales: Facebook: Timber & Blues Instagram: @timberandblues
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A sus 35 años, el artesano Alex Ríos recuerda sus comienzos en lo que se convirtió en su pasión de vida. Era un preadolescente cuando talló su primer pájaro, sin tan siquiera saber el significado de tallar: fue amor a primera vista. Al poco tiempo tuvo la oportunidad de conocer maestros y mentores que le enseñaron técnicas, a la vez que creaba su propio estilo. Para esta época fue certificado por la Compañía de Fomento Económico y ganó el premio de Artesano del Año en la Feria Bacardí. Desde ese entonces compite en competencias artesanales de Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico y Camboya. En 2017, recibió el primer lugar por un gallito de pelea, en Maryland, en la categoría de miniatura y primer lugar con Reinita Galana en tamaño real. Recientemente, se convirtió en el primer puertorriqueño y el primero del continente americano en imponerse en la Japan Bird Carving Association en la que ganó los tres premios principales. El joven oriundo de Bayamón comparte que, aunque en sus comienzos se aventuró en otras áreas de la artesanía, una y otra vez regresaba al tallado de aves. A continuación, la entrevista que le hicimos a Alex en su versión editada y condensada. GDE: ¿Cómo nació tu interés por la artesanía, específicamente por el tallado? AR: Comencé a boxear cuando tenía 11 años, para 1995, y en ese momento papi tenía unas vacas y parte de mi entrenamiento consistía en correr desde mi casa por el campo hasta una finca donde estaban las vacas. Un día corría por una de las veredas y pisé un pedazo de madera que tenía como una mancha en la que vi la forma de un pájaro, como una cotorra o un perico. De regreso me lo llevé y luego cogí un cuchillo de cocina y literalmente tallé la mancha. No sabía ni lo que era tallar pues no había estado expuesto al arte como tal, para mí era un juego. Lo tallé y pinté, y una tía me dijo que parecía un pájaro. De manera que comencé trabajando con las manchas de la madera. Luego mami vio mi inquietud de que querer tallar y estudiar arte y entre ella y mi tía me llevaron a la Escuela de Artes Plásticas en el Viejo San Juan, pero en ese entonces no había maestros de tallado. Fue entonces cuando conocí a Eduardo González, mejor conocido como “El Barón”, en la Plaza de Hostos; en esos tiempos había artesanía prácticamente en todas las plazas de San Juan. Cuando vi que tallaba gallos y pájaros quise hacer un gallo porque desde que tengo uso de razón en mi familia siempre hubo gallos de pelea. Le pregunté, pero me dijo que no daba clases. Vi más o menos lo que hacía, fui a casa, hice un gallo y se lo llevé. Cuando lo vio me dijo: “ven este fin de semana que te voy a traer uno ya cortado para que lo hagas.” Así fue como hice un gallo con él y emprendí en el tallado. Entonces experimenté en otras ramas del arte: pintura, talla de santos, prendas, grabado... y en el 2000 conocí a mi mentora, Rosabel Suárez. Su trabajo me impactó, dije: “¿cómo es posible que haga unos pájaros que parecen estar vivos?” Empecé a insistirle, pero no daba clases. La llamé todos los días con cualquier excusa hasta que un día se cansó y me dijo que me enseñaría. Ahí comenzó mi aventura de aprender a tallar aves en madera. GDE: Además de la experiencia que tuviste al ver la forma de un pájaro en un pedazo de madera y luego con el señor que te ayudó a tallar un gallo, ¿tienes alguna otra razón por la que prefieres tallar aves? AR: Una razón como tal, no. Pienso que fue el destino, amor a primera vista. Por algo comencé con las aves y aunque experimenté con otras ramas de la artesanía siempre terminaba tallando aves; ya pasaron casi 25 años desde ese encuentro. GDE: ¿Qué madera usas? AR: La madera que utilizo es laurel. En estos últimos años, muchas de las bases y ramas las hago en bronce y llevo así los montajes a otro nivel, no tan rústicos. Cuando comencé, hacía las aves en cedro o caoba, que para mucha gente son mejores, pero para mí son las peores para tallar aves porque son demasiado rojizas. Sin embargo, el laurel que uso es medio blancuzco y cenizo y ayuda a resaltar los colores claros o bien vivos. Lo otro es la dureza. En mi caso los picos y rabos son súper finos. El cedro, depende de la fibra, se parte con cualquier cantazo, pero el laurel me ayuda a llevarlo al fino que quiero y no rompe tan fácil. GDE: ¿Más o menos cuánto tiempo te toma hacer una pieza? AR: Depende, por ejemplo, un zumbador que es súper pequeñito y mide como cuatro pulgadas, me puede tomar dos meses. Un guaraguao promedio, tamaño real, casi siempre mide entre 18 a 24 pulgadas y me puede tomar de nueve meses a un año. Cuando es una pieza grande, trabajo casi todos los días en ella, pero no 10 ni 12 horas. Lo que hago es que intercalo con alguna pieza pequeña para que cuerpo y mente no sufran porque tanto tiempo en algo tan grande te consume. GDE: ¿Como cuántas piezas has hecho en total? AR: No tengo un conteo definido, pero sí en estos últimos cuatro años comencé nuevamente a documentar las piezas. Cuando vendo una pieza entrego un certificado pues son piezas únicas y anoto quién la tiene y lo archivo, pero muchas piezas las hice cuando era un nene y no tenía fotos buenas ni números de serie. Así por encima, he hecho por lo menos de 400 a 500 piezas. Pero también tengo dos etapas: la de niño, cuando te hacía 10 pájaros en una semana, y la de ahora, que si hago siete piezas al año es mucho. GDE: Hablando de esa evolución de niño a adulto, además de la cantidad que produces al año ¿qué otras cosas evolucionaron en ti a la hora de crear? AR: Todo. Desde mi personalidad, mi enfoque, lo arriesgado que soy y la resistencia física. Vengo implementando en mi trabajo lo que aprendí del boxeo, de mi mentora y lo que aprendí de la vida, y de la estructura de mis padres. Creo que combiné todo eso para crear quién soy. A veces tomo riesgos descomunales como ir a otros países sin saber el idioma y confiar en gente que a veces ni conozco, pero siempre ando con un lema que es “el que no se arriesga no gana”. GDE: ¿Cómo te inspiras a la hora de crear? AR: Muchas de mis piezas salen de sueños. Por ejemplo, un día estaba en el campo por casa y vi una escena de un falcón que perseguía a una rolita y vi que hizo un movimiento específico. Entonces en la noche lo soñé, pero como si lo tallara. Esa pieza la hice hace un par de años; literalmente tallé lo que soñé. Cuando cogí el pedazo de madera fue como si ya hubiera hecho esa escena; todo fue fácil y rápido. GDE: O sea que ya tienes el resultado final en tu mente, es cuestión de quitar el exceso de madera. AR: Lo único es que a veces uno lo sueña de una manera y tienes que montarlo de otra porque no hay forma de que encaje, pero el concepto sí viene de muchos de mis sueños. Duermo con una libretita y muchas veces me despierto y hago algún boceto para que no se me olvide. Muchos están guardados: lo dibujé hoy, pasaron 10 años, lo busco y digo: “hoy te toca”. A veces estoy tallando una pieza y llevo en ella dos o tres meses y de momento se me va la inspiración. No me sale lo que se supone que siempre me sale de un intento; ahí sé que mi mente no está en ella. Entonces la guardo y la dejo añejando. A veces pasan tres y cuatro años y la pieza está guardada casi terminada. Mucha gente que me hace comisiones me pregunta cuando voy a terminar la pieza y hasta se me olvida. Trabajo por inspiración, porque amo lo que hago. Nunca he trabajado por dinero porque el día en que eso pase, hasta ahí llegará mi evolución y mi trabajo porque perderé el enfoque y la esencia de lo que hago. Siempre he tenido eso bien claro desde nene y hasta ahora, en las mejores y en las peores, he aguantado como un gallo de pelea, pero me mantengo firme en mi pensar. GDE: ¿Qué planes tienes este año? AR: Llevo varios años compitiendo en el mundial en Estados Unidos y también en la competencia nacional de Canadá. Todavía no sé si voy a Canadá o al mundial en Estados Unidos que será en Maryland, pero sé que iré para alguna de las dos. Pero mi mayor problema es que no domino el inglés, pero a la vez es mi mayor bendición. Me explico. No saber inglés me abrió las puertas de comunicarme con gente a quien es casi imposible acercarse, talladores sumamente importantes a los que todo el mundo les tiene un respeto descomunal. Pero como no sé inglés me acerco y les hablo español: ellos no entienden lo que digo y yo entiendo, pero no lo hablo. Entonces siempre me acompaña un traductor y hago el gancho porque les da curiosidad saber qué les pregunto y cuando se dan cuenta que les pregunto del trabajo ya están conmigo y me tienen que hablar. El otro aspecto positivo es que esto desarrolló en mí un método de defensa y aprendizaje visual. Puedes hablarme todo lo que quieras de la teoría en inglés, pero déjame mirarte las manos. En 20 minutos puedo hacer lo mismo que hiciste. Entonces monto un taller en el hotel y practico hasta la madrugada porque así voy por la mañana donde el maestro y le enseño el trabajo para que me dé su opinión; esa ha sido mi mayor bendición en ese aspecto. Pero siempre les digo a los niños que aprendan inglés, que es la llave del mundo. No saber inglés como para tener una conversación profunda afecta los negocios. Cuando conoces gente importante y quieres establecer una conversación y tienes que usar un traductor, siempre se pierde un poco la magia. Pero a lo hecho pecho y hay que bregar con lo que hay. GDE: ¿Dónde las personas interesadas pueden ver tus piezas? AR: Tengo la bendición de que prácticamente casi nunca tengo nada guardado. Las personas pueden ver mi trabajo en mi página de Facebook: Aves Talladas de Puerto Rico donde publico fotos de algunos trabajos, así como las entrevistas que me hacen. Intenté que mi página personal: Alex Ríos, no fuera de trabajo, pero prácticamente lo es porque más gente me busca por mi nombre. Últimamente uso mucho Instagram: @alexrios584 para subir fotos de trabajo. Hace un tiempo comencé un proyecto llamado “De aquí pa’l mundo”, para entrevistar personas de la comunidad del arte y dar a conocer nuevos talentos de aquí o de cualquier parte del mundo, viéndolo desde mi perspectiva como artista. Ahora mismo está en pausa. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: determinación, coraje y entrega. Un libro o disco que te haya influenciado: el disco “MultiViral” de Calle 13; el que tiene la canción “Hielo bajo el sol”, dúo de Ednita Nazario y Tommy Torres, y el disco Fiel a la Vega: El Concierto Acústico. Leí “Un sueño americano” de Óscar De La Hoya. No soy mucho de leer, pero me encantan los libros de biografías, de historia y de superación. También, no leí el libro, pero vi las dos versiones de la película “Intouchables”; la francesa que es la original y la americana. Las dos te marcan la vida hasta cierto punto. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “La vida es de riesgos y el que no se arriesga no gana.” ¿Cuál es un hábito poco usual o manía que tienes? Tallar. Amo tallar, es mi vida, mi esencia… En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? En estos últimos años tengo más control de mí en el sentido de que antes era bien impulsivo. Intento cultivar ser mejor persona y educarme todos los días… y amar con fuerza, carajo. ¿Cómo se llamaría la película de tu vida? Como titulé la primera exposición que hice en un museo luego de intentarlo por 20 años: “Volando en libertad”. Es a lo que cada ser humano debe aspirar en la vida, de todos los días levantarse para ser libre y no ser esclavo de nadie ni de las circunstancias. Un puertorriqueñ@ que admires: Admiro mucho a Félix “Tito” Trinidad porque es un tipo de pueblo, que a pesar del dinero se mantuvo humilde y trajo mucha felicidad a este país. Quisieras aprender a: me encantaría aprender inglés full y cualquier otro idioma. ¿Qué te inspira? La gente que lucha por crecer sin hacerle daño a nadie. Quisieras que te recordaran por: ser un ejemplo de superación y que nunca me detuvo ningún tipo de miedo por alcanzar cada sueño y que luché por cada uno. Que a tan temprana edad tuve una visión amplia de llevar mi arte hasta lo que es hoy y lograr el reconocimiento en cada país visitado. Nunca dejen de soñar ni de arriesgarse porque del cobarde no se ha escrito nada, solo se escribe del que se arriesga. Sigue a Alex en las redes sociales: Facebook: Alex Ríos / Aves Talladas de Puerto Rico Instagram: @alexrios584 Anissa Hernández se aferró a la ciencia desde joven pues para ella lo que no fuera científicamente probable carecía de validez. Expresa que en parte este apego estuvo atado a una serie de sucesos traumáticos que atravesó durante su niñez. Luego de completar un Bachillerato en Biología de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, decidió continuar por el campo de la medicina. En 1998 se graduó de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico y consigo traía la inquietud por los temas de conducta humana y sexualidad por lo que realizó investigaciones acerca de dichos temas. En el 2004 se graduó del programa de residencia de Psiquiatría de la UPR y su tesis de graduación consistió en un estudio clínico en el cual se midieron 12 aspectos de la espiritualidad y cómo éstos influenciaban en los procesos de recuperación de pacientes con depresión mayor en hospitalización parcial. Durante el comienzo de su carrera trabajaba largas horas pues su norte era ayudar a la mayor cantidad de personas posibles. Sin embargo, el agotamiento y el estrés afectaron su salud. La señal que esperaba se manifestó en un número de pacientes que comenzaron a hablarle de terapias de medicina complementaria y cómo éstas le habían cambiado la vida. La Psiquiatra escuchó y decidió estudiarlas por su cuenta y aplicarlas a su vida. Estudió herbología, flores de Bach, sonidoterapia y mindfulness, entre otras. Al cabo de un tiempo notó un cambio positivo en su calidad de vida y entendió que tanto la medicina tradicional como la alternativa estaban a su disposición para ayudarse y ayudar a los demás. Desde el 2008 Anissa también funge como Maestra Reiki. Además, desarrolla talleres de escritura para la canalización adecuada de emociones y recientemente recibió la certificación de “Forest Bathing” o baño de bosque. A continuación, la entrevista que le hicimos a Anissa en su versión editada y condensada. GDE: Anissa, de estudiar biología y luego medicina, ¿cómo llegaste al mundo de la espiritualidad y medicina alterna? AH: Fue como un change of heart. Era una persona que no aceptaba ninguna evidencia empírica o anecdótica, todo tenía que ser científicamente probado. Luego de vivir unos sucesos bien fuertes en mi niñez, me refugié en la ciencia, en lo tangible y palpable. Al terminar mi residencia en psiquiatría, conseguí trabajo en uno de los hospitales psiquiátricos más importantes, el First Hospital Panamericano, donde trabajaba largas horas porque quería ayudar a otras personas. Pero llegó el momento en que, aunque tenía una carrera que empezaba y evolucionaba muy bien, internamente no me sentía completa. Había como un vacío y llegué a padecer de condiciones de salud por el estrés y las largas horas de trabajo. Pero el universo conspira y vinieron unos pacientes a hablarme de métodos de medicina alterna. Me hablaron de Reiki, aromaterapia y sonidoterapia. Al principio estaba un poco renuente, pero dije: “bueno, es obvio que muchos de ellos tienen mejor calidad de vida que yo pues les tuve que dar de alta, entonces por qué no probar.” Entonces decidí estudiar estas materias por mi cuenta. Empecé con Reiki, a leer sobre las flores de Bach y sobre los diferentes estudios que había, que para aquel entonces eran pocos, pero encontré evidencia con validación científica. De hecho, probé estas terapias en mí, el Reiki, las técnicas de tapping, de Emotional Freedom Technique o EFT, y vi que fueron buenas y me ayudaron, y vi que métodos como estos podían complementar y no interactuaban con los métodos de medicina tradicional. Hubo un cambio en mí y en la perspectiva que llevaba mi vida y empecé a tener mejor calidad de vida y a reestructurarla de otra manera. Así fue como abracé los métodos complementarios. Actualmente ofrezco Reiki en mi práctica, recomiendo aromaterapia y sonidoterapia, y recién me certifiqué como terapeuta de bosque, en lo que se llama los baños forestales. GDE: ¿En qué consiste esta terapia? AH: Shinrin-Yoku es el nombre japonés de esta terapia que se traduce como baño forestal o inmersión forestal. Se trata de una caminata lenta por el bosque o playa, que no es hiking y no se busca llegar a cierta meta o lugar. Usualmente es en grupo y también puede ser one on one, pero la experiencia es mejor en grupo. Se hacen diferentes invitaciones verbales en las cuales se ayuda a la persona a conectarse con sus cinco sentidos y conectarse con sus emociones a la madre naturaleza. Entonces se hace una serie de dinámicas en las cuales la persona va palpando a través de sus sentidos y va desarrollando otros sentidos para conectarse con la naturaleza. Nosotros como guías abrimos la puerta, pero la madre naturaleza es la que sana. GDE: ¿Quiénes son candidatos para este tipo de terapia? AH: Todo el mundo. A mis caminatas van niños, adultos y personas de la tercera edad. GDE: ¿Cuáles son los resultados de este tipo de terapia? AH: Usualmente la persona experimenta una sensación de sanación. Le baja el pulso, se le regula la presión sanguínea y se siente mucho más relajada. Algunas personas me comentaron que tuvieron una conciencia de conexión con la madre naturaleza. Por ejemplo, en una caminata tuve varias personas del Servicio Forestal de los Estados Unidos. Todos los días ellos trabajan en el bosque y uno de ellos me comentó: “yo que siempre he trabajado con la naturaleza y en estos bosques, pero es la primera vez que siento que un árbol me habla, que siento esa conexión. Todos los días veía la naturaleza como algo mecánico y en realidad me di cuenta de que tiene vid más vida de lo que pienso.” Esa persona llegó a un nivel de entendimiento de que la naturaleza le ofrece algo más allá. Muchas veces no lo pueden explicar con palabras porque es algo que se siente. El baño forestal tiene estudios aprobados por la American Psychological Association y la American Psychiatric Association que mencionan que hay unas sustancias químicas volátiles en los árboles que uno respira que se llaman fitoncidas, que estimulan a que el sistema inmunológico produzca las natural killer cells, que son las células que se encargan de erradicar los radicales libres y cualquier célula que mute, por ejemplo, una forma cancerosa o maligna. Estas sustancias ayudan a bajar los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés y si bajan los niveles de cortisol indirectamente aumentan los niveles de endorfinas, serotonina, norepinefrina y dopamina. Principalmente la serotonina tiene que ver con el estado de ánimo y a mayor serotonina en el cerebro, menos depresión y ansiedad. GDE: También vi que escribes y desarrollaste unos talleres de escritura, ¿me hablas un poco de esto? AH: Esos talleres los hice en conjunto con la Asociación Internacional de Poetas y Escritores Hispanos y la Liga de Poetas del Sur de Puerto Rico. Publiqué dos libros. El primero se llama “Una transformación al amor”, que, aunque es una guía práctica para personas que pasaron por abuso infantil, también incluye una parte anecdótica de todos los traumas y situaciones dolorosas que pasé en la niñez y cómo fui transformándome y buscando diferentes tipos de ayuda dentro de un proceso de sanación. Sirve para todo tipo de experiencia traumática en la niñez, pero me enfoco en el abuso sexual en la infancia, que para cuando publiqué el libro nadie hablaba de ese tema porque crea aversión, pero es un tema que se tiene que hablar porque sigue ocurriendo y es el delito que en el 90 por ciento de los casos no se reporta y esto tiene una secuela en los niños. Lo tuvo en mi caso, pero se puede sanar. Es en lo que me enfoco, que se puede sanar y que puedes tener una vida plena y saludable. Ese libro tiene mucho contenido de lo que es la parte de sanación y autoayuda. El otro libro se llama “Mi esencia”, un poemario en el que explico cómo la poesía y la escritura creativa pueden ayudarte en procesos de sanación y a liberar o entender emociones que a veces se reprimen. La poesía también es un espacio para liberar, entender y canalizar emociones de una manera saludable. GDE Trabajas en el Centro Holístico para el Bienestar de la Salud Mental, ¿qué terapias se ofrecen en el centro? AH: Se ofrecen servicios psiquiátricos y psicológicos para niños, parejas, familias y hemos ofrecido terapia de grupo y charlas de diferentes temas. También se le sugiere a la persona complementar esas sesiones con terapias de medicina alternativa porque no abandonamos la medicina tradicional ni la psicología moderna tradicional pero sí invitamos otras tendencias como la aromaterapia, los baños forestales, Reiki, charlas y una serie de dinámicas que pueden complementar aquellas áreas que la medicina tradicional no llega. Es una manera de tener un tratamiento completo de lo que es cuerpo, mente, emociones y espíritu. Estamos ubicados en Caguas, en la Avenida Luis Muñoz Marín C-9, Urbanización Caguax. GDE: Para las personas que están sumamente ansiosas a raíz del reciente terremoto y réplicas posteriores, ¿qué consejos les ofreces para ayudarlas a reducir los niveles de ansiedad? AH: Primero que todo entender que se trata de un fenómeno natural. Hay que entender lo que sucede porque se puede seguir la trayectoria de un huracán y por lo menos prepararnos, pero nadie se esperaba este terremoto de esta magnitud ni estas réplicas. Es un fenómeno bien impredecible y este factor sorpresa, unido a la pérdida de control en el momento hacen que la persona tenga más ansiedad, más sensación de impotencia y pérdida de control. Aunque puede que estos eventos continúen por un tiempo, no serán para siempre. Todos estos fenómenos tienen un final y habrá un momento de tregua en que nos podremos reponer. Ahora vivimos una situación incómoda que nos saca de nuestra expectativa y de nuestro control, pero hay que reconocer que esto pasará y a la misma vez eso nos da un sentido de esperanza hacia el futuro. Tendemos a pensar que las cosas serán para siempre o que todo será de una manera y a veces nos hacemos unas expectativas; nada es para siempre. Me gusta utilizar esta frase de los budistas: lo único permanente es el cambio. Necesitamos herramientas para adaptarnos y ver lo positivo del cambio. También a nivel individual ver qué pensamientos vamos a albergar y reforzar en nuestra mente porque un pensamiento negativo no nos ayudará a mantener un sentido de coherencia ni a tener paz y tranquilidad. Aunque suene irónico, en momentos en que ocurre un evento como un temblor, hay que mantener la calma para saber dónde buscar un lugar seguro para moverse o si se tiene que agachar o hacer alguna maniobra para salir del lugar. Las personas que pierden la calma, además de que se ponen en riesgo porque se enajenan de la realidad y pierden el sentido de preservación, también pueden poner en riesgo a otros que traten de ayudarle. Por eso es bien importante mantener calma para poder buscar soluciones viables. También ayudan los ejercicios de respiración como la técnica de respiración de cuatro tiempos: inhalas en cuatro segundos, aguantas el aire por cuatro segundos, exhalas por la boca en cuatro segundos y aguantas el aire por cuatro segundos. Esas pausas de contar hasta cuatro hacen que se forme óxido nítrico en la sangre que dilata las arterias y por eventualidad hace que llegue más oxígeno al cerebro y a los tejidos. Otra cosa es que en la mochila de emergencias los pacientes de salud mental deben tener sus medicamentos para al menos tres días. Siempre recomiendo a mis pacientes que hagan una lista de todos sus medicamentos y la tengan consigo porque a la hora de una emergencia, si se le quedaron los medicamentos o se le dañaron o agotaron, cualquier personal de ayuda médica que lo evalúe puede saber qué toma y no darle algo que quizás interactúe con otros medicamentos. También recomiendo que incluyan opciones para entretenerse para no dejar que pensamientos negativos cavilen en la mente. GDE: ¿Alguna recomendación para padres con niños pequeños? AH: Los niños ven cómo uno actúa y si ven que nos descontrolamos eso es lo que aprenderán. Por eso es bien importante que los adultos tengan ese sentido de autocontrol porque no podemos controlar lo que hay afuera, pero sí podemos controlar lo que pensamos, las decisiones que tomamos y cómo actuamos. Explicarles a los niños que se trata de un proceso natural de la tierra y mantenerlos en actividades, ya sea de dibujo, de juegos, de actividad física para que canalicen esa energía. Además, la población de las personas envejecientes, que muchas veces no se atiende como se debería, es la que más temor tiene. Muchas personas de la tercera edad viven solas y no tienen con quién desahogarse. Hay que permitirles una oportunidad de ventilar sentimientos y con personas con las que no se sientan enjuiciadas por lo que sienten. Hay que validar sus emociones, pero sí darles ese sentido de esperanza hacia el futuro y reforzar la idea de que no están solos. La Ñapita: Descríbete con tres palabras: aceptación, confianza y perseverancia. Un libro o disco que te haya influenciado: El libro “Volver a casa” de John Bradshaw porque me identifiqué mucho con el autor y fue uno de esos trabajos de niño interior que hice. Es volver a esa casa interior a sanar a ese niño interior; ese libro me influenció mucho. En cuanto a disco, “Vagabundo” de Robi Draco Rosa. Una frase o cita, tuya o de otra persona, que te gusta mucho: “Todo está en perfecto orden divino” de Paula González, que fue una de mis maestras de Reiki. En años recientes, ¿qué nueva creencia, comportamiento o práctica mejoró considerablemente tu vida? La terapia de bosque, que me llevó a otro mundo, a otra realidad, pues jamás me imaginé abrazando un árbol o pensando que un árbol o una mariposa se podrían comunicar conmigo. Una persona que cambió tu vida: la motivadora Louise Hay. Un puertorriqueñ@ que admires: Carina Ortiz, una muchacha que practica Zumba en silla de ruedas. (Nuestra entrevistada #45) Quisieras aprender a: profundizar más en el amor. ¿Qué te inspira? La misma vida, la naturaleza, ese sentido de continuar con vida ver que hay más allá. ¿Cómo te relajas? Simplemente mirando hacia lo lejos, hacia las nubes… Quisieras que te recordaran por: mis diferentes formas de dar amor. Sigue a Anissa en las redes sociales: Facebook: Anissa V Hernández / Forest Bathing PR Instagram: @anissavhernandezmd / @forestbathingpr |
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Diciembre 2020
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